lunes, 9 de noviembre de 2015

XVIII Encuentro andaluz CCP: ESPIRITUALIDAD Y POLÍTICA: DE LA BENEFICENCIA A LA JUSTICIA "Los Derechos se conquistan, se ejercen y se defienden".Torrox. 27- 29 Noviembre 2015

 
XVIII ENCUENTRO DE COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DE ANDALUCÍA
ESPIRITUALIDAD Y POLÍTICA: DE LA BENEFICENCIA A LA JUSTICIA
"Los Derechos se conquistan, se ejercen y se defienden".
del 27 al 29 de Noviembre 2015.
El Morche-Torrox-Málaga


Viernes, 27 de noviembre
16:30 Acogida, besos, achuchones y distribución de habitaciones
19:00 Presentación del encuentro
19:15 Espacio de reflexión:
“CCP. ¿Cristianos más allá de la iglesia?
21:00 cena
22:00 Presentación (lúdico-festiva) de las comunidades
Sábado, 28 de noviembre
09:00 Desayuno
10:00 Oración
10:15 Ponencia de José Arregui, Teólogo, que nos centrará el tema de este
encuentro desde el punto de vista cristiano.
14:00 Comida
17:00 Ponencia de Lore Corona, Trabajadora social, que nos centrará el tema de este
encuentro desde el punto de vista ético-social.
21:00 Cena
22:00 Fiesta participativa (compartiremos productos típicos de las zonas)
Domingo, 29 de noviembre
09:00 Desayuno
10:00 Espacio de reflexión:
Sobre la realidad actual de las migraciones
12:00 Eucaristía
14:00 Comida


Por correo electrónico en: xviii-andaluz@ccp.org.es
Por correo ordinario en: Jose Antonio Rojo. c/ La Cruz, 51 Cp 29200
Antequera (Málaga) Telefono: 617 696 124/952 700 419
Pago por transferencia o ingreso en cuenta en:
ES78 1491 0001 2420 7128 6211 de Triodos Bank
Precios:
- Pensión completa y Matrícula
-(mayores de 16 años): 85 €
- Sólo inscripción: 20 € (comida o cena suelta: 10 €)
- Niños: Hasta 10 años: no pagan; de 10 a 16 años: 50 €
De todas formas, hablad con la respectiva Coordinadora si tenéis algún
problema o consulta.
Habrá servicio de Guardería.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Ideología de género. José Arregui. Teólogo. 1-11-15

CCP- GRANADA CONTRA LOS CRÍMENES MACHISTAS DEL PATRIARCADO. 45 MUJERES MUERTAS POR SUS PAREJAS EN LO QUE VA DE AÑO, OCTUBRE 2015. Si esto fueran crímenes terroristas, las sociedad y el estado estaría en la calle todos los días, pero los criminales están dentro de las casas y de nuestras cabezas y no nos damos cuenta. 

