El Adviento lo define
la Iglesia Católica como el tiempo de preparación espiritual a la celebración
del nacimiento de Cristo.
Cuatro semanas de
intensa reflexión da para mucho. Desde pensar por qué el Salvador nació en un
pesebre y no en un trono, hasta por qué terminó crucificado como un
delincuente, por parte de los apoltronados políticos y religiosos. Pero no se
quiere ahondar en todo ello.
Quizás el incienso
que perfuma los ritos, las ceremonias y los rezos religiosos nos ocupe excesivo
tiempo, o nos quieran distraer, para así no poder discernir sobre el verdadero
Mensaje del Nazareno y su vida de lucha contra el mal y quienes lo ejercen
contra los más débiles. O, quizás, porque la propia Iglesia instalada y
poderosa, la de los oropeles purpurados, impidan con su ejemplo y palabras
llegar a contactar con el crucial Proyecto de Jesús. Tan necesario hoy.
Ser cristiano hoy
no es fácil, porque la fraternidad, ósea la hermandad pretendida por Jesús, o
luchar por la libertad que nos regala el Padre (Vida, Misterio, Plenitud, Consciencia...) y la igualdad que se deriva como
un derecho adquirido por el mero hecho de nacer, y curiosamente recogido en
todas las constituciones, se han convertido en flagrantes hechos delictivos.
Es delito el
impedir un inhumano desahucio, también dar cobijo a un emigrante o, incluso,
salvarlo de morir ahogado y llevarle luego a puerto. También lo es, intentar
recoger en la casa propia a una familia de refugiados que viven en caóticas
condiciones. ¿Cómo actuaría Jesús ante estos acontecimientos?, nos podríamos
preguntar en estos días.
¿Cuál sería el
comportamiento de Jesús ante las escandalosas desigualdades, que provocan la muerte
diaria por hambre de más de 50.000 personas? Existen pobres porque existen
ricos. ¿Y ante el fructífero negocio de la venta de armamento? Dinero para
matar, pero no para comer.
¿Quedaría Jesús
impasible ante la lacra del desempleo, cuando este o su precariedad se produce
como consecuencia del enriquecimiento de unos pocos? ¿Quedaría impasible ante
la violencia contra la mujer, las barbaridades cometidas contra el planeta, las
injusticias de la Justicia o de las mentiras, infundios, y privilegios de
determinados partidos políticos? ¿Llamaría sepulcros blanqueados a todos esos
partidos que dicen defender a la ciudadanía, cuando verdaderamente defienden
los intereses del capitalismo salvaje, instaurado mundialmente gracias a su
connivencia?
Y, a todo esto,
¿por qué en la Iglesia Católica, erudita en eternidad y analfabeta en historia,
la mayor parte de sus obispos y párrocos, en lugar de predicar y actuar en
consonancia con el Evangelio, guardan un silencio cómplice ante tanta barbarie,
ejercida por los poderosos y sus seguidores, contra los más débiles y
marginados, que eran los predilectos de Jesús? Ya sabemos lo que decía Jesús de
los tibios…
Más allá de una
Navidad con sabor a polvorones, anís y regalos, que tampoco llegaran a muchos,
es el momento de hacer presente a Jesús. Revestidos de Igualdad, solidaridad y
gratuidad, principios que Jesús cumplió, defendió y difundió, hay que
complicarse la vida por los demás, sin sentirse superiores ni mejores que
nadie, pero defendiendo la verdadera y universal bandera por la que sí merece
la pena luchar, sea cristiano o no, la bandera multicolor del bien, la paz y la
justicia. Cuando esa Justicia está basada en la Igualdad, la Libertad y la
Fraternidad entre todas las personas.
¡No existe mayor
felicidad que hacer felices a los demás!Comité Oscar Romero de Cádiz. Diciembre 2019.
Las Comuniddes Cristianas Populares de Granada junto a otros colectivos integrados en la Red Granadina Por el Refugio y la Acogida participamos en el acto que la Redgra organizó en la Fuente de las batallas, con motivo del día internacional de las personas migrantes.
El próximo 18 de diciembre se celebra
elDía Internacional de las Personas Migrantes. En realidad poco hay que
celebrar. Durante el verano del 2018, cerca de 30 mil centroamericanos huyeron
de sus países no solo por los conflictos sociales asociados a la crisis
política de Nicaragua, Honduras o el
empoderamiento de las pandillas como las maras o el narcotráfico. La
precarización de sus vidas también es
resultado de la política económica intervencionista en la región.
El éxodo migratorio centroamericano
es solo la punta del iceberg de un problema global que atañe a toda la
sociedad. Al otro lado del Pacífico y en tan sólo año y medio, más de 700 mil
rohinya han sido expulsados de sus hogares como consecuencia de una
intolerancia religiosa que moldea las políticas nacionalistas de Myanmar. De
refugiados, los rohinya han pasado a ser inmigrantes en condiciones de
semi-esclavitud en las fábricas de algunas de las multinacionales más
importantes de ropa o componentes electrónicos para telefonía móvil asentadas en
China, India o Bangladesh.
Migrante económico es la forma
edulcorada con la que el discurso neoliberal denomina a las centenas de miles
de personas que viven fuera de sus
países, a veces en unas condiciones cercanas a la semi esclavitud.. Esta
realidad la conocen y soportan de cerca muchos miles de migrantes africanos que se ven sometidos a duras condiciones de vida en la Unión
Europea, y donde con frecuencia son despreciados por su color de piel y origen
étnico.
En el día internacional de las
personas migrantes, no podemos tampoco olvidar a todas las personas que, o bien
han salido de sus países buscando refugio como los cientos de miles de sirios,
afganos, iraquíes o palestinos huyendo de la guerra y la destrucción, o bien
viven en los campos de refugiados como el de Dadaab en Kenia o en el Sahara
Occidental..
¿Por qué estas personas migrantes son
consideradas como indeseadas? Son ellos quienes confeccionan nuestra ropa, cultivan
nuestras tierras y cosechan nuestra comida, fabrican los componentes de
nuestros ordenadores y móviles, limpian nuestras casas, crían y, en algunos
casos, educan a nuestros hijos e hijas, y por si fuera poco hacen el trabajo
que a veces no queremos hacer nosotros cuidando a nuestras personas mayores.
Son ellos a los que el nacionalismo de derecha y extrema derecha en Estados
Unidos, Brasil, la Unión Europea, Myanmar, Israel o Marruecos denomina y
considera frecuentemente como una
amenaza y, a la vez, en el reciente Pacto
Mundial para la Migración son considerados como indispensables para mantener
funcionando el sistema económico a nivel global tal
Hoy,
día internacional del migrante, la sociedad española, y en particular la
sociedad granadina, no puede abrazar el
discurso nacionalista y xenófobo de posicionamientos extremistas que abogan por levantar más muros de hormigón o expulsar a aquellos
que viven entre nosotros por considerarles responsables de todos nuestros
males. La sociedad española hoy día tiene la tarea de salir a las calles y
defender a los migrantes. España ha sido, es y será un pueblo de migrantes.
