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domingo, 26 de noviembre de 2023

Celebrando tanta Vida compartida con Pepe Castillo en CCP. 25/11/2023.

 

Presidiendo este mural, que Antonio Ruiz colocó en la pared de nuestro local de Comunidades Cristianas Populares de Granada, en la Atarazana, celebramos la suerte de haber compartido tanta Vida con Pepe Castillo.

Comenzamos la celebración teniendo presente a Pepe Castillo y a Pablo Fernández, que había fallecido esa mañana, compañero en CCP y en Derechos Humanos. Las mujeres asesinadas, por el 25N, y al pueblo palestino asesinado también. 

Pusimos una secuencia de las muchas charlas de Pepe en Youtube donde diferenciaba entre Religión, que surge de la necesidad y el Evangelio que surge de la generosidad...Podéis ver aquí la charla: Religión y Evangelio.

El evangelio de este domingo es la parábola del juicio final. Su mensaje es que lo que importa es el servicio a los demás y a los últimos para que el reinado de los valores de Jesús haga posible un mundo nuevo. Y este es el mensaje que nos dejó también Pepe Castillo: En la humanidad encontramos nuestra divinidad y viceversa.

Abrimos un espacio donde cada asistente fue expresando su experiencia con Pepe y lo que Pepe ha aportado a las Comunidades y a la humanidad.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Gracias Pope. Referente para las CCP de Andalucía.

pope godoy

 José Godoy López, conocido como Pope Godoy, es natural de Canena (Jaén). Licenciado en Filosofía en Madrid y en Teología por la Facultad de Granada, ejerció como sacerdote jesuita. Estudió Ciencias Orientales y fue alumno de Juan Mateos en el Pontificio Instituto Oriental de Roma (PIO). Fue el propio Mateos quien le mandó a Francia a estudiar Ciriaco y Armeno en el Instituto Católico de París y en la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona, donde coincidió con el Mayo francés del 68.

A su vuelta a España, participó como cura obrero en la trágica y sangrienta huelga de la construcción en Granada en el año 70. En la época de Franco sufrió diversas multas gubernativas y hasta llegó a conocer la cárcel de Carabanchel. Ayudó a crear el “Grupo de no Violencia” junto a Fermina Puerta con sus huelgas de hambre. Fundador de la asociación “Solidaridad Andaluza” junto a José María García-Mauriño, participó muy activamente en la campaña por la autonomía plena para Andalucía.

miércoles, 15 de febrero de 2023

Gracias a la Vida por la Vida de Enrique de Castro. Comunidades Cristianas de Base de Andalucía.

 

Enrique de Castro ha iniciado su viaje a la otra orilla del río de la vida a las 7 de esta mañana. Brindemos por su VIDA. Gracias a la Vida.        

Bertolt Brecht de haber conocido a Enrique de Castro le hubiese dedicado estas palabras: “Hay hombres que luchan un día, y son buenos; hay otros que luchan un año, y son mejores; hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos, pero hay los que luchan toda una vida… ésos son los imprescindibles”. 

Enrique de Castro, conocido como el cura de la parroquia de Entrevías, o por algunos titulares mediáticos como el cura rojo de Vallecas, fue uno de esos incansables luchadores por las personas más empobrecidas y excluidas de los últimos 50 años. Ordenado sacerdote en 1972 y destinado a Vallecas, cambió repentinamente su vida al darse de bruces con la realidad social en la que miles de personas tenían que vivir a diario situaciones de extrema pobreza, exclusión, explotación, carencias afectivas, rupturas por la droga y por la cárcel, desesperación, etc. 

domingo, 6 de febrero de 2022

Vías legales, vidas seguras, migrar es un derecho. Acción andante (Redgra) y Círculo de Silencio. (4/Febrero/2022)

 

Las Comunidades Cristianas Populares de Granada participamos en la Acción andante convocada por la Red Granadina por el Refugio y la Acogida (Redgra), el viernes 4 de Febrero, que partió de la Subdelegación del Gobierno en la Gran vía de Granada hasta la Fuente de las Batallas donde inició el Círculo de Silencio como grito de denuncia contra la impunidad de las muertes en Tarajal, Ceuta, hace ocho años.

VIAS LEGALES, VIDAS SEGURAS. MIGRAR ES UN DERECHO 

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Homenaje Vecinal a Encarna y Ángel. 24/09/2021

 
Convocados por la Asociación de pensionistas y jubiladas del Polígono de Cartuja y el Centro de Participación activa de Mayores, nos reunimos en la Plaza Agustín Laborde, para rendir homenaje a nuestros amigos Encarna y Ángel.

Comenzó el acto con la intervención del coro del Centro de Mayores cantando las canciones que le gustaban a Encarna, Soy de Andalucía....Los cuatro muleros. Continuó Loli, en representación del Club de Pensionistas, y así todos los colectivos que apoyaron el acto: Las Comunidades Cristianas Populares, Asociación Adultos Cartuja, La Asociación Andaluza de Barrios Ignorados. Por último se abrió el micrófono para la participación de las vecinas que quisieron expresar su sentir.

jueves, 12 de agosto de 2021

Aquel 10 de Agosto del 69...Enrique y Diamantino

ENRIQUE "EL CURA DE PEDRERA"

El diez de agosto de hace 50 años llego a nuestro pueblo "el cura nuevo " Enrique Priego Díaz. Desde la perspectiva que te da el tiempo, tengo que decir que desde ese día empezaron a cambiar muchas cosas en nuestro pueblo, y seguramente mucho de lo que hoy somos como sociedad, nuestra idiosincrasia y posiblemente parte de nuestra cultura tiene que ver con su llegada a nuestro pueblo, y de la llegada de otros como él a la comarca, aunque nosotros tuvimos también la suerte de compartir unos años a Juan Heredia.

