Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar"
(E. Galeano)
Los Nadies (E. Galeano)
Sueñan las pulgas con
comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico
día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita
cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les
pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año
cambiando de escoba.
Precio: 5€.En papel. Solicitar a la Asociación Española de Educación Ambiental: info@ae-ea.es
Federico Velázquez de Castro es Doctor en Química y Especialista en Ciencias Ambientales y de la salud. Profesor en todos los niveles de enseñanza, es autor de numerosos libros y artículos, y es fundador de entidades como el Foro de Ecología y Espiritualidad y la Asociación Española de Educación ambiental de la que es actualmente presidente.
Del Capítulo 1: LA PERSONA HABITADA.
Frente a una sociedad superficial y epidérmica, la primera propuesta es vivir con hondura,con profundidad, con valores, afianzados en el ser, siendo forjadores de cultura y coherentes con los principios éticos en los que se cree.
Para que emerja lo más valioso que cada ser humano tiene, hay que dedicar un tiempo a la reflexión, al estudio y las prácticas creativas. Lo fácil (y lo que el sistema impulsa) es abandonarse, dejar correr el tiempo, no cuestionarse nada y estar entretenido, mientras la vida, con toda su grandeza, pasa alrededor. Toda cultura supone esfuerzo y práctica, y resultará sumamente grato disponer de esos espacios en los que se lee, se piensa, se debate… y se siente cómo el espíritu crece. Para que estas áreas profundas se desarrollen hay que nutrirlas, por ello, de la misma forma en que nos preocupamos que cada día el alimento llegue varias veces a nuestra mesa (para mantener lo corporal), también diariamente deben atenderse otras áreas sustantivamente humanas y claves para la realización personal: la cultural, la social, la espiritual…
Nos despedimos, de nuevo, de este curso, raro, de la pandemia.
El ENCUENTRO fué el Domingo 20 de Junio a las 10.30, en los Combonianos.
A las 10.30h. José Manuel nos dió la bienvenida. Nos saludamos con la mirada, el codo, el gesto de acogida y nos contamos como nos va la vida y hemos vivido este curso.
Loli nos facilitó la Meditación ante la naturaleza y en el silencio teniendo presentes a los que ya están de otra manera. Especialmente a Juan Laguna, Encarna y Ángel.
El sábado 16 de enero, preparamos y participamos en una celebración
de despedida y recuerdo de nuestro amigo Juan Laguna, fallecido por Covid. Fue un acto
público en la iglesia del Carmen de Granada.
Juan se definía a sí mismo ateo y cristiano.
Todo es posible....
Quisimos hacer una celebración inclusiva y laica, donde
todas las personas de cualquier procedencia, creencia o increencia pudiera expresar y
compartir el cariño por Juan. Desde el dolor y también desde el agradecimiento
por lo mucho compartido, crecido y disfrutado con él y los valores por un
mundo nuevo. Sentir que vive con nosotras de otra manera. El templo estuvo al completo guardando las medidas de distancia y mascarilla. Numerosas personas de los diversos ámbitos en los que Juan compartió la vida, profesional y social....
La Comunidad Cristiana Popular de San Ildefonso, en nombre de las CCP de Granada, (no pudimos ser más por motivos de la pandemia), nos hemos reunido en la mañana de hoy 20 de diciembre, con Marisa Acedo, miembro de nuestra comunidad y su familia, compañera de Juan, para acompañarla, y sentir juntas y sobre todo AGRADECER juntas la presencia de Juan en nuestras vidas.
Hemos comenzado con un rato de Silencio introducido por Rafa, su hijo y un artículo de los muchos que se han escrito en la prensa sobre el perfil profesional y humano de Juan.
Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía en Recuerdo y Gratitud de Pedro Casaldáliga, el obispo de los pobres y testimonio de Vida y cristiano para la humanidad.