En este día, también queremos recordar y reconocer el
aporte social, cultural y económico que realizan a la sociedad granadina las
personas inmigrantes que por unas u otras circunstancias han llegado desde
distintos lugares del mundo a residir en nuestra ciudad, haciéndola avanzar
hacia una sociedad más abierta y plural. Hoy reivindicamos el valor de lo
diversoy la ciudad de Granada como una
tierra de convivencia, en el que vecinas y vecinos, autóctonos o extranjeros
sigan compartiendo esfuerzos y alegrías.
Una amenaza constante a la convivencia en este mundo
globalizado es la generación de opinión pública basada en noticias falsas (fake
news) que se transmiten a través de diferentes medios de comunicación y redes
sociales llegando incluso a formar parte del discurso mediático de algunos
representantes políticos.
Personajes y
sus palabras
Existe en
nuestra sociedad un conjunto de personajes y personajillos que, desde lugares muy distantes entre ellos, coinciden
en su desprecio y odio a los migrantes y extranjeros
Recogemos a
continuación una pequeña muestra con algunas de sus frases u ocurrencias más
conocidas. No son todos, pero sí muy significativos
DONALD TRUMP,
presidente de los Estados Unidos de América
El historial
del presidenteestadounidense con el tema migratorio es largo y claro. Su
discurso, desde los comienzos de la campaña presidencial, estuvo orientado a
construir barreras para frenar el paso de inmigrantes.. Estas son algunas de
sus declaraciones sobre el tema
1.-"Si gano las
elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa" Todavía en campaña
electoral, pero ya en
el 2016, cuando había ganado la consulta republicana con esta frase sentó
su postura frente a la crisis de refugiados.
2.-"Pido el bloqueo completo y total
a la entrada de musulmanes en EEUU". Recién empezado su mandato, Trump
firmó un veto contra las personas provenientes de siete países musulmanes,
quienes a partir de la fecha tienen prohibido su ingreso al país
3.-Ante la marcha de
refugiados centroamericanos dice: “Cuando México nos manda gente, no nos mandan
a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen
drogas, crimen, violadores"
4.- Su respuesta ante la
aproximación de caravana de
migrantes centroamericana a Tijuana:
gases lacrimógenos y deportaciones, los enfrentamientos de la patrulla
fronteriza de EE.UU. contra los componentes de la marcha
5.- Propone crear
“ciudades de carpas” para encerrar a los solicitantes de asilo, tras endurecer
las condiciones de solicitud para quienes consigan cruzar la frontera con
México
6.- Una de
sus recientes perlas: “EE.UU. no debería recibir inmigrantes de "países de
mierda" como Haití, El Salvador o las naciones africanas sino de Noruega”
SALVINI,
ministro italiano de interior
Unas cuantas
perlas:
1
Dirigiéndose a los inmigrantes: "Se acabó la buena vida; empiecen a hacer
las maletas"
2.- La
tuberculosis se está extendiendo en Italia por culpa de los inmigrantes:
3.- En un
encontronazo verbal con el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Salvini se
refiere a los migrantes como los "nuevos esclavos".
Del mismo modo que en otros países, en España también se
difunden una serie de rumores falsos que afectan a la población inmigrante y
por tanto amenazan a toda la sociedad en su convivencia. Pasamos al desmontaje
de algunos de esos rumores
DESMONTAJE DE RUMORES VINCULADOS
CON LA INMIGRACIÓN
MIGRACIONES Y AYUDAS SOCIALES
¿Qué se cuenta?
Algunas personas dicen que
las personas inmigrantes obtienen más ayudas públicas que las españolas y que
reciben más atención sólo por ser inmigrantes.
La realidad es que...
La nacionalidad no es un
factor que determine el acceso a las ayudas sociales. Éstas se regulan con
criterios basados en las circunstancias individuales de la persona o familia
receptora de las mismas. Las personas inmigrantes aportan más al Estado de
Bienestar en España de lo que reciben, no sólo en términos económicos, sino
también sociales, demográficos y culturales. El acceso a servicios sociales,
además, es un derecho recogido en las normativas estatales y autonómicas
españolas, así como en las europeas
Las personas inmigrantes han sido las responsables de
una gran parte del crecimiento económico en España en los últimos años. La
llegada de la crisis ha hecho que su situación empeore incluso más que la de la
población española: su carencia de redes sociales y familiares, su menor
protección social, sus menores sueldos o la inseguridad jurídica por la pérdida
del empleo hacen que sea mayor su situación de riesgo de pobreza. Es
precisamente la situación socioeconómica de cada familia o persona la que sirve
como criterio para distribuir las ayudas sociales, sin que tenga que ver la
nacionalidad. Las personas inmigrantes también han aportado a la sociedad
española en cuestiones sociales o culturales, y han tenido un papel relevante
en otros aspectos, por ejemplo, ocupándose en gran parte del empleo doméstico,
lo que ha permitido una mayor conciliación laboral, familiar y personal en
España. A pesar de todos sus aportes, suponen un desembolso económico a las
arcas del estado poco significativo. Así, por ejemplo, apenas suponen el 9,9
por ciento del gasto total en prestaciones por desempleo y el 1 por ciento de la pensiones.
MIGRACIONES Y
SERVICIOS SANITARIOS
¿Qué se cuenta?
Algunas personas creen que
las personas inmigrantes saturan la Sanidad y que abusan de los servicios de
atención primaria y las urgencias.
La realidad es que...
Las personas inmigrantes
van menos al médico que el resto de la población. Entre otros aspectos, porque
en general son más jóvenes y por ello tienen mejor salud. Igualmente, acceden a
la Sanidad porque es un Derecho Universal y se recoge en documentos como el
Estatuto de Autonomía de Andalucía. Contribuyen a ella financiándola mediante
los diferentes impuestos que pagan a través de los productos que consumen.
Todos los estudios relacionados con el uso que las
personas migrantes hacen del sistema sanitario nacional indican que lo utilizan
menos que las españolas. Se estima que las personas migrantes representan un 6,5
por ciento del gasto sanitario total del país (otros estudios incluso bajan esa
cifra) a pesar de suponer el 10 por ciento de la población. La edad es un
factor muy importante, ya que la media de edad de las personas inmigrantes es
de 35,8 años, frente a los 43,7 de las españolas. Ello hace que tengan mejor
salud y, por tanto, acudan menos al médico. De hecho, el 61 por ciento de la
población española tiene enfermedades crónicas, frente al 48 por ciento de la
extranjera. Igualmente, se dice que las personas inmigrantes no deberían tener
acceso a la sanidad porque no contribuyen a ella y no tienen derecho. Sin
embargo, la Sanidad es un Derecho Universal y, además, en el caso de España se
financia a través de impuestos como el IRPF, IVA, especiales... Ello significa
que incluso las personas inmigrantes en situación administrativa irregular
ayudan a financiarla cuando gastan en productos o servicios.
MIGRACIONES Y
CONVIVENCIA
¿Qué se cuenta?
Algunas personas dicen que
en Andalucía y España “hay demasiados inmigrantes”, una percepción que se
extiende de boca en boca y que crea una falsa idea de que “hay más de los que
el país puede permitirse”.
