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martes, 2 de julio de 2019

Encuentro de CCP-Andalucía. Comunidades Cristianas, Comunidades Humanas. Del 22 AL 24 de Noviembre 2019. Torrox.(Málaga)

  
ESTÁS INVITAD@. Se ruega difusión. Gracias.
Descargar impreso para hacer inscripción: Aquí.

Ya vamos por el XX Encuentro. Será el fin de semana 22-23-24 de noviembre próximo; tarde del viernes  a mañana del Domingo. Se recomienda, como siempre, que nos comuniquéis cuanto antes vuestra asistencia. En todo caso vamos a ser más estrictos en cuanto al plazo de los pagos, pues los hoteles nos reservarán las habitaciones que les comuniquemos a más tardar el 8 de noviembre (aunque, naturalmente mucho antes ya deberemos tener idea de la asistencia).  Y esas son las estancias que tendremos que pagar aunque no las ocupemos. En general, sólo consideraremos  como inscritos a los que hayan abonado lo que les corresponda. Por el Programa podréis apreciar lo interesante de los temas sobre los que vamos a reflexionar, dentro siempre de un ambiente de encuentro, también festivo”, de personas  que hemos venido Caminado –y, ¿avanzando?: eso creemos- tantos años ya juntos. Abrazos

martes, 14 de mayo de 2019

"Nacen Claridades Todavía", de José Gilabert Ramos. 11 de Mayo de 2019 en CCP-Granada.

Nuestro insigne poeta de guardia, José Gilabert Ramos, presentando en CCP-Granada su última obra, "Nacen Claridades Todavía", el pasado 11 de Mayo. 
Gracias Pepe, por tanta Vida compartida. 

ATRAVESAR LA NOCHE.

Una serena añoranza de la luz
me acompaña en la noche.
Abandono a su suerte mis ojos
y busco entre tinieblas la certeza
de haber aprovechado el día.

Locas intuiciones me sorprenden
como olas que bañan mis heridas
y acarician con sus manos de agua
la triste levedad de mi esperanza.

Entregar al sueño los pesares,
como quien se desviste con premura
del peso de un vestido que no es suyo,
es el anhelo que sostiene esta partida
entre el cansancio de seguir viviendo
y el descanso de entregarse a las sombras.

Es una guerra superar el día,
enfrentar los achaques y el ruido,
los golpes que da el aire cuando baila,
la dureza de las piedras en la tarde
poniendo cuesta arriba las aceras.

Pero la noche puede ser un armisticio,
un exilio con árboles y sombras
donde dejarse caer sin más deseo
que esperar que la noche me atraviese.


DUELE EL AIRE

A veces hasta el aire duele
cuando la ciudad se refugia
en el trasiego de la gente
que camina sin ver lo que pasa.

A nadie parece importarle
lo que cada cual arrastra
y todos buscan su anestesia
en el olor de las cafeterías
como si hubiera que huir de algo,
-con la cara de nadie-
que se nos adhiere a la ropa
y nos impide el paso
en las aceras.

En la ciudad el aire
esparce su dolor con cuentagotas
y se detiene ebrio en las esquinas
donde la pena esconde
su envejecido rostro
de carbón y nicotina.

Nadie, nadie,
-no exagero-
nadie detiene su paso
y se para un instante
a contemplar las flores
que la miseria siembra
en nuestras calles.


UNA GRIETA
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Leonard Cohen.

Tan difusas las lindes del paisaje,
tan sutiles sus contornos
que cuesta distinguirlos en la niebla.

Incluso lo que pesa como el cielo
cuando se precipita sobre el campo
parece cuajado de sombras,
accidental y repentino,
como una amenaza impredecible.

Pero lo débil ganará la batalla
porque solo los mansos
heredaran la tierra.

Vencerá la materia cuarteada
cuando acepte la herida,
esa grieta en la conciencia
por donde entra la luz.

