martes, 7 de marzo de 2023

Comunidades Cristianas Populares en apoyo a la Revuelta de mujeres en la Iglesia de Granada.

 

Video de Antonio Lara

Manifiesto. 

Somos mujeres creyentes. Vivimos con pasión el seguimiento de Jesús de Nazaret en muchos grupos, parroquias, organizaciones, movimientos eclesiales y congregaciones. Estamos comprometidas con la causa de Jesús y luchamos por la renovación de la Iglesia y la transformación social desde la perspectiva de las mujeres. Alzamos la voz y nos manifestamos porque vivimos una profunda discriminación en la Iglesia y ha llegado el momento de decir “¡Basta ya!”. Ni podemos ni queremos callarnos. Estamos cansadas de las incoherencias y autoritarismo que percibimos a diario, por eso: 

Queremos denunciar las múltiples formas de injusticia e invisibilizarían que sufrimos en la Iglesia. La institución, con su estructura y organización, está quedando al margen de las conquistas sociales en igualdad y corresponsabilidad y está cometiendo un error.

Denunciamos la cobardía para abordar cambios en la organización de la Iglesia, frente a los signos de los tiempos que claman por sí mismos. Y la cerrazón ante la necesidad de un cambio imprescindible: el acceso al diaconado y al presbiterado femenino para atender a las comunidades cristianas. 

Denunciamos la desproporción entre el número de teólogas preparadas y los puestos que ocupan como docentes en las facultades de Teología y en otros puestos de responsabilidad. La institución arrincona y silencia a las mujeres que la sustentan; la hegemonía masculina se legitima y se perpetúa sin ninguna autocrítica.

Queremos hacer visible nuestro trabajo incansable y gratuito. Las mujeres somos mayoría aplastante en el voluntariado, en las celebraciones religiosas, en catequesis, en pastoral, en la acción social con las personas más empobrecidas, en los movimientos eclesiales, en la enseñanza, en la vida religiosa… Somos las manos y el corazón de la Iglesia., pero se nos niega la palabra, tener voz y voto, la toma de decisiones y el liderazgo en los ámbitos oportunos.

¿Qué sería de la Iglesia y de las iglesias si dejáramos de hacer todos estos trabajos, porque estamos cansadas de la invisibilidad y de la injusticia?

Trabajamos en la Iglesia, porque es nuestra comunidad de referencia para vivir el Evangelio. Seguiremos trabajando en ella hasta para recuperar la comunidad de iguales que trajo Jesús.

Trabajamos y trabajaremos por una iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres. No pararemos hasta que se reconozca y valore la riqueza de la teología feminista, como motor de cambio. No pararemos hasta que se elimine el lenguaje patriarcal y sexista en las homilías, textos litúrgicos y documentos; hasta que la moral sexual de la Iglesia se preñe de ternura y misericordia y deje de culpabilizar a las mujeres.

Seguiremos trabajando con empeño para que la Iglesia se meta en nuestros zapatos, dialogue con los movimientos de liberación de las mujeres y reconozca la diversidad de familias, identidades y orientación sexual. 

Trabajamos y trabajaremos para recuperar una Iglesia donde las mujeres seamos reconocidas como sujetos de pleno derecho, con voz y voto en todas partes y valoradas por nuestros talentos y carismas.

No estamos solas. Formamos parte de una red que crece cada día y se entrelaza con mujeres de las iglesias de Europa y del mundo que también han dicho “¡Basta ya!” y alzamos nuestra voz, hasta que la igualdad sea costumbre. 

-       Una Iglesia clerical no se puede soportar

-       Marta y María también se sumarían

-       Con voto, con voz, así nos quiere  Dios.


sE MOVILIZAN EN UNA VEINTENA DE CIUDADES ESPAÑOLAS, ENTRE ELLAS GRANADA

"Hasta que la igualdad se haga costumbre" en la Iglesia

CIUDADANÍA - elIndependientedeGranada Domingo, 5 de Marzo de 2023 
Feministas católicas se concentran en Granada por la igualdad que la jerarquía eclesiástica les niega, en una acción enmarcada en los actos del 8M para visibilizar su "profunda discriminación" en el seno de la Iglesia católica.
Foto de familia tras finalizar el acto reivindicativo de este domingo en Granada.
REVUELTA DE MUJERES EN LA IGLESIA DE GRANADA
Foto de familia tras finalizar el acto reivindicativo de este domingo en Granada.

Mujeres feministas católicas se han concentrado este domingo, ante el 8M y en el marco de la movilización llamada la 'Revuelta de Mujeres en la Iglesia', para reivindicar la igualdad que la Iglesia les niega. 

Así, bajo el lema ‘Caminamos juntas por la igualdad y la dignidad en la Iglesia’, se han concentrado junto a la capilla Real para seguir reivindicando estos derechos que, como destacan, "la jerarquía niega a las mujeres católicas en el ya avanzado siglo XXI" y reclamar "la consecución de una Iglesia circular donde caben todos y todas".

Esta convocatoria se ha llevado a cabo en una veintena de ciudades, entre ellas: Barcelona, Bilbao, Burgos, Ciutadella, Córdoba, Huelva, Las Palmas, Logroño, Oviedo, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Vigo, Vitoria-Gasteiz, Zaragoza y Almería.