Pronto íbamos a descubrir que este hombre era diferente, y que nada tenía que ver con los curas conocidos hasta ese momento.
Con el cura nuevo, con Enrique, muchos hijos y hijas de jornaleros tuvieron la oportunidad de aprender a leer y escribir en aquella improvisada escuela que hizo en su casa, a la que se podía asistir de noche después de dar la peoná.

miércoles, 23 de junio de 2021

Encuentro fin de curso en CCP-Granada. Combonianos 20/06/2021


Nos despedimos, de nuevo, de este curso, raro, de la pandemia.

El ENCUENTRO fué el Domingo 20 de Junio a las 10.30, en los Combonianos.

A las 10.30h. José Manuel nos dió la bienvenida. Nos saludamos con la mirada, el codo, el gesto de acogida y nos contamos como nos va la vida y hemos vivido este curso.

Loli nos facilitó la Meditación ante la naturaleza en el silencio teniendo  presentes a los que ya están de otra manera. Especialmente a Juan Laguna, Encarna y Ángel.

miércoles, 9 de junio de 2021

ENCARNACIÓN OLMEDO: Una vida acompañando las luchas contra la exclusión social y la pobreza en el Polígono de la Cartuja de Granada

 

Las Comunidades Cristianas Populares de Granada agradecemos tanta Vida compartida con nuestra amiga y compañera Encarna, con este artículo que en nuestro nombre escribe Pepe Gilabert.

Umbrío por la pena, como dijo el poeta Miguel Hernández, me repongo para escribir unas palabras de recuerdo y homenaje a nuestra amiga Encarnación Olmedo. Después de la partida de quien fue nuestra amiga muy querida, los ojos y las manos, que ya no podrán ver y tocar su presencia, se refugian en el recuerdo para poder soportar el dolor que araña la puerta de nuestro pecho. Encarna, la incombustible, la luchadora incansable, la amiga siempre de guardia, la constante defensora de los últimos entre los últimos de su barrio; Encarna, la que parecía un huracán, se nos ha ido apagando y nos ha dejado cargados con el dolor de su partida, pero reconfortados con la luz de su vida entregada con amor a los que más lo necesitaban.

Cuando Ángel, después de secularizarse, le pidió matrimonio a Encarna, ella le dijo que sí, pero con una condición: que tendrían que vivir siempre en el Barrio de la Cartuja. Ángel aceptó y ambos han cumplido su acuerdo y han vivido en ese barrio desde entonces hasta el último día de sus vidas. Podrían, como hicieron muchos, haberse mudado a otra zona, pero han preferido dedicar toda su vida a los vecinos y vecinas de uno de los barrios más deprimidos de Granada.

domingo, 9 de mayo de 2021

CCP, en recuerdo de nuestro amigo Ángel Aguado, por tanta vida compartida. Gracias a la VIDA. Con Dios amigo, con Dios hermano. 4/05/2021

 

DESPEDIDA DE NUESTRO COMPAÑERO Y AMIGO ÁNGEL AGUADO FAJARDO. Por José Gilabert Ramos, en nombre de CCP.

Otra vez las comunidades cristianas populares de Granada nos enfrentamos a una nueva pérdida. Se nos ha ido nuestro amigo y compañero Ángel Aguado, después de un largo tiempo luchando contra la enfermedad.

En su perfil de Facebook, Ángel se define a sí mismo con estas escuetas palabras: Soy un jubilado. Últimamente trabajé en la biblioteca de la Universidad de Granada, y antes de librero y de peón de la construcción....

Ángel Aguado perteneció a las comunidades desde sus inicios en Granada a principios de los años 70. Formó parte de la comunidad del Polígono, junto con su mujer, Encarna y con Pedro Gómez, Pilar Ocaña, Pepe Castillo, Margot…

Ángel fue una persona muy íntegra y coherente a lo largo de toda su vida. Nació en el seno de una familia humilde del pueblo de Pinos del Valle. Estudió en el Seminario Diocesano de Granada y se ordenó sacerdote. Su primer destino fue en La Alpujarra, atendiendo las parroquias de varios pueblos. Su juventud y sus ganas de servir pronto se dejaron notar entre sus feligreses. Además de sus labores pastorales, Ángel se integró en la vida de los alpujarreños ayudándoles siempre que era necesario en las labores de recolección de la almendra y otros cultivos.

viernes, 9 de abril de 2021

En la despedida de nuestro amigo Carmelo Pérez. +31/03/2021

De nuevo, otra vez, esta terrible pandemia se lleva a otra persona muy cercana y querida de las Comunidades Cristianas Populares de Granada. Nuestro amigo y compañero Carmelo Pérez falleció el pasado 31 de marzo, miércoles santo. Sigue viviendo, de otra manera en nuestro corazón.

Carmelo fue un pilar fundamental en la Comunidad de San Ildefonso desde la llegada al barrio de José Antonio Moreno como párroco. Su personalidad inquieta y dinámica se manifestó ya desde muy joven en un compromiso activo con las acciones sociales y educativas de la parroquia y de la asociación de vecinos....

Fue educador de los niñas y niños del barrio en el Movimiento Junior; participó en la creación del grupo de teatro La Cuesta, formado por jóvenes del barrio; fue coordinador de un grupo de teología popular formado por jóvenes y adultos de la parroquia. Cuando nacieron en Granada las primeras comunidades cristianas populares, Carmelo formó parte muy activa en la Comunidad de San Ildefonso....