lunes, 1 de abril de 2019

¿En qué no puedo creer? José Arregui. Teólogo

b182019
Enviado a la página web de Redes Cristianas
“Gaur zertan ezin da sinistu?” (“¿En qué no se puede creer hoy?”) fue el tema de una reciente charla en Aizarna, este sorprendente rincón guipuzcoano de 300 habitantes, rural y urbano, culto y plural, antigua encrucijada de peregrinos, testimonio patente de las profundas transformaciones de nuestra sociedad en los últimos 60 años.
No entendí bien qué es lo que me pedía exactamente Joxin, el organizador de la charla. Pero preferí no preguntárselo y tomar la pregunta tal cual, equívoca y abierta como es. Y como a estas alturas cada uno es muy libre de creer o dejar de creer lo que estime oportuno, opté por responder en primera persona. La lista sería interminable, pero he aquí diez cosas (mejor dicho, veinte, pues en cada tema se me presentan dos extremos) que no puedo creer hoy. Mañana, no sé.
No puedo creer nada que esté en contradicción con la ciencia, es decir, con aquello que está matemáticamente medido y empíricamente comprobado. Pero tampoco puedo creer que la ciencia sea el único ni el supremo conocimiento, ni que solo sea real o verdadero lo que la ciencia puede medir y verificar. Conoce más.
No puedo creer en un Dios Ente Supremo y preexistente que habría creado el mundo desde la nada y desde fuera, se habría encarnado plenamente como hombre en el pasado, un “dios” que sería causa y explicación exterior de cuanto es. Pero tampoco puedo creer que solo exista este mundo visible, ni que todos los seres –visibles o invisibles a nuestros ojos y aparatos tecnológicos– que forman el mundo no estén envueltos y habitados, impulsados y atraídos por una energía originaria, una creatividad, potencial, espíritu, conciencia, belleza o amor o misterio más grande que todo, transcendente e inmanente a todo. Y tú también eres El/Ella/Ello.
No puedo creer que el espíritu o la conciencia exista separada de lo que llamamos materia en alguna de sus dimensiones o manifestaciones. Pero tampoco puedo creer que la realidad en su conjunto, ni siquiera eso que llamamos materia, se reduzca a física y química, que de “menos” no esté emergiendo constantemente “más”: vida, inteligencia, conciencia, “espíritu”… en formas inagotables. Santa materia, matriz.

No puedo creer que el ser humano actual, Homo Sapiens, de este maravilloso planeta azul y verde sea la finalidad, el centro o la cumbre de la Tierra, cuánto menos del universo. Pero tampoco puedo creer que ello nos exima del sumo deber de cuidar la comunidad de los vivientes como si fuéramos los únicos responsables. Cuidemos.
No puedo creer que los seres humanos estemos dotados de libre albedrío entendido como capacidad de elegir sin estar determinados. Pero tampoco puedo creer que carezcamos de libertad, entendida como capacidad de ser sujetos de nuestro ser, de asumir nuestras condiciones y de ser más felices y mejores. Eres libre de ser.

No puedo creer que después de esta vida haya cielo o infierno o reencarnación, entendidos como suelen entenderse. Pero tampoco puedo creer que la muerte sea el fin de nada, ni que la Vida haya nacido ni vaya a morir. Vive, y basta.
No puedo creer que las religiones hayan venido del “cielo” ni posean la verdad revelada ni tengan respuestas a las preguntas humanas. Pero tampoco puedo creer que en sus textos fundantes y en su tradición no puedan hallarse inspiración y sabiduría para hoy, si se liberan de dogmas, formas y paradigmas del pasado. Busca.

No puedo creer que necesitemos religiones para vivir más humanamente. Pero tampoco puedo creer que podamos vivir humanamente sin una espiritualidad, sea esta religiosa o laica. Una espiritualidad transreligiosa con o sin religión.
No puedo creer que las religiones tradicionales sobrevivan mucho tiempo en nuestra sociedad del conocimiento y del cambio. Pero tampoco puedo creer que podamos sobrevivir mucho tiempo sin el espíritu o el aliento de la vida. Respira.

No puedo creer que ninguna creencia sea esencial a la espiritualidad ni que nadie deba creer nada que no le parezca creíble. Pero tampoco puedo creer que podamos dispensarnos de confiar en el corazón de la Realidad, para ser lo que somos y crear un mundo mejor. Credere viene de cor dare: entregar el corazón.

Las flores de San José siguen bordeando los caminos de Aizarna, como siempre en febrero. Nuestras creencias han cambiado, pero seguimos siendo peregrinos y preguntándonos. ¿Por qué tanta belleza y dolor? ¿Por qué es todo? ¿Por qué vivimos? No busques la respuesta en ningún dogma. Calla, siente, escucha y camina.
(Publicado en DEIA y en los Diarios del Grupo NOTICIAS el 17-02-2019)

viernes, 28 de diciembre de 2018

Navidad en CCP-Granada: Celebración de la Solidaridad. 22/12/2018.








Este cartel nos lo dejó preparado Antonio Ruiz...Lleno de sabiduría y maestría...Gracias
Comenzamos la Celebración de la Solidaridad en la Navidad de 2018 en CCP-Granada con el té de la bienvenida y Acogida digna...con frutos y dulces.
La comida compartida es el mejor recuerdo de la Cena de Jesús...

Navidad sin pandereta de Miguel Manzano: 
A Belén se va y se viene caminando;
a Belén se va y se viene preguntando.
A Belén nadie va solo: el camino es nuestro hermano.


A Belén se va y se viene por caminos de ALEGRÍA
y Dios NACE EN cada hombre que SE ENTREGA a los demás.
A Belén se va y se viene por caminos de JUSTICIA,
y en Belén NACEN los hombres cuando aprenden a ESPERAR.
Lo esperaban como RICO y habitó entre la POBREZA;
lo esperaban PODEROSO y un pesebre fue su hogar.
Lo esperaban un GUERRERO y fue PAZ toda Su guerra;
lo esperaban Rey de Reyes y SERVIR fue Su reinar.
A Belén se va y se viene por caminos de ALEGRÍA...