La realidad es que...
Creemos que hay más
personas inmigrantes de los que son realmente, es un Derecho Humano vivir donde
cada cual vea oportuno y su aportación es beneficiosa en términos sociales,
culturales o económicos, entre otros muchos aspectos.
Todas las personas tienen derecho a vivir donde crean
oportuno. Lo dice la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este
argumento bastaría para acabar con cualquier opinión que refleje que en España
o Andalucía hay demasiadas personas inmigrantes. Pero hay otros muchos más que
dejan claro que la inmigración ha reportado a España un gran número de
beneficios: la aportación al PIB en los últimos años, su fuerza productiva y su
capacidad de trabajo son sólo algunos de ellos, pero también se pueden destacar
contribuciones positivas en campos como el cultural, el demográfico, el humano,
el actitudinal, la ciudadanía, la participación, la política, el educativo o el
aprendizaje. En España hay, según los datos del 1 de enero de 2017, 46.572.132
personas, de las que 2.533.437 son extranjeras no comunitarias. Es decir, las
personas extranjeras no comunitarias representan apenas el 5,4 por ciento de la
población. En Andalucía, el porcentaje se reduce al 3,9 por ciento. Aunque se
crea que existe una gran presión migratoria en España desde África, ésta nunca
ha sido tal. Basta con entender que sólo el 1 por ciento de las personas
inmigrantes entra a España en patera y que en el país residen 1.039.973
personas procedentes de África, un 2,2 por ciento de la población de España.
Todas estas cifras no hacen más que descender en los últimos años por la situación
de crisis que atraviesa el país, lo que pone en peligro cuestiones como el
sistema de pensiones, el cuidado de las personas mayores o el relevo
generacional de muchos puestos de trabajo.
MIGRACIONES Y
EMPLEO
¿Qué se cuenta?
No es raro escuchar que las
personas inmigrantes son responsables del desempleo en España. Se cuenta que la
falta de empleo entre la población española se debe a que “nos quitan el
trabajo”, un comentario que se ha incrementado en tiempos de crisis.
La realidad es que...
Las personas inmigrantes no
están ocupando los puestos de trabajo que pierde la población española. Y los
sectores más afectados por el desempleo, suponen pérdidas de empleo para
nacionales y extranjeros. Los trabajadores y trabajadoras inmigrantes, además,
se están viendo más afectados por la crisis y el paro que la población
autóctona. Paradójicamente, una buena parte del emprendimiento empresarial en
España viene impulsado por personas inmigrantes
Gracias a la llegada de personas inmigrantes en los
últimos años a España, el país ha podido crecer económicamente de una manera
espectacular. Su labor en sectores como el turismo o la construcción ha
permitido cubrir una gran demanda de trabajo y que la economía haya vivido un
periodo de gran dinamismo, algo que hubiera sido imposible sin estas personas.
Que sean responsables del 30 por ciento del PIB de 2001 a 2006 basta para
ejemplificar su gran importancia. La llegada de la crisis está afectando al
colectivo de la misma manera que a las personas españolas y muchos están
perdiendo sus puestos de trabajo. De hecho, están sufriendo aún más las
consecuencias por la falta de redes familiares, su menor protección social, las
dificultades para renovar su documentación, la existencia de prejuicios o el
racismo. Hay estudios que afirman que ser inmigrante aumenta un 60 por ciento
la posibilidad de estar en desempleo. De hecho, durante los peores años de la
crisis hubo una elevada tasa de abandono del país, ya que se fueron casi un
millón de personas extranjeras. Actualmente, las personas inmigrantes
representan sólo el 11,2 por ciento de la población ocupada que hay en España.
De los casi dos millones de personas que reciben prestaciones por desempleo en
España, apenas el 10,6 por ciento son extranjeras.
MIGRACIONES Y
EDUCACIÓN
¿Qué se cuenta?
Muchas personas creen que
la presencia de alumnado de origen inmigrante en las aulas contribuye
decisivamente a la bajada global del nivel académico y, por lo tanto, supone un
retr.oceso en la calidad educativa.
La realidad es que...
Esta creencia no es cierta.
El rendimiento educativo del alumnado se ve afectado por otros factores, como
la situación socioeconómica de sus familias, por señalar uno. Además, apenas un
1 por ciento de centros educativos tienen un ratio de más del 30 por ciento del
alumnado extranjero, y el 90 por ciento de escuelas tienen una o ninguna
persona inmigrante matriculada. El alumnado inmigrante sólo representa el 9 por
ciento del total en España.
Casi la mitad de la población encuestada por el CIS
cree que “la calidad de la educación empeora en los colegios donde hay muchos
hijos de inmigrantes”, según los datos del informe Actitudes hacia la
inmigración. Una visión que poco tiene que ver con la realidad. Muchos estudios
apuntan a que el principal factor que condiciona el bajo nivel académico del
alumnado está ligado a la situación socioeconómica de su familia. Por ejemplo,
disponer o no de ordenador en casa, tener libros, un lugar para el estudio o la
situación sociolaboral de sus familias. Además, la presencia de alumnado
inmigrante apenas representa el 9 por ciento del total matriculado en España y
sólo un 1 por ciento de centros educativos tienen una ratio de más del 30 por
ciento de alumnas y alumnos extranjeros. Y en el supuesto de que el rendimiento
de estos menores fuese más bajo, no afectaría para nada al rendimiento de sus
compañeras y compañeros, según destacan varios estudios. Es importante defender
una educación gratuita y de calidad, que refleje el compromiso de una sociedad
que quiere ser más justa, solidaria, humana y democrática. Las administraciones
deben garantizar el derecho a la educación, sin ningún tipo de discriminación,
formando personas libres y con la suficiente autonomía para aceptar y respetar
la diversidad como valor humano.
Video: Solidaridad y Acogida frente a Exclusión y Xenofobia. Red Granadina por el Refugio y la Acogida. Fuente de las Batallas. 17 de diciembre de 2018. día internacional de las personas migrantes. Paula Glez interpreta "Los hermanos" de Atahualpa Yupanki.
L@s cristian@s de base y los Derechos Humanos. Juan Cejudo es miembro de diversos movimientos de Cristianos de base: Comunidades Cristianas Populares. Moceop. Reflexión y Acción....