Su implicación en el barrio, siempre desde una acción eminentemente educativa, se centró en el acompañamiento de las y los jóvenes y niños en la organización de las colonias de verano, excursiones culturales, convivencias y sobre todo en la labor continuada día tras día en las actividades culturales y recreativas de los salones y el patio de la parroquia. Posteriormente, ya como profesional de la psicología, acompañó y ayudó a muchas de esas chicas y chicos del barrio a solucionar problemas personales o familiares.

lunes, 8 de febrero de 2021

VIII Marcha por la Dignidad. Tarajal. Granada, 6/2/21

 

Sábado 6 de Febrero, se cumplen 7 años desde que fallecieran 14 migrantes tratando de llegar a nuestras costas por el Tarajal (Ceuta). En muchas ciudades de España y de otros países se han celebrado diferentes actividades. Entre ellas, Granada, donde la RedGra (Red Granadina por el Refugio y la Acogida), No Borders, Comunidades Cristianas Populares y otros colectivos, han organizado una manifestación entre Plaza Nueva y La Fuente de las Batallas. Además tanto al comienzo como al final han realizado sendas performances. Al finalizar se ha leído este manifiesto:...

jueves, 28 de enero de 2021

Otra celebración es posible y necesaria. Laica e inclusiva. En memoria de Juan Laguna. 16/1/2021

El sábado 16 de enero, preparamos y participamos en una celebración de despedida y recuerdo de nuestro amigo Juan Laguna, fallecido por Covid. Fue un acto público en la iglesia del Carmen de Granada.

Juan se definía a sí mismo ateo y cristiano. Todo es posible....

Quisimos hacer una celebración inclusiva y laica, donde todas las personas de cualquier procedencia, creencia o increencia pudiera expresar y compartir el cariño por Juan. Desde el dolor y también desde el agradecimiento por lo mucho compartido, crecido y disfrutado con él y los valores por un mundo nuevo. Sentir que vive con nosotras de otra manera. El templo estuvo al completo guardando las medidas de distancia y mascarilla. Numerosas personas de los diversos ámbitos en los que Juan compartió la vida, profesional y social....

domingo, 20 de diciembre de 2020

Las CCP de Granada, en recuerdo a nuestro amigo y compañero Juan Laguna. 20/12/2020

 Imagen tomada de Ideal de Granada.

La  Comunidad Cristiana Popular de San Ildefonso, en nombre de las CCP de Granada, (no pudimos ser más por motivos de la pandemia), nos hemos reunido en la mañana de hoy 20 de diciembre, con Marisa Acedo, miembro de nuestra comunidad y su familia,  compañera de Juan, para acompañarla, y sentir juntas y sobre todo AGRADECER juntas la presencia de Juan en nuestras vidas.

Hemos comenzado con un rato de Silencio introducido por Rafa, su hijo y un artículo de los muchos que se han escrito en la prensa sobre el perfil profesional y humano de Juan.

lunes, 17 de agosto de 2020

CCP en Recuerdo y Gratitud de Pedro Casaldáliga. +8/8/2020

Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía en Recuerdo y Gratitud de Pedro Casaldáliga, el obispo de los pobres y testimonio de Vida y cristiano para la humanidad. 
Han sido numerosas las muestras de condolencia, recuerdo, artículos en numerosos medios y personas de diverso signo. El Vaticano y el Papa Francisco no han dicho casi nada y nos extraña mucho. Nos hubiera gustado leer unas palabras cariñosas, amorosas, sobre el bueno de Pere.¿Qué habrá detrás de ese silencio?

jueves, 13 de febrero de 2020

25 años sin Diamantino. Osuna 9 de Febrero de 2020.



Conferencia pronunciada en Osuna (Sevilla) el 9 de febrero de 2020 con motivo del 25 aniversario de la muerte de Diamantino García
                        Buenos días a todas y todos.
Deseo expresaros mi agradecimiento por la invitación a esta efemérides en que celebramos el 25 aniversario de la muerte de Diamantino García, que queremos convertir en un reconocimiento a su compromiso ético-evangélico por la justicia en defensa de los derechos humanos de los  jornaleros y jornaleras del campo de Andalucía en sintonía con las luchas de las y los jornaleros de otras latitudes, muy especialmente con el MST de Brasil.  
            Es este un recuerdo o, por mejor decir, una memoria subversiva, en palabras de Walter Benjamin y de Johann Baptist Metz, de Diamantino, porque subversiva fue su vida, como lo sigue siendo la memoria de las trabajadoras y los trabajadores de Andalucía, a quienes dignificó, y del mundo entero sometidos todavía a situaciones indignas de explotación por mor del modelo económico capitalista y  del sistema de democracia liberal, sometida al asedio del mercado.
            El tema sobre el que me habéis pedido hablar es “Religiones y derechos humanos, pero yo me he permitido reformularlo interrogativamente: “Las religiones, ¿contra los derechos humanos?” Explico por qué. 

lunes, 10 de junio de 2019

La parroquia de San Ildefonso de Granada, Jose Antonio Moreno, las CCP...en el nacimiento del movimiento Gay en Granada.

Desde las Comunidades Cristianas Populares de Granada, agradecemos y nos parece muy interesante este trabajo que publica Ideal, desde la perspectiva histórica del nacimiento del movimiento homosexual en la ciudad de Granada. Así como el reconocimiento expreso a José Antonio Moreno Rodriguez cura párroco de la Parroquia de San Ildefonso en los años 70 y 80, y su labor liberadora en la Comunidad Cristiana Popular y parroquial, en el barrio de San Ildefonso y en la sociedad granadina promoviendo todos los colectivos sociales, políticos y culturales en favor de los más desfavorecidos y empobrecidos.    

lunes, 28 de enero de 2019

De la Cruz al martillo. Documental sobre los "curas rojos" en Granada y Sevilla.

