miércoles, 2 de agosto de 2017

CCP de Granada y Andalucía junto a 20 asociaciones, contra los nuevos CIEs. 25 de Julio de 2017.


COMUNICADO CONTRA NUEVOS CIEs

Expresamos nuestro absoluto rechazo al anuncio de proyecto de construcción de un Centro de Internamiento de Extranjero (CIE) en la provincia de Granada realizado por el delegado de gobierno en Andalucía Antonio Sanz el pasado 10 de Julio de 2017.

Las organizaciones abajo firmantes nos oponemos al anuncio del delegado del gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, de construir Centros de Internamiento de Extranjeros en Granada y Almería. Consideramos que las medidas a tomar ante la llegada de personas migrantes no deben ser represivas, sino solidarias y de acogida.

 Los Centros de Internamiento de Extranjeros son espacios que, aunque no tienen carácter penitenciario, funcionan como auténticas cárceles cuyo objetivo es facilitar la expulsión de personas extranjeras en situación administrativa irregular. Dicho objetivo no se cumple ya que, según datos del propio Ministerio del Interior, el 71% de los internos no son expulsados, por lo que estos centros incumplen su finalidad. De hecho, si lo que se persigue es la localización de una persona, podría realizarse de forma respetuosa con los derechos humanos (pisos de localización, retirada del pasaporte, presentaciones periódicas, etc.).

 Esta situación de privación de la libertad de personas que no han cometido delito alguno por una falta administrativa vulnera la legislación nacional, internacional y los derechos humanos. Ha sido denunciada en multitud de ocasiones por el movimiento asociativo, entidades europeas, comisiones del Parlamento Europeo e instituciones españolas, así como por el Defensor del Pueblo y sus equivalentes autonómicos y por la propia Fiscalía General del Estado. 

 Las organizaciones firmantes nos mostramos en contra de la propia existencia de estos Centros de Internamiento de Extranjeros por ser un instrumento represivo de las políticas migratorias, innecesario, inútil y criminalizador, que priva de libertad a aquellas personas que no han podido obtener o renovar su permiso de residencia.

 Es por ello que, mientras seguimos trabajando para que los CIEs actualmente en funcionamiento se cierren, nos negamos a la construcción de nuevos centros de este tipo en el resto del estado, Málaga, Algeciras.... Anunciamos que nos opondremos con todas nuestras fuerzas a la construcción de dichos centros en Andalucía oriental y que exigiremos a todos los actores políticos que se posicionen ante este anuncio. También continuaremos el trabajo con la sociedad civil informando de las intenciones de las administraciones responsables.
 
 


Pro-Derechos Humanos de Andalucía, Acciónenred de Andalucía, Granada Acoge, Coordinadora Granadina de ONGDs, Anaquerando, Stop Represión, Iberoamérica Migrante, Alianza por la Solidaridad, Asociación Verdadera Colombia, UGT Granada, C.C.O.O Granada, Comunidades Cristianas Populares de Granada y Andalucía, CODENAF, Asociación AKIBA, Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz, Fundación Lestonnac Montaigne, C.G.T Costa Granada, Plataforma Ciudadana Zona Norte Granada, Médicos del Mundo,  Profesorado Solidario, Colectivo Teatreverías, Diapó con Africa, Solidaridad Andaluza y Asociación Paz con Dignidad.

jueves, 27 de julio de 2017

Deus sive natura. ¿Dios, es decir, la Conciencia?. Gonzalo Haya, (En Atrio 15 de Julio de 2017.)