El día 10 de diciembre se celebra cada año el día internacional de los derechos humanos. Me pide la APDHA que, como miembro de cristianos de base, escriba algo en relación con este tema. Pertenezco desde hace más de 40 años a varios colectivos de cristianos de base: MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional) y Comunidades Cristianas Populares. Los dos a su vez, están integrados en Redes Cristianas, un colectivo que aglutina a cerca de 200 colectivos de base de toda España y de todas las autonomías. También pertenezco desde hace pocos años a nivel local al Grupo Cristiano de Reflexión-Acción. Yo diría que la defensa de los derechos humanos en nuestros colectivos es algo fundamental y que lo llevamos arraigado desde siempre. Seguir a Jesús hoy supone apostar por la defensa de esos derechos fundamentales que son muchos y que debemos defenderlos todos, pero quizá me centraré más en algunos, en los que, de modo muy especial, solemos estar presentes, en la sociedad y en la Iglesia. En la Sociedad: – La defensa de los trabajadores frente a la explotación del capital. Muchos de nosotros tenemos conciencia de clase obrera y algunos voluntariamente decidimos apostar por ser obreros con todas las consecuencias. -La defensa de los inmigrantes frente al abuso de las instituciones y gobiernos que machacan sus derechos con muros, vallas, vigilancia sofisticada, CIES que deberían ser eliminados… – La defensa de quienes están más marginados por la sociedad: desempleados, personas con problemas de vivienda, personas mayores necesitadas de una atención que no tienen, drogadictos, atención a personas sin recursos, a personas sin techo, etc. Muchos compañeros/as están integrados en la Asociación pro Derechos Humanos en no pocas localidades de España. – También el apoyo a causas justas en países del tercer Mundo: África y Latinoamérica especialmente y la lucha contra las guerras injustas y el hambre, provocado por la avaricia de un Occidente que sólo busca esquilmar los recursos de esos países: minerales, petróleo, etc… -El compromiso en colectivos sociales, movimientos, sindicatos o partidos que luchan por una Sociedad más justa e igualitaria: Movimiento 15M, Asociaciones de Vecinos, sindicatos, partidos, grupos feministas, ecologistas o pacifistas etc. En la Iglesia: Un compromiso no menos importante en la defensa de los derechos humanos lo llevamos también al terreno eclesial donde no pocos derechos son conculcados: -Desde los colectivos de cristianos de base-aunque estoy hablando desde mi visión personal, sin hablar en nombre de todos ellos- estamos en contra de una Iglesia de corte piramidal donde todo funciona de modo muy jerárquico, al modo militar y donde falta democracia y cauces de participación de todos sus miembros. Esa estructura jerárquica y clerical hay que eliminarla. La Iglesia es otra cosa. Estamos en contra de que el Vaticano exista como Estado y el Papa sea el jefe de él, con sus embajadores o nuncios, etc… El Papa no tiene que ser un Jefe de Estado, ni el obispo de cada diócesis un cacique, ni los superiores o superioras religiosas que decidan sin ninguna participación de los demás miembros. – Hemos denunciado varias veces los actuales acuerdos Iglesia -Estado que son anticonstitucionales y donde la Iglesia Católica sale muy privilegiada en muchos aspectos, sobre todo el educativo y el económico -Defendemos que la mujer en la Iglesia debe tener la misma responsabilidad que el hombre y pueda llegar a ser presbítera, obispa o papa, aunque en un contexto de Iglesia no clerical, sino democrática. -Creemos que el celibatoobligatorio debe ser eliminado y ser opcional. -Defendemos la libertad de expresión y de cátedra para sacerdotes, laicos y teólogos y hemos denunciado en comunicados varios las sanciones a más de 600 teólogos por parte de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. -Apoyamos la Teología de la Liberación, la opción preferencial por los pobres, que fue duramente sancionada por los papas anteriores a Francisco. -Estamos a favor del libre ejercicio de la sexualidad y no por la represión contra homosexuales, divorciados vueltos a casar, a los que no se les permite participar plenamente en la eucaristía… -Denunciamos con todas nuestras fuerzas los gravísimos problemas de pederastia que conculca de modo muy grave la dignidad de los menores y sus familias. – Igualmente denunciamos las riquezas en la Iglesia y el escándalo de las inmatriculaciones y otras muchas cuestiones que, por no alargar, no es posible seguir señalando. Curiosamente la Iglesia Católica, en sus discursos se manifiesta a favor de los Derechos Humanos en la Sociedad (aunque es de los pocos estados que no ha firmado aún la Declaración de los Derechos Humanos), pero no los cumple al interior de ella misma como hemos dicho. En muchas ocasiones los Movimientos a los que pertenezco hemos sacado comunicados públicos en apoyo de los derechos humanos en la Sociedad y en la Iglesia o denunciando que no se cumplen. Y lo seguiremos haciendo porque es algo fundamental en una visión cristiana de la vida.
La economía del Bien Común y los derechos humanos.2Pedro Castilla Madriñán es miembro de la Asociación Economía del Bien Común de Cádiz, Comunidades Cristianas Populares, Comités Oscar Romero, Reflexión y acción, entre otros.
“La Economía del Bien Común es semejante a los Derechos Humanos”, dice Christian Felber. Y no le falta razón al fundador de tan esperanzadora alternativa económica mundial. La EBC, se fundamenta en valores éticos como la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica y la participación democrática con su transparencia. Son los valores que priman en el Balance del Bien Común para cualquier empresa, asociación o institución que desee acogerse a sus principios. Muy semejante a los principios fundamentales que persigue la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ambas asociaciones también se declaran apartidistas porque sus principios, tanto económicos como humanos, deberían entroncarse intrínsecamente en cualquier opción política que se manifestase democrática. Deberían conformar unas aspiraciones esenciales para cualquier programa político que anhelara verdaderamente el Bien Común de la ciudadanía y cumplir con lo establecido en sus Constituciones y Declaración de los Derechos Humanos. La dignidad humana representa para la EBC el mayor de los valores. Dignidad humana quiere decir valor en Igualdad. Sin condiciones e inalienable. Sólo hace falta nacer para merecer tan intransferible e irrenunciable derecho. Casi todas las Constituciones lo recogen, al igual que la Declaración de los Derechos Humanos, pero, desgraciadamente, pocos países la cumplen. La desigualdad se ha instalado en numerosos aspectos de nuestra convivencia humana. Es una lacra del actual sistema económico, político y laboral. Pareciera que se hubiese diseñado desde las tinieblas inhumanas. Es notable y abrumadora la desigualdad económica existente a nivel mundial, también ante la Justicia, la propiedad, de género, empresarial, mediática –según qué países, partidos o personas se alinean o no con el poder establecido- y entre los países poderosos y los empobrecidos. La opulencia y bienestar de los ricos se alimenta de la pobreza y miseria de los innumerables ninguneados. Cuando se decía que en Occidente se había alcanzado la “sociedad del bienestar”, en realidad ese bienestar se reducía al 20%, el otro 80%, en un gradiente progresivo de precariedad, vivía y vive fuera de este recinto, en condiciones de extrema pobreza llegando a la inanición y muerte. Esta alarmante desigualdad conduce al doloroso sino de los emigrantes, los refugiados, los desahuciados, los desempleados, los hambrientos, los empobrecidos, la violencia machista, las inverosímiles condenas, al saqueo de los pueblos, a los suicidios… Cuando en una comunidad de seres humanos no se preserva sistemáticamente la dignidad de cada individuo, tampoco se protege la libertad. Del idéntico valor de todos los seres humanos proviene nuestra igualdad, en el sentido de que, en una democracia, todas las personas deben disfrutar de los mismos derechos, las mismas libertades y oportunidades. Sólo entonces, cuando realmente todos disfrutemos de las mismas libertades, se dará la condición necesaria para que seamos realmente libres. La dignidad humana es la premisa para la libertad. La desigualdad también nos conduce a la exclusión y, por tanto, a la ausencia de fraternidad. Sin los tres fundamentales pilares en los que se basa la democracia: Igualdad, Libertad y Fraternidad, puede afirmarse que, en estos momentos, tampoco se está produciendo la auténtica democracia. Otro pilar fundamental de la EBC y de los DD.HH. Todo el mundo tiene hoy la conciencia y la añoranza de una sociedad más justa, más solidaria y más democrática. La EBC plantea las mismas libertades, los mismos derechos y las mismas oportunidades para todos. Y para ello, se hace imprescindible limitar la funesta desigualdad existente. Se han sustituido los valores éticos por los valores del Mercado. Se han suplantado los Derechos Humanos por los derechos del Mercado. Al perseguir ciegamente el aumento del capital financiero y no el bienestar de todos, el capitalismo patriarcal reinante, está destruyendo los fundamentos vitales del ser humano y de la Economía. Y cuando los recursos naturales, también son usados como un instrumento y no como un recurso a proteger, este cruel Neoliberalismo, depredador de personas y naturaleza y en una consciente pérdida de sentido, está conduciendo a la humanidad y al planeta a una turbulenta espiral apocalíptica. El deber supremo de las personas de bien es no desfallecer y actuar con la renovada conciencia de que el “por-venir” está “por-hacer”. Rigoberta Menchú, decía: “Cada día debemos recibir el amanecer como se merece”. Debemos situar nuestra conducta, entusiasmo y voluntad de cambio en sembrar continuas semillas de solidaridad, de igualdad, de fraternidad y de luchar contra toda injusticia humana porque, de no hacerlo, estaremos permitiendo que se establezca. Podemos y debemos construir el futuro. Los principios democráticos deben volver a inspirar las pautas económicas, dejando en su justo lugar a los valores mercantiles. Y los Derechos Humanos, deben conformar la conciencia de todo ser humano de bien. El siglo XXI, debe representar el tiempo donde tenga lugar la inflexión histórica del poder de la fuerza a la fuerza de la razón, la palabra y la dignidad humana.
