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domingo, 17 de abril de 2016

"Los Sinfron". 30 años de Vida. Parece que fue ayer...

¡30 AÑOS DE VIDA!
                                                                  A Rafa, Inma y José Manuel
A las Comunidades Eclesiales de Base de América latina.
A las Comunidades Cristianas Populares.

Hace 30 años un grupo de jóvenes, movidos por los valores de un tal Jesús de Nazaret, iniciamos lo que año más tarde sería la Comunidad Cristiana Popular “Sin Fronteras”, los “Sinfron” como cariñosamente nos denominaban. Mayormente jóvenes que finalizábamos nuestra etapa estudiantil en el Instituto y comenzábamos los estudios universitarios. Casi todos proveníamos de barrios obreros de Córdoba, de familias becadas con las que sus hijos pudiesen tener una formación adecuada para afrontar el futuro con dignidad. Durante los primeros años fuimos descubriendo que las Bienaventuranzas no eran un utópico mensaje irrealizable, sino un testamento cargado de humanidad, a modo de anticipo de la declaración universal de los derechos humanos.
Jesús, el gran profeta de su época, fue condenado a muerte por los poderes establecidos, por su vida comprometida con los más empobrecidos, despreciados y excluidos. Su opción de vida nos marcó el camino para conseguir un mundo donde reine la utopía, quedando magistralmente recogido en el pasaje del Evangelio de Mateo: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mt 25, 34-36). Una utopía no confundible con la falacia. La utopía es alcanzable, la falacia niega la vida y el mensaje de Jesús. Precisamente a lo largo de estos 2000 años de la era cristiana demasiadas personas de las que dicen seguir a Jesús de Nazaret, y lo que es aún más grave hablan y enseñan en su nombre, han tergiversado su vida haciéndonos creer que Jesús fue un simple “cordero sacrificado para expiar nuestros pecados”, lo que ha servido de discurso para ir vertebrando una institución eclesial a través de una casta sacerdotal cada más vertical, excluyente y que le da las espaldas al Evangelio. Una casta que la historia nos desvela que no le ha temblado la mano a la hora de matar, excomulgar, explotar, abusar… Recogieron el testigo de los sacerdotes del Templo de Jerusalén para enriquecerse y empoderarse llenándolo de cambistas, mercaderes y comerciantes, a los que Jesús se enfrentó acusándolos de haber convertido la casa de su Padre en una cueva de ladrones (Jn 2,16).
Los “Sinfron” aprendimos bien ese mensaje, ese estilo de vida, y pronto nos pusimos manos a la obra denunciando y comprometiéndonos con lo más cercano: nuestra tierra andaluza en la que más de un 30% de sus gentes está empobrecida a causa de una injusticia larvada a lo largo de los siglos y de una Administración pública que, después de 35 años, no ha desarrollado una suficiente política social que termine con esta lacra. Además de no olvidar la denuncia a una Jerarquía católica amante del dinero, de los grandes boatos y responsable de un nacionalcatolicismo que fue el sustento doctrinal de la etapa más cruel que hemos vivido en el siglo XX, el franquismo. Aún quedan todavía reminiscencias de ese tenebroso pasado cuando vemos las procesiones rodeadas de militares, armas, himnos nacionales y banderas rojas y gualdas. Recuerdo cuando a principios de los años 90 salíamos con nuestras pancartas y octavillas a denunciar tanta hipocresía que nada tienen que ver con los valores evangélicos.  Valores del Evangelio que si supo apreciar el Papa Juan XXIII a través del Concilio Vaticano II. En aquellos años fuimos el único colectivo que nos atrevimos a denunciar el omnímodo poder de la iglesia de Córdoba al poseer la segunda Caja de Ahorros de Andalucía, Cajasur. Como un pequeño David levantamos nuestra voz contra el Cabildo catedral de Córdoba, verdadero poder fáctico de la ciudad, que ejercía su poder absolutista  a modo de nobles feudales que hacían de Córdoba una ciudad medieval sometida a su señor.
Nuestra experiencia en América Latina, con las comunidades de Perú y el Salvador, nos hizo comprender aún más el verdadero espíritu evangélico de las mujeres y hombres de estas tierras hermanas, mostrándonos la cruda realidad de la historia de una América que no fue descubierta, sino invadida, saqueada, aniquilando sus culturas. Nos hicieron ver que el mal denominado descubrimiento de América nada tuvo que ver con un encuentro de civilizaciones sino con la imposición de la cristiandad, que se creía única y verdadera y que había puesto las bases, primero en España, expulsando y aniquilando a todo lo que fuese diferente: judíos, musulmanes, humanistas…; y, posteriormente en América, llegando a la aberración de hacer creer que las personas de esta tierra no tenían alma como denunció Fray Bartolomé de las Casas. La cruz convertida en espada, una vez más,  fue la gran estratagema para ir forjando un mundo al servicio de los que profanaban el nombre de Dios. Fueron estos/as hermanos/as los/as primeros/as en apadrinar nuestra comunidad, después serían las comunidades cristianas populares de Andalucía las que nos acogerían, brindándonos todo su cariño y apoyo. Los nombres de allá: Oscar  Romero, Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría, hermana Elvira, Gustavo Gutiérrez, Helder Cámara, hermana María Huarancca…, se irían mezclando con los de acá: Diamantino García Acosta, Pilar Traver, Pepe Castillo, Lorena, Ignacio Molina, Mari Luz, las mujeres y hombres de las comunidades cristianas populares de Andalucía y del resto del Estado, la Peri de Alicante, Lolina, Carmen García, religiosas en barrios, Enrique de Castro, Enrique M. Reguera, Julián Ríos…