Han sido numerosas las muestras de condolencia, recuerdo, artículos en numerosos medios y personas de diverso signo. El Vaticano y el Papa Francisco no han dicho casi nada y nos extraña mucho. Nos hubiera gustado leer unas palabras cariñosas, amorosas, sobre el bueno de Pere.¿Qué habrá detrás de ese silencio?
Si, hay miedo. Si, hay aislamiento. Sí, hay compras de pánico. Sí, hay enfermedad. Sí, incluso hay muerte.
Pero,
Dicen que en Wuhan después de tantos años de ruido puedes escuchar a los pájaros de nuevo.
Dicen que después de unas pocas semanas de silencio, el cielo ya no está lleno de humos, pero azul, gris y claro.
Dicen que en las calles vacías de Assisi la gente está cantando desde sus casas y sus balcones manteniendo sus ventanas abiertas para que los que estén solos
puedan escuchar las voces de las familias a su alrededor.
En nombre de las Comunidades Cristianas Populares de Granada y Andalucía nuestro mejor ABRAZO y felicitación a nuestro Teólogo "de cabecera" maestro y referente, José María Castillo, por tus 90 años de VIDA, fecunda, especialmente para nosotras, por las puertas que nos has abierto para la Libertad y el Compromiso por un Mundo Nuevo, desde los valores del evangelio de Jesús....
Gracias Pepe y que sigas siendo Feliz, abriendo puertas, pariendo Vida.
CCP, Granada y Andalucía.
De Religión Digital:
Larga vida y fecunda labor, amigo José María Castillo
Un teólogo, un profeta, una partera de la primavera y un articulista consumado, que escribe fácil y divulgativo (de los pocos teólogos capaces de hacer algo así) y que, además, tiene vis periodística"
"Que es un gran teólogo, no lo discute nadie. Tiene obra y obra consolidada. Quizás sea uno de los mejores especialistas mundiales en sacramentos"
"Ésa fue siempre la gran virtud de Castillo: saber divulgar. Saber colocar los grandes conceptos teológicos al alcance de la gente sencilla. Todo un don y una virtud que sólo está al alcance de los más sabios y de los más grandes"
"Tuve la oportunidad, además, de estar a su lado el año pasado, cuando el Papa nos recibió en Santa Marta, y ser testigo directo de la rehabilitación en toda regla de su persona y de su obra"
90 años, como 90 soles, los que hoy cumple mi amigo, el teólogo José María Castillo. Un buen momento para reconocer su impagable servicio de tantos años a la reflexión teológica y al 'santo pueblo de Dios'.
Como periodista y director de RD he conocido a decenas de teólogos españoles y extranjeros. Pero con pocos he conectado tan en profundidad como con Castillo. Tanto a nivel personal como profesional. Porque Pepe es una persona especial, que llama la atención y que se hace querer.
Un hombre que mezcla sus humildes orígenes en Puebla de Don Fadrique con un brillante recorrido eclesiástico y, sobre todo, teológico, modelado por su ser y hacer jesuítico.
Un recorrido largo y apretado, que le permite ser memoria viva de la Iglesia española del postconcilio, una etapa que vivió a fondo, en la misma Roma, como perito del cardenal Tarancón. Allí se codeó con los grandes teólogos centroeuropeos de la época y ayudó a la jerarquía española más abierta a desmontar su teología preconciliar y acompasar su tarea pastoral a los nuevos vientos conciliares.
Esa misma jerarquía que, en los 80, cuando cambian los aires de Roma y el Concilio se congela por mor de la involución, a Castillo (y a otros muchos, como Juan Antonio Estrada o Benjamín Forcano) le retira la venia docendi y le destituye como profesor de la Facultad de Teología de Granada. Sin juicio, sin posibilidad de defensa, sin que nadie le dijese jamás cuál fue el motivo exacto de su destitución.
Represaliado y marginado oficialmente, Castillo sigue en la brecha teológica. La investigación no se la pueden prohibir y la docencia que le quitan en España se la dan en la Universidad Centroamericana de San Salvador, junto a su amigo y compañero Ignacio Ellacuría, y en contacto con los pobres de Latinoamérica. La Compañía de Jesús, entonces en el punto de mira de la Curia romana, maniobra con su clásica astucia y circunvala la prohibición docente de Castillo en España, trasladándolo a Centroamérica.
