CCP Con el Círculo de Silencio en Granada. Con las personas migrantes que malviven en las calles. En memoria de Francisco. 3/12/2021

 

El Círculo de Silencio es una acción internacional no violenta, no partidista ni religiosa, abierta a toda la ciudadanía que se auto convoca cada primer viernes de mes en la Fuente de las Batallas de Granada y numeroso puntos de España y Europa para denunciar con el grito del  silencio la políticas que matan, marginan y criminalizan a personas migrantes y refugiadas. Huir no es delito. Vías seguras y legales.

Hemos recordado la semana pasada el Día europeo de las personas sin hogar. La situación en que se encuentran estás personas es considerada como una de las formas más extremas de exclusión social y de pobreza ya que se violan derechos fundamentales como el derecho a una vivienda, el derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la salud, al trabajo... Se trata del derecho a una vida digna. En Granada hay mas de 200 personas viviendo y durmiendo en las calles. También entre ellas hay personas migrantes.

Esta experiencia máxima de dolor y abandono, de enterrar sus sueños, de convertirse en personas de la calle se da también en las personas migrantes.

 Algunos de los chicos que tuvieron que abandonar su país y llegaron a España no acompañados por su familia y que han sido tutelados por el el Estado español, cuando han cumplido 18 años y han tenido que dejar el Centro han terminado en  la calle. Viven como los demás, de recurso en recurso, buscando comida y refugio en algún soportal o banco del parque... Y se contagian de la actitud desesperada y derrotada de muchas personas que viven en la calle. También aprenden a buscar su alivio en el alcohol o la droga.

Le han ganado a las fronteras, han saltado vallas, han cruzado mares superando peligros y aventuras inconcebible para llegar a lo que creían que era el paraíso y encontrarse  con la deshumanizacion de quienes consideraban sus hermanos.

Esta es la vida de Hamsa, hundido y triste, buscando una vivienda, un trabajo, alguien que lo acoja y le ayude a centrarse.

Su amigo Husein, también sin hogar ha necesitado ir al médico, no tiene tarjeta, no le atendieron. Tuvo que ir por urgencias, le atendieron pero no pudieron derivarlo al especialista que necesitaba. ¡Normas de esta sociedad civilizada!.

Mohamed ha estado en la aceituna, ha mandado dinero a su familia. Esta atento a los trabajos eventuales  del campo. Ha alquilado un piso con otros compañeros. Pide limosna para poder mantenerlo. Vive agradecido a la vida.

¡Donde vivía era peor!

EXIGIMOS VIVIENDA Y DIGNIDAD PARA LAS PERSONAS SIN HOGAR. EN MEMORIA Y DIGNIDAD DE FRANCISCO,

La forma más inhumana de morir. En un contenedor, donde va lo que sobra, el desperdicio, la basura. Nos conmueve, nos indigna. 

Desde las distintas asociaciones que componen la Calle Mata, demandamos y exigimos continuamente los diversos recursos que necesitan las personas sin hogar: Lo primero LA VIVIENDA, los Centros de Acogida, Residencias, y un Albergue permanente  y para transeúntes, Todo lo que existe en Granada es insuficiente.

Reclamamos ATENCIÓN, ATENCIÓN y  SOLUCIONES para esta situación tan cruel que sufren las personas de la calle.

Reconocemos en este acto la DIGNIDAD de Francisco, que ha sido encontrado muerto en un contenedor y nos comprometemos a seguir trabajando  para que todas las personas puedan vivir dignamente bajo un techo y en un hogar.

Descanse en Paz Francisco. 

Enlace a Ideal: Dos indigentes han aparecido muertos ya en la planta de basuras de Alhendín en los últimos tres años

SOLITARIOS

Estos migrantes, hombres en edad de comerse el mundo,

que andan sin rumbo aparente por nuestras calles

y se dejan caer en las aceras o buscan refugio en los parques

y en los soportales de las casas.

Desposeídos de todo, parecen personajes solitarios,

bocetos, solamente, de persona.

 Pero nunca están solos: llevan consigo rostros y paisajes, corazones perdidos, familias mutiladas, mares y desiertos…en su invisible mochila de recuerdos. 

Nosotros, solo vemos a un hombre derrotado en edad de comerse el mundo, para todo lo demás no sirven nuestros ojos.

Poema de José Gilabert Ramos.