"Alzamos la voz y nos manifestamos porque vivimos una profunda discriminación en la Iglesia y ha llegado el momento de decir basta ya"

"Alzamos la voz y nos manifestamos porque vivimos una profunda discriminación en la Iglesia y ha llegado el momento de decir basta ya", han expuesto en el acto celebrado en Granada, en el que han denunciado "la cobardía" para afrontar cambios en la organización de la Iglesia y "la cerrazón" para llevar a cabo un cambio "imprescindible", que es el acceso al diaconado y presbiteriado femenino para atender a las comunidades cristianas.

"Somos las manos y el corazón de la Iglesia, pero se nos niega la palabra, la toma de decisiones y el liderazgo", han proseguido para preguntarse "qué sería de la Iglesia si dejáramos de hacer este trabajo".

Laura Guillén, una de las portavoces del colectivo, ha explicado que el origen de esta movilización en el seno de la Iglesia está en las grandes movilizaciones feministas de 2020.

Y, junto al resto de participantes, ha coreado algunos de los mensajes para entender cuál es el sentido de su movilización: "hasta que la igualdad se haga costumbre", "Iglesia, despierta, cristianas en revuelta" y "con voto, con voz, así nos quiere Dios". 

Durante la acción reivindicativa han llevado a cabo también un acto simbólico. Partiendo de un proverbio que dice "antes de juzgar a otra persona, camina tres lunas con sus zapatos", las personas que han acudido a la acción de la Revuelta de las Mujeres en la Iglesia han llevado a cabo un gesto simbólico, colocando pares de zapatos junto a carteles con sus reivindicaciones. "La Iglesia -han recordado- no ha caminado con nosotras", "no se ha puesto en nuestros zapatos".

"Ojalá el obispo Gil Tamayo se ponga en nuestros zapatos"

En Granada, Laura Guillén ha tenido también palabras para el nuevo arzobispo, José María Gil Tamayo. Le ha pedido que "se ponga en nuestros zapatos", considerando que "es el momento de que la iglesia de Granada sea una iglesia de iguales", ha dicho para resaltar que hay mujeres "muy preparadas y con gran carisma" para ocupar responsabilidades. 

"Ojalá podamos decir el próximo año que se empezó a tener en cuenta" esta reivindicación, ha resumido.

Laura Guillén, durante la acción. REVUELTA DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA DE GRANADA

Una acción reivindicativa que ha llegado a una veintena de ciudades

"La Iglesia se está perdiendo la reflexión, la decisión y las intuiciones del 50 por ciento de su población". Partiendo de esta premisa, el colectivo explica que la Revuelta, a través de su grupo sinodal, ha participado "muy activamente en ese caminar juntos que está siendo el Sínodo de la Sinodalidad, o como les gusta denominarlo, el Sínodo del Pueblo de Dios, convocado por Francisco en 2021 y que concluirá este año". "Somos sujetos activos en la Iglesia, que queremos que se ensanche nuestro espacio y corresponsabilidad", señalan las mujeres participantes. "Hemos pedido nuestra plena igualdad, dignidad e integración en todos los estamentos y responsabilidades de la Iglesia, y que como bautizadas asumimos el compromiso que la misión evangelizadora de la Iglesia nos pide". 

Además, en el ámbito internacional la Revuelta de la Mujeres en la Iglesia ha sido una de las sesenta organizaciones que forman el Consejo de Mujeres Católicas (CWC), red global de asociaciones de mujeres católicas que trabaja por el pleno reconocimiento de la dignidad y la igualdad en la Iglesia. Durante todo el año y en paralelo al Sínodo de la Sinodalidad, miles de voces y experiencias de mujeres venidas desde todos los rincones del mundo, han reflexionado y afirmado que "la verdadera libertad cristiana, basada como está en la verdad, no significa permanecer apegado a tradiciones hechas por el hombre, estructuras culturales y doctrinas que pertenecen a edades pasadas. Significa ser libres para vivir vidas autodeterminadas en compañía de Jesús y de todos nuestros hermanos". El 4 de octubre, una delegación internacional de CWC, entre los que se encontraba la Revuelta, entregó en el Vaticano el documento de las conclusiones del Sínodo de las Mujeres a Nathalie Becquart, subsecretaria para el Sínodo de la Sinodalidad.

"Otra Iglesia es más que posible"

Otra de las líneas que marcan el pensamiento trasversal de la Revuelta es el convencimiento de que "la propuesta de Jesús fue inclusiva, 'rompedora', del lado de los más vulnerables, y que eso, con el tiempo, se fue distorsionando". Esta “distorsión” en el ámbito de la discriminación de la mujer en las iglesias diocesanas ha llevado también a la Revuelta a crear un Documento de Buenas Prácticas que en breves fechas se presentaará todos los obispados y a la CEE. 

El documento pretende presentar propuestas concretas para "desterrar el clericalismo, para lograr una Iglesia menos jerárquica y más circular, verdadera comunidad de iguales, al servicio de las personas empobrecidas y excluidas". Así, entre las catorce propuestas que incluye el escrito destaca la necesidad de incorporar mujeres en todas las comisiones y reuniones de vicarías y arciprestazgos de todas las diócesis, así como la de impulsar la participación paritaria de las mujeres en los consejos de pastoral y económicos de las parroquias. Además, las mujeres de la Revuelta proponen que se fomente el uso del lenguaje inclusivo y la simbología femenina en la liturgia, en las acciones pastorales y en los documentos eclesiales y materiales catequéticos. "Favorecer la cultura del cuidado y buen trato, y las relaciones horizontales en parroquias, colegios, entidades de voluntariado y en todos los ámbitos pastorales es fundamental para la prevención de abusos de conciencia, de poder y sexuales dentro de la Iglesia", recalcan las mujeres que han elaborado el documento.

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