Lo esperaban SOMETIDO y quebró toda SOBERBIA;
denunció las opresiones, predicó la LIBERTAD.
Lo esperaban SILENCIOSO:
Su PALABRA fue la puerta por donde entran 
los que gritan con su vida la VERDAD.
A Belén se va y se viene por caminos de ALEGRÍA...
Navidad es un camino que no tiene pandereta
porque Dios resuena DENTRO de quien va en fraternidad.
Navidad es el milagro de pararse a cada puerta
y saber si nuestro hermano necesita nuestro pan.
A Belén se va y se viene por caminos de ALEGRÍA...


Lecturas que fuimos escuchando entre silencios y canto....:

De Jose María Castillo. Nuestro Teólogo de cabecera:
..."Jesús entra vinculado en la historia, no solo a la pobreza y a la marginación, sino sobre todo a la exclusión. La señal que dan los ángeles para encontrar a Jesús, no está entre los pobres sino entre las bestias. Jesús deja claro desde el primer instante de su vida que la salvación se encuentra, ante todo entre las personas excluídas y con las últimas..." 


De P.Dennis Dores LC...:
"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendria bien un poco de silencio , para oir la voz del Amor."

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad. Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa  de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.

Diciembre 25. El viaje del sol (Eduardo Galeano)
Jesús no podía festejar su cumpleaños, porque no tenía día de nacimiento.
En el año 354, los cristianos de Roma decidieron que él había nacido el 25 de
diciembre.
Ese día, los paganos del norte del mundo celebraban el fin de la noche más
larga del año y la llegada del dios Sol, que venía a romper las tinieblas.
El dios Sol había llegado a Roma desde Persia.
Se llamaba Mitra.
Pasó a llamarse Jesús


Lucas 1, 39-45: "Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, aun pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel...."

Todas estas lecturas son Palabra humana sobre Dios: Casi todos los textos sobre la infancia de Jesús no son históricos. Tienen un carácter simbólico y mítico. Lo importante es descubrir el mensaje: Enmanuel (Dios con nosotros) se manifiesta en el signo más sencillo: Una visita, un niño excluído. A Dios lo encontramos en lo cotidiano y excluídas. Fuera de la religiosidad oficial.
"Tod@s estamos preñados de Dios y la principal tarea de todo cristian@ es darle a luz" (Maestro Eckart)



Preparamos la mesa, con el pan del compartir, el vino de la vida y la alegría. Nuestros compromisos colectivos como CCP-Granada y personales en apoyo a las causas de las personas excluídas....Con una palabra que defina la Navidad para cada persona...y con el Tamborilero, interpretado por Israel que está aprendiendo a tocar la flauta con Paula y lo hace fenomenal.


En nuestra Plegaria expresamos nuestra solidaridad con las personas excluídas:
....Cuando Jesús nació, el pueblo sufría miseria y explotación. La miseria económica, la religiosidad legalista, el imperialismo romano...sumían al pueblo en la opresión. Hoy, tu pueblo, nuestro pueblo, sigue oprimido y marginado por otras formas de opresión, a veces más sutiles y refinadas, pero no menos injustas.
La inmensa mayoría de la población mundial sufre una pobreza denigrante, fruto de la explotación de los países más ricos.
Millones de personas mueren de hambre ante la indiferencia de los países más ricos que no quieren cuestionar su nivel de consumo y derroche.
Millones de niños nacen condenados ya a malvivir y malmorir, a pesar de las proclamaciones de derechos humanos.
Las guerras siguen asolando a pueblos enteros, destrozando vidas , familias y hogares.
 Empujadas por la necesidad y a veces perseguidas por poderes injustos, muchas personas se ven obligadas a emigrar en busca de una vida digna y lo que encuentran muchas veces son nuevas formas de opresión, de miseria y marginación.
También en los países más ricos las mujeres, l@s jóvenes, l@s parad@s, l@s ancian@s, los pobres, los sin hogar, sufren también la explotación y la marginación de un sistema que idolatra el beneficio económico por encima de las personas y del bien social.
Ante la realidad local y mundial que vemos y vivimos, el nacimiento de Jesús puede significar para nosotros hoy una buena noticia de esperanza, porque todo puede cambiar, y es posible la salvación; de compromiso, porque podemos luchar por un mundo mejor para todas; de solidaridad, porque podemos estar unid@s como herman@s los hombres y las mujeres de todos los pueblos.
Nuestra fe en Jesús nos hace ser solidarios con l@s pobres, con los pueblos oprimidos, con los refugiadas y migrantes, proclamando nuestra esperanza en la total solidaridad final, cantando:

ay madre quien pudiera.
(CCP-S.Ildefonso, por fandanguillos)
 AY MADRE QUIEN PUDIERA bis
VESTIRSE DE ESPERANZA
COMO LA PRIMAVERA. BIS.
Amor
vida y misterio en nosotr@s
anhelo de la verdad
que alumbra nuestra experiencia
construyendo humanidad
vida y misterio en nosotr@s.
AY MADRE QUIEN PUDIERA…
El pan 
el pan que a nadie le falte, 
con trabajo y dignidad
que tos seamos iguales
por la solidaridad
el pan que a nadie le falte.
AY MADRE QUIEN PUDIERA…
perdón,
perdón es paz y alegría,
si no guardamos rencor
esperanza y utopía
para una vida mejor,
perdón es paz y alegría.
AY MADRE QUIEN PUDIERA

