domingo, 19 de julio de 2015

Antonio Quitián. Cura obrero

Antonio Quitián: Cura obrero de Granada, fiel a los valores de Jesús y  luchador incansable de las causas de los empobrecidos. Ejemplo para tod@s nosotr@s por su compromiso y sencillez de vida.

Pincha sobre este enlace, para leer este artículo: 

Recordando, como protagonista en la misma, la huelga de la construcción de 1970 en Granada, en la que murieron tres obreros asesinados por la policía .

Antonio Quitián: De cura obrero a cura perroflauta





ANTONO QUITIAN GONZALEZ, CURA OBRERO FOTO: ALFREDO AGUILAR
Adoro ser periodista
Conoces lo peor pero también lo mejor del ser humano.
Personas irrepetibles que en su mejor versión te congracian con este mundo extraño.
Antonio Quitián es, sin duda alguna, una de ellas.
Andrés Cárdenas lo entrevistó en el año 2009 (Lee la entrevista en este link)
Este es el perfil que se ha publicado hoy en la edición impresa.
No me pude resistir a hacerme un selfie con una persona a la que, trashablar con él, admiro con respeto.
Lograr una cita con Antonio Quitián es complicado. Se levanta a las siete de la mañana y da la misa de primera hora de la mañana en el convento del Cerrillo de Maracena donde es capellán. Luego desayuna y a las 10 de la mañana ya está en marcha. Va todas las semanas al penal de Albolote«porque ahí están los despojos de la sociedad, el último eslabón de esta sociedad. Y converso con ellos. Cada vez que salgo de la cárcel, sonrío», revela desde una franqueza inigualable.
Luego tiene la parroquia de Pinos Puente, pero la lleva su auxiliar, «porque ya estoy muy mayor, son 87 años los que cumpliré en diciembre de este año». Y, a partir de ahí, de estas tareas fijas, tiene todo tipo de charlas, grupos, conferencias, protestas y mil actividades que hacen que a veces, o al menos la víspera de la cita, su propia hermana, Antonia, se preocupe, «porque son las diez y media de la noche y todavía no ha vuelto», argumenta.
Pero sí. Vuelve. Antonio siempre vuelve porque nunca ha dejado el caminoque escogió en su día. Fue cura a los 24 años en Tiena y Olivares  y después estuvo 14 años en Tózar y Limones. Hasta que en 1966 fue destinado a ‘La Virgencica’.
Junto con Ángel Aguado y su hermano Manuel y José Ganivet Zarcos, fue uno de los curas obreros que en los últimos años del Franquismo y de la transición democrática trabajaron en el barrio de la Virgencica y en el Polígono de Cartuja. Y además, para acercarse a los jóvenes, «me puse a trabajar de albañil». Pertenece desde entonces a la Hermandad Obrera de Acción Católica y su lucha estuvo siempre con los obreros que se encerraban en las iglesias y en la catedral para pedir mejoras laborales.
Por eso le llamaban cura obrero. Ahora, cuatro décadas después, sigue acercándose a los lugares que queman, aunque reconoce que «tengo mucha dificultad para conectar con la juventud. Ya soy muy mayor y esta tarea les corresponde hoy a los jóvenes». Antonio Quitián desconoce hoy en día a la juventud que campa por las calles de Granada y el país pero tiene bien dicho que «no está encontrando los cauces».
Contrario al botellón por razones obvias que poco tiene que ver con que la gente joven disfrute sus mejores años, considera que no existe una propuesta evangélica «donde puedan dar un paso adelante para una formación que les lleva a una concepción del mundo unitario que lucha por la igualdad, la democracia como tantas otras cosas que hoy se airean».
Estas reflexiones desde una cátedra de casi noventa años de vida y compromiso se entiende mejor al comparar el propio entorno en el que ha vivido el último medio siglo. Cuando este cura obrero y joven llegó a la ciudad de la Alhambra el barrio al que fue destinado era pobre y ahora es de clase media-alta, donde los obreros nuevos pueden ser albañiles o médicos, sostiene.
