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miércoles, 31 de octubre de 2018

Tod@s Sant@s porque lo divino nos atraviesa.. Fray Marcos. 1/11/2018.

 Mt 5, 1-12
Esta fiesta puede tener un profundo sentido si la entendemos como invitación a la unidad de tod@s en el Dios del Amor y de la Vida. No recordamos a cada uno de los humanos como individuos. Celebramos la Santidad (Dios), que se da en cada un@. No se trata de distinguir mejores y peores, sino de tomar conciencia de lo que hay de Dios en tod@s. El hombre (persona) perfecto no solo no existe, sino que no puede existir. El concepto de santo, que arrastramos desde hace muchos siglos, tiene que ser superado. No refleja el mensaje de Jesús sobre lo que Dios espera de nosotr@s.
Trataré de explicar cómo hemos llegado a ese concepto. Cuando el cristianismo se tropezó con la cultura griega, los ‘Santos Padres’ emprendieron una tarea de inculturación que trastocó el mensaje de Jesús. La razón griega trituró el mensaje que era vitalista. El Logos griego engulló al mito judío. Hoy conocemos el ideal de perfección que manejaban los filósofos griegos. Los cristianos incorporaron ese ideal. La ‘arete’ griega pasó al latín como ‘virtus’; en ambos casos significa fortaleza, valor, perfección. El hombre perfecto era el ‘vir’ que se guiaba siempre por la razón y no se dejaba llevar nunca por la pasión.
La propuesta del evangelio se convirtió en perfección griega y se vendió como propuesta evangélica. Pero la perfección griega es fruto de la razón y el evangelio no tiene nada que ver con la racionalidad. Desde entonces el sant@ era aquel ser humano que obraba siempre desde una fuerza de voluntad (vir-tuoso). Este sutil cambio tuvo consecuencias nefastas para la religiosidad posterior. El santo será para siempre el que actúa desde la racionalidad, que quiere decir desde el falso yo. Todo lo que haga o deje de hacer estará encaminado a potenciar su individualidad. Será una pura programación para conseguir un fin personal.
Digo todo esto porque la idea que hemos manejado de santo corresponde a esta influencia griega. Queda así explicada, no justificada, la racionalización del concepto de santo. Las dos consecuencias nefastas de esa postura las seguimos padeciendo hoy. Por un lado el sentirse superior y en la medida que alcanzo ese ideal de perfección, mirar a los demás por encima del hombro, creyéndoles inferiores. No hay nada más alejado del mensaje evangélico. Por otro lado, en la medida que no consigo ese objetivo que me he propuesto, la necesidad de simular para que los demás me crean perfecto, cayendo en un fariseísmo deshumanizador.
Esta distorsión se culminó con la incorporación al cristianismo de la juridicidad romana. Durante muchos siglos quien canonizaba a los santos era la comunidad (pueblo de Dios), con criterios de humanidad. Después canonizó la Iglesia con criterios racionales: un proceso con abogados que defienden la perfección del candidato y la aportación de los preceptivos milagros bien justificados y el veredicto final de unos jueces. Así se explica que haya en los altares tantas personas que han llevado una vida programada perfecta: muy cumplidores de todas las normas externas, pero con ninguna empatía con los demás seres humanos.
Es verdad que los evangelios ponen en boca de Jesús: Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto. Pero ¿cómo es perfecto Dios? Cuando Dios dice: “sed santos porque yo soy santo”, no hace alusión a la condición moral. La perfección de Dios no se debe a sus cualidades. Dios es todo esencia, no hay nada que pueda tener o no tener. Cada un@ de nosotr@s es perfecto en nuestro verdadero ser, en lo que hay de Dios en nosotr@s. No estamos hablando de nuestras cualidades sino de Dios nuestra esencia, tesoro que llevamos en vasija de barro.
“Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Es un error garrafal el creer que podemos alcanzar la perfección evangélica con el esfuerzo personal. “Las prostitutas y los pecadores os llevan la delantera en el Reino de Dios”. Jesús decía eso precisamente a los ‘perfectos’, a los que cumplían la Ley hasta la última tilde. Esta frase de Jesús es un aldabonazo contra la idea de perfección que acabamos de explicar. Dios no valora el cumplimiento de una programación sino un corazón sincero, humilde y agradecido. Todo lo que somos lo hemos recibido de Dios.
Después de estas sencillas explicaciones, ¿qué sentido tiene hablar de “comunión de los santos”? Si pensamos que se trata de unas gracias que ellos han ‘merecido’ y que nos ceden a nosotros que andamos escasos o carentes de ellas, estamos ridiculizando a Dios y a cada ser humano. Los dones de Dios ni se pueden cuantificar ni se almacenan. Todo lo que nos viene de Dios es siempre gratuito y por lo tanto, nunca se puede merecer. Ahora bien, si tomamos conciencia de que en Dios tod@s somos un@, comprenderemos que lo que cada un@ puede vivir de Dios, de alguna manera, lo viven tod@s y beneficia a tod@s.

Por la misma razón tenemos que aquilatar la expresión “intercesores”, aplicada a los sant@s. Si lo entendemos pensando en un Dios que solo atiende las peticiones de sus amigos o de aquellos que son “recomendados”, una vez más, estamos ridiculizando a Dios. En (Jn 16,26-27) dice Jesús: “no será necesario que yo interceda ante el Padre por vosotros, porque el Padre mismo os ama”. Lo hemos dicho hasta la saciedad: Dios no nos ama porque somos buenos, menos aún por recomendación, sino porque Él es amor y está en cada un@ de nosotr@s.
Claro que se puede entender la intercesión de una manera aceptable. Si descubrimos que esas personas que han tomando conciencia de su verdadero ser, son capaces de hacer presente a Dios en todo lo que hacen, pueden facilitarnos ese mismo descubrimiento, y por lo tanto, el acercamiento a Dios. Descubrir que ell@s confiaron en Dios a pesar de sus miserias, nos tiene que animar a confiar más nosotr@s mism@s. Y no solo valdría para los que convivieron con ellos, sino para todos los que después de haber muerto, tuvieran noticia de su “vida y milagros”. Allanarían el camino para que creciera el número de los conscientes.
No os dejéis llamar maestro. No llaméis a nadie padre. Jesús dijo al joven rico: ¿por qué me llamas bueno? ¿Cómo habría respondido si le hubiera llamado santo? Pues nosotr@s no solo santo sino que nos atrevemos a llamar a un ser humano, santísimo. ¡Cuándo tomaremos en serio el evangelio! No somos santos cuando somos perfect@s, sino cuando vivimos lo más valioso que hay en nosotr@s como don absoluto. La perfección moral es consecuencia de la santidad, no su causa. Todos somos sant@s aunque muy poc@s lo descubren.
Las bienaventuranzas quieren decir que es preferible ser pobre, que ser rico opresor; es preferible llorar que hacer llorar al otro. Es preferible pasar hambre a ser la causa de que otros mueran de hambre porque les hemos negado el sustento. Dichos@s, no por ser pobres, sino por no ser egoístas. Dichos@s, no por ser oprimidos, sino por no oprimir. La clave sería: las riquezas no son el valor supremo. El valor supremo es el hombre (la persona). Hay que elegir el reino del poder o el Reino de Dios. Si estamos en el ámbito de lo divino, habrá amor y humanidad.
Para mí, tiene un profundo significado teológico que la fiesta de los difuntos esté ligada a la de todos los santos. Litúrgicamente ‘los difuntos’ se celebra el día 2, pero para el pueblo sencillo, el día de todos los santos es el día de los difuntos, sin más. Con lo que hemos dicho tenemos datos para una interpretación en profundidad de esta fiesta. Si todo ser humano tiene un fondo impoluto, Dios tiene que amarnos precisamente por eso que ve en nosotros de sí mismo. No puede haber miedo a equivocarse. Tod@s son santo@s en su esencia.