Después vino el ABRAZO de la PAZ, GRACIAS A LA VIDA, la COMIDA y ricas viandas compartidas y la RONDA DE VILLANCICOS POULARES al son de panderetas guitarra y flautín . Este año hemos actualizado este villancico alternativo:

VILLANCICO DE LA VERGÜENZA

(CCP-granada, con el villancico Alegría...)
Qué vergüenza, vergüenza, vergüenza,
tantas muertes pa poder llegar,
a esta Europa que les niega
el poder vivir en paz.



A la costa van llegando pateras y paterillas, con gentes muertas de hambre, que buscan mejores vidas. Qué vergüenza…
Del Senegal y Malí caminan por el desierto, y cuando llegan al mar, hay que cruzar el estrecho. Qué vergüenza…
Y los que logran llegar no terminan de sufrir, que a todos los meten presos, en el CATE de Motril. Qué vergüenza…
Ni en frío ni en caliente que no hayan devoluciones, que los que logran llegar, van cargados de razones. Qué vergüenza…
Que cierren todos los Cies, pedimos a voz en grito, solo por ser emigrantes, no han cometido delito. Qué vergüenza…
Que quiten las concertinas, y respeten los derechos, que en vez de levantar muros, sea un puente el estrecho. Qué vergüenza…
No queremos más violencia, ni sus bombas de castigo, estamos contra la guerra, y su negocio asesino. Qué vergüenza…
Frente a todas las fronteras, la acogida es lo primero, que las personas migrantes, son sujetos de derecho. Qué vergüenza…
Bienvenid@s refugiad@s, no más muertes en el mar, que este mundo es una casa, de toda la humanidad. Qué vergüenza...



lunes, 19 de noviembre de 2018

Morir no es lo que parece...Enric de Benito. Foro Gogoa. 15 /11/2018

noticias de navarra.
ENRIC BENITO | MÉDICO ESPECIALISTA EN CUIDADOS PALIATIVOS

“Morir es un proceso interesante, no duele y termina bien”

Enric Benito, doctor en Medicina con larga experiencia clínica en Oncología y Cuidados Paliativos, pertenece al Grupo de Espiritualidad de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. 550 personas acudieron a su charla en el Foro Gogoa
JAVIER PAGOLA | UNAI BEROIZ - Domingo, 18 de Noviembre de 2018 - Actualizado a las 06:01h
Enric Benito. (UNAI BEROIZ)


PAMPLONA- Enric Benito repite a menudo que “morirse es normal, y que siempre acaba bien”. Lo primero es claro: Borges escribió que “morirse es una costumbre que tiene la gente, como la siesta”. Pero, ¿cómo es eso de que siempre acaba bien?
-Cuando yo intento hacer pedagogía, me enfrento a una sociedad donde el miedo y la ignorancia son tan grandes que me doy permiso para provocar un poco con mi lenguaje. Morir es el proceso más interesante que vamos a hacer en nuestra vida. Son momentos de máxima intensidad vital y antropológica. No estar preparados para morir es una lástima, y tener miedo de la muerte es perder la vida. Muchos vivimos en la periferia de nuestra profundidad, no nos conocemos, y despedirnos de nosotros mismos sin conocernos es muy triste: de ahí vienen el miedo y la incertidumbre. Morirse no es fácil, pero ni es tanto como piensa la gente, ni algo tan ligero como lo pinto yo. Bueno, para empezar, nadie se queda medio muerto;el proceso acaba con la gente bien muerta. Los tiempos cambian y, como dijo un humorista: “antes la gente se moría más joven y a la primera;ahora morimos de mayores y después de varios intentos”. Pero es que, después de mi experiencia a pie de cama con cientos de pacientes en agonía, acercándome con respeto, interés y curiosidad para entender ese proceso, me he llevado muchas sorpresas. Siento, experimento, que todo acaba bien, en una conciencia feliz, tras encontrar lo más íntimo y hondo de nuestro interior. Y he concluido que resistirse no evita el proceso de morir, sino que lo complica.