IDEOLOGÍA DE GÉNERO. José Arregui. Teólogo. 1-11-15
La ideología de género se ha convertido en objeto preferente de denuncia por parte de algunos obispos. Entre ellos destaca Mons. Munilla, obispo de San Sebastián, que no duda en presentarla como “metástasis del marxismo”, para igual asombro de marxistas y no marxistas que saben algo del asunto. Ha sido diseñada, sostiene, para destruir la familia y arruinar el alma de Occidente. Y, citando a Santa Teresa que calificó de “tiempos recios” la época que le tocó vivir, llama a los cristianos a afrontar con ánimo martirial los tiempos actuales en los que son perseguidos el bien y la verdad y quienes los defienden.
Clarifiquemos los términos. Según la Organización Mundial de la Salud –lo puedes encontrar en Wikipedia–, el término “género”, que pone de los nervios a no pocos obispos, significa algo tan simple como “los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres”. ¿Será que también la OMS está afectada por esa perniciosa metástasis del marxismo? Seamos razonables.
Con el sexo se nace: soy hombre o mujer (aunque hay veces en que ni eso es tan claro); el género se construye, y depende en buena parte de lo que en una cultura determinada significa “ser hombre”, “ser mujer”. En cuanto a la “identidad de género” (me siento varón o mujer), depende tanto del sexo como del género, así como también de ese mundo insondable de nuestra psicología personal, maravillosa y frágil. El sexo es naturaleza y el género es cultura, pero existe una infinita red de interrelaciones entre ellas. No existen ni la pura naturaleza ni la pura cultura. Nada está cerrado. Todo está infinitamente abierto, y todo necesita cuidado, y un infinito respeto. Y siempre debemos empezar por acoger, más aun, por reconocer lo que es cada ser, cada persona, con su historia, su gracia, sus heridas. ¿Quién soy yo para dictar a nadie lo que debe ser, cómo debe sentirse o cómo debe amar, en nombre de una naturaleza cerrada que no existe, o en nombre de un “Dios” legislador exterior y patriarcal que tampoco existe?
El género –el papel culturalmente asignado al varón o a la mujer– se convierte en ideología perniciosa cuando establece relaciones de sumisión, y las religiones cargan con una grave responsabilidad histórica por ello. La ideología de género, como todas las ideologías, se halla siempre, consciente o inconscientemente, al servicio de una trama de intereses, y no pocas veces recurre a la religión para legitimarlos y legitimarse, para perpetuarse en el poder.
Basta, para ilustrarlo, con mencionar algunos textos bíblicos sobre la mujer. En el libro del Génesis, dice Dios a la mujer: “Tendrás ansia de tu marido y él te dominará”. No es Dios quien habla, sino quien lo escribió y la cultura patriarcal de la que depende: ideología de género. Contra lo que piensan quienes tanto la fustigan, la ideología de género no es un engendro de nuestros tiempos, matriz de todos los males de una sociedad hedonista, materialista y relativista, etc. Viene de muy lejos, y predomina en la Biblia. En el libro del Levítico se dice: “La mujer que conciba y dé a luz un varón quedará impura durante siete días, y si diera a luz una niña, quedará impura durante dos semanas, como cuando tiene la menstruación”. En el libro de Qohelet o Eclesiastés leemos estas terribles frases que me duele transcribir: “La mujer es más amarga que la muerte, porque es una trampa; su corazón es un lazo y sus brazos cadenas”. “Entre mil se puede encontrar un hombre cabal, pero mujer cabal, ni una entre todas”.
San Pablo, que escribió en la Carta a los Gálatas aquello tan innovador de que “en Cristo ya no hay distinción entre varón y mujer”, en la primera Carta a los Corintios escribe, sin embargo, que “la cabeza de la mujer es el varón” y que “no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón, ni fue creado el varón por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”, que, en consecuencia, “la mujer debe llevar sobre su cabeza una señal de sujeción” y que “no es decoroso que la mujer tome la palabra en la iglesia”. Y en la Carta a los Efesios, que no es de Pablo, se dice: “Mujeres, someteos a vuestros maridos”.
La mujer impura, la mujer tentadora, la mujer sometida. ¿Palabra de Dios? No. Pura y dura ideología de género, humillante para la mujer tratada como inferior, degradante para el varón convertido en déspota. Liberar al Espíritu de la prisión de esa letra bíblica es la única manera de ser fieles a la Biblia. Seguir aferrados a “lo que está escrito” hace miles de años es seguir ahogando la vida. Es lo que hizo, por ejemplo, San Pío XI cuando, en 1930, condenó a quienes ponían en tela de juicio la “obediencia de la mujer al marido” o defendían que las mujeres pudiesen “tener libremente sus propios negocios”. Ideología de género con argumentos “teológicos”. El daño que ha hecho y sigue haciendo a la mujer, al homosexual, al transexual, al bisexual…, tratados como pervertidos cuando no como perversos en nombre de la “naturaleza” o de “Dios”, es espantoso.
Hoy condenarían –sin saber lo que hacen– por ideología de género a Santa Teresa, que hace 500 años, y refiriéndose a los inquisidores, escribió en su Camino de Perfección (aunque luego, por precaución, lo borró hasta hacerlo ilegible, pero hoy se puede leer): “Como son hijos de Adán y, en fin, todos varones, no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa”. Lo que hacía justamente era denunciar su ideología de género. Y, por cierto, cuando Santa Teresa hablaba de “tiempos recios”, no hablaba de los enemigos de la fe y de la Iglesia, sino de los eclesiásticos inquisidores. La historia se repite.
No repitamos la historia. Seamos naturaleza viviente y creadora. Seamos Iglesia compañera, Iglesia liberadora, Iglesia sanadora. Iglesia de Jesús.

jueves, 29 de octubre de 2015

Tod@s Sant@s. Gracias por el Camino junt@s compartido..

En el día de tod@s l@s Sant@s: ¡Gracias por el lujo de haber compartido junt@s tantas Utopías y Esperanzas!. Con nuestro especial recuerdo a Manuela, Cati, Encarnita, Pilar y Miguel.