Conforme pasaban los años nuestro compromiso iba creciendo, de catequistas de grupos parroquiales pasamos a educadores de calle de las zonas con mayor exclusión social, experiencia que nos condujo a organizar la ONG “Asociación de educadores Encuentro en la Calle”; nos implicamos con uno de los sectores más vulnerables de la mujer, la prostitución que degrada y estigmatiza; militamos muy activamente en la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, recogiendo el legado que nos ofreció Diamantino; formamos parte del Comité de Solidaridad con América Latina; trabajamos en el Consejo Local de la Juventud de Córdoba por una sociedad más participativa e igualitaria; nos implicamos en las cárceles repletas de personas procedentes de los barrios de exclusión social en las que continuamente se violan los derechos humanos; alzamos nuestra voz contra las leyes injustas que condenan al inmigrante a la ilegalidad, exclusión  y desprecio, lo que nos llevó a crear la Asociación Kala para acoger y ayudar a jóvenes inmigrantes sin papeles; rechazamos la institucionalización que sufren los/as niños/as retirados/as de sus familias por la Junta de Andalucía a causa del empobrecimiento social que padecen.
Llegó un momento en el que nos planteamos tener hijos/as y abrir nuestros propios hogares a los hijos de otras mujeres y otras culturas, sintiéndolos y amándolos como nuestros. Hoy son hombres  revestidos de dignidad y responsabilidad, lo que nos enriquece mutuamente. En nuestras casas también está el recuerdo de todos los que vivieron en ellas: Tito, Nöel, Juanito, Juanma R., Cheo, Susi, Rafalito, Ismael, Charli, Juanmita… Nos alegramos, nos abrazamos y nos sentimos cuando volvemos a vernos.
Este camino nos hizo madurar y sentirnos débiles. Una fragilidad que se concretaba sobre todo en el descubrimiento de nuestras carencias e imperfecciones, lagunas y defectos… Querer luchar por una sociedad más justa no implicaba que fuésemos los mejores y, mucho menos, los perfectos. En esta etapa de convulsiones, desapegos y alguna que otra ruptura conseguimos madurar para vivir con los pies en el suelo, el corazón a la izquierda y el alma de poeta, que sigue soñando y suspirando por un mundo donde, como decía Martín Luther King, llegue el día en que “aprendamos a vivir juntos como hermanos”. Hoy somos mujeres y hombres con nuestras profesiones, familias, compromisos e inquietudes. Mujeres y hombres que seguimos sintiendo y pensando en un mundo sin fronteras, en el que la justicia y la paz se vayan propagando como nuestro saludable aceite de oliva. Un mundo donde llamarse Mohammed o Manuel,  Samuel o Fátima, Florín o Indhira, Liberto o Abril sea sinónimo de riqueza cultural. Una tierra donde las diferentes etnias nos hablen de la riqueza genética. Una diversidad de lenguas, religiones, tradiciones…, armonizada como una gran orquesta sinfónica en la que de cada instrumento musical brota el milagro de conjugarse con los demás para conseguir el más sublime de los conciertos.
Hoy las casa de nuestros hijos se visten de diversidad, unas personas pueden ser africanas y otras europeas, unas personas pueden ser musulmanes o ateas y otras cristianas o agnósticas… Mañana nuestros nietos no estarán determinados por banderas y fronteras, su patria será el haber conseguido que los derechos humanos lleguen a cualquier rincón del planeta. Un mañana en el que ningún niño/a se muera por falta de alimentos o medicamentos, ninguna mujer sufra de ablaciones o malos tratos, ninguna persona sea considerada ilegal por venir de otro país, ningún hombre se sienta patriarca de su clan porque sólo habrá iguales, ninguna religión se creerá exclusiva y excluyente porque ya no modelarán a un dios a su imagen y semejanza. Un mundo donde el agua corra libre pata todas las personas, un mundo donde las energías sean alternativas y aseguren un futuro para la humanidad, un mundo donde la economía sea instrumento de una política basada en la equidad social.
30 años han sido como una semillita que ha germinado en un pequeñito árbol. Seguimos… Al menos todos los días lo regamos para que siga creciendo y, junto a otros muchos, formar ese maravilloso Edén aquí en la Tierra.
                                                           Córdoba, 10 de abril de 2016
                                                              Miguel Santiago Losada.   
Miembro de la Comunidad Cristiana Popular “Sin Fronteras” 
                             