Al final, pasados los años, la rectitud moral de Castillo no le permitía seguir jugando a dos aguas. Es consciente de que su Compañía no podía ir más allá en el pulso con Roma y sabedor de que sus libros, charlas, conferencias y entrevistas podían ser utilizadas por los enemigos para atacar a los jesuitas (que, con Arrupe al frente, estaban pasando su particular calvario romano). De hecho, en 1980, Castillo es apartado de la docencia y, en 1981, el Prepósito General, Pedro Arrupe, sufre una trombosis y unos días después Juan Pablo II interviene la Compañía y nombra interventor de la misma al padre Paolo Dezza.
Eran tiempos de invierno eclesiástico y Castillo decide salir de la Compañía físicamente, sin dejar nunca de pertenecer afectiva y realmente a ella. Otro jesuita sin papales, en la estela de José María Díez Alegría.
El teólogo se queda sin el respaldo de su congregación, pero, al fin, vuela totalmente libre, acompañado de sus innumerables seguidores y, además, con la suerte de encontrar a Margarita, la mujer que, a partir de entonces, comparte su vida, le enseña a amar en lo concreto, le cuida y le mima, para que pueda seguir volando.
Que es un gran teólogo, no lo discute nadie. Tiene obra y obra consolidada. Quizás sea uno de los mejores especialistas mundiales en sacramentos. Pero, a mi juicio, su mayor virtud es la de no haberse quedado, como otros muchos de sus compañeros, en ser un mero teólogo de gabinete.
José María Castillo es, desde siempre, el teólogo del pueblo, la referencia de las Comunidades Cristianas Populares, que se alimentaron con sus libros, charlas y conferencias. ¿Quién no utilizó, desde los años 60 en adelante, sus famosos'Cuadernos de Teología Popular? Esos cuadernillos, fotocopiados o ciclostilados, en los que en tres o cuatro páginas resumía los conceptos teológicos más complicados? Con unas preguntas finales, que no dejaban indiferente a nadie y aterrizaban en la vida la doctrina teológica, y con unos dibujillos manifiestamente mejorables, pero también interpeladores.
Tengo que preguntarle quién le hacía los dibujos de aquellos cuadernos, que utilizábamos tanto los curas como los laicos y que igual servían para dar clases en la Universidad o para una catequesis parroquial.
Porque ésa fue siempre la gran virtud de Castillo: saber divulgar. Saber colocar los grandes conceptos teológicos al alcance de la gente sencilla. Todo un don y una virtud que sólo está al alcance de los más sabios y de los más grandes. De esos pájaros libres, los que saben tanto y vuelan tan libres y tan alto que son capaces de entregar la comida teológica masticada a sus polluelos pequeños o ya creciditos.
Y, a sus 90 años, ahí sigue, sin desviarse un ápice de su trayectoria, escribiendo un artículo semanal por lo menos en su blog de Religión Digital. Cortos, directos, claros y enjundiosos. Desde la vida y para la vida. Y, precisamente por eso, siempre conectados con la actualidad.
Todo un lujo tenerlo con nosotros y alimentarnos semanalmente de su sabiduría enraizada en la vida diaria, en los signos de los tiempos, en las reformas de Francisco y en la cultura actual.
Un teólogo, un profeta, una partera de la primavera y un articulista consumado, que escribe fácil y divulgativo (de los pocos teólogos capaces de hacer algo así) y que, además, tiene vis periodística, para buscar las perchas de actualidad y ceñirse a ellas. Y un cielo de persona. Expulsado a los márgenes durante muchos años, hoy puede presumir (aunque no lo hace) de haber recibido llamadas y cartas del mismísimo Papa. “Te perdí en los ochenta y ahora te vuelvo a encontrar”, le dijo en una ocasión.