SOMOS LA VIDA, NO HAY LUGAR PARA EL TEMOR. (Pincha, si quieres leer más)
La Ola también es el Mar ....
"La vida no es algo que tenemos y podemos perder. SOMOS VIDA, y el engaño radical consiste en creernos separad@s o desgajad@s de ella. No somos un yo particular que tiene vida, somos LA VIDA que se expresa temporalmente en la forma de este yo particular".
http://www.enriquemartinezlozano.com/somos-la-vida-no-hay-lugar-para-el-temor/

GRACIAS A LA VIDA. de Violeta Parra, por Mercedes Sosa y Joan Baez:
Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me dio dos luceros que cuando los abro 
Perfecto distingo lo negro del blanco 
Y en el alto cielo su fondo estrellado 
Y en las multitudes el hombre que yo amo. 
Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado el sonido y el abedecedario 
Con él las palabras que pienso y declaro 
Madre amigo hermano y luz alumbrando, 
La ruta del alma del que estoy amando. 
Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado la marcha de mis pies cansados 
Con ellos anduve ciudades y charcos, 
Playas y desiertos montañas y llanos 
Y la casa tuya, tu calle y tu patio. 
Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me dio el corazón que agita su marco 
Cuando miro el fruto del cerebro humano, 
Cuando miro al bueno tan lejos del malo, 
Cuando miro al fondo de tus ojos claros. 
Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, 
Así yo distingo dicha de quebranto 
Los dos materiales que forman mi canto 
Y el canto de ustedes que es el mismo canto 
Y el canto de todos que es mi propio canto. 


" QUIERO HACER CONTIGO, LO QUE LA PRIMAVERA HACE CON LOS CEREZOS"



"CREEMOS EN LA UTOPÍA PORQUE LA REALIDAD NOS PARECE INCREÍBLE"



"¿HABRÁ VIDA ANTES DE LA MUERTE?"

Gracias por SER...
"LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MÁS"

"TODA VIDA ES ETERNA"

"¿Y SI LO SOBRE- NATURAL ESTUVIERA DENTRO DE LO NATURAL?"     
                 
Mt 5, 1-12
...Al decir tod@s, celebramos la Santidad (Dios), que se da en cada un@ de nosotr@s. No se trata de distinguir mejores y peores, sino de tomar conciencia de lo que hay de Dios en tod@s y dar gracias por ello.
...Si tomamos conciencia de que en Dios-Amor tod@s somos un@, comprenderemos que lo que cada un@ puede vivir de Dios-Amor, de alguna manera, lo viven tod@s y beneficia a tod@s.
... Dioa-Amor no nos ama porque somos buenos, sino porque Él es el amor y está en cada uno de nosotr@s.
...Las bienaventuranzas quieren decir que es preferible ser pobre, que ser rico opresor; es preferible llorar que hacer llorar al otro. Es preferible pasar hambre a ser la causa de que otros mueran de hambre porque les hemos negado el sustento. Dichosos, no por ser pobres, sino por no ser egoístas. Dichosos, no por ser oprimidos, sino por no oprimir. La clave sería: Las riquezas no son el valor supremo. El valor supremo es la  Persona. Hay que elegir el reino del poder o el Reino de Dios-Amor. Si elegimos el ámbito del dinero, habrá injusticia e inhumanidad. Si estamos en el ámbito de lo divino, habrá amor y humanidad.
...Si todo ser humano tiene un fondo impoluto (Dios-Amor), Dios tiene que amarnos precisamente por eso que ve en nosotros de sí mismo. No puede haber miedo a equivocarse. Todos son santos en su esencia, y eso es lo que se integra en Dios porque nunca ha estado separado de él.
Recordar a los difuntos entraña dar gracias a Dios por todos aquellos seres humanos que han hecho posible que nosotros seamos lo que somos hoy. 
...Yo no tengo que escalar ninguna cima inexpugnable, ni conseguir ninguna meta inalcanzable. Solo tengo que abandonar la dispersión en la que vivo y centrarme en lo que ya soy en lo hondo de mi ser. Fray Marcos.
Defender la ALEGRÍA es un acto REVOLUCIONARIO. Tod@s seguimos Caminando Junt@s. Gracias por vuestro ejemplo.

martes, 27 de octubre de 2015

¿Hacia una sociedad post-religiosa? Gonzalo Haya.



¿Hacia una sociedad post-religiosa?