lunes, 22 de febrero de 2016

Fe y Revolución NO son contradicción. En Gratitud y Recuerdo de Fernando Cardenal. Fallecido el 20/02/2016.

Fernando Cardenal compartió nuestra mesa común. Estas fotos están hechas en nuestro local  de CCP-Granada celebrando la eucaristía allá por los noventa.

Fernando Cardenal (Granada, 26 de enero de 1934 - Managua, 20 de febrero de 2016) fue un jesuita, en la línea de la teología de la liberación, y ministro de Educación durante el gobierno de la Revolución Popular Sandinista entre los años 1984 y 1990. Actualmente trabajaba como Director Nacional de Fe y Alegría Nicaragua y era hermano del poeta Ernesto Cardenal (1925-).


En 1980 estuvo al frente de la denominada Cruzada Nacional de Alfabetización, una campaña por la alfabetización en Nicaragua que logró enseñar las primeras letras a más de medio millón de personas y que permitió reducir el índice de analfabetismo, superior al 50 % en la época de la dictadura de Somoza, hasta un escaso 13 %. Esta tarea obtuvo el  premio de la medalla Nadezhda Krúpskayae de la Unesco en 1981.

El 4 de febrero de 1984 el papa Juan Pablo II suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio, a los sacerdotes Ernesto Cardenal (ministro de Cultura), Fernando Cardenal (ministro de Educación) y Miguel d'Escoto (ministro de Relaciones Exteriores), por estar adscritos a la teología de la liberación y por ejercer como ministros de la revolución sandinista. Ellos permanecieron en sus cargos, conscientes de su deber con los pobres y con su pueblo, y sabiendo que así estaban realmente sirviendo a la causa de su fe y del Reino de Dios. Treinta años después, el 4 de agosto de 2014, el papa Francisco levantó esa suspensión.

En Fernando, varias generaciones de jóvenes nicaragüenses, muchachas y muchachos, encontraron un guía para asumir un compromiso con Nicaragua, con los empobrecidos, y por su liberación. Fue, durante un tiempo, también Vicecoordinador de la Juventud Sandinista.
El compromiso, la vocación de servicio, la integridad a toda prueba, el amor a Nicaragua… caracterizaron a Fernando Cardenal durante toda su vida. Descanse en Paz…

En esta foto: Fernando Cardenal con Rafa Briones, Pepe Castillo, Juan Lanza, Antoñete, Pedro Gómez y Encarnita...  
  "A pesar de todas estas tristezas, soy un hombre de esperanza. El último capítulo de mis Memorias publicado hace dos años se llama: ESPERANZA. Para mí lo fundamental de ella es que creo profundamente en los jóvenes.

Trabajamos juntos en la lucha contra la Dictadura Somocista desde el Movimiento Cristiano Revolucionario. Entonces fui testigo directo de su entrega, su mística, su valor ante el peligro de ser asesinados (14 perdieron la vida). Luego fui también testigo directo de las maravillas de valor y compromiso, en algunos caso hasta el heroísmo, de los 60.000 jóvenes voluntarios que se fueron a las montañas en la Cruzada Nacional de Alfabetización. Y después trabajé 5 años con la Juventud Sandinista, la juventud de la revolución.

En estos tres escenarios encontré que los jóvenes tenían una fuerza interior muy grande y  una entrega sin límites para trabajar en todas las tareas en beneficio del pueblo. A mí no me cuentan cuentos. Yo estuve con ellos y ellas. Ellos son mi esperanza. Sólo hace falta que la sociedad les ofrezca una causa grande, noble, bella, si es difícil, mejor, y que al frente de ella haya personas con autoridad moral. “YO ESPERO QUE LOS JÓVENES REGRESEN A LAS CALLES A HACER HISTORIA"
Con Domingo, Carmen, Conchi, Pilar, Migue, Cati, Manuela, Mari Pepa, Ricardo, Mari Paz, Rosalía, Pili López...etc.

miércoles, 10 de febrero de 2016

21 Años sin Diamantino: "Convertirse es Vivir una Vida de Calidad".

CCP de Andalucía: 21 años sin Diamantino (9 de Febrero del 95).  Cura obrero. Párroco de los Corrales (Sevilla) Fundador del SOC (Sindicato de Obrer@s del Campo) y la APDH (Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía). Amigo, compañero, profeta, uno de los nuestros...Siempre en nuestra memoria. 

Iniciando hoy "La Cuaresma" reproducimos un escrito de Diamantino: "Convertirse es Vivir una Vida de Calidad". Cuaresma 1990.

CONVERTIRSE ES VIVIR UNA VIDA DE CALIDAD. Diamantino García.

CUARESMA DE LA ALEGRIA

La Pascua es el triunfo de la vida sobre la muerte. La Cuaresma no es solo preparación sino que es anticipo de la celebración de la vida. El primer anuncio de la Cuaresma es de ALEGRÍA. Cuaresma no tiene que ser sinónimo de mortificaciones y complejo de culpa.
Vivir en la negatividad es hasta blasfemia.
En lugar de mortificaciones,  VIVIFICACIONES.
En lugar de privarme de comer algo, INVITAR a alguien a comer.
En lugar de ahorrar para no gastar, poner a disposición de otro que lo necesite para así COMPARTIR.
En lugar de penitencias, CONVERSION.
En vez de imponerme la penitencia de no criticar a nadie,  proponerme el descubrir las cosas positivas de los demás.
En vez de proponerme el sacrificio de aguantar en silencio cuando hacen crítica de alguna actitud mía, hacer el propósito de escuchar las razones del otr@ poniéndome en su caso.
En vez de imponerme el sacrificio de no perder el tiempo viendo un programa de televisión, sacar tiempo para compartir en la casa de algún vecin@ un rato agradable.
En lugar de complejo de culpa, sentimiento de poseer la gracia de DIOS, que es la CREATIVIDAD.. Cambiar la actitud negativa de que tengo tantos defectos, tantas limitaciones y de que valgo tan poco..., por la actitud positiva de que soy una persona de suerte porque DIOS se ha empeñado en mí, porque conozco la esperanza evangélica, porque cuento con amigos-as realmente excelentes, porque cuento con un grupo, familia, que difícilmente se encuentra, etc… En cierto modo soy una privilegiad@ y por ello tengo que dar gracias a DIOS, a los otros. Estar content@, optimista. Sintiendo mucho más la gracia que la culpa.
En esta Cuaresma tenemos que hacer la traducción en positivo de la mortificación, del ayuno, del sufrimiento. Porque, el DIOS de la Vida que sacó a su  Hijo de la muerte, nos llama a todos a VIVIR. Cada victoria sobre nuestro egoísmo es ya una parte de Pascua.
En lugar de obsesionarme por la manía de mortificar mi hablar, mi pensar, mi actuar,... procurar trabajar por ser más libre, más espontánea. La libertad es más positiva que la mortificación. 
En lugar de .proponer ayunos, limosnas..., incitar a la solidaridad. Ya lo dice el Señor: …”el ayuno que yo quiero, que a mí me gusta, es visitar al huérfano y a la viuda y abrir tu carne al necesitado”. La solidaridad es la forma concreta hoy día de practicar la caridad. No busquemos sufrimientos artificiales para ser virtuosos, sino que compartamos solidariamente el sufrir de !os demás, para así ir superando todo sufrimiento.