Cuando llegó a Tózar todos eran pobres y organizaban las actividades deportivas y culturales. Cuando llegó a ‘la Virgencica’ y a la naciente Zona Norte ocurrió otro tanto. Todo ha cambiado tanto. Desde una sinceridad abrumadora, reconoce que «hoy me encuentro quizá no llamado a ese papel de estar con la juventud».
La frase entrecortada cobra toda su dimensión cuando se disecciona su compromiso con los nuevos tiempos. Y le desmiente en buena parte. Ha sabido llegar a la nueva juventud del siglo XXI y se reconoce en sus demandas. Ha cambiado su piel obrera sin mudar de lugar y ahora es un curra perroflauta. Y encantado de haberlos conocido.
Antonio Quitián conoce al dedillo movimientos como el #15M, Democracia Real Ya o Podemos, el partido político de moda. Lo que hace este cura obrero que sigue siéndolo es lo poco que las limitaciones de su edad le obligan, simpatizar con todas estas ideas porque coinciden con lo que él hace. Supone aunar sus voluntades, las de los llamados indignados con las ya clásicas de los curas obreros que denuncian un mundo de injusticias donde países enteros se mueren de hambre «mientras nosotros tiramos tantas cosas a la basura».
Por eso, cuando Antonio Quitián ve a estos movimientos sociales y ahora políticos simpatiza directamente con ellos y también está con ellos, ya que se ha manifestado en las citas del Primero de Mayo y estuvo en numerosas ocasiones en la Plaza del Carmen cuando se estableció, en primavera del año 2011, la acampada del #15M en Granada. En la medida en que puede está presente, pero no como cuando era joven. Eso sí, es socio de Derechos Humanos en Andalucía, de Granada Acoge, de Proyecto Hombre y de HOAC-Hermandad Obrera de Acción Católica, organizaciones a las que paga sus cuotas, religiosamente, como no puede ser de otra manera.
Es el de Antonio Quitián un pensamiento único con la mente abierta, el trabajo hecho y las pruebas servidas. Por eso ahora está muy de acuerdo con la protesta generalizada que habla en contra del capitalismo que realmente ordena y gobierna el mundo, entiende. «Más que los políticos, que son gente que está muy sujeta al planteamiento y a la eficacia del capitalismo», explica.
Esta postura suya, firme, le ha llevado, al igual que hoy con el premio, a rechazar participar en movimientos políticos. Dijo que nones al Partido Comunista, a sus Juventudes, a Comisiones Obreras y luego a UGT. Siempre ha renunciado pero está con todos y por eso no está exclusivamente con uno solo. Se explica con una sola frase: «Nunca me ha gustado ser protagonismo pero sí colaborador».
Quedan dos grandes personajes de la historia que cuando Antonio Quitián los describa terminarán de dibujar su retrato. El primero es Felipe VI, que cree que pasa como con todas las cosas, que es una limitación que un hijo herede responsabilidades si no tiene las cualidades. «No soy monárquico en ese sentido como otros lo sienten, pero no me parece que es ahora una guerra especial, pero a la larga, como en Italia o Francia, en España pasará lo mismo. Pero no tengo prisa, irá madurando y veo con simpatía las manifestaciones republicanas».
Queda Francisco. Es pronunciar la palabra «Francisco» y a este cuajado sacerdote le cambia la cara, le sube el alma a su expresión. Para un tipo como él la venida de Francisco como que le ha confirmado. Es un ‘mira, no estamos equivocados’. Les ha confirmado a él y a todos como los que con él han trabajado en esta línea toda su vida. «Francisco dice frases como que el dinero no es el que debe gobernar al mundo sino servir al mundo. Esta frase describe a Francisco y apoya nuestra vida de trabajo».
Y la rabiosa actualidad. El Mundial de Fútbol. No le esperen viendo partidos aunque ama el fútbol y lo ha jugado de joven: «Dejé de seguirlo cuando me enteré el dinero que ganaban».
CRÉDITOS
-La fotografía es de Alfredo Aguilar

viernes, 17 de julio de 2015

lunes, 13 de julio de 2015

ENCUENTRO CCP-Granada 21 de Junio, 2015 en Quentar.