Gonzalo Haya, 26-octubre-2015
            La Ecumenical Association of Third World Theologians (EATWOT) realizó en 2011 una Consulta Latinoamericana sobre Religión. La consulta se planteó ante una generalizada percepción “subliminar” de la religión como construcción humana que tanto podía ayudar como dificultar la relación con lo trascendente. Su propósito fue iniciar una reflexión teológica sobre la religión. La revista VOICES recogió en 2012 la contribución de varios teólogos latinoamericanos bajo el título Hacia un paradigma pos-religional.
            Realmente ¿se está universalizando una cultura que prescinde de la religión? Sí y no. La respuesta de los teólogos consultados induce a reflexionar y a matizar ese título.
En la imposibilidad de resumir un documento de quince teólogos con más de 300 páginas, y como un pequeño servicio para quienes no tengan oportunidad o tiempo de leerlo, recogeré aquí muy escuetamente las ideas que me han parecido de mayor interés respecto al nuevo paradigma y a su relación con la religión.

Hacia un paradigma

Mirando a la distancia de siglos, se pueden apreciar cambios muy significativos en los hábitos culturales de la humanidad, que nos permiten considerarlas como épocas con características, o paradigmas, diferentes.
Hay consenso en dos o tres grandes paradigmas civilizatorios; otros describen cinco. En los comienzos se puede apreciar un paradigma naturalista: los grupos nómadas veneraban a la naturaleza con temor y respeto (algo que de algún modo continúa en “las teologías indias y afros” Alejandro Ortiz). Al desarrollarse una agricultura sedentaria surgieron las religiones con sus dioses locales -posteriormente evolucionaron hacia el monoteísmo- que organizaron la sociedad mediante sus leyes divinas (creencias, preceptos y ritos). Este paradigma religioso se ha ido resquebrajando desde el Renacimiento y ha dado origen al paradigma humanista “moderno”, centrado en la razón, la filosofía y la ciencia, en el que el hombre y la sociedad civil han ido asumiendo su responsabilidad y se han emancipado de la tutela religiosa.
            En la actualidad ya es un tópico decir que estamos viviendo “no una época de cambios sino un cambio de época”; más difícil es precisar en qué consiste este paradigma naciente, cuál es la raíz que ha desencadenado ese cambio porque, mirando de cerca, los árboles no dejan ver el bosque. No obstante podemos señalar las característica que parecen más decisivas.
Quizás la característica más influyente sea el crecimiento exponencial de los conocimientos y su radicalidad que cuestiona –física y filosóficamente- la estabilidad de las leyes físicas mediante la constatación de la interrelacionalidad, la superación del dualismo sujeto-objeto, y la indeterminación cuántica, que desestabiliza el “cosmos” con el “kaos” subatómico. “El sujeto no es un ser definido de una vez por todas sino en constante devenir; es el resultado de sus relaciones. Es una afirmación de fundamental importancia, que lleva a la reformulación de conceptos clave, como el de verdad, el de identidad… la relación con los otros… con la naturaleza y el cosmos” (Luigi Schiavo).
Los avances de la investigación en arqueología, historia, psicología, sociología… han cuestionado igualmente la metafísica inmutabilidad de los conceptos y leyes sociales, y le han contrapuesto una diversidad de soluciones válidas para los problemas humanos. La experiencia personal y colectiva se ha rebelado contra la norma institucional.
Algunos sociólogos apuntan que la importancia que va adquiriendo la inteligencia artificial está llevando a la “tecnoesfera”, a que el hombre ceda su autonomía ante la máquina, hasta el punto de que un cohete inteligente decidirá por sí mismo a quién puede matar. Al menos ya se puede decir que la sociedad civil está cediendo su autonomía ante el dios mercado. La religión y la ética están suplantadas por la técnica “se debe hacer todo lo que se puede hacer”; se está relegando el sentido de la vida; el único valor reconocido es la eficiencia (R M Grácio das Neves).
Otra gran característica de nuestra época es la globalización. La multiplicación de las comunicaciones, físicas y virtuales, por una parte nos aporta nuevos conocimientos e interpretaciones que cuestionan la precariedad del pensamiento propio y nos abren al pluralismo; por otra parte somos incapaces de asimilar tal exceso de información y fácilmente caemos en el escepticismo o nos dejamos arrollar por un pensamiento único.