CUARESMA DE VIDA

Si la Pascua es el triunfa de la Vida sobre la muerte, la Cuaresma es un anticipo de ese triunfo.Y la mejor manera de mostrar ese anticipo del triunfo de la Vida plena, es ya, ir llevando aquí una vida de calidad. La Conversión no es otra cosa que esforzarme por vivir una vida de calidad en un mundo de vidas tan superficiales, rutinarias, consumistas. Vivir una vida de calidad en esta saciedad, no es cosa fácil: es conflictivo. Incluso tenemos que pagar el precio de ser bichos raros, marginados. Nosotr@s, como creyentes,  podemos asumir la cruz de la conflictividad, de la marginación, siguiendo sin temor el camino que ya recorrió Jesús. En el sentido de vivir la cruz de la cuaresma, pero no una cruz que mata sino que vivifica.
En este sentido hemos de tener las cosas muy claras: No dejaremos de ser fieles por temor a “quemarnos”. En la conflictividad que asumimos, hemos de ser sencill@s pero no ingenu@s; prudentes pero no escurridiz@s. Hemos de discernir, como Jesús, los signos de los tiempos y del lugar, para actuar consecuentemente. Y en los momentos precisos, no guardaremos la vida, sino que podemos dar la cara.

CONVERTIRNOS AL AMOR Y A LA SOLIDARIDAD, ESA TIENE QUE SER NUESTRA CUARESMA.
La vida y la felicidad y la realización de toda persona honesta están en el amar, en el compartir, en el vivir con y para los demás. Con esto, no solo imitamos a Dios que se solidarizó con nosotros y se hizo pobre, marginado, perseguido, ejecutado; sino que hacemos presente a Dios en nuestra vida porque ÉL ES AMOR.
Vivir en solidaridad es calidad de vida, porque el otro es para ti, no un rival sino complemento, estímulo, fuente en tu propia personalidad.
El que no ama está muerto. Y es el egoísmo el que va matando en ti el amor, que es la auténtica vida. Es lo que llamamos crucificar el egoísmo y el individualismo, en sentido positivo, cultivando la solidaridad.
EN LA CUARESMA PODEMOS RENACER COMO MUJERES Y HOMBRES NUEV@S.
Nuestra fe, nuestra religiosidad, ha de estar avalada por el testimonio de una vida austera y desprendida. Buscando siempre la coherencia y la transparencia entre lo que pensamos y lo que vivimos. Es muy conveniente en este sentido que nos ayudemos de los demás, que busquemos la
corrección fraterna para huir de las desviaciones individuales, personalistas, obsesivas... Hemos de conjugar generosamente la ACCIÓN Y LA CONTEMPLACIÓN; la oración y la lucha por la justicia; la militancia y la acogida; el coraje y la ternura.
Orar es abrirse al SER; dejarse invadir por la presencia del SER. De este modo orar es:
CONTEMPLAR El Ser bueno, bello, verdadero.
AGRADECER: Todo lo creado. AMAR: porque ahí radica la FELICIDAD. Orar es dejarse interpelar por la PALABRA DE DIOS, que se ha hecho vida en cristo Jesús,

Orar es entrar en la profundidad de todo, porque ahí, en lo profundo encontramos a Dios. Lo mismo da que cantemos los salmos, que contemplemos el árbol, que meditemos un libro o que estemos cocinando…Dios está ahí, cuando sabemos llegar al fondo de las cosas. La Cuaresma es un tiempo muy propicio para ser profundos en la vida. Podemos evitar la dispersión, la superficialidad, las prisas, el activismo de tan escasos resultados…Porque con frecuencia, siempre nos falta tiempo. Sólo tenemos prisa. El orar nos parece con frecuencia una complicación más y una solemne pérdida de tiempo. Es cuestión de PACIFICARSE. Podemos DISFRUTAR DEL TIEMPO, de los trabajos, de las cosas. Es cuestión de relativizar y buscar prioridades ACEPTANDO LIMITACIONES. Es cuestión de organizarse. La Cuaresma, así tomada, nos puede ayudar a comprender que solo una cosa es necesaria: DIOS.

Diamantino García Acosta. Cura obrero. Párroco de los Corrales (Sevilla) Fundador del SOC (Sindicato de Obrer@s del Campo) y la APDH (Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía).  .
Cuaresma de 1990.
Carlos Cano: Diamantino y Verde, blanca y verde.
Lucía Sócam, JJ Téllez: A Diamantino García Acosta.

lunes, 20 de julio de 2015

Año 1975, salida de la cárcel de los curas obreros: Antonio Quitián, Angel Aguado y Pope Godoy por el encierro en la curia pidiendo más empleo.