Varios miembros de las Comunidades Cristianas Populares de Granada asistimos al preestreno de este importante documental de recuperación de la memoria histórica, de tantas luchas, colectivos, proyectos, que los Cristian@s de base construímos en aquellos años, como también en estos. 
El documental se centra principalmente en los curas obreros de Granada y Sevilla, pero faltan muchos otros de diversas zonas de Andalucía y tantas personas, comunidades, parroquias, que también fueron agentes de trnasformación social y comunitaria en barrios, zonas rurales, espacios juveniles, sociopolíticos...y las mujeres. Enhorabuena a los que han elaborado tan magnífico y entrañable documento.

'De la cruz al martillo'. Ideal

El cura Diamantino García Acosta participó en la vendimia junto a jornaleros sevillanos del pueblo donde ejercía como sacerdote. (Vídeo: tráiler de la película). / IDEAL

Se unieron al pueblo y a los desfavorecidos durante el tardofranquismo y la transición, sufrieron la represión, la Iglesia les dio de lado, pero siguieron adelante. Un documental reivindica ahora su papel en Granada y Sevilla

DANIEL OLIVARES/CAROLINA PALMAGranada
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Cuando la misa acababa se quitaban la estola, el cíngulo y el alba, se ponían el mono de trabajo, salían de las iglesias y se mezclaban con el pueblo más desfavorecido para trabajar mano a mano con ellos. Cumplieron con aquello que el Evangelio cristiano demandaba: «El espíritu del Señor está sobre mí porque él me ungió para evangelizar a los pobres, me ha enviado a anunciar a los cautivos liberación y a los ciegos visión, a poner a los oprimidos en libertad, a proclamar el año de gracia del Señor» (Lucas 4,18-19). Renunciaron a su sueldo y se lanzaron a las calles para imitar la misión del profeta: llevar la buena noticia a los pobres y el anuncio gozoso de la libertad.
Les llamaron los curas obreros. Rompieron con la tradición del nacionalcatolicismo y, en plena dictadura de Franco, decidieron ir más allá de los dogmas de la Iglesia para ponerse del lado de los más necesitados. Represalias, cárcel y multas de hasta medio millón de pesetas –3.000 euros al cambio actual, una cantidad desorbitada para la época– fue el castigo para algunos de ellos. El documental 'De la cruz al martillo' rescata ahora, casi treinta años después, la memoria olvidada de unos sacerdotes que dieron el paso de trabajar por el pueblo, para el pueblo y junto a él.
Producido por Plano Katharsis, con la colaboración de Canal Sur, retrata el compromiso social adquirido en el tardofranquismo por esos curas obreros y algunas monjas, vinculados la gran mayoría a la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), que dejaron huella en los movimientos reivindicativos surgidos en los estertores de la dictadura y durante la transición, sobre todo en Andalucía. Granada y Sevilla centran la atención de este trabajo cuyo director de contenidos es el periodista Rafael Guerrero. «Era un documental necesario, imprescindible, una manera de hacer justicia con ellos. Había que reconocerlos antes de que dejaran de existir», cuenta Guerrero a IDEAL, donde trabajó en sus primeros años como periodista escribiendo numerosos reportajes sobre muchos de los actos protagonizados por los curas obreros y cuyo servicio de documentación ha colaborado en este trabajo recabando historias e imágenes de archivo.

Una deuda pendiente

«Se ha escrito e investigado poco sobre el tema, porque este movimiento de curas obreros comprometidos socialmente era como un grano molesto dentro de la Iglesia. Era un tema pendiente. La propia institución no se ha dedicado a reivindicarlo, y al ser ellos creyentes, el movimiento de oposición era principalmente el Partido Comunista, normalmente ateo y laico. Por eso, quedaron en un limbo, en terreno de nadie, abandonados por la Iglesia y por sus compañeros de viaje en el movimiento social, los comunistas», detalla Guerrero.
«El movimiento era un grano para la Iglesia, que les abandonó y nunca les ha reivindicado»RAFAEL GUERRERO, DIRECTOR DE CONTENIDOS DEL DOCUMENTAL
El movimiento de los curas obreros empezó en Francia, en plena ocupación nazi. Curas y comunistas unieron fuerzas en una unidad que acabó siendo conocida como 'La Misión'. Esta filosofía de dejar la sotana y unirse al pueblo en sus ocupaciones, problemas y luchas diarias se trasladó a los seminarios españoles durante los años 40 y, más, tarde, ya en los 60, a las calles. Se extendió durante veinte años y sus momentos más duros llegaron en el tardofranquismo y durante la transición política española. Se calcula que en España hubo unos 800 sacerdotes vinculados de algún modo a estos movimientos sociales.
'De la cruz al martillo' recoge los testimonios de muchos de los que participaron en dos grandes focos andaluces surgidos en Granada y en Sevilla. Pese a que han pasado varias décadas, en el caso granadino, todos continúan con vida. Alguno cuenta ya con 90 años. Y todos ellos estarán mañana viernes, a las 19.00 horas, en el Centro Lorca, para la presentación en del documental en el que son los protagonistas. «Va a ser una imagen histórica y emotiva. Creo que nunca se han reunido todos juntos en un mismo sitio», avanza Guerrero, que ha contado para este trabajo con el apoyo de José Antonio Torres y Pablo Coca.
Sus nombres son Antonio Quitián, Ángel Aguado y los hermanos José y Manuel Ganivet y Elías Alcalde, que comparten testimonio con la exmonja Encarnación Olmedo y con otros religiosos de la provincia de Sevilla como Enrique Priego y Esteban Tabares, el teólogo José María Castillo, la historiadora Basilisa López, el expresidente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Alfonso Alcaide, o Francisco Casero, del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).
«Me di cuenta de que había que cambiar las cosas, la sociedad tal como estaba», cuenta en la cinta Antonio Quitián. «Yo no quería ser monja de rezar y cosas de esas, quería estar cerca de la gente humilde y que pasaba necesidades», señala Encarnación Olmedo, que 'colgó' años más tarde el hábito para casarse con Ángel Aguado, quien hizo lo propio con la sotana. Eran jóvenes y decidieron abrazar una vida humilde para lanzarse a los barrios marginales y mezclarse con las reivindicaciones obreras.