Pos-religional

             ¿De qué modo afecta este nuevo paradigma a las religiones? y ¿a quiénes afecta?
Ya hemos visto que el paradigma naturalista, o cósmico, pervive todavía en las teología indias y afros; que el paradigma religioso ha convivido varios siglos con el humanista; y que actualmente las religiones orientales compiten con el nuevo paradigma tecnocientífico. Cabe pues preguntarse a quiénes afecta este nuevo paradigma.
            Aunque no soy un experto, creo que afecta principalmente a los intelectuales en la cultura occidental, y que muchas de sus características se están difundiendo en un ambiente de estudios medios y superiores. En cuanto al pueblo más sencillo, de cultura básica, creo que se rige por su inteligencia emocional (ética o religiosa) más que por las complicadas explicaciones o normas científicas o religiosas; le basta con ser “buena gente”. “Se puede generalizar diciendo que en medio mundo la religión está en efervescencia y en el otro medio está en crisis… y los dos medios mundos están… mezclados” (EATWOT).
En cuanto al modo en que afecta a la religión, considero de mayor interés los artículos finales porque concretan las consecuencias prácticas de ese nuevo paradigma para la religión cristiana, y en particular para la católica. Lo referente al teísmo y a la no dualidad (Juan Diego Ortiz y obispo Spong) necesitaría un comentario aparte sobre los conceptos de trascendencia e inmanencia.
            La comisión teológica (EATWOT ) concluye que el paradigma pos-religional “continuará siendo religioso… en cuanto relacionado con la dimensión espiritual del ser humano y de la sociedad, aunque cambien las culturas y las épocas”, lo que supera es el modo actual de concebir las religiones agrarias. En este sentido enumera una serie de rasgos que pueden resumirse en que las religiones son construcciones humanas, no estamos sometidos a ellas, no son por naturaleza eternas, y no tienen el monopolio de la espiritualidad.
  • Luigi Schiavo considera que habrá que revisar conceptos clave como revelación, encarnación, y en general la cristología que ha suplantado al mensaje subversivo del Reino (aquello del dedo que señala a la luna). El fondo del problema está en que “a partir del nuevo paradigma relacional se entiende que no hay una verdad ya confeccionada y lista sino que existe un proceso colectivo y plural de búsqueda de la verdad”; en consecuencia debe darse prioridad a lo relacional sobre lo institucional, “preocupándose más por la fidelidad a los valores que por la historia de las definiciones y formulaciones doctrinarias”. En concreto hay que revisar los conceptos de jerarquía y magisterio (“la dictadura de la fidelidad doctrinal y del dogmatismo”), el patriarcalismo, y la misión (la inculturación del evangelio). Propone en cambio volver al evangelio y renovar su capacidad profética mediante la opción por los pobres.
  • Marià Corbí propone las líneas de un nuevo paradigma axiológico no sometido a ningún sistema de creencias, ni religioso ni laico, porque la religión es creación humana, no revelación divina. Este paradigma debe ser adecuado a una sociedad globalizada, y no puede ser exclusivo ni excluyente; debe recoger lo mejor de la sabiduría humana. Un paradigma axiológico adecuado a la sociedad en continua evolución de conocimientos, que interprete la realidad y regule los hábitos culturales como modos de sobrevivencia para la comunicación y el servicio mutuo; ofrecido sin imposiciones sino como “la mejor de las posibilidades humanas”.

Conclusiones

            En conclusión diría que la cultura intelectual de occidente, está desarrollando un nuevo paradigma hermenéutico de la realidad con consecuencias axiológicas sobre nuestra ética social, y que este paradigma cuestiona las religiones tradicionales (en cuanto a sus creencias, preceptos, ritos y jerarquías).
            Me pregunto si, desde el punto de vista cristiano, un paradigma cultural puede cuestionar la religión y la ética. El paradigma cultural se basa en la razón (con sus aciertos y sus deficiencias), y desde el punto de vista cristiano, la razón es obra de Dios desde la creación; por tanto es anterior a la religión en tiempo y en rango. Jesús cuestionó (Mc 11,14 y Jn 4,23 insinúan que derogó) su religión judía, cuya institución se atribuía directamente a Dios, pero revalorizó su espiritualidad; y esta espiritualidad coincide con el fondo de todas las religiones y de una ética humanitaria.
            En cambio cualquier paradigma cultural tiene que respetar una ética y una espiritualidad, porque son tan inherentes al hombre como la razón. Cada una de estas tres capacidades humanas presenta aciertos y desviaciones, por eso deben interrelacionarse para aproximarse al misterio de una realidad que nos supera. La razón, la ética y la espiritualidad juntas tienen que juzgar tanto a las religiones como a cualquier paradigma cultural. No podemos aceptar que un paradigma cultural nos conduzca a un pensamiento único, a un dios mercado o a un consumismo.

            Creo en definitiva que ese nuevo paradigma hermenéutico y axiológico debe inducir a las religiones (especialmente al judaísmo, cristianismo e islamismo) a flexibilizar su estructura y a potenciar la espiritualidad común. Jesús no impuso doctrinas, preceptos ni ritos; propuso un movimiento de fraternidad universal, que denominó como el Reinado de Dios.

domingo, 25 de octubre de 2015

¡QUE PUEDA VER!. La Celebración del sábado pasado. 24-10-2015.