En Granada, 1975, después de los asesinatos por la policía de los tres albañiles en la huelga de la construcción, el 21 de Julio de 1970, se convocó un encierro en la curia para pedir empleo. Fueron encarcelados muchos obreros y entre ellos los curas obreros Antonio Quitian, Ángel Aguado y Pope Godoy. Reproducimos aquí la entrevista que en aquel año hizo Antonio Ramos Espejo para la revista Triunfo, a su salida de la cárcel de Carabanchel. 




jueves, 2 de julio de 2015

La Misa Prohibida



La Prensa. Domingo. 2-Julio-2015
La misa prohibida
  • Hace cuarenta años, sobre piso de tierra y entre paredes de adobe, sonó por primera vez la Misa Campesina nicaragüense. La Iglesia y el Gobierno la consideraron herética, blasfema y peligrosa. Ambos la prohibieron. Ahora Carlos Mejía Godoy, su autor, pedirá al papa Francisco que levante ese veto
Y ahí estaban todos. Un sacerdote cabello blanco y barba tupida oficiaba la misa. Los campesinos anclaron sus botes y pangas alrededor de la isla. Resonaban los ritmos mazurcas, son nica, son de toros, el “miskitu” y cantaban cinco músicos al iniciar el rito: Vos sos el Dios de los pobres/ El Dios humano y sencillo/ El Dios que sufre en la calle/ El Dios del rostro curtido…
Una avioneta volaba sobre la iglesia de tejas, pero adentro no cesaba la Misa Campesina. Fue un domingo de Semana Santa, dice el poeta y escultor Ernesto Cardenal. En 1974 o 1975, recuerda impreciso Carlos Mejía Godoy, compositor y cantante de esta, junto al el grupo de músicos Los de Palacagüina. “Llegaron también espías del gobierno de Somoza y la avioneta seguía ahí, amenazándonos desde el aire, casi a punto de caer sobre nosotros”, evoca Ernesto Cardenal, el entonces cura que incluso asesoró junto con su hermano Fernando Cardenal, la creación de los versos para esta misa.
Llegó mucha gente ese día, dice Cardenal, de distintos lugares, pero en especial de San Carlos, “sobre todo los jóvenes”. “Estaban ahí todos los muchachos. Los futuros combatientes que se tomarían el cuartel de San Carlos más tarde: Felipe Peña, Alejandro Guevara, Laureano Mairena, Elvis Chavarría”.
Mejía Godoy terminó de dar forma a los estribillos en ese pedazo de tierra sobre las aguas del Gran Lago. “Solentiname fue el pequeño laboratorio donde fuimos armando este rompecabezas, ahí se cantó por vez primera la Misa Campesina”.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua, presidida en ese entonces por monseñor Manuel Salazar y Espinoza, reaccionó contra los cantos. El 9 de noviembre de 1976 decretó “la no aprobación de la Misa Campesina por considerarla un canto no litúrgico”, publicó la Iglesia en un comunicado, según se relata en la investigación Canto Popular de Nicaragua, de Francisco “Pancho” Cedeño, de pronta publicación, dice Roberto Sánchez, editor del texto.
El gran “pecado” de la Misa Campesina fue la osadía que Carlos Mejía Godoy imprimió en las letras, a juicio de Cardenal. “Parecía herética”, asegura, por poner a Dios como un trabajador de la calle. “Un Dios que suda, un Dios que es el Cristo trabajador. Y ese es el mismo Cristo, es el Jesús bíblico. Parece que fuera una extravagancia o una blasfemia, pero no, se habla del mismo Dios encarnado en hombre”, explica el poeta, quien en ese entonces escribió un texto explicativo para la Conferencia Episcopal defendiendo los textos. Nunca llegó una respuesta.
Ernesto Cardenal mientras oficiaba una de las misas  en la iglesia de Solentiname. Foto: Cortesía archivo personal de Ernesto Cardenal.
Ernesto Cardenal mientras oficiaba una de las misas
en la iglesia de Solentiname.
Foto: Cortesía archivo personal de Ernesto Cardenal.
Aun así, la prohibición permaneció. Carlos Mejía Godoy recuerda que el mismo Vaticano extendió un veto y también lo prohibió el Estado. De acuerdo con Ernesto Cardenal, también lo prohibió el arzobispo Miguel Obando y Bravo. “Y sigue prohibida hasta hoy”, reitera. Y aunque esos conflictos no detuvieron la expansión de los cantos que sonaron más tarde en Bolivia, Guatemala, Perú, España, Estados Unidos y muchos otros países, este año, Carlos Mejía, en el 40 aniversario de su creación, solicitará al papa Francisco una audiencia para que la Misa Campesina nicaragüense vuelva a sonar bajo los atrios de las iglesias.
PURO CORAZÓN NICA
En ese tiempo Carlos Mejía Godoy era ya un treintañero. Ya había grabado dos discos: Cantos a Flor de Pueblo y La Calle de en Medio . Ya había estudiado tres años para ser sacerdote en el Seminario Nacional. Y ya se había desencantado del cristianismo por la formación “monástica” con que se le había instruido desde niño.
El padre español José de la Jara, su profesor de Música en el seminario, le insistió para que participara en la creación de una misa popular nicaragüense al salir del seminario. “Por aquel tiempo se estaban haciendo misas nacionales en todas partes. Había salvadoreña, hondureña y el padre de la Jara creó la nicaragüense”, comenta Ernesto Cardenal. Esa misa no contó con la participación de Mejía Godoy, porque “en la conciencia aún no me sentía muy claro sobre mi posición como cristiano”, explica. “Yo solo le dije más adelantito, sin imaginarme que realmente así sería”.
La misa popular nicaragüense se empezó a cantar en todas las iglesias nicaragüenses desde el año 1968, apunta Roberto Sánchez, historiador. “El padre de la Jara había dejado su papel como docente para fundar la parroquia San Pablo Apóstol, de la Colonia 14 de Septiembre y se sacó un disco con estos cantos que contenían a un lado la misa y al otro lado los salmos de Ernesto Cardenal, cantados por William Agudelo”, dice el historiador.
“Él (padre José de la Jara) dio nacimiento a iglesias populares nicaragüenses y esa es la experiencia sobre la que trabajo yo, más tarde”, cuenta Godoy, quien vio un potencial movimiento de lucha por los pobres, que tuvo origen en los barrios orientales de Managua “y así sí me entusiasmo, esa misa me sirve de parámetro y empiezo a planear algo distinto, un poco más profundo”.
“Ese fue el principal antecedente de la Misa Campesina nicaragüense. La misa popular era tradicional, pero aun así, apuntaba a la identidad de Nicaragua”, explica Wilmor López, periodista e investigador de cultura, quien considera esa fue la base en que Carlos Mejía inició la composición y arreglo de 11 cantos destinados a acompañar la liturgia eclesial de Nicaragua.