Tuve la oportunidad, además, de estar a su lado el año pasado, cuando el Papa nos recibió en Santa Marta, y ser testigo directo de la rehabilitación en toda regla de su persona y de su obra. «Leo con mucho gusto sus libros, que hacen mucho bien a la gente». Con esta frase, Francisco ‘bendijo’ Francisco al teólogo español en el Vaticano, donde hace dos décadas le retiraron la ‘venia docendi’.
Castillo, emocionado hasta las lágrimas, agradecía el gesto del Papa, mientras le entregaba a Francisco dos de sus últimas obras: ‘La humanización de Dios’ y ‘La humanidad de Jesús’ (Trotta).
Primero asistimos a la misa de Santa Marta. Sencilla, austera, auténtica. Es su misa, la que Francisco celebra con unción e intimismo. Como susurrando. Como un párroco que celebra en su pequeña capilla.
Eramos una treinta de personas. Un obispo italiano, acompañado de 8 de sus curas, otro par de curas sueltos, entre ellos el párroco de San Esteban de Sevilla, el secretario del Papa, padre Yoannis, y una veintena de fieles de diversos países y procedencias.
Con su habitual capacidad seductora y didáctica, Francisco expuso, en la homilía, un tratado sobre la forma de evangelizar hoy, en no más de cinco minutos. Con la ayuda del Espíritu y tres verbos: levantarse, acercarse y partir de las preguntas de la gente. Tres actitudes necesarias de la evangelización, pero que sin ponerse en manos del Espíritu, tampoco conducen a nada. Tres actitudes que encarnó siempre el teólogo Castillo.
Tras la misa, el Papa se sentó en una silla en medio de la gente y estuvo dando gracias un rato largo. Después, como cualquier párroco, se fue a la salida de la capilla y se puso a saludarnos a los asistentes, uno a uno.
El Papa aprecia mucho a José María Castillo y, de hecho durante estos años de pontificado, primero le mandó una carta y, después, le hizo una llamada telefónica. Aquel 18 de abril del año pasado, se vieron frente a frente, se saludaron efusivamente y el teólogo le dijo: «Santidad, somos dos jesuitas sin papeles”.
El Papa se sonrió y agradeció la ocurrencia. Y, mirándole a los ojos, recibió sus libros y ‘bendijo’ su teología: «Leo con mucho gusto sus libros, que hacen mucho bien a la gente», dijo Francisco a Castillo.
Más tarde, José María explicaba: «De la Compañía se sale por arriba, como en el caso del Papa, o por abajo, como en el mío, pero, en ambos casos somos y seremos siempre jesuitas…ahora sin papeles».
Y el Papa se fue a desayunar, mientras Castillo, su mujer Margarita y yo nos fundíamos en un abrazo, no sin antes darle las gracias al padre Yoannis, que había posibilitado nuestro encuentro con Francisco.
Al salir de Santa Marta, en la explanada que da a la parte trasera de la Basílica de San Pedro, Castillo, todavía emocionado, decía: «Tenemos que disfrutar de este Papa, que es una bendición de Dios para su Iglesia y apoyarlo con todo nuestro ser. Porque, al hacerlo, estamos apoyando la Iglesia del Vaticano II y, lo que es más importante, el Reino De Dios».
Así lo estamos haciendo, maestro. Y lo seguiremos haciendo. Remando juntos con Francisco, son su primavera y, sobre todo, con el Evangelio de los pobres al que has dedicado toda tu vida. Y lo que te queda. ¡Que Dios te bendiga y te guarde, amigo!
Para las Comunidades Cristianas Populares de Granada Pepe Castillo además de nuestro teólogo de cabecera, inspirador, compañero y maestro es nuestro amigo. Desde los años setenta y la Teología Popular hasta nuestros días hemos compartido caminos, a veces muy duros, luchas, utopías y esperanzas...