 Meditación-contemplación
La esencia divina nos toca a tod@s.

Verdad que no pudieron soportar los fariseos,
ni terminamos de aceptarla nosotr@s.
No tengo que conseguir ninguna meta inalcanzable.
Solo tengo que centrarme en lo que ya soy.

Para seguir reflexionando más, pinchar en este enlace: http://www.feadulta.com/es/carta/estasemana.html



viernes, 20 de julio de 2018

CCP de Sevilla: Fuera el genocida Queipo de Llano de la Macarena.



 Como el año pasado Andalucía Republicana (http://andaluciarepublicana.blogspot.com/…/andalucia-republ…) ha convocado a la ciudadanía sevillana a la vigilia antifascista, a celebrar el 17 y 18 de julio, aniversario del golpe militar franquista y este año ante la portada de la Basílica Macarena, para exigir la exhumación de los restos del exgeneral golpista de la misma, en cumplimiento de la Ley de Memoria histórica y democrática de Andalucía y del acuerdo tomado en 2016 por el Pleno del Ayuntamiento. Nuestro colectivo de las CCP aprobó participar en esta Vigilia, instando al Sr. Arzobispo, como máximo dignatario de la diócesis sevillana, a que exija a la Hermandad de la Macrena el cumpliento de dicha exhumación. Subimos las fotos de la cabecera y la de mi intervención leyendo el Comunicado que presentaríamos al Sr. Arzobispo.

He aquí el Comunicado que hoy dirigimos las CCP de Sevilla al Sr. Arzobispo, presentándolo en el Registro del Arzobispado. Este año, al Comunicado de las CCP, se han unido un grupo de cofrades, representados por Guillermo Casellas. Ambos presentamos el Comunicado en el Palacio Arzobispal,según la foto que cuelgo.

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AL SR. ARZOBISPO DE SEVILLA PIDIENDO LA EXHUMACIÓN DEL CADÁVER
DEL GENERAL QUEIPO DE LLANO DE LA BASILICA DE LA MACARENA

Los miembros de las Comunidades Cristianas Populares (CCP) de Sevilla y un grupo de cofrades sevillanos, ante el hecho de que el general Gonzalo Queipo de Llano dirigió en esta ciudad el golpe militar, del 18 de julio del 1936, contra el gobierno legítimo de España y según el historiador Santos Juliá (1), inició en Sevilla una represión tan brutal que ocasionó la muerte de 3.028 víctimas, en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y enero de 1937 y al estar enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla, junto con su esposa y el auditor militar Francisco Bohórquez Vecina, que firmaba las sentencias de muerte, nos dirigimos al Sr. Arzobispo de la diócesis, instándole a la exhumación de sus restos, en razón de los siguientes motivos:
1ª.- Queipo de Llano es un general golpista y asesino, por lo que no puede ser honrado, junto con su esposa y el auditor militar, con una sepultura eclesiástica en una Iglesia católica, mientras tantos patriotas republicanos siguen enterrados en las cunetas de nuestras carreteras y en fosas comunes.
2ª- Que, estas sepulturas incumplen manifiestamente el canon 1242 del Código de Derecho Canónico, que establece textualmente: ‘No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los Obispos diocesanos, incluso eméritos”
3ª. Que, del mismo modo, dichas sepulturas en la Basílica de la Macarena, al ser un elemento o símbolo de exaltación de la sublevación militar del 36, va en contra del artículo 32.4 de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, que dice: "Cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”.
Por todo lo cual y uniéndonos a la moción del pleno del Ayuntamiento sevillano, aprobada el 30 de julio del año 2016, que rechaza sigan enterrados sus restos en la misma Basílica, exigimos al Sr Arzobispo, como máximo responsable eclesiástico, a que inste a la Hermandad de la Virgen del Rosario, de Belén y la Esperanza, conocida como Hermandad de la Macarena, a que exhume los cadáveres del exgeneral, su esposa y el auditor militar de la misma Basílica y los entregue a sus familiares.
Sevilla en la Vigilia antifascista del 17 de julio de 2018
Secretariado de las CCP de Sevilla

domingo, 15 de julio de 2018

Lo que hemos hecho en este curso en CCP-Granada 2017-18.

MEMORIA de Comunidades Cristianas Populares de Granada. Curso 2017-2018.

OCTUBRE:
-      -  Encuentro inicio de curso en Combonianos: Psicología y Espiritualidad. Pío Tudela.

NOVIEMBRE:
- Despedida a Jose Antonio Moreno, el cura de San Ildefonso, en la Residencia de Armilla, que muere el 31 de Octubre.
-       - Coloquio sobre la situación en Cataluña. Kike Tudela
          - Presentación del Centro Persona y Justicia. Esteban Velázquez.
-       - Ciclo de Charlas mensuales sobre Jesús Histórico y las primeras comunidades. Pío Tudela.
-       - 24-26 N Encuentro CCP-Andalucía/estatal. Torrox: “Una Esperanza sin certezas, un Amor sin condiciones”.

DICIEMBRE:
-       - 16D. Celebración de la Navidad.

FEBRERO:
-       - 8F. Vigilia de Oración-Reflexión contra la Trata de personas. Con la Delegación Diocesana de Migraciones, en la Parroquia del barrio de San Fco. Javier.
-       - 10F. Fiesta de Carnaval en el local de CCP´-Granada.

MARZO:
-       - 3M: Celebración del Amor de Josep y Jara.
-       - 17M. Encuentro de Cuaresma en Combonianos: “Vivir los valores de Jesús desde las personas excluídas”. Julio Rodriguez y Paco Bustamante desde su experiencia humana en Cartuja y Norte.
-       - 24M. Celebración aniversario del asesinato de Oscar Romero, con otros colectivos en el local de CCP-Granada.
-       - 31M: Celebración de la Pascua de la Libertad y el Recuerdo apasionado de Jesús.

ABRIL:
-       - 22A. Excursión a la Cortijuela, siete años después de la muerte de Miguel.

MAYO:
-       - Ciclo de Cine, semanal.  Coordinado por Josep y Jara.
-       - 20M. Presentación de la Revista “LUMBRE”. Por Josep y Jara

JUNIO:
- 23J: Celebración jocosoerótiofestiva del cumpleaños de Pepe Gilabert, Teresa Herrera y Domingo con guateque, sangría, canciones cutres y bailes agarraos.
-       - 30J. Encuentro Final de Curso. Ermita de la Alegría. CUÍDATE PARA CUIDAR.