“La diferencia con la misa popular quizás estaba en sus ritmos musicales y las letras de sus cantos. Esta incorporaba los instrumentos y los ritmos de las mazurcas, sones de toros, son nica, canciones con armonía de los cantos miskitos y nuevas creaciones, como el canto de meditación, conocido como Canto de los Pájaros , del leonés Pablo Martínez Téllez”, relata López. Pero el “salto de la liebre” que tuvo esta creación “fue tomar la palabra viva del evangelio en boca de campesinos y obreros”, afirma Mejía Godoy, quien se dio a la tarea de recopilar por más de un año, grabadora en mano por los cuatro puntos cardinales, lo que la gente entendía del evangelio.
“Cuando usted dice Cristo ten piedad, Cristo apiádate de nosotros, ¿qué piensa?”, le preguntaba Mejía Godoy a la gente. Cuenta que así, con esa curiosidad, se fue a la pastoral del norte, donde el párroco Gregorio Smutko, conocido de cariño como “Goyito”, le asignó a Anselmo Nixon, un seminarista de la zona para que cantara el Miskitu Lawana, un himno anónimo de la Iglesia morava. “Porque yo no quería que la misa fuera solo del Pacífico, sino que quería que fuera de toda Nicaragua, el muchacho se vino a Managua para cantarla, como yo quería que estuviese, en la lengua original”, relata el cantautor, quien también anduvo en la costa Atlántica y el Pacífico, para más tarde parar en Solentiname.
Lo más importante que tiene esta misa, dice Carlos Mejía, es que no solo contiene los ritmos que ya sonaban de punta a punta en Nicaragua, sino también las palabras. “Las del obrero, las del campesino. Está argot, el escaliche, las palabras derivadas del Náhualt. Van las frutas, van los pájaros, las flores. Está la Nicaragua viva ahí”.
RELIGIÓN, PERSECUCIÓN Y CONFLICTO
Aquella avioneta que estuvo volando muy bajo en la iglesia de Solentiname el primer día que se cantó esta misa en ese archipiélago, fue solamente un aviso. Los que participaron de la celebración escuchaban un ruido enorme, pero el asedio iría más allá de un documento emitido por la Conferencia Episcopal y ese ruido en contra de la música se escucharía muchas otras veces.
Se planeó una gran misa de inauguración a la que asistieron más de mil personas y sería en Managua. Escogieron para celebrar la Plaza de los Cabros en el barrio Open Tres, hoy Ciudad Sandino, pero no había iniciado la celebración cuando la Guardia Nacional hizo un masivo desalojo. “A culatazos, disparos y bombas lacrimógenas sacaron a todos. El mismo Carlos Mejía fue montado en un vehículo militar”, narra Roberto Sánchez. Todo por una la letra distinta: “Una letra que llama a la liberación y Somoza no iba a admitir esas expresiones, todo lo que sonara a libertad chocaba con la dictadura y la Misa Campesina es un canto liberador”, dice el historiador.
Al día siguiente de ese estreno frustrado, ya la misa se estaba cantando por los cuatro puntos cardinales de la patria, asegura Mejía Godoy, que aquella “fue una onda expansiva de espiritualidad y de amor a Nicaragua”. Sánchez comenta que fue la música misma la que se ganó el amor del pueblo y se impuso sobre las medidas de la Iglesia. “Se convirtió en religiosidad popular, aun cuando oficialmente no se podía celebrar en ninguna iglesia”.
El vicario judicial de la Arquidiócesis de Managua, Julio Arana, recuerda la situación bastante distinta en cuanto a la Misa Campesina. Según él, hubo nada más un conflicto en los barrios orientales de Managua, en una capilla donde “algunas personas querían que se cantara la Misa Campesina todos los domingos, en todas las misas”. En algunos años se permitía que se cantara, dice el cura, y esto sirvió para atraer al pueblo a una vivencia de la eucaristía “como una cuestión folclórica, pero hay que entender que los cantos de la misa de Carlos Mejía Godoy respondieron a una realidad propia de la época, una situación política específica y en el marco de la Teología de la Liberación. Pero la Iglesia jamás ha prohibido que se cante la Misa Campesina. No existe documento alguno que la haya prohibido de forma expresa”, asegura Arana.
Aun así los recuerdos entre quienes participaron aseguran que solo algunos sacerdotes “progresistas” permitían esta misa. Hoy se cantan piezas en algunas iglesias, pero hay sectores que aún no la admiten, dice Sánchez. “Yo considero que si Carlos Mejía Godoy quiere hacer esa solicitud al papa Francisco, está en su derecho. Creo que el Vaticano le va a decir que hay que dirigirse a la comisión de la Conferencia Episcopal y en este caso a la comisión litúrgica para que se evalúe cualquier tipo de errores teológicos que puedan contener esos cantos”, apunta por su parte el padre Arana.
Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina, cantando la Misa Campesina en memoria de cinco mártires de  El Calvario en León,  febrero 16 de 1980. Foto: Archivo
Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina, cantando la Misa Campesina en memoria de cinco mártires de El Calvario en León, febrero 16 de 1980.
Foto: Archivo
“ANTES QUE NAZCA EL DÍA…”
Carlos Mejía Godoy es el principal autor, pero otros músicos también colaboraron. Esta es la estructura y los aportes que se le hicieron:
Canto de entrada: Recopilaciones de Carlos Mejía en Talleres de Sonido Popular.
Kyrie: es una palabra griega que significa piedad. El canto es una mazurca segoviana combinada con la música jinotegana de La Perra Renca.
El Gloria: contiene el son de toros conocido como La Mama Ramona, la música fue tocada por la banda popular del Diriá a cargo del profesor Teodoro Ríos.
El Credo: fue compuesto con partes de los testimonios que se daban después del evangelio que oficiaba Ernesto Cardenal y era una especie de diálogo con los campesinos.
Ofertorio: Tiene partes de una mazurca segoviana: La Chancha Flaca.
Miskitu Lawana. Es un canto anónimo de la Iglesia morava, fue interpretado por Anselmo Nixon.
El canto de meditación: conocido como El Canto de los Pájaros, es una creación de Carlos Martínez Téllez, El Guadalupano.
El santo: la música es una versión tomada de los músicos llamados Los Soñadores de Saraguasca, de la comarca de Tomatoya, de Jinotega.
Canto de despedida. Fue la última canción en componerse en los talleres de sonido popular.
SOBRE LA MISA
La Misa Campesina fue evaluada por teólogos nicaragüenses y extranjeros y de diferentes denominaciones religiosas, entre ellos católicos, evangélicos y bautistas.
Carlos Mejía Godoy, según el padre Julio Arana, siguió la estructura que propone el misal romano, después del Concilio Vaticano II.
Fue traducida a seis idiomas y se sigue cantando en muchas partes del mundo.
El padre Arana define esta composición como “una cuestión que no era contraria, pero no son cantos litúrgicos propiamente”.