La huelga de 1970

El paradigma fue la huelga de la construcción de 1970. Una manifestación recorrió las calles de Granada y acabó en tragedia. La policía, enviada por las autoridades que pidieron disolver la protesta, respondió con disparos al lanzamiento de piedras por parte de un grupo de manifestantes en la actual avenida de la Constitución. Murieron tres obreros:Antonio Huertas Remigio, Cristóbal Ibáñez Encinas y Manuel Sánchez Mesa. Un monolito les recuerda hoy día en la capital granadina. «Aquello costó sangre. Ellos estaban detrás y la prensa del régimen les puso de culpables de lo ocurrido», recuerda Guerrero. En 1970, año de aquella trágica huelga, José Ganivet, con 26 años, era coadjutor –ayudante de cura– y trabajaba también como encofrador para ganarse el sueldo. Era una albañil más del barrio de Cartuja. Estuvo en la manifestación y después volvió a la parroquia. No supo lo ocurrido hasta horas más tarde, cuando el padre Quitián le contó entre lágrimas que tres obreros habían muerto por los disparos.
Un lustro más tarde el desempleo azota Granada. Una encuesta publicada en IDEAL aporta datos sobre el paro, la pobreza y la marginación que atenazan a la barriada de la Paz. Las cifras son espeluznantes. Una columna de Rafael Martínez Miranda denuncia la situación que están viviendo los habitantes de esta zona de la ciudad: «Ante la situación económica se nos pide solidaridad social pero si un sistema económico, para funcionar bien, tiene que basarse en que los que menos tienen se aprieten el cinturón con frecuencia para que los que están mejor situados continúen en su prosperidad, es un sistema económico que no es justo, que no es humano» (IDEAL, 9 de abril de 1975). El día 29 de abril parados cansados de ser despreciados por las autoridades y de hacer asambleas en la iglesia de la Paz, acompañados de líderes sindicales y sociales –unas 90 personas en total–, deciden presentar sus reclamaciones ante la Casa Sindical. Les reciben, pero la actitud pasiva de las autoridades sindicales les lleva a tomar otras medidas. Se trasladan a los alrededores del Palacio Arzobispal. 35 trabajadores se encierran en la Curia. Entre ellos estaban los religiosos Antonio Quitián, Ángel Aguado y Miguel Heredia. Quitián llama por teléfono a la prensa y advierte del encierro. El entonces arzobispo Emilio Benavent se solidariza con los encerrados y advierte a la policía de que no podrán entrar a desalojarlos.
La reacción policial es impedir que les lleguen alimentos. El 1 de mayo amanece con dos encierros más de apoyo, uno en la Catedral y otro en la iglesia de San Isidro. Los encerrados en esta última iglesia son los primeros en ser desalojados. En la Catedral empiezan a mostrar síntomas de desnutrición. Al noveno día la policía irrumpe en la Curia. Los 35 trabajadores son esposados y puestos a disposición judicial. Muchos son detenidos.
Los sacerdotes fueron enviados a Carabanchel, donde se encerraba habitualmente a los presos políticos. Tras tres meses de estancia en prisión, fueron recluidos en la institución religiosa de las mercedarias en Cájar.
Huerta de la Virgencica, barriada de casas provisionales ya desaparecida.
Huerta de la Virgencica, barriada de casas provisionales ya desaparecida. / IDEAL

La Virgencica

Su lucha por los derechos laborales estuvo unida en paralelo a su desdén por ayudar a los excluidos por la sociedad. La Huerta de la Virgencica, un barrio levantado en el polígono de la Cartuja a finales del franquismo –ya desaparecido, donde hoy se levanta Albayda–, fue uno de las zonas donde más intensamente se involucraron. Las viviendas se construyeron con un fin provisional y sus condiciones eran insalubres. «No habían saneamientos, escuelas ni transporte público en ese entonces, y los niños se morían por falta de cuidados sanitarios», relata Rafael Guerrero. Lucharon «por las viviendas o para que llegara el autobús al barrio», relata Encarnación Olmedo en la cinta.
El paralelismo con situaciones actuales es inevitable, aunque las circunstancias, las políticas, sobre todo, son realmente distintas. Guerrero, considera que lucharon por «derechos que hoy en día parecen absurdos, pero de los que en ese tiempo allí no se gozaban». Por eso han hecho este documental, «para que, sobre todo, las nuevas generaciones sepan por lo que ha pasado España y conozcan la historia de gente que ha hecho un ejercicio de sacrificio personal en favor de los más desfavorecidos».