Durante todo el año hemos estado apoyando y participando en las muchas acciones de los colectivos en los que participamos como CCP:
Redgra (Red Granadina por el Refugio y la Acogida)
Campaña CIES NO GRANADA.
Campaña Pobreza Cero.
Granada Abierta.
Proyectos de Cooperación con Sudamérica y Africa. (ASPA)

También hemos apoyado con nuestra presencia en aquellos compromisos y acciones de miembros de CCP-implicados a nivel individual: Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Personas sin Hogar, Plataforma Zona Norte, Mayores Norte, ASPA, Fiare, Fondo de solidaridad, Consumo Cuidado, Círculo de silencio, Stop Desahucios…

En Granada las CCP estamos organizadas en tres comunidades: San Ildefonso, Guadalgenil y Atarazana, que se reúnen con su propia dinámica, proyectos, compromisos, crisis, …etc. Y un buen número de personas que no pertenecen a ningún grupo pero se sienten CCP y participan de toda la comunidad ampliada. Estamos coordinados con las CCP de Andalucía, España y Europa. Y este curso en concreto nos hemos currado nuestra participación y gestación del encuentro Andaluz de CCP en Torrox de noviembre pasado junto con las CCP de Zaragoza y Andalucía en torno al “Nuevo Paradigma Cristiano”, tema de profundo interés para nosotr@s y las CCP que vamos expresando y madurando en el proceso de cada persona y comunidad..


Todos los sábados en nuestro local nos reunimos a las siete de la tarde en torno a la “Celebración de la Mesa Común” Eucaristía, en recuerdo de la memoria apasionada y subversiva de Jesús. Es el espacio abierto donde compartimos alegrías, compromisos, cantamos, damos gracias y celebramos la Vida.


jueves, 26 de abril de 2018

Recordando a Miguel López Salas. Siete años después. En la Cortijuela 22-4-2018.

El domingo 22 de Abril de 2018 las CCP fuimos de excursión a la Cortijuela para comer juntos con Miguel justo al lado de este árbol, donde reponsan sus cenizas y en la Presencia.
Muy querido y entrañable amigo Miguel:
Tú estás vivo, el corazón de todo viviente es inmortal, como la belleza, en el corazón que palpita en todo.
 La vida revive, cuanto es se transforma: la mariposa en huevo, el huevo en oruga, la oruga encrisálida, la crisálida en mariposa, la mariposa en huevo, en vuelo, en tierra, y la tierra en flor, la flor en abeja, la abeja en cera, la cera en llama, la llama en luz, la luz en sombra, la sombra en luz, aire, aliento, energía…o espíritu que vibra en el corazón de todos los seres…
¿Recuerdas que nos preguntábamos qué pasa cuando morimos, cuando se desintegra y queda en cenizas el soporte material que sostiene nuestra conciencia, nuestras emociones y nuestra memoria? No sabíamos qué responder, aunque conocíamos muchas respuestas…, pero sospechábamos, a veces, que no era el fin de nuestra vida...
Yo creo en la fuerza de la presencia. Nosotros creemos en la fuerza de tu presencia.

 Un abrazo, amigo. (Recitado por Antonio Ruiz)

En la Eucaristía del sábado 21 Pilar expresó este emocional sentimiento: En un momento, todo cambia, ya nada es como era, o como hubiera sido, o como pensaba podría ser. Me siento que me han seccionado, me han partido en dos, ese todo de tantos años de vida compartida, 39 años, 6 meses, 14 días, mas 7 años de antes, para lo bueno y para lo malo, toda una vida haciendo camino juntos. Tu ya estas (tal vez) donde querias, en ese contacto con la tierra, formando parte de la naturaleza, volando por el Trevenque; tal vez escudriñando el cosmos, como alguna vez decias quería hacer, descubriendo que hay en el infinito; al menos eso es lo que yo creo y pienso.¡¡ Pero yo!!, aquí me has dejado, tan sola, nunca pensé me quedaría sola. ¡Que egoísta me siento!!, tengo a nuestros cuatro hijos, nuestros nietos y muchos amigos. Pero no te tengo a ti. No dejo de pensar en como serian o hubieran sido estos años- Pero bueno, ya para que, es lo que hay, y a mi me toca esta soledad ficticia, pero que es la mia. Pero si tengo un consuelo, y una satisfacción, que fui yo la que estuvo a tu lado hasta el final, cuidándote y acompañándote. Siempre arropada, claro esta, por nuestros hijos y amigos. Y siempre me acompañara el recuerdo de esa maravillosa estancia en Suiza, que también y con tanto cariño nos preparo Migue. Un día también volaré contigo sobre el Trevenque. ¡¡Esperame Miguel!! 
Junto estanque compartiendo la comida(arriba) y junto al pino centenario (A la izquierda).

sábado, 27 de enero de 2018

CCP: Nuestra historia: Del Nacionalcatolicismo al Postcristianismo. Las Comunidades de base en España y la teología de la liberación. Santiago Villamayor Lloro. Voices 2017


Historia de nuestras Comunidades Cristianas Populares. ¿De dónde venimos y dónde estamos?

Este es un artículo que se encuentra dentro de un monográfico sobre la Teología de la Liberación en Europa, que puedes encontrar aquí: http://eatwot.net/VOICES/VOICES-2017-2.pdf

Del Nacionalcatolicismo al Postcristianismo. Las Comunidades de base en España y la teología de la liberación.  Santiago Villamayor Lloro. Voices 2017

 Resumen:
La Teología, mejor, la praxis de liberación latinoamericana, llegó a España a finales de los años 1960 y tuvo su momento más intenso en las décadas de los años 1970 y 1980. Coincidió con la lucha antifranquista y la transición a la democracia. Un proceso de liberación política, cultural y religiosa que abarca desde el nacionalcatolicismo hasta el humanismo laico de hoy día. Su fruto más destacado es el surgimiento de las comunidades de base animadas por el testimonio de los mártires y testigos de las comunidades latinoamericanas. En los años 1990 y sobre todo en el siglo XXI la posmodernidad y la globalización, la inflación hipertecnológica y la secularización modularon el impulso liberador de las comunidades hacia una solidaridad internacionalista

Introducción: 
La Teología de la Liberación es la consecuencia más honesta del Vaticano II, nacida en parte en las catacumbas romanas1 y marginada por la curia romana desde ese mismo momento. Todo el poder y el peso de la gran Basílica de San Pedro caerían a plomo en los años siguientes sobre ese subsuelo evangélico. Pero la iniciativa prendió con fuerza en la religiosidad popular latinoamericana animada por los “misioneros y misioneras” que habiendo ido a evangelizar fueron más bien evangelizados. La expresión más relevante de esta renovación fue la formación de un gran movimiento de doble militancia, cristiana y política, en forma de pequeñas comunidades. 

En las fronteras de la misma Iglesia, muchos catequistas, personas religiosas y sacerdotes se acercaron a los pobres, indígenas, chabolistas y campesinos que se ganaban el pan con dificultad, y que por sus protestas perdían la vida con facilidad. El martirologio latinoamericano muestra la radicalidad y la santidad con que se asumió el seguimiento de un Jesús de Nazaret, siempre nuevo, pobre y subversivo, profeta al servicio del pueblo.


En España el ejemplo latinoamericano cundió rápidamente sobre todo entre los cristianos esperanzados por el Concilio. Eran los sectores que se iban desgajando de la ortodoxia y el concubinato político con el Régimen franquista; una pequeña burguesía de religión sincera, trabajadores de la industria de religiosidad todavía muy rural, profesionales liberales, estudiantes contestatarios, y los restos de la izquierda que perdió la guerra y que no por eso habían renunciado a su cultura cristiana. Se originó entonces una dinámica de acercamiento a la “clase obrera”, de proletarización y de vecindad en los barrios. El misticismo revolucionario se abría paso inspirado en el Éxodo y los Profetas. 