Mc 10, 46-52
Meditación-contemplación
¿Qué quieres que haga por ti? –Maestro, que pueda ver.
Grita desde lo hondo de tu ser una y otra vez:
¡Que pueda ver! ¡Que pueda ver!...
Y pronto te responderán:
¡Pero si puedes ver! Sólo tienes que abrir los ojos.
………………
Nos han convencido de que para ver
Necesitamos que alguien me coloque unas gafas.
Absolutamente falso. El ojo interior está hecho para ver,
y tu verdadero ser está siempre iluminado.
………………
Descubre la causa de tu ceguera.
Abre bien los ojos y si hay algo que no te deje ver, apártalo.
Nadie tiene que traerte un candil o prestarte prismáticos.
Tu e-mail está lleno de basura y no cabe el verdadero mensaje.
…………………
Fray Marcos
El sábado pasado 24-10-15, comenzamos la Eucaristía con esta meditación.
Cantamos esta canción de Macaco y Chambao:

Compartimos lo que a cada un@ nos ayuda a VER. Celebramos el Otoño, la Paz-Visión que nos aporta la Comunidad...Y también cantamos la Canción preferida de Candela: http://canturreos.blogspot.com.es/2015/02/solo-le-pido-dios-leon-gieco.html

Así de apasionada la cantaba Candela:



NUEVOS PARADIGMAS: REINVENTAR LOS CREDOS. SPONG, UNA PROPUESTA PENDIENTE.

 EL OBISPO ANGLICANO SPONG UN REFORMADOR DE NUESTRO TIEMPO
En la historia del cristianismo ha existido un continuo vaivén entre la defensa de la ortodoxia doctrinal y disciplinar, por parte de la oficialidad de las iglesias, de los  que detentan  el poder en ese momento histórico, y la genialidad de personas singulares y grupos minoritarios que han propuesto reformas  a partir de los orígenes del cristianismo. La institución siempre defiende lo establecido. Se cree en la obligación exclusiva de guardar el depósito de la fe tradicional y oponerse al cambio, que siempre es un riesgo y una puerta a la inseguridad. Los reformadores, por el contrario, han propuesto cambios importantes, tanto en la doctrina, como en la organización de las iglesias, siguiendo las intenciones originarias. Pensemos en Teresa de Ávila, cuyo quinto centenario de su nacimiento estamos celebrando, y en Juan de la Cruz o Francisco de Asís. Y por otro lado en las personas que dieron origen a la reforma protestante, como Lutero y Calvino, por poner algunos ejemplos.
En 1517 el agustino Martin Lutero clavó sus 95 tesis en las puertas de la capilla de Wittenberg, como resumen de la reforma que proponía realizar en la Iglesia.  Este fue el inicio de la reforma protestante. De modo parecido el obispo anglicano  J. Sh. Spong publicaba, a finales del siglo pasado, en el boletín de la diócesis de Nework un manifiesto dirigido a todos los cristianos. Consistía en 12 tesis, resumen de la reforma que proponía a los principales responsables de las iglesias de todo el mundo, invitándoles a un debate sobre los temas expuestos.  Posteriormente estas tesis han sido publicadas en Internet. Esto ocurrió al poco tiempo de publicar su libro “Por qué el cristianismo tiene que cambiar o morir” (Ed. Abya Yala. Quito. Ecuador 2014) en 1998, en el que expone los temas enunciados en las 12 tesis, como manifiesto que llama a la Iglesia a una Nueva Reforma.
Es importante conocer el contenido de estas 12 tesis, porque resumen los temas que deben sufrir una seria y radical reforma en el cristianismo, según el obispo Spong.
1.- El teísmo como forma de definir a Dios, ha muerto. Dios ya no puede  pensarse, con credibilidad, como un ser, sobrenatural por su poder, que habita en el cielo, y está listo para intervenir en la historia humana periódicamente, e imponer su voluntad. Por esto, la mayor parte del lenguaje teológico actual sobre Dios carece de sentido, lo cual nos lleva a buscar una nueva forma de hablar de Dios
2,. Dado que Dios no puede pensarse ya en términos teísticos, no tiene sentido intentar entender a Jesús como la encarnación de una deidad teística. Por eso, la Cristología antigua está en bancarrota.
3.-La historia bíblica de una creación perfecta y acabada. Y la caída posterior de los seres humanos en el pecado, es una mitología pre-darwiniana y un sin sentido post-darwiniano.
4.- La concepción y el nacimiento virginales, entendidos literal y biológicamente, convierten a la divinidad de Cristo, tal como tradicionalmente se entiende, en imposible.
5.- Los relatos de milagros del Nuevo Testamento no se pueden interpretar, en un mundo posterior a Newton, como sucesos sobrenaturales realizados `por una divinidad encarnada.
6.- La interpretación de la Cruz como un sacrificio ofrecido a Dios por los pecados del mundo es una idea bárbara basada en conceptos primitivos de Dios,  y debe ser abandonada.
7.- La Resurrección es  una acción de Dios. Dios exaltó a Jesús a la significación de Dios. Por consiguiente no puede ser una resucitación física ocurrida dentro de la historia humana.
8.-El relato de la Ascensión supone un universo concebido en tres niveles y por eso no puede mantenerse, tal cual, en una época cuyos conceptos espaciales son posteriores a Copérnico.
9.- No hay una norma externa, objetiva y revelada, plasmada en una Escritura o sobre tablas de piedra. Cuya misión es regir en todo tiempo nuestra conducta ética.
10.- La  oración no puede ser una petición dirigida a una deidad teística para que actúe en la historia humana de una forma determinada.
11.-La esperanza de una vida después de la muerte se debe separar, de una vez por todas,  de una mentalidad de premio  o castigo, controladora de la conducta. Por consiguiente la Iglesia debe dejar de apoyarse en la culpa para motivar la conducta.
12.-  Todos los seres humanos llevan en sí la imagen de Dios y cada uno de ellos debe ser respetado por lo que es. Por consiguiente, ninguna caracterización externa, basada en la raza, la etnia, el sexo o la orientación sexual, puede usarse como base para ningún rechazo o discriminación.