           
 Es conocida la expresión del gran místico alemán Eckhart “Dios, es decir, la naturaleza” (Deus sive natura); pues bien, me pregunto si podríamos decir “Dios, es decir, la Conciencia”. Veamos cómo.
Reconocemos que Dios es “indecible”, pero la Humanidad le ha atribuido muchos nombres, y la misma Biblia ha empleado varios. Algunos, invocando a Wittgenstein, dicen que entonces sería mejor no decir nada sobre él; pero no hablar de una persona lleva al olvido y a prescindir de ella. Además, el joven enamorado escribe el nombre de la amada en todos los árboles del barrio, y el poeta, que no acaba de acertar con la palabra, no renuncia a reelaborar el poema.
Los nombres que hemos ido atribuyendo a Dios resaltan la característica que en ese momento nos afecta más.
Jesús concentró su experiencia de Dios con el término Padre”, especialmente en el padrenuestro y en la parábola del hijo pródigo. Ciertamente la imagen de Dios como Padre es la más entrañable y significativa para un cristiano, pero hoy, por los sentimientos que expresa, muchos la corrigen y la traducen como padre-madre.
Otro término empleado por Jesús para referirse a Dios fue el de “Espíritu”el que él recibió y el que comunicó a sus discípulos. Creo que presentar a Dios como Espíritu es más apropiado con nuestra cultura actual, porque la imagen de Dios como Padre nos sugiere una dualidad, incluso una distancia:”que estás en los cielos”.
La imagen de Dios como Espíritu me parece preferible porque no implica dos individualidades –Dios y nosotros– sino una energía que nos constituye a todas las personas (y a la naturaleza de Eckhart).
Nosotr@s no somos algo separable de Dios, porque él constituye el fundamento de nuestro ser. Sin él no existiríamos. Pensamos en Dios y el mundo como dos seres, pero no se trata de dos seres en sentido unívoco, sino de dos entidades en sentido muy, muy, muy distinto; (sentido análogo según santo Tomás de Aquino). Dios no es una entidad individual, es una entidad personal, pero no individual o separada de todo lo demás. El lenguaje conceptual sobre Dios nunca es adecuado, porque no es unívoco. Al afirmar algo sobre Dios, tenemos siempre que añadir “pero no es así”.
El lenguaje sobre Dios tiene que contentarse con ser simbólico. ¿Podríamos decir, en términos de la física cuántica, que Dios sería como la onda y nosotros como el corpúsculo? La experiencia de los místicos, sufí, cristianos, y universal, tiende a la identificación del hombre con Dios, “la ola es el mar” (Willigis Jäger). Nuestros místicos, ¡en tiempos de Inquisición!, hablaron de “matrimonio espiritual”, pero según la misma Escritura “serán dos en una sola carne”.
La conciencia como experiencia de Dios
Se atribuye al reconocido teólogo jesuita Karl Rahner la predicción de que “el cristiano del siglo XXI sería místico o no sería”que la fe sería experiencia de Dios o se perderíaYo, cristiano del siglo XXI, no me atrevo a decir que haya tenido alguna experiencia de Dios; sin embargo, creo que puedo afirmar -y todos, más o menos, podemos afirmar- que hemos tenido alguna experiencia de algo trascendente.