En el presente artículo analizamos primero y en general las aportaciones de la Teología de la Liberación en nuestro país. Luego exponemos la trayectoria de las comunidades. Los epígrafes responden a los títulos de algunos libros que marcaron su evolución. Se corresponden aproximadamente con las décadas de los últimos casi 50 años, pero es difícil precisar porque no hay fronteras determinadas. Es un continuo quizás artificialmente pautado. Estos grandes momentos son: el descubrimiento del compromiso temporal bajo la influencia del Vaticano II (1), la creación de las comunidades de base como alternativa a la gran y poderosa Iglesia (2), la irrupción del Tercer Mundo, el Sur, en la mirada cristiana (3) y finalmente el momento actual de deconstrucción y reinvención del mensaje cristiano ya convertido en una supra ética universalista (4).2 


1. Influencias de la Teologia de la Liberación en España 
“Marx y La Biblia”3 
“No te harás imagen alguna de Dios, escucharás su clamor”.

Este libro de José Porfirio Miranda no es el más importante de la TL pero sí uno de los más decisivos en las comunidades. Llamativamente situaba a la justicia interhumana como principio ético común al marxismo y al cristianismo. “La fe es creer que este mundo tiene remedio”. El análisis marxista de las alienaciones y la interpretación materialista de la historia comenzó a ser la mediación que la teología necesitaba para salir de las etéreas y desprestigiadas interpretaciones metafísicas. Se descubría así un “amor más universal y por tanto más divino” que el de la atención a las clases influyentes cuyo Dios se sienta a “la mesa del patrón”. La sociología marxista y la revolución de los cristianos se situaban así en el ojo del huracán eclesiástico y político. 


Con este acercamiento estructural a los pobres surge también un nuevo paradigma, una sincera clave de interpretar la realidad, muy sencilla y muy poderosa a la vez: que no es el pensamiento el que determina la manera de ser o vivir, sino que es la existencia real, la condición social, la que determina el modo de pensar y por tanto de actuar. Parafraseando nuestros refranes, el “dime con quién te codeas y te diré qué evangelio escribes”


Este paradigma, esta praxis de la TL, vino para quedarse definitivamente. Impregnó la experiencia cristiana de tal modo que hoy, a pesar de la profunda transformación de las sociedades, todavía persiste, aunque con nuevos modos de expresión: con menor radicalidad quizás, pero con mayor extensión4. Una gran parte del ideal democratizador que prima en tantos países e instituciones es un fruto diferido de la opción preferencial por los pobres que sitúa las políticas de redistribución, de cooperación y de ayuda a la dependencia en las agendas políticas. Hoy se es más solidario que hace años. El consensuado mantenimiento de los servicios públicos con nuestros impuestos es bastante más generoso que la imposición medieval de los diezmos por parte de la Iglesia.


Y decimos también que esta teología vino para reconciliar a la Iglesia con la izquierda, pues hasta los años 1960 la exclusiva del catolicismo la tenía la derecha. Vino para hacer de puente entre la sinceridad del catolicismo en algunas familias y los “héroes rojos”, perdedores de la guerra. Si bien el episcopado y la jerarquía en general, y muy a pesar del Papa Francisco, todavía se resiste a ello. 


También vino para construir el istmo de un humanismo liberador universalista. Un movimiento que asume y supera las religiones y las ideologías, el teísmo y el ateísmo, y que une a “griegos, judíos y gentiles” en una convocatoria plural e indefinida interpretada por las comunidades bajo las metáforas del Reino y del Padre. Es decir, animada por el cielo estrellado de la fraternidad universal, y movida por la memoria de la más bella “buena voluntad” en nuestro interior (Kant). 


2. Trayectoria de las comunidades de base en España 
“Creer es comprometerse” 
La ruptura con el nacionalcatolicismo, ca. años 1960 y 1970 

El nacionalcatolicismo fue el movimiento simbiótico construido entre el Régimen franquista ganador de la guerra civil y la Iglesia española defensora de los valores más tradicionales del catolicismo y legitimadora de dicha guerra civil, a la que calificó de Cruzada. De corte fascista, impuso una manera de vivir y de creer propias del “valle de lágrimas”, marcada por la resignación y el silencio ante las atrocidades posbélicas.


Una dictadura católica. Una “triple alianza”: del ejército golpista, el poder económico beneficiado por la guerra y la Iglesia anticomunista y tridentina. Franco seleccionaba el nombramiento de los obispos y entraba bajo palio en las Iglesias. La jerarquía a cambio se sentaba en las Cortes y permanecía erguida en los actos oficiales. 


El fiel católico va pasando del catolicismo burgués, centrado en el culto, en la salvación individual, en el moralismo, sobre todo sexual, y en el “otro mundo” –ganado por la reiteración mágica de los sacramentos–, a un cristianismo de solidaridad entre hermanos, que buscan juntos una liberación de sus condiciones de vida y su dignidad. Un tránsito vivenciado conjuntamente en el seno de una comunidad.


Por eso casi se puede decir que fue un milagro salir de esa cerrazón. Pero el milagro se dio. Y sobre todo en los años 1960 donde concurrieron circunstancias muy decisivas y variopintas que luego comentamos. Sobre todo, el descubrimiento de la pobreza extrema en los barrios periféricos a raíz de las misiones catequéticas. “Una chabola en Bilbao”, de José Luis Martín Vigil expresa muy bien la concienciación experimentada ante el desamparo y la injusticia de los suburbios. 


En este divorcio con el régimen tiene un lugar destacado el padre José María de Llanos, el monseñor Romero español podríamos llamarlo. Y con él los otros dos José Marías: José María González Ruiz, párroco de barrio y canónigo de la catedral de Málaga, que fue quizás el teólogo espa- ñol más influyente en el Vaticano II, y autor del libro que da título a este apartado. Y José María Díez Alegría, hermano de dos destacados generales del ejército ganador, y compañero de Llanos en el Pozo del Tío Raimundo. 


El Padre Llanos pasó de dirigir los ejercicios espirituales a Franco, a la barriada más pobre de Madrid, el citado Pozo del Tío Raimundo. Allí se enroló con los trabajadores y sus luchas e ingresó en el sindicato Comisiones Obreras, y posteriormente en el Partido Comunista. Fue un escándalo para el régimen y una locura de fe de gran impacto en el naciente cristianismo popular de las comunidades. Otro jesuita siguió pasos parecidos: “Paco el Cura”, Francisco García Salve, hijo de guardia civil asesinado por los anarquistas, peón de la construcción y después abogado laboralista. Llegó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista y de la dirección de Comisiones Obreras, y como tal, condenado en el famoso «proceso 1001» de 1973. Estas conversiones más llamativas no ocultan la extensa ola de renovación en el “laicado”, hasta entonces “clase de tropa”, y que ya empezaba a ser valorado por algunos teólogos como Yves Congar