Posteriormente, y a petición  de la revista Horizonte, ha expuesto en un artículo “Las doce tesis. Llamada a una nueva reforma” (Horizonte. Vol 13. No 37, Jan/Mar 2015, p 112-162) las razones para llamar al debate sobre las doce tesis. Artículo dirigido al mundo de habla hispana y para los cristianos de todo el mundo.
En esta misma línea reformadora hay que citar al jesuita Roger Lenaers, quien en su libro “Otro cristianismo es posible” (Ed. Abya Yala. Quito. Ecuador 2008) expone los temas que a su juicio deberían reformarse en la Iglesia y resumidos en el reciente artículo de la revista Horizonte, que lleva por título “¿Pueden cristianismo y modernidad caminar juntos? (Horizonte, Vol 13. No 37. Jan/Mar 2015, p.163-192) En él concluye con lo que considera la esencia del cristianismo:
“¿Qué es lo que queda después del monumento milenario católico, si uno abandona el Theos y de hecho se convierte en un fiel “a-teo”? No tenga duda: queda la esencia. Y esa esencia no es la definición del credo, no es un libro con palabras infalibles de Dios, no son los diez mandamientos, no es una jerarquía autocrática, no son los sacramentos y el sacerdocio, o la misa y los rituales de la liturgia, no es la oración de petición ni la obediencia a las reglas de la iglesia. Es la conciencia de que participamos en un cosmos que es la autoexpresión, continuamente en movimiento evolutivo, del Espíritu creativo que es Amor, junto con el deseo de movernos hacia ese Amor, siguiendo a Jesús, que conocemos como el eternamente vivo, porque es y era totalmente amoroso” (p.16)
Y en este horizonte hay que situar las llamadas del papa Francisco al cambio, a partir del Evangelio. Haciendo suyas las palabras del Vaticano II se manifiesta partidario de una reforma constante de la Iglesia  “El concilio Vaticano II presentó la conversión  eclesial como la apertura a una permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo: Toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad de su vocación… Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuento institución humana y terrena, tiene siempre necesidad” (Evangelii gaudium 26).
A esta necesidad de reforma responde el obispo anglicano con sus propuestas de debate. Pero no lo hace desde una inquietud intelectual, teórica, sino desde su situación personal de creyente, desde la honestidad con la fe cristiana. El primer capítulo de su libro, anteriormente citado, lo titula “Rezando el credo con honestidad”. Desde su confesión de creyente propone la necesaria reforma de la Iglesia. A semejanza de los grandes reformadores cristianos, muchos de ellos místicos, que sugieren la reforma de la Iglesia desde su profunda vivencia de Dios, el obispo anglicano expone la necesaria revisión de los artículos del credo de los Apóstoles.
“Por encima de todas las cosas, me defino a mí mismo como creyente. Soy verdaderamente un creyente apasionado. La suprema realidad en mi vida es Dios. Vivo en constante y casi mística consciencia de la presencia divina. A veces creo ser alguien que respira el aire de Dios o, tomando una imagen del Oriente alguien que nada en las profundidades infinitas del mar de Dios. Como el salmista de la antigüedad, tengo la sensación de que Dios me es ineludible. Soy lo que yo llamaría un ser humano intoxicado de Dios” (p 19)
En los siguientes capítulos va exponiendo el contenido de los doce conceptos que considera deben ser reformados: El teísmo y las nuevas imágenes de Dios; la figura de Jesús de Nazaret; el relato de la Creación-Redención-Resurrección y Ascensión: la oración como experiencia de encontrar a Dios; una nueva base de la ética; la vida eterna sin cielo ni infierno.  Para terminar en el último capítulo con una proclamación  de su credo, expresión de una nueva espiritualidad basada en la construcción de una vida íntegra, libre y plena, de acercamiento al misterio transcendente de Dios (p.202).