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lunes, 22 de junio de 2015

PARECE QUE FUE AYER, PERO YA VAN CUARENTA AÑOS

PARECE QUE FUE AYER, PERO YA VAN CUARENTA AÑOS.  Breve historia de las Comunidades Cristianas Populares de Granada. Con toda la subjetividad posible. Por Domingo Gómez Leiva. Junio de 2015 y agosto 2022. 

Las CCP de Granada nacieron allá por los años setenta, al son del Concilio Vaticano II y la lucha por derribar la dictadura del general Franco y su nacional catolicismo. Según cuentan las crónicas el primer encuentro andaluz de CCP se celebró en Granada en Julio de 1977 que llegó a juntar a ochocientas personas, en los escolapios. Al calor de los Grupos de la Teología Popular, (dos mil suscripciones a los temas) de Pepe Castillo, Margot y el centro Intercolegial, hoy Padre Suárez.

Las CCP de Granada en los años setenta estaban enclavadas en los barrios y parroquias más combativas, obreros y “populares” de Granada. En el Zaidín la comunidad de  Miguel, Carmen Caballos y las monjas del Zaidín. En el Polígono de Cartuja, las parroquias y comunidades de Pedro Gómez y Pilar, los Luises, J. Antonio Pérez Tapias, Antonio Hernández, Quitian, Pope Godoy, Ángel Aguado y Encarna. La comunidad de Julio y Paco, primero en San Isidro y después en el Polígono. En Haza Grande: la comunidad de Mariquilla, Mª Ángeles Blanco…En el barrio y parroquia de San Ildefonso, José Antonio Moreno, Pepe Gilabert, Mari Luz, Carmelo Perez,  y Cía. En los pueblos, Motril con Manolo Velázquez , en Zafarraya con Elías Alcalde, en Monachil con Pepe Vega….

Ni que decir tiene que todos estos grupos y comunidades fueron punta de lanza en la  transformación social de los barrios más deprimidos de Granada empujado proyectos sociales, asociaciones vecinales, políticas, cooperativas, y nuevas alternativas de vida en común y solidaridad. Y transformación eclesial, elaborando nuevas formas de ser iglesia desde la comunidad y la opción por los pobres y desde una teología “popular” y de liberación. En esto contamos con la inestimable colaboración magistral de José María Castillo, J. Antonio Estrada, Carlos Domínguez, Pilar Traver… 

Los años ochenta, se caracterizaron por la pérdida y/o expulsión de las CCP de las parroquias de Granada. La expulsión de José Antonio Moreno de la parroquia de San Ildefonso en 1985, ultimo reducto parroquial de las CCP, fue un hecho crucial en el posicionamiento de muchos grupos y comunidades que dejaron de coordinarse con CCP. 

El Cristo de la Yedra fue el lugar común durante algún tiempo de las CCP y aparecen nuevos grupos como el de Miguel López, Pilar, Antonio Ruiz y la de Pepe Rodriguez que venían rebotados de Regina Mundi. Mas tarde se creó el grupo mixto en torno a Pilar Traver.