Experimento como injusticia el que muchos sufren hambre, enfermedades, humillaciones, muerte, o torturas, por la ambición y la soberbia de unos pocos; y he sentido un deber, superior a mis intereses personales (¿imperativo categórico?), de hacer algo por restablecer la justicia y la dignidad de esas personas. Todas las religiones, igual que los que se declaran ateos, sintetizan su experiencia ética en la “Regla de oro”: “trata a los demás como deseas que te traten a ti”.
            La conciencia ética es la experiencia más común de un contacto con lo trascendente, una manifestación de la presencia de Dios Espíritu en todos nosotros. Esta idea quizás nos choque porque cambia el esquema radical en blanco y negro que tenemos sobre estar en gracia o en pecado mortal. Sin embargo, este esquema de presencia de Dios más o menos intensa, más o menos manifiesta, parece más acorde con la alabanza de Jesús a aquel letrado, “no estás lejos del “Reino de Dios” (Mc 12,34); y más acorde con el ambiguo diálogo sobre el camello y el ojo de la aguja y sobre quiénes se salvan (Mc 10,23-27); y claramente más acorde con la parábola del juicio final: “porque tuve hambre y me disteis de comer” (Mt 25,31-46).
La conciencia es una señal de la presencia de Dios Espíritu. Según Lucas, los primeros diáconos fueron elegidos entre “hombres llenos de Espíritu y de sabiduría” (Hch 6,3); la sabiduría era la señal específica en que se manifestaba el Espíritu. Igualmente, en nosotros, la conciencia de la justicia o injusticia es la señal en que se manifiesta la presencia del Espíritu. Dios, el Espíritu, está presente en mí y se manifiesta como conciencia.
Esta conciencia es algo que está en mí, en ti, y en todos; en Caín y en Teresa de Calcuta; en Confucio y en la Revolución francesa; algo que nos penetra y que nos desborda; algo individual pero común a tod@s, y cuya superioridad respetuosamente nos obliga.
La experiencia ética es la única experiencia de Dios que yo puedo alegar. Sé que esta experiencia ha sido posible porque en determinados momentos se han activado ciertos circuitos neuronales; sin esta activación no habría sentido ni la injusticia ni mi obligación, pero no creo que estos circuitos neuronales puedan obligar a nadie a renunciar a sus intereses en beneficio de otros. Creo que el amor, la justicia, la dignidad humana, son algo más que procesos físico-químícos. “La poesía es más que la tinta con que está escrita”.
Si la conciencia ética es un signo de la presencia de Dios, tendría sentido decir que uno de los nombres de Dios podría ser la Conciencia. Juan no duda en afirmar que Dios es amor. ¿Sería erróneo afirmar, en lenguaje simbólico, que Dios es la Conciencia universal? Es verdad que, como siempre, habría que añadir “pero tampoco es así”, o como reconocía el concilio Lateranense IV “lo que hemos dicho aquí sobre Dios tiene más de erróneo que de acertado”.
Los muchos nombres de Dios son destellos de su realidad inabarcable y, al mismo tiempo, expresiones de nuestras ansias por contemplarlas.
Algunos pensarán que he manipulado conceptos y metáforas para “salirme con la mía”. Puede ser, pero “la mía” es que tengo amigos que se declaran ateos o agnósticos y que me han enseñado mucho. Esos ateos son éticamente honrados (que no es poco) y han asumido un claro compromiso social, y creo que es justo reconocer:
“Ernesto (nombre ficticio), que se proclama ateo,
es un hombre lleno de Dios y de conciencia ética”.