  • Creo que existe una Realidad trascendente presente en el corazón de la vida. A esta Realidad la llamo Dios.
  • Creo que esta Realidad tiene una tendencia hacia la vida y la plenitud, y que su presencia se experimenta como un llamado para ir más allá de nuestros límites humanos, frágiles y temerosos.
  • Creo que esta Realidad se encuentra en todo lo que existe, pero alcanza la auto conciencia y la capacidad de ser nombrado, compartido y reconocido solo en el ser humano.
  • Creo que el cielo, ese lugar con el que se ha identificado tradicionalmente esta Realidad, no es un lugar, sino un símbolo que representa el infinito del Ser mismo.
  • Creo que entramos a este estado celestial cada vez que rompemos las barreras que limitan la vida humana o devalúan la capacidad que tiene.
  • Creo en Jesús, llamado el Mesías o el Cristo.
  • Creo que esta Realidad trascendente se reveló en su vida con tal intensidad que causó que la gente se refiriera a él como el hijo de Dios, o el Hijo único de Dios. La intensidad abrasadora de Dios era tan real en él, que al ver su vida digo: En ti entiendo el significado de Dios, así que, para mí, tú eres el Señor y el Cristo.
  • Creo que ese Jesús era una presencia de Dios. una experiencia poderosa de la realidad de esa Base del Ser, que nos ciñe a todos con la profundidad de la vida.
  • Creo en ese regalo del Espíritu, que llamaron “el dador de vida”.
  • Creo que este Espíritu inevitablemente crea una comunidad de fe que, con el tiempo,  abrirá este mundo a Dios como  la verdadera Base de su vida y de su Ser.
  • Creo, por lo tanto,  que estar en contacto  con la Base del Ser crea la comunión universal de santos, el perdón de los pecados, la realidad de la resurrección y la puerta hacia la vida eterna.
Su ser creyente es el que le impulsa a  revisar el contenido de su fe y a proponer la reforma del Credo. Y ese mismo  ser creyente le conduce a formular de una manera nueva ese Credo como resumen de su fe. Así concluye esta reformulación:
“Antes que nada, soy y seré siempre un creyente. Me defino teológicamente como  un creyente que vive en el exilio. He vivido y he adorado como creyente.  Seguiré haciéndolo y siéndolo  hasta el día  en que muera. Cuando ese momento llegue, espero entrar  aún más profundamente en la realidad de Dios. en el que he vivido y me he movido y ha estado mi ser” (p 227).
La aportación del obispo Spong es digna de agradecimiento, No  es muy habitual que un jerarca de la Iglesia se atreva públicamente a plantear cuestiones tan fundamentales para la fe cristiana. No se trata evidentemente de echar por tierra una tradición de veinte siglos de existencia. Son propuestas a debate, a ser estudiadas por los teólogos y profundizadas en los grupos de reflexión. Es de una gran valentía y libertad de espíritu poner en interrogante afirmaciones intocables por la ortodoxia oficial de la Iglesia. Me parece de una gran importancia la invitación que nos hace el obispo a los cristianos, preocupados por nuestra fe, de debatir cuestiones tan fundamentales. Echamos en falta el tratamiento de algunas cuestiones como la figura de María mujer y madre de Jesús. Es una cuestión de gran calado en los círculos católicos y que el obispo apenas la trata. De todas formas es imprescindible tener en cuenta los descubrimientos de las ciencias a la hora de revisar los conceptos fundamentales de la fe cristiana. La fe no puede vivir de espaldas a la ciencia  en una época posmoderna y posreligional, como la que estamos viviendo. Nuestro más sincero agradecimiento al obispo por su valentía.
Jesús Gil García
Zaragoza, Octubre 2015