Con el lema “Misericordia y justicia ante la desigualdad
global” se han reunido en El Morche (Málaga) del 23 al 25 de noviembre, unas trescientas
personas de las diversas provincias andaluzas y otras regiones del Estado. Han
sido tres días de intenso trabajo. Se han desarrollado tres documentadas ponencias, diferentes
coloquios, tertulias y mesa de
experiencias con cuatro de las plataformas liberadoras que se dan en nuestro
país: Stop desahucios, Pensión digna, Trata de personas y la Asociación andaluza
de barrios ignorados. También se
proyectó el documental “Samba, un nombre borrado” y en la convivencia nocturna nos
deleitamos con la audición de canciones
por los derechos humanos del prestigioso grupo de fama mundial “L@s Cantamañan@s”
Federico Mayor Zaragoza estaba previsto que viniera a
exponernos una ponencia. Finalmente su médico le aconsejó que guardara cierto reposo.
Pero, a pesar de todo, ha tenido la amabilidad de enviar su aportación a la
semana mediante el envío de un escrito con el exergo de Nicolás Guillen: “Para
hacer esta muralla, unamos todas las manos. Los
negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos”. Más adelante afirma: Nos están distrayendo en
exceso, con espectáculos de masas, con jugadores o pilotos, destacando sus
éxitos y sus dolencias,… hasta el extremo de consentir que la justicia, el gran
asidero de los demócratas y la base del diseño de un futuro mejor, sea manipulada
de tal forma que los “buenos” aparezcan como malos y los “malos”, por arte de birlibirloque, aparezcan
exculpados y exonerados de toda responsabilidad…
Es tiempo, asegura el eminente profesor, de iniciar la transformación de una cultura de
la imposición, dominio, violencia y guerra a una cultura del encuentro, de la conciliación,
el diálogo y la paz. De una economía de guerra a una economía de desarrollo
global sostenible que evite los caldos de cultivo de la radicalización y frustración,
que desembocan en flujos de emigrantes desesperados y, en ocasiones, en el uso
de la violencia. ..Ha llegado el momento de iniciar la fuerza de la palabra, de
la seguridad de los territorios a la
seguridad alimentaria, sanitaria, educativa, medioambiental de quienes los
habitan.
“El estallido del sistema migratorio europeo” fue el título de la primera ponencia
desarrollada por el ubetense Sebastián de la Obra Sierra, historiador y
documentalista, trabajador incansable por los derechos humanos que pertenece a diversos
organismos pro-defensa de los derechos de las personas. En su
documentada disertación, afirmaba que la
falta de visión de la UE sobre las migraciones actuales y futuras tiene ya –y tendrá
en un futuro cercano- gravísimas
consecuencias sobre los sistemas democráticos europeos. Estos deben afronta el
auge del racismo y el peligro de guerras internas por la crisis e integración
social de las capas más pobres y marginadas. Pero el destino no podrá ser la
xenofobia y el enfrentamiento. La globalización está creando sociedades cada
vez más diversas. Estamos llamados a generar pertenencias comunes mediante el mestizaje,
y a ser capaces de construir un nosotros común y plural a la vez.
La profesora de Intervención Socio-comunitaria y coordinadora
del Área de Educación y Participación de Ecologistas en Acción, Marta Pascual, disertó
en la segunda ponencia sobre “Vivir y construir un mundo de iguales: una mirada
ecofeminista de la realidad”. Entre
otras cosas, afirmaba que discriminar, invisibilizar, ignorar, minusvalorar,
marginar, explotar… forman parte de la experiencia común de todas las personas
y colectivos oprimidos: negros, pobres, migrantes, mujeres, minorías de todo
tipo, etc. El duro recorrido histórico por lograr la igualdad total tiene aún muchos retos hasta alcanzar
la autonomía personal y el reconocimiento social.
La tercera ponencia: “Acogida, misericordia y justicia en la frontera”, estuvo a cargo de Paula Domingo, religiosa de
la Comunidad Vedruna que en Ceuta (a la que califica de cárcel dulce o limbo,
puesto que si es difícil entrar en es
más difícil salir) acompañan y fomentan
unas relaciones de calidad a todos los que participan en el proyecto, a la vez
que ponen su mayor esfuerzo en la defensa de sus derechos, denunciando la
violación de los mismos. Por encima de todo
y ante la irracionalidad, y silenciamiento de cuanto sucede en las
fronteras con inmigrantes y refugiados, no podemos olvidar nuestra misión como ciudadanos
y como creyentes: acoger. La acogida, afirmó la ponente, debe prevalecer sobre leyes, normas y
protocolos. Hemos de cuidarnos mutuamente. Porque la acogida no es algo
unidireccional. Acojo si me dejo acoger. Me acogen si soy capaz de disponerme a
la acogida… Acogida, cuidados, comunidad, obligación de justicia, solidaridad,
gratitud…son objetivos necesarios que pueden hacer de la vida colectiva y personal
algo completamente distinto.