viernes, 21 de julio de 2017

Los símbolos del obispo-poeta, Pedro Casaldáliga. Jose Manuel Vidal. 17/07/17. Periodista digital.


Casaldáliga en su rincón favorito

Su casa, de tejado de uralita, no se distingue de las demás en nada

Los símbolos del obispo-poeta, Pedro Casaldáliga

Su catedral es una sencilla iglesia, con el mural de la liberación de Maximino Cerezo

José Manuel Vidal, 17 de julio de 2017 a las 10:53
 Su mitra, un sombrero sertanejo; su báculo, un remo; su anillo, de tucum. Nunca utilizó los 'arreos' episcopales clásicos
EL Cristo mártir de Cerezo/>

EL Cristo mártir de Cerezo

  • Casaldáliga y la señora Deolice
  • Gorras de Casaldáliga
  • Techo de uralita en la casa de Casaldáliga
  • Pared de la casa de Casaldáliga
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  • La catedral de Casaldáliga
  • Fachada de la catedral de Casaldáliga
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(José M. Vidal, Sao Felix do Araguaia).- Como buen poeta y artista consumado, Don Pedro Casaldáliga vive rodeado de símbolos. Sencillos, pobres y austeros, como él, pero siempre bellos. Desde su casa, repleta de recuerdos, a su catedral, decorada por Cerezo, pasando por su capilla o sus objetos más cotidianos.
Este obispo siempre vivió como su gente. De hecho, no quiso tener nevera, cocina de gas o teléfono hasta que no lo tuvieron la mayoría de sus fieles. Y por supuesto, nada de palacio. Su casa, en el número 1310 de la Avenida Governador José Fragelli de Sao Felix no se distingue de las demás. Rectangular, con un tejado a dos aguas cubierto de uralita, revocada y pintada de color ocre y con un pequeño porche adosado.
Delante de la casa, un trocito de césped, con un cactus, varias plantas de aloe-vera, un arbusto, una enredadera y un viejo tronco seco y quemado, recuerdo de las famosas quemas de campos, para desforestar la selva, que siguen llenando el cielo de nubes en este época del año.
En el pequeño porche de entrada, tres macetas con plantas tropicales. Desde hace años, a la casa no se entra por la entrada principal, que solo la abre para ventilarla Doña Diolice, la señora que cuida de la casa y de la cocina de Pedro. Su segunda madre, que le mima tanto, que hasta aprendió a hacer tortilla española para su obispo.
La entrada es por la parte lateral y da directamente a la cocina. El interior de la casa no tiene techo. Se ven las uralitas viejas y humedecidas, y el ladrillo sin revocar. Las paredes se alegran con los cuadros y recuerdos del obispo, colgados por todas partes, excepto en el rincón reservado a la cocina grande de butano.
Hay dos estanterías, para colocar los perolos y los platos de duralex, y un mantel de cuadros blancos y azules colgado en una pared, con bolsillitos, para colocar la cubertería. Una mesita para los cántaros del agua y otra, para los desayunos, con taburetes.
A la derecha de la puerta de entrada a la cocina, una mesita para el teléfono. A su lado, una foto de una mujer joven y guapa con un niño en brazos y la clásica cerámica con una frase: "Al entrar, Dios te bendiga. Al salir, Dios te acompañe". Y, en la puerta que da al patio, un cartel con la foto del Papa y una de sus frases: "Ninguna familia sin casa, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos". Los viejos lemas de Casaldáliga ahora retomados por el propio Papa de Roma.
La casa dispone asimismo de un saloncito, con las paredes tapizadas de recuerdos: las gorras de las distintas campañas reivindicativas, el cuadro de la Misa de los Quilombos, el Cristo y el Francisco de Asís de Maximino Cerezo, un cuadro de Neruda y otro de Chaplin, un remo parecido al que utilizó de báculo del día de su ordenación episcopal y un sombrero sertanejo, como el que usó de mitra. Porque este obispo nunca utilizó mitra ni báculo ni anillo.
El anillo dorado, que le mandó Pablo VI para su consagración episcopal, se lo regaló a su madre y él se puso (y lo sigue llevando desde entonces) un anillo de tucum (palmera), símbolo de la opresión de los indios.
En una estantería, hay cruces de colores, diccionarios y libros en catalán, pequeñas esculturas de madera y todo tipo de premios que recibió en todo el mundo a lo largo de su vida.
Su habitación y sus libros de cabecera
En la estancia contigua, su pequeña habitación, con una cama estrecha y un colchón con muchos años. Justo en la pared de al lado de la cama, la foto del mártir que le salvó la vida, Joao Bosco, y, encima de la cama, sus libros de cabecera en todos los sentidos. Sus preferidos, los que hojeaba y consultaba a menudo.