TODO EL DÍA FUE EUCARISTÍA. Comenzamos a las diez y media con una meditación frente al maravilloso paisaje, la lectura de nuestra historia y el evangelio, nos reunimos en grupos para reflexionar en común, las fotos en el ofertorio nos sirvieron para valorar lo que somos, las niñas también compartieron su reflexión, y repartimos el pan y nos fuimos a comer las excelencias culinarias aportadas por cada persona. La revisión del curso, la acción de Gracias, el Padre Nuestro y la Paz compartida pusieron fin a la tarde y al encuentro final de este curso. Estas fueron nuestras conclusiones:

Las Comunidades Cristianas Populares de Granada, reunidas en el Encuentro celebrado el  Domingo 21 de Junio de 2.015 en la  Ermita de la Alegría de Quéntar, reflexionaron sobre como LA COMUNIDAD CRISTIANA NOS CAPACITA, NOS ESTIMULA Y NOS POTENCIA.

Previamente se había leído y discutido en los grupos los documentos “ Breve historia de las CCP de Granada”  y “Reflexiones personales sobre relanzamiento de las CCP de Demetrio, de la CCP de Valencia.
RESUMEN de las aportaciones, tanto de las distintas comunidades como personales sobre las tres cuestiones que se plantearon:

1.- ¿Qué ideas clave resaltamos  y nos parecen importantes de los dos documentos adjuntos?

- La comunidad es la mejor alternativa para el seguimiento de Jesús.
- El grupo cristiano es  motor del cambio y el germen de la acción.
 La comunidad infunde ánimos para seguir adelante y es punto de arranque de la vivencia de la espiritualidad cristiana.
-  La comunidad ayuda a conocer mejor el proyecto de Jesús, porque al ser un espacio de aprendizaje y madurez sobre  la construcción del Reino y su realización concreta en la sociedad, desde la opción decidida por los pobres y marginados.
- El carácter de la comunidad cristiana se manifiesta principalmente en la unidad, la fraternidad y el compartir, como expresiones de nuestra fe en Jesús de Nazaret.
- Las CCP son una voz alternativa dentro de la iglesia y, a la vez, son una propuesta concreta de realización desde la base de organización del Pueblo de Dios de forma igualitaria y democrática.
- La comunidad promueve la espiritualidad, da sentido social, estimula las relaciones comunitarias y el compartir las penas y las alegrías.


2. ¿Qué me ha aportado la Comunidad y el movimientos de CCP (En mi vida personal, profesional, familiar y en mis actitudes, compromisos, relaciones, cosmovisión…)?




(En estas intervenciones se mezclan lo personal y lo comunitario)

- Nos ayuda a encontrar un sentido a nuestra fe, a crear afectos, a mantenerlos, a cambiar de rumbo y a compartir  la alegría de vivir y trabajar con sentido.
- Sólo se vive la fe de verdad en comunidad.
- Somos un movimiento de resistencia. A pesar de que ha habido momentos bajos, entradas y salidas y sobre todo falta de relevo generacional, las CCPs han mantenido siempre su llama. Ha dado respuesta a la amistad, al gozo interno, a la alegría de ir construyendo juntos una forma nueva de vivir y celebrar la fe.
 - Ha sido y es el fundamento de la práctica diaria de sus miembros por el talante, la forma de actuar, por lo que nos mueve por dentro.
- A muchos les ha hecho racionalizar sus creencias y su fe.
- Ha promovido y promueve las relaciones personales desde el respeto, la amistad y la fraternidad.  Algunos insistieron que no sólo se llega a la amistad, sino a una vida de hermanos. Yo soy con los demás.
- Para algunos CCP ha sido el punto de referencia para llevar a cabo un proyecto de vida.
- La pertenencia a Comunidades  ha dado coherencia a los proyectos sociales, a la colaboración y participación en las organizaciones sociales y políticas.
- Al ser un grupo consolidado con una trayectoria de más de cuarenta años, nos ha dado la oportunidad de estar presentes en la creación e impulso de grupos y organizaciones sociales en  Granada. Así, hemos sido partícipes en el Consumo Responsable, La Plataforma del 0,7%, La Asociación Andaluza Pro Derechos humanos, Granada Acoge, Finanzas éticas, Proyectos y aportación a America Latina y África, Aspa, Granada Abierta, Plataforma Zona Norte de Ganada, Foro de Inmigrantes,…


3.- ¿Es posible, a estas alturas de nuestro caminar, concretar pasos que podríamos dar para perfilar y enriquecer más y mejor nuestro proceso como COMUNIDAD  y como CCP?