¿Usted no tiene miedo a la muerte? ¿Qué sentido tienen la vida y la muerte? ¿Cómo las considera?
-No tengo miedo a morir. La muerte no es, como algunos dicen, “el final de la vida”. Y lo dicen porque no quieren nombrar a la muerte. Pero la muerte no es más que el espantapájaros que hemos vestido con nuestros miedos. La vida no tiene final. Lo que tiene final es nuestra pequeña biografía. No existe la muerte, existe el proceso de morir. Como el de nacer. Hay un “morimiento”, como hay un nacimiento. Tampoco hay “enfermos terminales”, sino “enfermos culminales” que despiertan a un máximo de conciencia. Tener una confianza de base en la vida es fundamental. Hay motivos para preguntarse y descubrir qué hemos venido a hacer aquí y, luego, ser coherentes.
¿Por qué dice usted además que “morir no duele”?
-El hecho de morir no duele;lo que puede doler es la enfermedad social que puede llevar a sufrir. Solemos repetir en cuidados paliativos que “los cuerpos duelen, y las personas sufren”. En el siglo XXI tenemos morfina y metadonas que permiten controlar el dolor. El sufrimiento existencial, las preguntas como ¿por qué me pasa esto ahora?, no se pueden curar con medicamentos. Buscamos pues otras ayudas en el acompañamiento en paliativos, que no existen como servicio específico en la mayoría de los hospitales, aunque puede haber personas formadas para ello. Pero en los hospitales hemos complicado y medicalizado en demasía un proceso que no es médico ni sanitario. En países industrializados, como el nuestro, el 70% de las personas muere en un hospital, el peor lugar para morir. Porque nadie sabe cómo atender bien el proceso de morir, excepto los pocos profesionales de cuidados paliativos. Un indicador de cómo muere la gente en el hospital, es cuántos mueren con el suero o el oxigeno puestos, lo que es una mala praxis clínica: nadie necesita oxigeno ni suero parara morirse. Sucede que los sanitarios que cuidan hacen ver que hacen algo, porque no saben qué hacer.
¿Hay sufrimiento entre los profesionales sanitarios?
-Yo sé que todo el personal médico, de enfermería y auxiliar es gente buena y bien intencionada para aliviar el dolor y el sufrimiento ajenos. Pero en mi testamento vital he dejado dispuesto que yo no quiero ir a una Unidad de Cuidados Intensivos. Un día, en un curso con profesionales, dije: “Hay un mantra repetido entre los sanitarios intensivistas: Este enfermo no se muere en mi turno”. Y, después que dije eso, sonó un aplauso atronador. Sí, hay sufrimiento entre los profesionales, precisamente porque saben cómo combatir el dolor, pero no tienen herramientas para dar respuesta al sufrimiento humano.
¿Qué razones llevaron a un médico oncólogo como usted a dedicarse a cuidados paliativos?
-Años atrás la realidad no se escondía. El proceso de morir y los velatorios sucedían en las casas. Mi biografía, vital y académica, explica mi trayectoria personal. En los últimos años 50, cuando yo tenía 9 años, vi morir a mi abuelo entre dolores terribles porque entonces no se podía utilizar la morfina;lo que pasé me dejó muy marcado y me prometí que aquello no acabaría así. De joven estudié Medicina, me especialicé en Oncología, investigué y trabajé como clínico durante 23 años. Tuve una honda crisis personal, porque me di cuenta de que lo que hacía era tratar tumores y lo que yo quería era acompañar y ayudar a personas. Entonces pasé a cuidados paliativos y en ello he estado casi 20 años. En 2004 constituimos, dentro de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) el Grupo de Espiritualidad, y me dedico a la docencia en talleres, compartiendo experiencias con profesionales, y a dar charla.
¿Qué necesitamos las personas al morir?
-La muerte es un proceso natural en que la persona necesita intimidad, ser reconocida, no tener dolor, tener un entorno de afecto, seguridad y confianza y ser cuidada integralmente para poder cumplir tres tareas: aceptar lo vivido, conectar con lo querido y entregarse a lo pertenecido, a su fe o sus convicciones hondas. Humanizar el proceso de morir significa reconocer nuestra vulnerabilidad, pero sin olvidar lo que en el fondo somos, nuestra dimensión trascendente.