En la misa de final del encuentro se leyó un comunicado en el
que se resumía el sentir de la Semana Andaluza
de Teología 2018. El comunicado terminaba con estas palabras:
“Misericordia y justicia son los
criterios para discernir, probar y comprobar que nuestra adhesión a Jesús de
Nazaret es creíble y nos aproxima a la propuesta de que otro mundo es posible y
necesario”.
COMUNICADO FINAL: MISERICORDIA
Y JUSTICIA ANTE LA DESIGUALDAD GLOBAL.
La
producción de “residuos humanos” -es decir, las poblaciones
“superfluas” de migrantes, refugiados y demás parias
empobrecidos- es una consecuencia del proceso globalizador a nivel
mundial y su ensalzado progreso económico. Dicha globalización
provoca un número cada vez más elevado de personas privadas de
medios adecuados de subsistencia, al mismo tiempo que el planeta se
está quedando sin lugares habitables para ellas y tal vez algún día
también para todos los humanos en un desastre ecológico global.
La
Unión Europea carece de respuestas ante los desafíos que plantea
nuestro entorno geoeconómico y geopolítico. No tiene visión
estratégica ni a largo ni a medio plazo. Deja al Mercado gestionar
“automáticamente” la demanda migratoria y no quiere asumir su
responsabilidad política y moral para con refugiados y migrantes. Su
falta de visión y decisión, de previsión y de gestión de las
migraciones beneficia directamente a los movimientos y partidos
políticos xenófobos y a los traficantes de personas. Podemos decir
que la crisis de las migraciones es la crisis de la propia Europa
como proyecto humanizador y civilizatorio que pretendía ser un
verdadero espacio de libertad, justicia y seguridad al servicio del
reconocimiento e igual garantía de los derechos humanos.
Las
migraciones interpelan: o apostamos por ser humanos en una sola
humanidad, o se agudizarán las diferencias practicando la cultura
del “descarte” que dice el Papa Francisco. Leyes de extranjería
cada vez más severas y criminalizadoras, crueles medidas de control
de fronteras, políticas de extrema dureza contra los “fugitivos”
(migrantes o refugiados), miles de ahogados en el mar, gobiernos que
no quieren ver ni hacer justicia, trabajadores extranjeros a explotar
y sin derechos, auge de la xenofobia y de populismos que propagan el
odio étnico, el temor y el rechazo a quienes llegan hasta aquí:
personas con la muerte a su espalda y un muro ante su rostro. Vivimos
enredados en una dinámica de rechazo de “los otros”, víctimas
silenciadas, olvidando que en ellas nos jugamos nuestro propio ser,
personal y colectivo.
Discriminar,
invisibilizar, ignorar, minusvalorar, marginar, explotar son
prácticas cada vez más extendidas en nuestras sociedades y forman
parte de la experiencia cotidiana de las personas y colectivos que
las sufren: mendigos, los sin techo, migrantes y refugiados,
desempleados y parados, mujeres víctimas de trata, pensionistas
empobrecidos, desahuciados, barrios marginales y marginados, minorías
de todo tipo, etc.
La
discriminación femenina es un hecho evidente en toda sociedad y en
todo el mundo. Aunque es verdad que la desigualdad no se presenta con
la misma intensidad en todas partes y culturas, lo cierto es que
dicha desigualdad está presente en todas ellas y siempre obedece a
la misma causa: el patriarcado como sistema simbólico y social
creado y organizado por los varones. Un sistema que vive en los
discursos ideológicos y se concreta en las estructuras sociales que
priorizan el ejercicio del poder masculino con instituciones y normas
opresoras para las mujeres.
El
duro recorrido histórico del feminismo por lograr la igualdad de
género tiene aún muchos retos hasta alcanzar la autonomía personal
y el reconocimiento social de las mujeres. Frente al patriarcado
dominador y dominante ya no hay marcha atrás en lo conseguido por
las mujeres, que apuestan por rozar lo increíble y tener su lugar en
un mundo no pensado para ni por ellas. Vivir como diferentes y a la
vez como iguales y construir una sociedad igualitaria es un largo
camino siempre por hacer.
Ante
la irracionalidad, silenciamiento e indiferencia de cuanto sucede en
el mundo y en nuestros entornos más próximos, no podemos olvidar
nuestra misión como ciudadanos/as y como cristianos/as: ACOGER.
La acogida debe prevalecer sobre leyes, normas y protocolos. Hemos de
cuidarnos mutuamente. Porque la acogida no es algo unidireccional.
Acojo si me dejo acoger. Me acogen si soy capaz de disponerme a la
acogida. Esos cuidados recíprocos son los que nos constituyen como
personas y como comunidad cristiana. Acogida, cuidados, comunidad,
solidaridad, gratuidad, etc. son obligación de justicia y son
adjetivos necesarios que pueden hacer de la vida colectiva y personal
algo completamente diferente y más feliz. He aquí la tarea que nos
queda: salvar lo que nos salva y contar con los que no cuentan.
Sabemos
queel compromiso del seguimiento evangélico conlleva un decidido
combate contra la idolatría del dinero, del poder, del consumo, de
la violencia. En otras palabras, un combate a favor de la justicia
que se desborda en la solidaridad como plenitud de aquella.Misericordia y justicia son los criterios para discernir, probar y
comprobar que nuestra adhesión a Jesús de Nazaret es creíble y nos
aproxima a la propuesta de que otro mundo es posible y necesario.
23,
24, 25 noviembre 2018.Torrox (Málaga) Pongo aquí el enlace al resumen que merece la alegría leer y que ha hecho Antonio Moreno de la Fuente (CCP-Sevilla): Pinchar AQUÍ
ENRIC BENITO | MÉDICO ESPECIALISTA EN CUIDADOS PALIATIVOS
“Morir es un proceso interesante, no duele y termina bien”
Enric Benito, doctor en Medicina con larga experiencia clínica en Oncología y Cuidados Paliativos, pertenece al Grupo de Espiritualidad de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. 550 personas acudieron a su charla en el Foro Gogoa
JAVIER PAGOLA | UNAI BEROIZ - Domingo, 18 de Noviembre de 2018 - Actualizado a las 06:01h
Enric Benito. (UNAI BEROIZ)
PAMPLONA- Enric Benito repite a menudo que “morirse es normal, y que siempre acaba bien”. Lo primero es claro: Borges escribió que “morirse es una costumbre que tiene la gente, como la siesta”. Pero, ¿cómo es eso de que siempre acaba bien?