Que el Papa Francisco le llame por teléfono agradeciendo su labor nos parece un gesto al menos de restitución y apoyo por tanta persecución y castigo, especialmente del ¿Santo? Juan Pablo II y sus secuaces...Benecicto XVI alias Ratzinger y cía.
El siguiente paso capital sería la pública rehabilitación de tod@s los teólog@s poscritos y apartados de sus cátedras, ministerios y ....
Desde este humilde blog queremos AGRACEDER A PEPE CASTILLO el privilegio de haber compartido tanta Vida junt@s, acompañándonos, desde el afecto y la amistad profunda.
Esta foto es de la clebración en CCP-Granada del día en que la Universidad de Granada nombró Doctor Honoris Causa a nuestro amigo y compañero de caminos Pepe Castillo el 13 de Mayo de 2011.
Reproducimos a continuación la semblanza de Jose Mª Castillo que hace nuestro compañero Juan Cejudo de las CCP de Cádiz:
(Juan Cejudo- CCP Cádiz).- Me ha parecido un gesto de gran relieve por parte del Papa Francisco la llamada telefónica que ha hecho al teólogo granadino José Mª Castillo. Vamos a decirlo claramente: José Mª Castillo, para los papas anteriores, había sido un teólogo "maldito". Uno de los cerca de 600 teólogos sancionados por los papas anteriores y la Congregación del Santo Oficio. Desde la década de los 80, José Mª Castillo ha venido sufriendo sanciones por parte del poder religioso. Le destituyeron como profesor de teología en la facultad de Granada, al retirarle las autoridades la venia docendi. Sanción que también sufrieron los teólogos Benjamín Forcano y Juan Antonio Estrada. Hace 10 años, abandona la Compañía de Jesús a la que había dedicado toda su vida. Ha seguido impartiendo conferencias y clases por medio mundo, escribiendo libros y artículos y acudiendo a innumerables actos de donde se le ha reclamado por su gran valía. Pero por parte de autoridades religiosas sólo había recibido sanciones y represalias. Y es que los pontificados de Juan Pablo II primero y el rígido control de Ratzinger al mando de la Congregación del Santo Oficio y más tarde del Papa Benedicto XVI, no eran tiempos favorables para los teólogos de línea renovadora, abierta, progresista. Por eso esta llamada ahora directa, personal, del Papa Francisco ha tenido un significado de especial importancia que hay que valorar enormemente. José María se ha debido sentir especialmente reconfortado por esta llamada que viene, de alguna manera a hacer justicia a tantos años de persecución a un cristiano cabal, a un sacerdote y teólogo fiel a los principios del Evangelio que tantísimo bien nos viene haciendo a muchos en tantas partes del mundo con sus publicaciones, sus libros, sus conferencias y artículos. El siguiente paso de Francisco debería ser la rehabilitación de todos los teólogos anteriormente sancionados......
Del blog de José María Castillo.
Y el Papa me llamó:.
Ayer, lunes 8 de enero, a las 20 h. y cuando menos me podía
imaginar semejante cosa, sonó en el teléfono de mi casa una llamada sin número,
de origen desconocido. Yo ni descolgué el teléfono. A los pocos instantes, la
llamada se repitió. Venía del Vaticano. Y quien me llamaba era el Papa. Me puse
nervioso. No sabía si aquello era una broma de cualquier insensato o quizá el
reclamo de una agencia de publicidad.
Pronto salí de dudas. Era claramente la voz del Papa
Francisco, que notó enseguida mis vacilaciones. Y me dijo con su voz clara y
precisa: “Soy el papa”. Cosa que repitió dos o tres veces, ante mi evidente
inseguridad, turbación…, ¿qué sé yo?
¿Por qué me llamó? Me figuro que todo se debe a una cosa muy
simple. Hace unos días, en un Encuentro (celebrado en Madrid) de periodistas de
asuntos religiosos, pude saludar a un importante amigo personal de Jorge Mario
Bergoglio, que, en los pocos minutos que pudimos hablar, me aseguró que le
llevaría en mano al Papa el último libro que he publicado, La Religión de
Jesús. Comentario al Evangelio diario, para el presente año. El libro está
dedicado al Papa Francisco. Y esto – me figuro yo – es lo que ha motivado la
llamada papal. Aunque la verdad es que el Papa no me hizo mención alguna, ni de
este libro, de ningún otro asunto.