Otros factores menos “espirituales”, de naturaleza cultural o circunstancial, contribuyeron a crear el clima de apertura que permitió el cambio. El desarrollismo, el turismo y la televisión entraron también con el soplo del Espíritu y abrieron las puertas de la corporalidad y el apego a la tierra; el movimiento hippy alimentó el amor libre y a la naturaleza. Llega a España la obra de Wilhelm Reich que invita a la “revolución sexual”, y ayuda a desinhibir los miedos y acelera el inconformismo y la revolución política. La pequeña burguesía se pone la minifalda y los vaqueros, o los pantalones-campana como los Beatles. Es la “década prodigiosa”. En Europa se prepara el “Mayo del 68” y en EEUU estalla la contestación a la guerra del Vietnam. En Cuba triunfa Fidel y en España los seminarios entran en ebullición

Comienzan las primeras exclaustraciones hacia el compromiso social y los movimientos apostólicos. La HOAC y la JOC se acercan a las malas compañías de la subversión marxista. Los “curas obreros” se insertan con gran sacrificio en el trabajo manual asalariado. Equipos de religiosos y religiosas, forcejeando con sus superioras, dejan los colegios y residencias y se van a vivir a pisos compartiendo vecindad, mercado y calle como todo quisque. Se ceden los locales parroquiales a la lucha obrera, entonces clandestina, y sus ciclostiladoras imprimen más octavillas que hojas parroquiales. La “Palabra de Dios”, la buena semilla, ya no se deja con devota parsimonia en los bancos de la iglesia, sino que se lanza con rabia sobre las calles, de madrugada. Y en este contexto entra de lleno la Teología de la Liberación. Y se forjan las comunidades de base y otros grupos similares. 

Tanto en Latinoamérica como aquí fueron momentos de mística mesiánica. Jesús era un revolucionario como el Che, como Fidel, como incluso entonces Daniel Ortega. Y la comunidad cristiana algo como Solentiname. Y si se tenían reticencias ante el marxismo, se tomaba como ejemplo la no violencia de Gandhi o de Martin Luther King. EEUU era el Leviatán capitalista. El sueño revolucionario se crecía con el antiimperialismo y miraba con admiración la revolución de Mao. Creer era comprometerse, participar en las luchas obreras y vecinales, y celebrar la memoria subversiva de Jesús de Nazaret. Cantar con Atahualpa Yupanqui, que nadie escupiera sangre para que otros vivieran mejor. 

De las dos grandes corrientes de la teología de la liberación, la de los “curas villeros”, más centrada en la historia y la cultura del pueblo, representada sobre todo por Juan Carlos Scannone –compañero y profesor del también jesuita Jorge Mario Bergoglio, futuro arzobispo de Buenos Aires y actual papa–, no tuvo una presencia tan importante en España o al menos no la conocimos en las comunidades con tanta intensidad. La herencia marxista de nuestra contienda civil nos predispuso para entrar, aunque no sin reservas críticas, en la perspectiva de la “lucha de clases” y de la “hegemonía del proletariado”. 

En las facultades de teología, además del marxismo, se enseñaba el psicoanálisis y el evolucionismo de Teilhard de Chardin. Se leía a Camus, a Sartre, a Simone de Beauvoir. Con Robinson y su “Sincero para con Dios” nos acercamos a Bonhoeffer y Tillich. En las comunidades y sus grupos de formación se divulgan estos escritos y se lee directamente a los teólogos más pastorales. A Hélder Câmara, a Garaudy, a Girardi, a García Nieto y a Comín, que inician en España el movimiento de “Cristianos por el socialismo”. Proliferan los cuadernos de formación como la Teología Popular de José María Castillo, las revistas de la HOAC, “Noticias obreras” o “Exodo” y “Utopía”, ésta ultima de nuestras comunidades. Julio Lois, Tamayo, Casaldáliga, Ivone Gebara, González Faus, y los cuadernillos de “Cristianismo y Justicia”, por poner ejemplos, continuarían posteriormente esta pedagogía de la liberación. Los poemas de Cardenal o las canciones de Víctor Jara, Violeta Parra, Carlos Mejía Godoy y luego Silvio Rodríguez o Pablo Milanés, entre otros, nos transmitieron muchas veces más teología que muchos escritos académicos. 

“La alternativa cristiana” 
Las comunidades cristianas de base, ca. años 1970 y 1980 

Las comunidades cristianas de base tienen su apogeo en estas dos décadas. Ya hemos citado sus rasgos principales. El libro, de José María Castillo cuyo título encabeza este epígrafe representa muy bien lo que se buscaba. Una alternativa a la Iglesia tradicional. Un reinicio del cristianismo desde el pueblo, pero sin salirse de ella. Nos situábamos en una pertenencia crítica. Buscábamos ser “otra voz de Iglesia” y compensar la excesiva locuacidad derechona de la jerarquía, que casi siempre dejaba en mal lugar el evangelio. 

La evolución de nuestras comunidades discurre muy paralela con las de Latinoamérica, allí con mayor dureza y represión, aquí con mayor admiración por su valentía y continua persecución, por el vigor de sus teologías, arrancadas de esas experiencias y martirios. El asesinato de Monseñor Romero en 1980 fue uno de los hitos más importantes, por lo que significaba como ejemplo de conversión al evangelio de los pobres desde una alta esfera de la Institución. Su muerte dio lugar a los Comités Oscar Romero, que llevaron la teología de la liberación por todo el mundo. Algo similar ocurrió con el asesinato de los jesuitas y las dos personas que les ayudaban en El Salvador.

 “En 1969 tiene lugar un acontecimiento importante en el movimiento comunitario cristiano. Se celebra en Valencia la primera Asamblea peninsular de comunidades cristianas. Este hecho supone la consolidación de esta experiencia comunitaria en la Iglesia y en la sociedad españolas”.5 Y en 1973 surge el proyecto de “Iglesia Popular” que cristaliza en la elaboración de unas bases comunes que obtienen su ratificación en el primer Encuentro de Comunidades Cristianas Populares (CCP) del estado, en Madrid en 1976. No son las únicas comunidades de base, pero sí las más relevantes.

 Esta primera etapa de las CCP se caracteriza por la militancia y la beligerancia social y política. Por la crítica a la Iglesia Institución y, cómo no, por la clandestinidad, pues también las parroquias y los centros obreros cristianos son vigilados y denunciados. En 1974 se produce la revolución democrática de los claveles en Portugal y el efecto se contagia. El golpe de estado de Pinochet supone sin embargo un asomo de desilusión, como lo sería después la involución nicaragüense. 

A principios de los años 1980 se desatan dos debates en las comunidades, uno sobre la presencia o no en las instituciones políticas, recién alcanzadas por la izquierda, y que descabezaron las organizaciones populares. Parecía que el trabajar desde dentro de las instituciones era una traición a la movilización en la calle. Las comunidades se resintieron de la polémica y dado que, en general, se decantaron por las posiciones más idealistas, se produjeron algunos abandonos de la militancia más moderada. En lo relativo al otro debate, sobre nuestra adhesión o no a los comunicados de carácter político, hubo más unanimidad. Dado que se pertenecía a diferentes grupos políticos se prefirió no firmar nunca como comunidades cristianas, salvo los documentos genéricos de carácter humanitario. 