-Cuando yo intento hacer pedagogía, me enfrento a una sociedad donde el miedo y la ignorancia son tan grandes que me doy permiso para provocar un poco con mi lenguaje. Morir es el proceso más interesante que vamos a hacer en nuestra vida. Son momentos de máxima intensidad vital y antropológica. No estar preparados para morir es una lástima, y tener miedo de la muerte es perder la vida. Muchos vivimos en la periferia de nuestra profundidad, no nos conocemos, y despedirnos de nosotros mismos sin conocernos es muy triste: de ahí vienen el miedo y la incertidumbre. Morirse no es fácil, pero ni es tanto como piensa la gente, ni algo tan ligero como lo pinto yo. Bueno, para empezar, nadie se queda medio muerto;el proceso acaba con la gente bien muerta. Los tiempos cambian y, como dijo un humorista: “antes la gente se moría más joven y a la primera;ahora morimos de mayores y después de varios intentos”. Pero es que, después de mi experiencia a pie de cama con cientos de pacientes en agonía, acercándome con respeto, interés y curiosidad para entender ese proceso, me he llevado muchas sorpresas. Siento, experimento, que todo acaba bien, en una conciencia feliz, tras encontrar lo más íntimo y hondo de nuestro interior. Y he concluido que resistirse no evita el proceso de morir, sino que lo complica.
¿Usted no tiene miedo a la muerte? ¿Qué sentido tienen la vida y la muerte? ¿Cómo las considera?
-No tengo miedo a morir. La muerte no es, como algunos dicen, “el final de la vida”. Y lo dicen porque no quieren nombrar a la muerte. Pero la muerte no es más que el espantapájaros que hemos vestido con nuestros miedos. La vida no tiene final. Lo que tiene final es nuestra pequeña biografía. No existe la muerte, existe el proceso de morir. Como el de nacer. Hay un “morimiento”, como hay un nacimiento. Tampoco hay “enfermos terminales”, sino “enfermos culminales” que despiertan a un máximo de conciencia. Tener una confianza de base en la vida es fundamental. Hay motivos para preguntarse y descubrir qué hemos venido a hacer aquí y, luego, ser coherentes.
¿Por qué dice usted además que “morir no duele”?
-El hecho de morir no duele;lo que puede doler es la enfermedad social que puede llevar a sufrir. Solemos repetir en cuidados paliativos que “los cuerpos duelen, y las personas sufren”. En el siglo XXI tenemos morfina y metadonas que permiten controlar el dolor. El sufrimiento existencial, las preguntas como ¿por qué me pasa esto ahora?, no se pueden curar con medicamentos. Buscamos pues otras ayudas en el acompañamiento en paliativos, que no existen como servicio específico en la mayoría de los hospitales, aunque puede haber personas formadas para ello. Pero en los hospitales hemos complicado y medicalizado en demasía un proceso que no es médico ni sanitario. En países industrializados, como el nuestro, el 70% de las personas muere en un hospital, el peor lugar para morir. Porque nadie sabe cómo atender bien el proceso de morir, excepto los pocos profesionales de cuidados paliativos. Un indicador de cómo muere la gente en el hospital, es cuántos mueren con el suero o el oxigeno puestos, lo que es una mala praxis clínica: nadie necesita oxigeno ni suero parara morirse. Sucede que los sanitarios que cuidan hacen ver que hacen algo, porque no saben qué hacer.
¿Hay sufrimiento entre los profesionales sanitarios?
-Yo sé que todo el personal médico, de enfermería y auxiliar es gente buena y bien intencionada para aliviar el dolor y el sufrimiento ajenos. Pero en mi testamento vital he dejado dispuesto que yo no quiero ir a una Unidad de Cuidados Intensivos. Un día, en un curso con profesionales, dije: “Hay un mantra repetido entre los sanitarios intensivistas: Este enfermo no se muere en mi turno”. Y, después que dije eso, sonó un aplauso atronador. Sí, hay sufrimiento entre los profesionales, precisamente porque saben cómo combatir el dolor, pero no tienen herramientas para dar respuesta al sufrimiento humano.
¿Qué razones llevaron a un médico oncólogo como usted a dedicarse a cuidados paliativos?
-Años atrás la realidad no se escondía. El proceso de morir y los velatorios sucedían en las casas. Mi biografía, vital y académica, explica mi trayectoria personal. En los últimos años 50, cuando yo tenía 9 años, vi morir a mi abuelo entre dolores terribles porque entonces no se podía utilizar la morfina;lo que pasé me dejó muy marcado y me prometí que aquello no acabaría así. De joven estudié Medicina, me especialicé en Oncología, investigué y trabajé como clínico durante 23 años. Tuve una honda crisis personal, porque me di cuenta de que lo que hacía era tratar tumores y lo que yo quería era acompañar y ayudar a personas. Entonces pasé a cuidados paliativos y en ello he estado casi 20 años. En 2004 constituimos, dentro de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) el Grupo de Espiritualidad, y me dedico a la docencia en talleres, compartiendo experiencias con profesionales, y a dar charla.
¿Qué necesitamos las personas al morir?
-La muerte es un proceso natural en que la persona necesita intimidad, ser reconocida, no tener dolor, tener un entorno de afecto, seguridad y confianza y ser cuidada integralmente para poder cumplir tres tareas: aceptar lo vivido, conectar con lo querido y entregarse a lo pertenecido, a su fe o sus convicciones hondas. Humanizar el proceso de morir significa reconocer nuestra vulnerabilidad, pero sin olvidar lo que en el fondo somos, nuestra dimensión trascendente.
La Sociedad Española de Cuidados Paliativos va formando profesionales para humanizar y acompañar el proceso de morir. ¿En qué cosas insisten?
-Se trata de conocer bien, a partir de la experiencia clínica, lo que sucede en ese proceso de morir;y hay que trabajar las actitudes y herramientas que debe tener quien acompaña. Además, para el acompañamiento espiritual, hemos construido un mapa de la arquitectura interior del ser humano y un cuestionario para trabajar las relaciones del enfermo con su interior, con otras personas y cosas, y con la realidad transpersonal y trascendente.
Cuando le llega el momento, ¿cuánta gente sabe que se va a morir?
-Una de las cosas fundamentales que debemos saber -y eso lo he aprendido y estoy seguro de ello- es que nadie se muere sin saber que se está muriendo. Cuando le sustraes a una persona la información fundamental de lo que tiene que saber, no puedes impedir que se dé cuenta de lo que le está pasando. El proceso de morir es un tiempo precioso para que cada persona haga las paces con su historia, deje las cosas como hay que dejarlas, y hasta pueda elegir la forma y la música de sus propios funerales. Hay personas que cometen otro error peor, no dejar al moribundo marcharse, y quieren retenerlo posesivamente;no, lo correcto es decirle que ha hecho bien las cosas en su vida, que se le quiere y que puede irse tranquilo y satisfecho.
Cuando la muerte está cercana, ¿cómo suelen comportarse las personas en ese trance?
-El itinerario básico en la cercanía de morir tiene tres etapas muy claras, que hemos podido señalar después de atender a cientos de experiencias y de repasar las tradiciones de sabiduría espiritual. Hay un primer tiempo de caos, miedo, incertidumbre y lucha, de negación de la realidad, de búsqueda de segundas opiniones u otros tratamientos, pero llega un momento en que las resistencias a morir no se sostienen. Aparece una segunda fase en que la persona tiene que hacer una aceptación y entrega a la verdad de lo que le sucede. Y tras ella viene una verdadera sanación, y se alcanza una transcendencia, en el sentido en que la explica Levinas, un “pasar y conocer” y llegar a una conciencia que no se tenía antes. Pero hay que darse cuenta de que eso no ocurre únicamente en el proceso de morir, sino en cualquier crisis existencial a lo largo de la vida. Muchos pacientes hacen un proceso en que se reblandecen sus resistencias a morir y emerge de sí mismos un potencial interno que antes desconocían. Pasan de la lucha a la aceptación y terminan diciendo: “Espero que todo vaya bien”. Algunos pacientes llegan al borde mismo del misterio con contracción, lucha y resistencia, y es en esos casos cuando la situación nos obliga a practicar la sedación y bajar el nivel de conciencia, como si se tratara de un parto en que el bebé se niega a nacer. Cualquier resistencia a un proceso natural, sea el alumbramiento o el proceso de morir, lo complica.