Francisco fue derechamente –en los diez minutos que duró la
conversación– a lo que él quería. Que fueron dos cosas. Primero: “Quiero
agradecerle lo que Usted está haciendo por mí”. Cosa que me sorprendió, dado
que bien poco es lo que yo puedo ayudar al Papa. Y lo principal que me dijo y
en lo que me insistió varias veces: “Rece Usted por mí. Porque lo necesito
mucho”. Me llamó la atención la insistencia del Papa en este ruego. Sin duda
alguna, el Papa Francisco se siente necesitado y pide oraciones para que la
fuerza del Señor le ayude a salir adelante.
El Papa es consciente de que lo que da de sí la condición
humana no basta, para sacar adelante la mejor solución a la cantidad y gravedad
de los problemas que entraña el papado en estos momentos. Si por algo se
distingue el Papa Francisco, es no sólo por su cercanía a los más desamparados
de este mundo, sino sobre todo por su identificación con los pesados problemas
que agobian a tantos desamparados. Francisco lo siente así, sin duda alguna. Le
sobran motivos al Papa para pedir ayuda, del cielo y de la tierra. Porque ha
tomado en serio el proyecto de salir adelante, cargado –como vive– con el peso
excesivo de la demasiada ternura.
Nuestra querida Esther, después de 9 meses en casa, se va con unos padres que quieren adoptarla. Tod@s las que la conocemos nos alegramos mucho de que esté feliz, de que tenga lo que toda niña debe tener: cariño, protección, alegría, atención...Me siento muy contenta de que Esther tenga papá y mamá que la acompañen en la vida.
Ahora voy recordando todo este tiempo y veo las distintas fases por las que ha pasado..., el dolor por la separación de los suyos...., el asombro y el rechazo a lo que se encontró..., la rabia por no poder hacer nada..., la aceptación de la situación..., la alegría y la seguridad de sentirse querida.
Tod@s hemos disfrutado de su simpatía, de sus abrazos, de su incansable vitalidad. Ha sido amiga de todas las personas que nos íbamos encontrando por el camino al cole: el barrendero, los albañiles, el chico del bar, la panadera, el portero del cole, las vecinas y vecinos, la limpiadora de la escalera... Para tod@s había un saludo, un beso, un juego... Y no digamos nada de l@s amig@s de las reuniones, de Derechos humanos, de Stop desahucios, de las Personas sin hogar, de las comunidades...¡Qué a gusto se ha sentido con tod@s!
Para mi ha sido un tiempo muy rico... He querido acompañarle y darle seguridad..., he disfrutado de su ternura y de su mirada tan cariñosa. Me alegro de haber contribuido a que se sienta feliz.
Adiós Esther, junto mis deseos a los de tod@s tus amig@s: que disfrutes de la vida, del amor de mamá y papá, de tanta gente que vas a conocer en tu nuevo pueblo y que te van a querer, de que goces de la amistad y de la belleza, de que contribuyas a hacer un mundo mejor.
¡Gracias por Esther! De Loli en nombre de tod@s. Gracias por Loli.
Cancioncilla para Esther
Una,una una
una niña guapa
de color de luna.
Una, una, dos
una niña dulce
de buen corazón.
Una, dos y tres
Una niña hermosa, que se llama Esther. (de Pepe Gilabert).
El sábado 27, nos despedimos tod@s de Esther, conocimos a sus nuevos papá y mamá que vinieron al final de la celebración de la mesa común, Esther repartió chuches tod@s, cantamos "No has nacido amig@ para estar triste" y agradecimos haber compartido con ella su alegría y LA VIDA desbordada... Querida Esther: Seguirás estando en nuestro corazón.