El Centro Lorca, escenario de un cálido homenaje a los curas obreros de la Transición. Ideal


Foto de familia de los curas obreros y creadores del documental antes de la proyección./RAMÓN L. PÉREZ
Foto de familia de los curas obreros y creadores del documental antes de la proyección. / RAMÓN L. PÉREZ

La proyección de 'De la cruz al martillo' llenó el auditorio del Centro Lorca, que aplaudió el film y participó en el coloquio posterior

EDUARDO TÉBAR GRANADA.
Descendieron del púlpito para remangarse con los de abajo. Abandonaron el refugio íntimo del oratorio para participar en el calvario estridente de los excluidos. Asumieron que el amor está en la calle, en el pueblo. Eran los curas obreros. Y no fueron pocos: en torno a 800 sacerdotes pelearon por las libertades desde el tardofranquismo hasta los primeros años de la democracia. Tiempos de contracultura: estos clérigos renunciaron a su salario oficial para vivir y trabajar con los más necesitados, pero ni la Iglesia ni los laicos de izquierdas aplaudieron el gesto. Al contrario, el nacionalcatolicismo respondió con represalias, cárcel y multas.
Maldecidos en su momento, varios de los protagonistas de esta historia fueron recibidos como héroes ayer por la tarde, entre aplausos y lágrimas, en la presentación del documental 'De la cruz al martillo', en el Centro Federico García Lorca, al que siguió un coloquio preñado de confesiones. No en vano, Granada fue, junto con Sevilla, uno de los bastiones que retrata con crudeza y ternura la película producida por Plano Katharsis con la participación de Canal Sur. Episodios como la huelga de la construcción de 1970 o el encierro en la Curia granadina en 1975, así como la creación del Sindicato de Obreros del Campo, además de diversos amotinamientos y ocupaciones de fincas a finales de los setenta y comienzos de los ochenta fueron objeto este viernes de sangrante recuerdo en primera persona.
«No queríamos vivir de la religión», decían en las páginas de IDEAL en 2005 -como bien rememora el filme- Antonio Quitián González, José y Manuel Ganivet Zarcos y Ángel Aguado Fajardo, cuando publicaron el libro 'Curas obreros en Granada', un objeto de culto ya descatalogado y por el que se pagan cantidades considerables en el mercado de segunda mano. La cinta que ayer pudo descubrir el público granadino recoge reflexiones emotivas de religiosos como Antonio Quitián, Ángel Aguado, los hermanos José y Manuel Ganivet, Elías Alcalde, Enrique Priego y Esteban Tabares, con la exmonja Encarnación Olmedo o el teólogo José María Castillo, a la vez que se deslizan los argumentos de los exdirigentes del PTE Isidoro Moreno y Francisco Casero, el expresidente nacional de la HOAC, Alfonso Alcaide, y la historiadora Basilisa López.
La rama granadina, que es la que abarca la primera parte del relato, contemplaba el resultado de la obra audiovisual 'De la cruz al martillo' en primera fila. Y el recinto, lleno, incluso hasta en la parte de arriba. Entre la audiencia congregada en el Lorca, abundancia de familiares, familia de familiares, amigos, curiosos, versos sueltos, personas a las que, aunque fuera de refilón, algo les toca esta epopeya ahora reconocida. «Se está haciendo justicia poética con ellos», murmuraba un grupo en la puerta de la Romanilla. «Estos hombres pasaron verdaderas fatigas con mis tíos y mis abuelos», comentaba Luis, uno de los asistentes, a IDEAL. «Poco ha cambiado la Iglesia. ¡O quizá se están poniendo peor las cosas!», señalaba Luisa. «Ni pecadores católicos ni más papistas que el Papa. Los curas obreros eran personas normales, como todos nosotros. Lo que ocurre es que ellos tuvieron que ser valientes para ser normales», remataba Juan, parafraseando a Caballero Bonald.

Cuidada producción

'De la cruz al martillo' es una producción dirigida por José Antonio Torres, encargado también del guion, con la dirección de contenidos a cargo de Rafael Guerrero, director del programa 'La memoria' en Canal Sur Radio y RAI, y realizado por Pablo Coca con música de Pablo Páez. Una indagación estremecedora. Sobre todo cuando la memoria hace clic a través de fotos en blanco y negro, recortes de prensa en sepia e imágenes de exclusión social grabadas en Super 8.
El movimiento de los curas obreros surge en la Segunda Guerra Mundial, en 1944. Como tantos otros signos de avance, el fenómeno brota en Francia. Los sacerdotes de la posguerra estaban, literalmente, en las antípodas de todo aquello. Resultan claves las figuras de Tomás Malagón y Guillermo Rovirosa, fundadores de la Hermandad Obrera de Acción Católica, que imparten a los seminaristas la asignatura de justicia y acción social. Ellos importan a España ese humanismo ético y espiritual ligado al pensamiento desarrollado del país galo. La premisa: la vida y la dignidad de cualquier trabajador, y de todo ser humano, estaba por encima de lo demás. Creían, por ejemplo, creían en el destino universal de los bienes y en el justo reparto de los recursos, por encima del derecho a la propiedad.
«La intuición genial de los curas obreros», barrunta el teólogo y exjesuita José María Castillo, «consiste en caer en la cuenta de que no bastaba con ayudar a los necesitados, sino compartir la vida con ellos». El granadino Manuel Ganivet, muy participativo en la película, sostenía que quería ser cura, «pero trabajando, no cobrando de cura sino viviendo de mi sueldo». Lo mismo que Antonio Quitián, al que despedían allá donde echaba jornadas cuando la empresa descubría su condición de religioso. Ganivet aireó más de una picardía: «Los capítulos que nos decían que no se podían leer eran los que leíamos primero». Una actitud, en parte, influida por el contacto de libros franceses como 'Francia, país de misión' y 'Diario de una misión obrera'.
Tachados de subversivos, los curas obreros iban a lo suyo. O sea, a lo de todos los desheredados. «No necesitábamos virgencitas, rosarios ni procesiones, sino soluciones para una vecindad que pasaba hambre», recalcaron ayer en el Lorca. Su pensamiento invertía el nacionalcatolicismo rampante: «Los valores del cristianismo podían casar con la clase obrera». Ante la disyuntiva de consensuar una postura sobre la propiedad privada y los medios de producción, optaron por el «comunitarismo». Y no fue fácil: «Los obreros veían a los sacerdotes como agentes del nacionalcatolicismo y, por tanto, guardianes del régimen». La mejilla de Ganivet se humedeció al recuperar los pasajes de la huelga de 1970. Tampoco eran conscientes de su carácter revolucionario: «No había nada sobre lo que hacíamos. La teoría la trajo luego la corriente latinoamericana». En cierto modo, tras cuarenta años de dolor, ayer cicatrizaron muchas heridas en Granada.
De Granada Hoy:

‘De la cruz al martillo’ recupera del olvido la figura de los ‘curas rojos’

  • Un documental recuerda la labor de un grupo de religiosos en La Virgencica
  • Los curas obreros tuvieron una fuerte presencia en Granada entre los sesenta y ochenta


Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental.Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental.
Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental. MIGUEL ÁNGEL MOLINA (EFE)


El documental De la cruz al martillo recupera del limbo del olvido a los curas obreros y jornaleros y su ejemplo de compromiso social, una corriente con fuerte presencia en Sevilla y Granada que en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta abandonó la sotana y el sueldo para estar con sus vecinos.
Querían ser parte de ese rebaño que sirve de metáfora en los evangelios católicos, pero prefirieron ser oveja y no pastor. Y además decidieron hacerlo en la España del siglo pasado, en unas décadas que exigían pelear por las libertades.

"NUNCA SE LES HA REIVINDICADO PORQUE NADARON CONTRACORRIENTE DENTRO DE LA IGLESIA", INDICA RAFAEL GUERRERO, DIRECTOR DE CONTENIDOS, GUION Y NARRACIÓN DEL DOCUMENTAL
Los curas obreros, los jornaleros, los "curas rojos" a los que parte de su jerarquía arrinconó, se convirtieron en aquellos años en un ejemplo de compromiso social, pero cayeron en un limbo de olvido del que ahora les saca un documental.
"Nunca se les ha reivindicado porque nadaron contracorriente dentro de la Iglesia, porque eran un grano molesto para la institución eclesial, una minoría", ha explicado aEfe Rafael Guerrero, director de contenidos, guion y narración del documental De la cruz al martillo.
Esta apuesta audiovisual participada por Canal Sur pretende sacar del olvido a un movimiento de curas, unos 800 en todo el país, que se despojó de las sotanas y de los sueldos para ir a la vendimia, trabajar los campos, encofrar, picar y edificar así una muestra de compromiso social.
"No estaban bien vistos por la organización; si no, habrían llegado a obispos, y tuvieron como compañeros de viaje a comunistas que tampoco los reivindicaron nunca porque los curas no militaban", ha resumido Guerrero.
El documental, que se presentará en concursos nacionales e internacionales para expiar las penas del olvido, acerca la labor que hicieron estos curas en la sierra sur de Sevilla y en el extinto barrio de La Virgencica de Granada que hoy es la zona Norte.
"Yo quería ser cura, no se me ocurría ser otra cosa, pero quería ser cura trabajando, no cobrando de cura", explica en el documental Esteban Tabares, empeñado en "vivir como vivía la gente".
El trabajo producido por Plano Katharsis toma como referencia a los curas jornaleros sevillanos liderados por Diamantino García junto a compañeros que "sufren, trabajan, lloran y ríen" con sus vecinos, y en un ámbito urbano a los curas obreros de Granada.
"Trabajaban en la Virgencica, el barrio más pobre de Granada, en el que no había clase social porque todos eran pobres y en el que los niños literalmente morían de hambre", recuerda Guerrero.
Aquellos curas granadinos liderados por Antonio Quitián, que ahora tiene 90 años, reivindicaron servicios públicos para su barrio, exigieron escuelas y consultorios y renunciaron a sus sueldos de sacerdotes para trabajar en la construcción.
Participaron en ocupaciones de fincas y en encierros, en la creación del Sindicato de Obreros del Campo y tuvieron un papel importante para impulsar CCOO, un sindicato entonces ilegal.
En junio de 1970, miles de trabajadores se atrevieron a movilizarse para exigir un convenio de la construcción, el más importante de España, en una jornada que en Granada se saldó con tres fallecidos por disparos de la policía para disolver una marcha en la que participaron curas como José Ganivet.
Cinco años después, un grupo de 35 trabajadores, entre ellos cinco curas de Granada, se encerró para denunciar "el altísimo índice de paro" y comenzar un pulso contra el franquismo.
"En ese grupo estaban los curas Antonio Quitián, que avisa a la prensa, Ángel Aguado y Pope Godoy, que pese al apoyo del arzobispo de entonces son detenidos cuando la policía entra a la curia y acaban en la cárcel de Carabanchel", ha recordado Guerrero.
Ya sin la cruz de otros tiempos, Quitián, Ángel Agudo, los hermanos Ganivet y otros curas obreros mantienen su compromiso social sin reivindicarse, algunos sin los hábitos que colgaron aburridos de una Iglesia que no les entendió y otros aferrados a su manera particular de oficiar misa.

martes, 1 de mayo de 2018

CCP-Granada exigiendo soluciones dignas para las personas sin hogar. 28-4-2018.