La Sociedad Española de Cuidados Paliativos va formando profesionales para humanizar y acompañar el proceso de morir. ¿En qué cosas insisten?
-Se trata de conocer bien, a partir de la experiencia clínica, lo que sucede en ese proceso de morir;y hay que trabajar las actitudes y herramientas que debe tener quien acompaña. Además, para el acompañamiento espiritual, hemos construido un mapa de la arquitectura interior del ser humano y un cuestionario para trabajar las relaciones del enfermo con su interior, con otras personas y cosas, y con la realidad transpersonal y trascendente.
Cuando le llega el momento, ¿cuánta gente sabe que se va a morir?
-Una de las cosas fundamentales que debemos saber -y eso lo he aprendido y estoy seguro de ello- es que nadie se muere sin saber que se está muriendo. Cuando le sustraes a una persona la información fundamental de lo que tiene que saber, no puedes impedir que se dé cuenta de lo que le está pasando. El proceso de morir es un tiempo precioso para que cada persona haga las paces con su historia, deje las cosas como hay que dejarlas, y hasta pueda elegir la forma y la música de sus propios funerales. Hay personas que cometen otro error peor, no dejar al moribundo marcharse, y quieren retenerlo posesivamente;no, lo correcto es decirle que ha hecho bien las cosas en su vida, que se le quiere y que puede irse tranquilo y satisfecho.
Cuando la muerte está cercana, ¿cómo suelen comportarse las personas en ese trance?
-El itinerario básico en la cercanía de morir tiene tres etapas muy claras, que hemos podido señalar después de atender a cientos de experiencias y de repasar las tradiciones de sabiduría espiritual. Hay un primer tiempo de caos, miedo, incertidumbre y lucha, de negación de la realidad, de búsqueda de segundas opiniones u otros tratamientos, pero llega un momento en que las resistencias a morir no se sostienen. Aparece una segunda fase en que la persona tiene que hacer una aceptación y entrega a la verdad de lo que le sucede. Y tras ella viene una verdadera sanación, y se alcanza una transcendencia, en el sentido en que la explica Levinas, un “pasar y conocer” y llegar a una conciencia que no se tenía antes. Pero hay que darse cuenta de que eso no ocurre únicamente en el proceso de morir, sino en cualquier crisis existencial a lo largo de la vida. Muchos pacientes hacen un proceso en que se reblandecen sus resistencias a morir y emerge de sí mismos un potencial interno que antes desconocían. Pasan de la lucha a la aceptación y terminan diciendo: “Espero que todo vaya bien”. Algunos pacientes llegan al borde mismo del misterio con contracción, lucha y resistencia, y es en esos casos cuando la situación nos obliga a practicar la sedación y bajar el nivel de conciencia, como si se tratara de un parto en que el bebé se niega a nacer. Cualquier resistencia a un proceso natural, sea el alumbramiento o el proceso de morir, lo complica.
¿Qué es lo que en nosotros se resiste a la hora de morir?
-Las sombras, lo que no hemos vivido, las cosas que no tenemos resueltas, las que hemos dejado pendientes. Hay que prever que en cualquier momento nos puede llegar la hora de morir. Hay que vivir despierto, y en paz con nosotros mismos y con los demás, sobre todo con las personas que apreciamos.
Quiénes acompañan a otras personas en el proceso de morir, ¿qué actitudes deberían tener?
-Ante todo han de entender que morir no es fácil. Y que cada persona hace el proceso cuando puede y como puede. Pero los acompañantes pueden ayudar a facilitarlo. Debe haber una aceptación incondicional del otro;el acompañante no puede mentirle, ni juzgarle. En la propuesta de acompañamiento espiritual que nuestra comisión ha elaborado, indicamos que el acompañante debe tener tres actitudes: hospitalidad, presencia y compasión. Como dice el sacerdote norteamericano Henry Nowen, en su libro El sanador herido: “Hospitalidad es abrir tu casa para acoger al desvalido o extranjero, sabiendo que tu salvación llega en forma de peregrino cansado”. Pero, para abrir tu casa, tú mismo debes tenerla ordenada, conducirte con una cierta armonía interior, y no tienes que tener miedo a que aquella persona que acoges te ensucie un poco el sofá y te contagie algo de lo suyo. La Presencia es convertirse sin miedo en el espejo del otro: respetar y admirar la dignidad de esa persona. Y el arquetipo de la Compasión, en nuestra tradición, es el Buen Samaritano: para ser compasivo hay que ir despierto, ver al que está malherido en la cuneta, ser sensible a su sufrimiento, hacer lo posible para sacarle de su malestar, y tener confianza en que todo acabará bien. El filosofo Martin Buber dice que “a Dios nadie le ha visto, pero, cuando alguien sufre y otra persona se acerca para acompañarla, hay una presencia entre los dos que los transfigura”.