¿Qué es lo que en nosotros se resiste a la hora de morir?
-Las sombras, lo que no hemos vivido, las cosas que no tenemos resueltas, las que hemos dejado pendientes. Hay que prever que en cualquier momento nos puede llegar la hora de morir. Hay que vivir despierto, y en paz con nosotros mismos y con los demás, sobre todo con las personas que apreciamos.
Quiénes acompañan a otras personas en el proceso de morir, ¿qué actitudes deberían tener?
-Ante todo han de entender que morir no es fácil. Y que cada persona hace el proceso cuando puede y como puede. Pero los acompañantes pueden ayudar a facilitarlo. Debe haber una aceptación incondicional del otro;el acompañante no puede mentirle, ni juzgarle. En la propuesta de acompañamiento espiritual que nuestra comisión ha elaborado, indicamos que el acompañante debe tener tres actitudes: hospitalidad, presencia y compasión. Como dice el sacerdote norteamericano Henry Nowen, en su libro El sanador herido: “Hospitalidad es abrir tu casa para acoger al desvalido o extranjero, sabiendo que tu salvación llega en forma de peregrino cansado”. Pero, para abrir tu casa, tú mismo debes tenerla ordenada, conducirte con una cierta armonía interior, y no tienes que tener miedo a que aquella persona que acoges te ensucie un poco el sofá y te contagie algo de lo suyo. La Presencia es convertirse sin miedo en el espejo del otro: respetar y admirar la dignidad de esa persona. Y el arquetipo de la Compasión, en nuestra tradición, es el Buen Samaritano: para ser compasivo hay que ir despierto, ver al que está malherido en la cuneta, ser sensible a su sufrimiento, hacer lo posible para sacarle de su malestar, y tener confianza en que todo acabará bien. El filosofo Martin Buber dice que “a Dios nadie le ha visto, pero, cuando alguien sufre y otra persona se acerca para acompañarla, hay una presencia entre los dos que los transfigura”.
Dice que, para hacer un buen modelo de atención espiritual al enfermo, han construido un Mapa de la Arquitectura Interior del Ser Humano. ¿Dónde nace ese instrumento?
-Para hacer ese buen modelo bebimos de varias fuentes: nuestra práctica clínica grupal (yo he trabajado muchos años en una unidad de Cuidados Paliativos con 20 camas donde morían unas 300 personas cada año), la bibliografía médica que se viene publicando en todo el mundo, y todas las tradiciones espirituales de Sabiduría: Los Necrosales, los Libros egipcio y tibetano de los muertos, o el Ars Moriendi de finales de la edad media, inspirado en principios cristianos. Además, algunos de nuestro grupo teníamos una experiencia personal de sufrimiento bastante considerable. Así llegamos a comprender la Espiritualidad como “humanidad en plenitud”.
¿A dónde lleva ese mapa de nuestra arquitectura interior?
-Lo que constituye a todo ser humano, sea o no sea creyente, su constitución interna es Conciencia: un dinamismo que le impulsa a un anhelo infinito de plenitud: las búsqueda de la excelencia, de la virtud, de la felicidad. Somos seres en relación, una triple relación, con nosotros mismos (intra), con los demás y lo demás (inter), y con el fundamento que nos sustenta (trans). Todo ello culmina que el proceso de morir, en que cada persona debería hacer tres tareas: La primera (intra) es aceptar la vida vivida con todos sus gozos y sombras y reconocer que todo habrá tenido algún sentido. La segunda (inter) es conectar con lo querido, porque necesitamos perdonar y sentirnos perdonados y reconocidos. Y la tercera entregarse a lo pertenecido, a las creencias y convicciones hondas, y al legado personal de humanidad que uno deja.
Parece que siempre quedará presente el misterio del mal, porque hay mucha gente que no muere en su cama. Millones de personas han muerto y mueren de manera injusta y en nuestro mundo, cada día mueren 19.000 niños por causas evitables.
-No tengo respuesta para ese asunto. Mi experiencia es atendiendo a pacientes oncológicos y en cuidados paliativos. Solo se me ocurre decir que, cuando uno es pequeño y tiene poco conocimiento de la vida, puede creer que todo es caos y desorden. Pero, cuando llega a tener un conocimiento más elevado, su percepción y experiencia cambia. Cuando alguien se pregunta por la injusticia y sus porqués, es como si un grano de arena del desierto se levantara y quisiera hacerle una auditoria al universo reprochándole que esto está mal montado y hay que cambiarlo. El cosmos entero debe reírse y responder: ¿pero a dónde vas tú, si no has entendido nada? La pregunta del millón -decía Albert Einstein- es si el universo es un lugar acogedor o un lugar amenazante, si es un cosmos o es un caos, si puedes confiar o tienes que desconfiar. No tengo una respuesta, pero me imagino que hay un orden, aunque yo no lo entiendo. Y no hago una apreciación de lo que está mal, porque eso no me toca.
Está planteado el debate social sobre la eutanasia. Antropólogos, profesores de ética y teólogos católicos -como Hans Küng en su libro Una muerte feliz- hablan de que la persona puede y debe llegar a ser responsable de su propio proceso de vivir y morir. ¿Cómo lo ve usted?
-Hablaré desde donde me corresponde: Soy miembro de honor de la Sociedad de Cuidados Paliativos, que está preocupada porque los cuidados de calidad para acompañar y aliviar el sufrimiento no llegan siquiera a un 45% de todos los españoles. Desde nuestra posición experta, profesional y humana nos parece prioritario legislar sobre la necesidad de extender los cuidados paliativos a todos los ciudadanos. Personalmente no estoy en contra de que se legisle sobre la eutanasia. Pero, en este momento, me parece un postureo político, interesante para algunos pero no prioritario para la comunidad. Lo que urge es formar profesionales, quitar el miedo a la muerte, y acompañar bien. Aun así, encontraremos gente que tiene derecho a reclamar eutanasia, y esas personas tienen que ser escuchadas. Otra entrevista de interés: https://www.eldiario.es/norte/navarra/cuidados-paliativos-ciudadania-extraordinario-sufrimiento_0_837116433.html
las claves
“Entre nosotros, el 70% de las personas muere en un hospital, el peor lugar para morir”
“Los cuidados paliativos no alcanzan ni al 45% de la población. Extenderlos debe ser tema prioritario”
“No me opongo a legislar la eutanasia: hay personas que tienen derecho a reclamarla y deben ser escuchadas”