Varias personas de CCP (Loli, Pilar, Josep, Jara, Carlos, Ángel, Carmen, Paco, Isa, Domingo...) participamos en esta CONCENTRACIÓN el Sábado 28 de Abril. Plaza del Carmen. 12.00h. La calle mata. En recuerdo de Adrian Solin Ichin. Quinta persona sin hogar muerta en la calle en este último año, por dejación de las administraciones públicas a las que exigimos soluciones urgentes y eficaces Ya.
Convoca: Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y Primero Vivienda.



Dignidad y soluciones eficaces para las Personas Sin Hogar en Granada. Cinco muertes en un año: Vergüenza

De nuevo una tragedia conmociona nuestra ciudad: Adrian-Sorín Ichim, un chico de 27 años que se encontraba en un contenedor de cartón ha sido aplastado en la planta de reciclaje. De nuevo se trata de una persona sin hogar que había pedido plaza en el albergue el mes pasado y después de seis días lo devolvieron a la calle. En este caso las circunstancias son especialmente llamativas, pero es la quinta persona sin hogar que muere en apenas unos meses. Antes que él fueron Chema, Joaquín, Teresa y Farid. En todos los casos la causa última fue la misma: la exclusión social y las duras condiciones en las que sobreviven todas estas personas.

En Granada se calcula que hay más de doscientas personas sin hogar. Muchas llegan a esa situación porque han perdido su trabajo, porque se han separado de su familia, porque han vivido demasiadas situaciones traumáticas o muy estresantes… Algunos tienen enfermedades mentales que son causa y consecuencia de esta exclusión.

Duermen en cajeros de los bancos, en soportales, bajo un puente de la autovía, en los bancos de las plazas o simplemente en la acera. Nos los cruzamos todos los días. Durante el día van a alguna asociación, a los comedores sociales, deambulan de un sitio para otro buscando en las calles o plazas un lugar donde estar. A veces la policía nos les permite sentarse en algunos sitios porque dan un mal aspecto a la ciudad. Soportan el frío, el calor o la lluvia, pero también muchas veces el insulto, el desprecio, la agresión e incluso la violencia de otras personas. Se sienten excluidas, abandonadas, ignoradas…

Pero a pesar de ello, siguen siendo personas con dignidad y derechos. Siguen siendo parte de nuestra sociedad. Las administraciones, especialmente los ayuntamientos, tienen una responsabilidad en la atención a estas personas. Pero también el resto de la sociedad y de sus instituciones la tienen. Algunos podrán pensar en esconderlos (tal vez incluso eliminarlos), pero queramos o no son parte de nosotros, de nuestras ciudades, son consecuencia también de nuestras sociedades. Queramos o no están ahí. Son también hijos e hijas, madres, maridos, hermanos… son personas.

Es cierto que es un problema complejo, cuyas soluciones en último término también lo son. Pero también es cierto que se puede hacer mucho más en lo inmediato, en la atención y la acogida, y en el largo plazo, en la mejora de sus condiciones de vida y sus expectativas. Las políticas actuales han apostado en muchas ocasiones por tratar de ignorarlos. Hacer como si no estuvieran. Los países que han podido solucionar este problema lo han hecho con medidas preventivas y a largo plazo, como impedir los desahucios, construir viviendas públicas, alquileres sociales baratos y otras medidas de este tipo.

En los últimos años es cierto que se ha hecho un esfuerzo por intentar mejorar y coordinar las políticas. Pero las reuniones, comisiones, planes y proyectos acaban derivando muchas veces en una burocratización y en pocas soluciones prácticas. A veces puede ser algo tan sencillo como un lugar donde cobijarse durante la noche sin muchas exigencias. En Granada existen dos albergues (uno masculino y otro femenino), pero solo pueden acoger a unas 70 u 80 personas. En la época de frío, durante solo tres meses, se ha abierto otro centro donde pueden pasar la noche sentados en sillas (solo hay 8 sillones), pero no solo cerró el 21 de marzo, sino que ni siquiera se les permite tumbarse en el suelo para dormir. Además de que las plazas son insuficientes, a los pocos días o al poco tiempo (según los casos), tienen que volver a la calle.
 
Algunas personas no quieren ir a los albergues porque tienen normas que no les gustan o que, en su situación, simplemente son imposibles: no pueden entrar si han bebido, no pueden llevar sus pertenencias, tienen que dejar a su pareja o abandonar a su mascota. Puede parecer lógico a ojos de quien no vive esas situaciones, pero no para quien lo ha perdido todo y se encuentra en unas circunstancias desesperadas. Además, cuando después de cinco o seis días como máximo han de abandonar el albergue, suelen encontrarse que su sitio en el cajero, en la plaza o en soportal donde solían dormir ya está ocupado por otra persona. No están en la calle porque quieren o ellos deciden sino porque los requisitos de los recursos que se les ofrecen le obligan a ello.

Las consecuencias de esta vida tan dura, además de la degradación que todos vemos y nos causa rechazo, es la de una muerte prematura. Chema, Joaquín, Teresa, Farid y Adrian-Serín Ichim habrían querido una vida mejor. Muchos de ellos sueñan con una vivienda. Otros ni siquiera sueñan…

Nos gustaría que nuestra sociedad aprendiera a verlos como personas. Como tales, tienen derechos y los necesitan probablemente más que muchos de nosotros. Como sociedad, además, tenemos una responsabilidad que no podemos evitar por más que nos empeñemos en no verlos o en ocultarlos. Exigimos a las administraciones públicas y entidades sociales que cumplan con su responsabilidad. Soluciones dignas, urgentes y eficaces Ya.

Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y Primero Vivienda
Granada 25 de Abril de 2018.