Dice que, para hacer un buen modelo de atención espiritual al enfermo, han construido un Mapa de la Arquitectura Interior del Ser Humano. ¿Dónde nace ese instrumento?
-Para hacer ese buen modelo bebimos de varias fuentes: nuestra práctica clínica grupal (yo he trabajado muchos años en una unidad de Cuidados Paliativos con 20 camas donde morían unas 300 personas cada año), la bibliografía médica que se viene publicando en todo el mundo, y todas las tradiciones espirituales de Sabiduría: Los Necrosales, los Libros egipcio y tibetano de los muertos, o el Ars Moriendi de finales de la edad media, inspirado en principios cristianos. Además, algunos de nuestro grupo teníamos una experiencia personal de sufrimiento bastante considerable. Así llegamos a comprender la Espiritualidad como “humanidad en plenitud”.
¿A dónde lleva ese mapa de nuestra arquitectura interior?
-Lo que constituye a todo ser humano, sea o no sea creyente, su constitución interna es Conciencia: un dinamismo que le impulsa a un anhelo infinito de plenitud: las búsqueda de la excelencia, de la virtud, de la felicidad. Somos seres en relación, una triple relación, con nosotros mismos (intra), con los demás y lo demás (inter), y con el fundamento que nos sustenta (trans). Todo ello culmina que el proceso de morir, en que cada persona debería hacer tres tareas: La primera (intra) es aceptar la vida vivida con todos sus gozos y sombras y reconocer que todo habrá tenido algún sentido. La segunda (inter) es conectar con lo querido, porque necesitamos perdonar y sentirnos perdonados y reconocidos. Y la tercera entregarse a lo pertenecido, a las creencias y convicciones hondas, y al legado personal de humanidad que uno deja.
Parece que siempre quedará presente el misterio del mal, porque hay mucha gente que no muere en su cama. Millones de personas han muerto y mueren de manera injusta y en nuestro mundo, cada día mueren 19.000 niños por causas evitables.
-No tengo respuesta para ese asunto. Mi experiencia es atendiendo a pacientes oncológicos y en cuidados paliativos. Solo se me ocurre decir que, cuando uno es pequeño y tiene poco conocimiento de la vida, puede creer que todo es caos y desorden. Pero, cuando llega a tener un conocimiento más elevado, su percepción y experiencia cambia. Cuando alguien se pregunta por la injusticia y sus porqués, es como si un grano de arena del desierto se levantara y quisiera hacerle una auditoria al universo reprochándole que esto está mal montado y hay que cambiarlo. El cosmos entero debe reírse y responder: ¿pero a dónde vas tú, si no has entendido nada? La pregunta del millón -decía Albert Einstein- es si el universo es un lugar acogedor o un lugar amenazante, si es un cosmos o es un caos, si puedes confiar o tienes que desconfiar. No tengo una respuesta, pero me imagino que hay un orden, aunque yo no lo entiendo. Y no hago una apreciación de lo que está mal, porque eso no me toca.
Está planteado el debate social sobre la eutanasia. Antropólogos, profesores de ética y teólogos católicos -como Hans Küng en su libro Una muerte feliz- hablan de que la persona puede y debe llegar a ser responsable de su propio proceso de vivir y morir. ¿Cómo lo ve usted?
-Hablaré desde donde me corresponde: Soy miembro de honor de la Sociedad de Cuidados Paliativos, que está preocupada porque los cuidados de calidad para acompañar y aliviar el sufrimiento no llegan siquiera a un 45% de todos los españoles. Desde nuestra posición experta, profesional y humana nos parece prioritario legislar sobre la necesidad de extender los cuidados paliativos a todos los ciudadanos. Personalmente no estoy en contra de que se legisle sobre la eutanasia. Pero, en este momento, me parece un postureo político, interesante para algunos pero no prioritario para la comunidad. Lo que urge es formar profesionales, quitar el miedo a la muerte, y acompañar bien. Aun así, encontraremos gente que tiene derecho a reclamar eutanasia, y esas personas tienen que ser escuchadas.
Otra entrevista de interés: https://www.eldiario.es/norte/navarra/cuidados-paliativos-ciudadania-extraordinario-sufrimiento_0_837116433.html