A finales de los 80 se inicia una época de trabajo menos llamativo y más eficaz por su escala institucional. Gobernar es otra cosa. En las comunidades se va extendiendo poco a poco un clima de desencanto y de desierto. Más cuando Juan Pablo II ha torcido ya el espíritu del Vaticano II y ha reprendido y humillado a la teología de la liberación en la persona de Ernesto Cardenal en su visita a Nicaragua. España entra en una época de prosperidad económica que va ampliando las clases medias y con ellas un talante más conformista. “Contra Franco vivíamos mejor”, se solía decir.

 “¿Y el sur?”
 La cooperación internacionalista, ca. años 1990 a 2005 

Este breve título de una humilde revista de la ONG “Acción Solidaria Aragonesa” representa una de tantas iniciativas de liberación de carácter internacionalista, y es significativo de la evolución de las praxis de liberación, del momento globalizador y de mestizaje que empieza a darse por la inmigración. El cristianismo de la liberación se despliega en nuevos movimientos sociales y en la pre-política mundialista. Las miradas se dirigen al SUR. Las acampadas por el 0,7 en 1994 pueden considerarse como un hito en la irrupción de esta nueva militancia. También en ese año empieza a andar “Mujeres y Teología” en los cauces del movimiento feminista.

Estos años 90 son por tanto de resistencia y de solidaridad reorientada. Se produce una nueva crisis cíclica del capitalismo y el paro afecta a las familias de las comunidades; el cuidado de los hijos preadolescentes y de los mayores empieza a sustraer tiempo de las causas populares. 

La caída del muro de Berlín y con ella el desprestigio de los países del socialismo real finiquita la revolución entendida al modo clásico y abre la puerta al pensamiento único y a la globalización. Fukuyama publica “El fin de la historia” para confirmar el triunfo del capitalismo. Pero paralelamente surgen también los movimientos antiglobalización, los foros sociales y el altermundismo: la Cumbre de Rio en 1992, las protestas de Seattle en 1999 y el primer FSM en Porto Alegre en 2001, organizado por ATTAC y el Partido de los Trabajadores de Brasil. 

Poco a poco también una nueva cultura se va imponiendo, la postmodernidad. La liberación compite con el gusto por la vida y las costumbres se liberan de la religión. Las relaciones son más efímeras y lejos queda esa cultura rural del vecino que es como de la familia. El individualismo, la soledad y el anonimato se expanden por las ciudades cada vez más cosmopolitas. Se consolidan los rasgos que posteriormente resumirá Bauman en “La sociedad líquida”. 

Las comunidades abordan estos momentos de contrariedad con múltiples iniciativas. Revisión de sus bases identitarias, grupos de formación y de oración, jornadas estatales de reflexión. Cada encuentro estatal se convierte en un motivo de esperanza y una voluntad de reanimación, aunque prima la nostalgia del profetismo de antaño. Sin embargo, la mirada se universaliza y el rescoldo se aviva con el auge de las ONGs. El pluralismo crece la inmigración, la preocupación por la identidad se diluye y se va creando una atmósfera de convergencia por la justicia. 

A lo largo de los últimos años del siglo XX algunos planteamientos teológicos adquieren especial importancia. Crece el interés por encontrar nuevos símbolos, agotados los clásicos sacramentos. La desafección ante la Iglesia es cada vez mayor y la función del sacerdote ha dejado ya hace tiempo de ser reconocida. Las comunidades se sienten mejor en una sociedad laica, más sinceras en las manifestaciones que en el culto. La celebración de la eucaristía se renueva completamente. Es algo de toda la comunidad: reflexión, oración y tentempié en recuerdo de la cena de despedida de Jesús. No son Pascuas judías ni cristianas, ni mucho menos sacrificios redentores, y las mujeres empiezan a presidir. Poco a poco se pierde el carácter sagrado, se valora más el talante común que nace en el compartir la acción social, y la preferencia por los pobres. No hay consagraciones ni liturgias. Son nuevos símbolos vinculados a la gratuidad y al amor desinteresado sobre todo de carácter cívico. Y ya muy recientemente las comunidades se centran en la ayuda a los inmigrantes y la acogida de los refugiados. 

Con las nuevas tecnologías informacionales, las redes sociales y los móviles, el activismo social crece en el mundo virtual y se proyecta sobre la realidad. Las nuevas tecnologías, las neurociencias y la robótica anuncian un mundo todavía más contradictorio con los viejos relatos bíblicos y emancipatorios. La TL, que había eclipsado los problemas metafísicos y existencialistas, vuelve a encontrarse con las cuestiones radicales de la finitud y la limitación, ahora pasadas por el tamiz de la vida real y colectiva: ¿Otro mundo es posible? ¿Cuánto nos durarán las conquistas populares? (“No hay revolución que 50 años dure”). ¿Qué o quién garantiza que el mundo tiene remedio? La opresión y la injusticia son vistas desde la óptica del tradicional problema del mal, y el paraíso comunista o comunitario entra en la incertidumbre del misterio y el enigma. El pluralismo religioso pone sobre el tapete la relatividad de las respuestas religiosas. La fe que busca entender se siente sola e insegura. Los cristianos, ya no tan de la base, son ahora compañeros de viaje de agnósticos activos y anateístas6. 
“Otro cristianismo es posible” 
La pos-religión y el humanismo universalista. Desde ca. años 2005 hasta hoy.

El cristianismo se ha renovado siempre. Y tantas veces como se ha degradado, generalmente por causa del poder, llámese riqueza, autoritarismo o egocentrismo, otras tantas veces han vuelto los profetas. Pero ahora la crisis y su mutación parecen más profundas. Afecta a aspectos muy sustanciales de su credo, incluso de lo que se creía que era el mensaje originario del Evangelio. 

Las coordenadas o paradigmas que rigen el mundo han cambiado profundamente. La globalización de la pobreza se manifiesta en una gran brecha de desigualdad entre el 1% del poder financiero y el 99% de desposeídos. El planeta entero entra en los límites del riesgo extremo. Y por otra parte la inteligencia artificial y la ingeniería genética, los bigdata, etc., parecen querer llevarnos al borde del “transhumanismo”, del ser inteligente artificial.

En este panorama muchos se atreven a decir que estamos en una nueva época axial. En una fase convulsiva de metamorfosis que en el caso del cristianismo se traduce en una deconstrucción del gran relato de la Salvación y en un incipiente vuelo de la mariposa hacia la convergencia humanitaria. Las comunidades ya no respiramos al ritmo de los grandes acontecimientos salvíficos enunciados en la primera teología paulina. La Biblia es para nosotros una gran metáfora, no tiene razón, sino alma de liberación. La Creación, el Pecado, la Encarnación, la Redención o la Resurrección y la Vida Eterna… no son secuencias de una gran epopeya histórica. Son símbolos de las constantes existenciales de la condición humana y de la llamada a la fraternidad. 

Las obras de Lenaers, Spong, Knitter, Hick y otros, están siendo conocidas en las comunidades gracias a los servicios Koinonia, su biblioteca Relat y los sucesivos encuentros con José María Vigil en sus visitas a España. Es el último paso hoy por hoy de la influencia de la TL en las comunidades. Estas lecturas nos provocaron en un primer momento un desconcierto duro y doloroso, pero hemos remontado a un nuevo paradigma pos-religional y supra-religional que nos produce alivio y un nuevo animo en la liberación. Es la gran onda de la maximización del amor cívico que se expresa con toda su pureza cuando abraza a los más desfavorecidos.