Repasarlos es como desvelar el secreto de sus fuentes. Hay libros de Ernesto Cardenal y de César Vallejo. Dos obras de González Faus, 'La Humanidad nueva' y 'Proyecto de hermano'; 'Símbolos de libertad' de José María Castillo; Mysterium Liberationis en dos volúmenes; El 'Jesús' de Schilleebeeck; el clásico de Galeano 'Las venas abiertas de América Latina'; 'Cristianismo y religiones' de Dupuis; 'Nuevo socialismo y cristianos de izquierda' de Rafael Díaz Salazar; 'Cristo libertador' de Jon Sobrino; o 'Los Herman os Karamazov' de Dostoyevsky.
Su vieja Lexikon 80, la máquina en la que escribió todos sus libros, homilías, discursos y poemas, se conserva en el archivo de la Prelatura, donde guardan la memoria del obispo de los pobres.
La parte superior de la estantería de su habitación está repleta de recuerdos, entre los que sobresale el crucifijo en forma de hoz y martillo del jesuita boliviano Espinal, que hizo famoso Evo Morales, al regalárselo al Papa Francisco, en su reciente visita al país andino.
En la otra habitación de la casa, una cama y un armario, en el que se conservan sus paramentos litúrgicos. El alba de las grandes ocasiones, dos estolas de colores, el cáliz, la patena y el copón de madera.
Con el tiempo, la casita sin revocar fue creciendo hacia la parte trasera, con un patio cubierto y abierto, que hace las veces de comedor y donde pasa la mayor parte del día Don Pedro, sentado en su silla baja, mientras las gente pulula a su alrededor, cada cual atento a sus quehaceres.
En el jardín trasero, la capilla, en forma de corazón abierto al mundo. Rodeada de plantas y de taburetes de madera entorno a un pequeño altar. Toda de ladrillo visto. En el frontal, el sagrario de colores. A la derecha, la Virgen. A la izquierda, una escultura de madera del mapa de Africa con esta leyenda: 'Crucificada'.
Al lado, un Cristo negro y debajo una cajita de hojalata, un tesoro. Al abrirla, aparecen dos reliquias: un trocito de sotana ensangrentada de monseñor Romero y un trocito de un hueso de Ignacio Ellacuría. Dos de sus mártires de la liberación. Sangre derramada por los pobres. Por debajo, un cesto con una Biblia abierta. Como si el pan de la Palabra floreciese con las sangre de los mártires.
Las catedral pintada por Cerezo
Desarma por su belleza sencilla. Por fuera, parece una iglesia típica de barrio, con una campana colgada al lado. Pero, ya de entrada, destaca un gran mural de azulejos de la Virgen de la Asunción, que ocupa la parte superior de la fachada. Y una puerta de madera, repleta de símbolos en cada uno de sus cuadrantes.
En uno de ellos, por ejemplo, aparece un remo y un hacha en forma de cruz, con el río debajo. En otro, el mate que toman los indios.
Al abrir la puerta, un bofetón de belleza, color y simbolismo de la espiritualidad de la liberación. Maximino Cerezo en todo su esplendor y su mural tantas veces visto, pero nunca admirado de cerca. En la parte superior, el Espíritu Santo en forma de paloma que cubre a los crucificados que portan la cruz hacia Cristo resucitado.
La procesión sale de las chozas. Está formada por una representación elegida de pobres: un indio, un negro, un campesino...Cargan con la cruz, pero con la confianza que les da el resplandor del Cristo resucitado, que se levanta por encima de las alambradas. Un mural, que resume a la perfección la vida de este obispo diferente, dedicado a las causas de los pobres, jugándose la vida por ellos, con ellos y como ellos.
En la parte posterior del mural y del altar de la 'catedral', la capilla ante la que rezaba, a menudo, Casaldáliga. Su pozo de Jacob, su remanso de paz, donde se encontraba a solas con su Dios, cargado con el llanto y el grito de los suyos. Quizás por eso, al lado del sagrario, Maximino Cerezo pintó está frase: "Yo soy el pan de vida". Y Casaldáliga lo sabe bien, no en vano se pasó la suya repartiéndolo a los preferidos del Señor.

Mis insignias episcopales
TU MITRA
será un sombrero de paja sartanejo;
el sol y la luna;
la lluvia y el sereno;
el pisar de los pobres con quien caminas
y el pisar glorioso de Cristo, el Señor.
TU BÁCULO
será la verdad del Evangelio
y la confianza de tu pueblo en ti.
TU ANILLO
será la fidelidad a la Nueva Alianza del Dios Liberador
y la fidelidad al pueblo de esta tierra.
No tendrás otro ESCUDO
que la fuerza de la Esperanza
y la liberdad de los hijos de Dios.
No usarás otros GUANTES
que el servicio del Amor.