Deambulamos por otros enclaves como el Colegio 28 de Febrero, hasta alquilar el local de Atarazana, antes de Solidaridad andaluza, que nos conforma hoy como punto de encuentro semanal para todo tipo de celebraciones y actuaciones. 

En los noventa las CCP dejan de ser comunidades afincadas  y que actúan en diversas zonas de Granada, quedando reducidas a cinco grupos que intentan vivir su fe desde el apoyo a las causas de los desfavorecidos, impulsando en unos casos y haciendo posible en Granada colectivos tan importantes como  la Asociación Pro Derechos Humanos, que a través de Diamantino García comenzaba su andadura en Andalucía, ASPA, o Granada Acoge, El consumo responsable, la deuda externa o el 0.7 y muchas otras causas que conformaron una nueva personalidad a las CCP de Granada.

Los niños y niñas de las parejas de CCP fueron naciendo y creciendo y nos obligaron a replantearnos el nuevo sentido de nuestra fe que pudiera ser razonablemente creíble y transmisible en la Catequesis. Nuestras niñas y niños fueron mamando, formándose y optando. Dar sentido a los sacramentos del bautismo en el río, la eucaristía, seguir construyendo nuestra nueva Teología, desde el camino que juntas íbamos recomponiendo y reconstruyendo, reelaborando, aprendiendo a desaprender para atrevernos a transgredir, innovar, hacerlo nuestro y desde nuestro propio sentido. Eucaristías con o sin cura, con pan, sin niños, lecturas de aquí y de allá, plegarias, cantos, palante y patrás….Casi como un parto pero al final como un pan caliente elaborado por nosotras con los ingredientes que la vida y las experiencias nos pusieron en el camino. 

En el nuevo milenio, se emanciparon los chicos y chicas, algunos marcharon por los caminos del amor, pero los más testarudos decidieron ponerlo todo en común, el pan y el techo, las luchas y las felicidades hechas proyectos de trabajo en común con “cuidado consumo ecológico” y derechos humanos. Yo creo que este ha sido uno de los mejores frutos de nuestra historia fecunda. No todo fue en balde. También crecimos en nuevas celebraciones del sacramento del amor y del vivir en común. 

Seguimos compartiendo nuestros compromisos como colectivo, proyectos y luchas personales en favor de los últimos: Derechos Humanos,

Red Granadina por el Refugio y la Acogida (Redgra), Granada Abierta, Campaña Pobreza cero, Granada se encuentra, Mesa por el Clima, la Calle mata, Stop desahucios, Amani, Economías éticas: Fondo de Solidaridad, Fiare, Proyectos de cooperación… 

Aparecieron nuevos paradigmas teológicos potsreligionales, Vigil, Leaners, Fray Marcos, Crossang, Martinez Lozano, el posteismo, la No dualidad, las prácticas meditativas y el cultivo de la interioridad, que nos tienen atrapadas y enamorados…Seguimos avanzando en nuestros lenguajes no discriminatorios, no duales, teónomos, reinventando nuevas liturgias, celebraciones, nuevos lenguajes, cantos, meditando y activándonos al mismo son. 

El afecto mutuo sigue caracterizando nuestras celebraciones y encuentros de Principio de curso, Navidad, Carnaval, Cuaresma, Pascua, Final de curso, Charlas y debates de formación…Y siguen naciendo nuevos hijos de los hijos que ya conforman otro nuevo grupo de catequesis… 

En este tiempo último se nos agregaron nuevas personas y también hemos sufrido significativas pérdidas porque se fueron de este mundo: Pilar Traver, Manuela, Cati, Miguel, Encarnita o porque se han ido marchando de CCP algunos miembros y miembras, por causas diversas o quizá por  no haber sabido tod@s cómo gestionar mejor las relaciones, el respeto a la diversidad y la pluralidad de sentires.

 Siempre dijimos y nos ratificamos en que las puertas de CCP están abiertas para salir y también para volver… 

La pandemia del coronavirus ha sido un tiempo de aprendizaje en la distancia física. emocional, y hemos sufrido pérdidas muy importantes de personas que fallecieron pero siguen presentes entre nosotras, Juan Laguna, Ángel Aguado, Encarna Olmedo, Carmelo Pérez…y otras personas que decidieron alejarse.

Estamos pocos y quizás con mucha juventud acumulada, pero nos sentimos acompañad@s de much@s herma@s nuestr@s de  CCP Andalucía, España, el Mundo,  con los que nos seguimos reuniendo en encuentros andaluces y estatales, de otras comunidades, parroquias, colectivos y grupos cristianos con los que sintonizamos. Y de todas las personas que quieren hacer de esta tierra un nuevo mundo con otro orden, donde la justicia, la solidaridad y el amor sean posibles.

Con este bagaje histórico y esta situación actual encaramos el futuro, conscientes de que, al menos para nosotros, es de vital importancia mantener y fortalecer nuestra permanencia en las CCP, convencidos de que la comunidad es absolutamente necesaria para la vivencia colectiva de nuestra fe en Jesús de Nazaret y la concreción de su Buena Noticia en está sociedad y en este tiempo que nos ha tocado vivir

Última eucaristía en S. Ildefonso,  en la calle,  Marzo 1984 tras la expulsión de Jose Antonio Moreno y cerrada la Parroquia.. La comunidad exige al arzobispo participar en la elección del nuevo párroco.
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En la Gran Vía, frente al Gobierno Civil, protestando congtra los muertos en el estrecho. Años 1990...



En un encuentro en Huétor, los jóvenes con Pilar Traver y en la oración del domingo por la mañana frente a la naturaleza. Añs 90.