Apéndice. La espeleología de la esperanza “…

Y llegaron tiempos oscuros en que todas nuestras conquistas fueron destruidas por las hordas de ciegos mercenarios al servicio del poder del dinero. Una vez más la esperanza tuvo que buscar refugio en la cueva más honda para evitar que la codicia la arrasara borrando su memoria; y hubo que guardar silencio, lejos de las cosas, de manera que el silencio nos devolviera la conciencia sencilla del amor y el sentido cabal de la palabra” (Fragmento de poema encontrado en las ruinas de Babilonia, junto a la puerta de Ishtar). 

Éste iba a ser el título para este artículo, “La Espeleología de la esperanza”, pero me pareció muy llamativo. No así aquí, como epígrafe de un apéndice. Uso este término, “espeleología”, muy intencionadamente porque la tarea que se nos pide es de indagación y creatividad. Porque la “teología” se debilita a la par que crecen la antropología y la sociología de las múltiples trascendencias humanas. Como tales apuntan a lo absoluto, sin llegar a tocarlo ni mancharlo. Y nos tenemos que acostumbrar a seguir en la caverna tratando de salir. Somos incomprensión y limitación, carne de relatividad que dice Dios, Libertad. Somos humanidad escindida por la injusticia a la espera de una integración fraternal. 

Uso este término también porque la esperanza no puede ser sino atractiva. ¿Cómo entusiasmarnos con lo que nos desborda si se anuncia desde un sufrimiento obligado o la impotencia de una “misión imposible”? 

Vamos a indagar pues por los recovecos de la compleja injusticia de este capitalismo tardío, financiero y destructor, a buscar soluciones económicas y de pacificación, vamos a mirar en las vetas de la contingencia para descubrir rendijas de libertad duradera. La espeleología es una bella labor de descubrimiento que requiere luz potente en el “casco”, intenso suspense y arriesgado trabajo.

La fe que nace entre los pobres se llama esperanza. El poderoso vive en la seguridad de los cielos luminosos, conoce a Dios, sabe quién es y lo llama por su nombre, porque está con él. El pobre siente su ausencia, anda a oscuras y lo espera y ama sin razones suficientes. La Praxis de la Liberación, ha abierto unas vetas en la caverna humana de profunda fe y compasión activa, cada día más anchas.

Notas:
1 El Pacto de las Catacumbas (1965) promovido por Hélder Câmara fue el primer compromiso sincero de la Iglesia al servicio estructural de los pobres, la semilla de la Teología de la liberación. 
2 Estas fases se exponen intuitivamente en el cronograma elaborado por Comunidades Cristianas Populares en Aragón. Véase: http://ccparagon.pangea.org/quienessomos/historiaccp.gif 
3 “Una de las mejores obras de los orígenes de la Teología de la Liberación. Porfirio Miranda no aparece, en primera instancia, en la mayoría de listas de padres fundadores de la Teología de la Liberación. En general, el primero que siempre se cita es Gustavo Gutiérrez, luego Hugo Assmann o Juan Luis Segundo, y también a Leonardo Boff”. Alberto Macko en Revista de Teología Crítica. Disponible en https://goo.gl/htfmZn  
 4 Santiago Villamayor, “Las Comunidades Cristianas Populares, sequía o desbordamiento”, en: https://goo.gl/VH2wGj Disponible también con otros documentos similares en el blog: http://redesreto10.blogspot.com.es/ 
 5 Jesús Gil García, tesis doctoral: La Teología de las Comunidades Cristianas Populares. Libros Certeza. Zaragoza 2007, pp. 24 y sigs. 
6 Término utilizado por Richard Kearney (Anatheism, Columbia University Press, 2009) para indicar un regreso a Dios después de Dios. Esa actitud de búsqueda de “algo más” que la revolución o la religión no dan y que la ciencia tampoco puede responder. La situación en que se encuentran tantas personas en el exilio de su antigua religión, en los umbrales de la mística oriental o en su desconcertado compromiso o apuesta moral sin justificaciones definitivas. Un giro hacia la secularidad sagrada de la liberación. 

martes, 6 de diciembre de 2016

Crónica urgente de la XVIII Semana andaluza de Teología. 25-27 Noviembre 2016. Málaga.

 CRONICA URGENTE DE LA XVIII SEMANA ANDALUZA DE TEOLOGÍA


Urgente, porque aún están vivas en la retina sus  imágenes, a flor de piel los sentimientos y rondando en la memoria las ideas suscitadas en esta Semana. Antes de que se borren estas imágenes y los sentimientos, que facilmente desaparecen con el tiempo, escribo “a bote pronto” esta crónica, sin renunciar, más adelante, a una exposición más serena y reposada.

 Cerca de 160 personas de toda Andalucia y  de otros puntos de la península: A Coruña, Pais Vasco, Palencia, Valladolid, Madrid y Albacete etc., nos hemos reunido en el Seminario de Málaga, los dias 25 al 27 de novimebre de este año 2016, para celebrar,  debatir y comprometernos con los temas propuestos en la XVIII Semana Andaluza de Teología, que llevaba por título:  “El gemido de la Tiera y el gemido de l@s empobrecid@s”.

El tiempo estuvo venturosamente lluvioso, tras los largos meses de sequía que padecia Andalucia. El sitio inigualable, en el recíen remozado Seminario de la diócesis, con habitaciones y salones confortables y comedor bien servido y abundante. No desmereció el cambio de Torrox, lugar habitual de los encuentros, al Seminario malagueño. El ambiente fue cordial como siempre, con la cálida añoranza de volvernos a encontrar, un año más,  personas amigas y conocidas, unidas por los mismos ideales de Fe y compromisos vividos en nuestros respectivos lugares de origen. Cordialidad y alegría que se amplió en la Convivencia festiva que nos ofreció...  Completaban el ambiente el colorido de los tenderetes de productos ecológicos de jabón, detergente y legumbres, de bisuteria y camisetas del comercio justo y de libros con las últimas novedades de comentarios sobre la Biblia y las nuevas corrientes de teología de la liberación, teología feminista, del dialogo interreligioso y teología cuántica.

El objetivo de esta XVIII Semana Andaluza de Teología era profundizar, interiorizar y comprometernos con  las propuestas de la Encíclica “verde” del Papa Francisco: “Laudato si”. Para ello se había invitado a cuatro ponentes. A dos teólogos: Juanjo Tamayo y José Aregui y a dos militantes de la Ecologia integral: una ingeniera agrónoma de Ecologistas en Acción, Yayo Herrero López y al  campesino y pastor de Amayuelas de Abajo (Palencia) JeromoAguado Martínez. Sus charlas estuvieron presididas en el Salón  por el cuadro de la última Cena, pintado por nuestro compañero Pepe Pascual.