las claves

“Entre nosotros, el 70% de las personas muere en un hospital, el peor lugar para morir”
“Los cuidados paliativos no alcanzan ni al 45% de la población. Extenderlos debe ser tema prioritario”
“No me opongo a legislar la eutanasia: hay personas que tienen derecho a reclamarla y deben ser escuchadas”

viernes, 9 de noviembre de 2018

El Cristianismo como religión no nos interesa. Jesús Gil. CCP de Balsas (Zaragoza)


 Hubo un tiempo, no muy lejano en nuestra historia, en que la religión lo impregnaba todo en la sociedad y por fuerza debía interesarte lo religioso. Era la época del nacional-catolicismo. Lo religioso era parte de la vida y un componente imprescindible socialmente. Los adornos (medallas ,escapularios, banderas), los templos (exuberancia de las catedrales), las personas sagradas, eran parte de la vida social. Asistíamos a grandes manifestaciones públicas de lo religioso (procesiones, congresos, encuentros). La cruz lo presidía todo y ante la cruz se realizaban los juramentos de las personas públicas. Muchos de estos vestigios todavía perduran hoy en las costumbres sociales y se resisten a desaparecer en una sociedad cada vez más secularizada.
Pues bien, esta situación está cambiando pese a quien le pese. Hoy la religión católica y sus componentes fundamentales no nos interesan a muchas personas. ¿Quiénes son las personas a las que no les interesa el cristianismo como religión? Son no solo las personas agnósticas y ateas, sino también las creyentes en Jesús de Nazaret, que buscamos los orígenes del cristianismo y que estamos abiertas a la modernidad, a la racionalidad científica moderna.
Porque Jesús de Nazaret no fundó una religión (el cristianismo), sino un movimiento de seguidores de su persona y de su mensaje, el Reino de Dios, basado principalmente en el mandamiento del amor, incluso a los enemigos. Por esta razón, entre otras, la religión está perdiendo influencia en las sociedades modernas incluso para un sector cada día más numeroso de cristianos.
Recordamos la reflexión del teólogo José María Castillo en uno de sus últimos escritos (La Iglesia desplazó el evangelio de Jesús a la religión de los sacerdotes) “Se suele decir (y es verdad) que la religión cristiana tiene su origen en Jesús de Nazaret. Como también se suele decir ( y también es verdad) que la Iglesia tuvo sus comienzos en la vida y las enseñanzas de Jesús. Pero tan cierto como lo que acabo de decir es que ni Jesús fundó (o instituyó) una religión, ni fundó (o instituyó) una Iglesia”
En este contexto decimos:
  • No nos interesa la imagen de Dios, Creador del universo de modo definitivo, Juez Supremo de todas las acciones de las personas, que premia con el cielo a los cumplidores de la ley divina, y que castiga con el infierno a los infractores de esa ley.
  • No nos interesa la figura divinizada de Jesús de Nazaret, convertido en Jesucristo, Salvador de la humanidad y Redentor de un pecado que se ha llamado original y que han heredado todas las personas, sin tener responsabilidad alguna por no haberlo cometido.
  • No nos interesa la nominación de María como Santísima Virgen y Madre de Dios; así como las innumerables advocaciones de la Virgen María, que na tienen que ver con María, mujer del pueblo y madre de Jesús.
  • No nos interesa la estructura piramidal de la institución de la Iglesia, que pretende tener poder e influencia en las sociedades, y que busca el prestigio y la defensa de la ortodoxia doctrinal a través de los dogmas proclamados por el magisterio eclesiástico-
  • No nos interesa la importancia de la ley divina y de los mandatos que impone como pecados contra Dios, contenidos en los mandamientos de Moisés y en los impuestos por la Iglesia.
  • No nos interesa la idea de la culpa y del pecado que se introduce en la conciencia de los seres humanos por el incumplimiento de los mandatos llamados divinos-
  • No nos interesa el miedo a la condenación eterna por la comisión de los pecados impuestos por la institución eclesiástica.
  • No nos interesa la sacralidad de las personas consagradas (sacerdotes) dedicadas al culto, ni de los templos como lugares sagrados, en los que las personas creyentes se comunican con Dios y en los que Dios se hace presente a los humanos.
  • No nos interesa que la jerarquía de la Iglesia promueva el silencio y ocultamiento de abusos sexuales a menores (pederastia) alegando el bien de la unidad y evitar el escándalo-
  • No nos interesa la concepción represiva de la sexualidad que promueve la religión, ni la condena del aborto a cualquier precio y en cualquier circunstancia.
  • No nos interesa la obligatoriedad del celibato en los curas, porque es represivo en muchos de los casos y conduce al desvío de la sexualidad hacia la pederastia en bastantes momentos.
  • No nos interesa una Iglesia al servicio de sí misma, preocupada por su poder y prestigio, y no por el servicio a la humanidad.
  • No nos interesa el antropocentrismo que promueve al varón como centro del universo y que coloca a la mujer al servicio del hombre.
  • No nos interesa la concepción del ser humano como dueño y dominador de la Naturaleza, y no como servidor y cuidador de la misma, olvidando sus derechos.
  • No nos interesan los dogmas, proclamados por el magisterio de la Iglesia, con la obligación de aceptarlos como verdades absolutas, sin tener en cuenta las circunstancias concretas del momento histórico en que se proclamaron.
Volvemos a afirmar que el cristianismo originario, promovido por Jesús de Nazaret, no es una religión. Jesús de Nazaret no fundó una religión, sino un movimiento de seguidores de su persona como profeta, y de su mensaje del Reino de Dios (consistente en la eliminación del hambre, del sufrimiento y en las relaciones humanas fraternas), con un único mandamiento, el del amor a todos los seres vivos y a los bienes de la Naturaleza. Este proyecto sí nos interesa y nos comprometemos a promoverlo en nuestras sociedades. Es lo que hoy llamamos el nuevo paradigma cristiano posreligional.
¿Y qué hacemos con las religiones? ¿Hay que eliminarlas del horizonte social a nivel mundial? Ni mucho menos. Las religiones tienen sentido como movimientos humanizantes de las diversas sociedades y de las distintas culturas; como instituciones que defienden y promueven la humanización, como entidades que tienen como finalidad el cumplimiento de los valores y derechos humanos, y los de la Naturaleza. Se trata de un proyecto laico y que tiene perfecta cabida en las sociedades secularizadas.
Jesús Gil García
Comunidad Cristiana Popular de Balsas.
Zaragoza. Agosto 2018