Yayo Herrero hizo un diagnóstico certero del sistema económico capitalista occidental que se desarrolla en oposición a las relaciones naturales de ecodependencia e interdependencia. Según  este sistema somos autónomos respecto a la naturaleza  y dueños de ella para explotarla sin tener en cuenta sus límites. Ignora que durante toda la vida dependemos unos de otros y,  sobre todo, en  momentos cruciales (infancia, vejez, enfermedad etc) no podríamos sobrevivir si no fuera porque otras personas dedican su tiempo a cuidarnos. Es un imperativo, por tanto, el asumir un inevitable decrecimiento porque los recursos naturales son limitados y, sobre todo, habrá que repartir la riqueza, que es producto de todos y los trabajos derivados del cuidado, los cuales deberán ser realizados tanto por hombres como por mujeres, en plano de igualdad. Revertir esta situación no podrá hacerse sin conflicto de clases. Una dirección de salida la encontramos en las nuevas Constituciones de los pueblos latinomericanos, que consideran a la naturaleza sujeto de derechos y fomentan el buen vivir de toda la comunidad.
https://www.youtube.com/watch?v=z3y8PgsFJNQ&t=533s

Jeromo Aguado partió de unas propuestas que supuso ya asumidas por todos: Que en un planeta limitado no se puede crecer ilimitadamente. No hay crecimiento sostenible, sino decrecimiento para no agotar los recursos naturales.  No hay democracia politica sin democracia económica. Es inhumano que en la sociedad de la opulencia haya personas hambrientas y sobrantes, que el 20% de la población consuma el 80% de los recursos del planeta, que 60 familias acumulen más riqueza que el 50% de la huanidad entera. ¿Qué hacer frente a esta situación? Propuso:  No quedar atrapados en solo los diagnósticos teóricos, sino pasar a los compromisos concretos..  Tomar la austeridad como un valor fundamental, practicando las 5 rr: reducir, reutilizar, reciclar, rearborizar y recampesinar. Posicionarnos junto y al lado del otro, aunque sea de distinta religión, de distinta cultura o étnica, al lado del último. Los últimos hoy son los 800 millones de hambrientos, de excluidos del sistema, de los desplazados y expulsados de su tierra por las guerras, de los  inmigrantes,  refugiados, de las personas mayores que nadie las quiere. Y volver a la tierra maltratada y envenenada por la agricultura extensiva y extractiva, para que los pueblos y las personas tengan su propia soberanía alimentaria.
http://www.redescristianas.net/escuchar-el-clamor-de-la-tierra-y-de-los-empobrecidosjeronimo-aguado-martinez/
Juan Tamayo nos planteó la necesidad de un diálogo intercultural, interétnico y interreligios que sea capaz de realizar una nueva síntesis de Dios, Tierra y ser humano. Para ello hay que abandonar los paradigmas anteriores: a) El teocentrismo de un Dios omnipotente, creador desde un principio de todo lo existente, un Dios fuera y enfrentado al Mundo. b) El antropocentrismo que concibe al ser humano como superior y señor de la naturaleza, con derecho a usar y abusar de ella. c) El androcentrismo que considera superirores los valores del varón de étnia blanca: la fuerza, inteligencia, el discurso conceptual, sobre los de la mujer, a quien menosprecia: el sentimiento, la intuición, el cuidado..d) El fundamentalismo, no solo religioso, creyéndose los únicos elegidos, sino también económico, afirmando que solo existe un único modelo, el tecnocientista occidental. El nuevo paradigma a abrazar es el cosmocentrismo, que entiende al ser humano no como rival de la Naturaleza y demás seres, sino en diálogo y comunicción mutua.
http://www.redescristianas.net/hacia-un-tiempo-de-sintesis-dios-tierra-humanidadjuan-jose-tamayo-director-de-la-catedra-de-teologia-y-ciencias-de-las-religiones-ignacio-ellacuria-universidad-carlos-iii-de-ma/

José Arregui nos invitó, a través de una lectura crítica de los primeros capitulos del Genesis,  a redescubrir el verdadero sentido de “nuestra Tierra” en un diálogo dialético con “nosotros” y con “Dios”.Tierra es todo, las galaxias, las estrellas, nuestro planeta, el cosmos entero, en evolución y desarrollo permanente, no creado y dado de una vez para siempre. Esta Tierra/cosmos no la habitamos para dominarla y hacerla totalmente nuestra, según la tentación permanente de “ser como dioses” (el antigénesis), sino que la tenemos “en préstamo” para usarla, cuidarla  y entregarla a las siguientes generaciones conservada, mejorada y en “Paz”, bajo el símbolo del Arco Iris. Descubrir que la “Tierra es de Dios” es afirmar que todo está animado, todo es energía, dinamismo, conciencia, vida, espiritu. Significa que todo es sagrado, todo es templo y habitáculo del Espiritu, de “la Ruah” que “planeaba sobre las aguas” (Gen 1.2), todo es espiritualidad. Nuestra tarea es realizar “una acción liturgica en este templo”, que es la acción de todo el pueblo que quita la injusticia y llega al descanso sabático, donde se perdonan todas  las deudas y al “año jubilar” donde todos recobran sus propiedades (Lev 25,13), todo es de todos y nadie pasa necesidad (Hech 2,45; 4,34).
http://www.redescristianas.net/la-tierra-es-de-dios-apuntes-para-una-teologia-de-la-tierrajose-arregi/

La exposición de los ponentes de discutió ampliamente en los grupos, como se puso de manifiesto en la multiplicidad de preguntas que se les hicieron. En la Eucarstía, finalmenete, celebrada y participada por toda la Asamblea, se fundieron y ofrecieron el trabajo de los que prepararon la Semana, los sentimientos gozosos de encontrarnos de nuevo, los  buenos sentimientos e ideas comunicadas, la participación y diversidad de opiniones de los grupos, los compromisos suscitados y asumidos, el animador-payaso de la fiesta Esteban, de la Comunidad del Puerto....Y amenizado todo con la música,  los cantos y la danza, dirigidos magistralmente, como siempre, por la  guitarra de Domingo Gómez.

¿Fue todo perfecto? Nada lo es en esta vida. A mi modo de ver,  tres fueron las deficiencias de la Semana. En primer lugar, respecto a la metología de los grupos. No todas las preguntas formuladas por ellos se leyeron, tal vez por la respuestas extensas de los ponentes. Se comentó que, para otros años, sean los secretarios/coordinadores quienes hagan las preguntas, aclarando su enunciado si fuera necesario. La segunda se refiere a  los teólogos. A mi juicio y lo constataron también diversos grupos, su exposición se quedó en las alturas abstractas del discurso y escasamente aterrizaron en propuestas a ras de tierra, como si lo hicieron los militantes ecologistas, sobre todo, Jeromo. A mi entender olvidaron la tesis que ya puso de manifiesto la Teología de la Liberación: que la exposición teológica no versa principalmente sobre Dios, sino que es una reflexión crítica sobre la praxis de la sociedad y de la Iglesia, a la luz de la Palabra de Dios. Faltó, por ello, insistir más en el “gemido de los empobrecidos” y en la esperanza de que Dios escucha tal gemido y está dispuesto a liberarnos de los opresores que lo causan. Finalmente, la Semana fue poco “andaluza”. Sólo hubo un breve recuerdo de Blas Infante, pero faltó constatar que de los 13 millones de empobrecidos que, según las encuestas, hay hoy en España, un millón son andaluces y medio millón de ellos están en pobreza severa. Y frente a esta situación hubiera sido bonito y práctico recoger el compromiso que el malagueño Paco Vega puso en valor con su huelga de hambre, en los dias anteriores de la Semana, reclamando se cumpla el art. 23,2 del Estatuto andaluz: “Que todos los andaluces que están en situación de necesidad reciban una Renta básica que les garantice unas condiciones de vida digna”.

Antonio Moreno de la Fuente
6 de diciembre 2016
CCP de Sevilla