- Somos un movimiento que se mueve. Caminamos y avanzamos con afán de renovación y de profundización. Avanzamos hacia adelante, pero también hacia adentro.
- Hay que seguir con la misma ilusión. Aumentar el grado de espiritualidad. Más reflexión.
- Aprender y profundizar en los nuevos paradigmas teológicos para hacer creíble hoy las enseñanzas del Evangelio desde un nuevo lenguaje más autónomo ( no mítico ) y desde una nueva cosmovisión acorde con nuestro tiempo.
- Ser germen como comunidad de nuevos grupos sociales. Y estar presentes en todas las luchas que consideremos justas.
- Un profundo cariño y afecto para seguir, animándonos mutuamente; potenciando las facetas celebratívas y festivas de la vida. –
- Hacernos visibles como comunidades de CCP en nuestra participación con otros grupos sociales, foros, encuentros con los que colaboramos.
- Inspirarse y motivarse en los luchadores de siempre, los que nos precedieron, en el legado de los que ya no están entre nosotros.
- Mantener la unidad para obtener fuerzas para recuperarse en los momentos bajos.
- Tener una actitud de apertura a otros grupos; (Ej.: Arte y Fe, grupos parroquiales,) y mantener viva la comunicación con otras comunidades de Andalucía, de España y de Europa.
- Aumentar la visibilidad de la existencia de  las CCP en los medios de comunicación y en las redes sociales.
- Retomar el Grupo de Acogida para el mejor recibimiento a los que llegan.
- Fomentar los espacios de  meditación.
- Otros espacios de encuentro, además de la eucaristía, como excursiones, comidas, fiestas de convivencia.

Finalmente, una lluvia de ideas que se lanzaron como propuestas concretas:
- Crear  espacios para compartir sentimientos y vida…
- Visibilizarse en las redes sociales sin proselitismos.
- En las parroquias hay mucha gente insatisfecha, que busca y no encuentra. Invitarlos a probar.
- Las actas de encuentros y momentos importantes de nuestras comunidades  que sean conocidas por las CCP de toda España.
- Queramos o no,  los procesos se dan. Todo es dinámico y relativo. Las CCP no son un absoluto. Si desaparecen en su forma actual renacerán de otra forma.

Granada, 22 de Junio de 2.015.




miércoles, 8 de julio de 2015

Enrique de Castro, el cura de los obreros y marginados.

Publicado: 30.06.2015 23:16 |Actualizado: 01.07.2015 08:22
ICONOS DE LA IZQUIERDA

Enrique de Castro, el cura de los obreros y marginados

Ya está jubilado, pero el cura rojo de Vallecas sigue siendo un referente para quienes entienden el Evangelio “como la acción social” y la Iglesia “como un foco de militancia para que la gente sea dueña de su propia historia”.


Enrique, tras ser ordenado sacerdote, en su primera misa en el Sagrado Corazón de Ferraz en 1972. / ARCHIVO DE ENRIQUE DE CASTRO / SAN CARLOS BORROMEO

MADRID.- No deja de rebuscar algo entre sus cosas después de haber dejado en la nevera el relleno de las croquetas que ha amasado con un chorrito de brandy. “Es mi secreto”, revela. Son para la noche, para cuando la caída del sol permita cenar a sus compañeros de piso, chavales marroquíes en pleno Ramadán. De repente cae en la cuenta de lo que registraba: “Dejé de fumar hace 8 años y estaba intentado encontrar el paquete de Ducados”.

Un par de gestos que son metáfora de la vida de Enrique de Castro (Madrid, 1943). Una existencia de búsqueda insaciable de verdades entre los dogmas cristianos que le inculcaron desde muy niño, cuando estudiaba en el Colegio del Pilar con otros tantos popes capitalinos como Juan Luis Cebrián. Y de amasar con chorros de realidad una tradición religiosa que desde joven siempre puso al servicio de los que menos tenían.

Hijo de un aviador del Ministerio del Aire, a quien recuerda como el hombre honrado que le inculcó el sentido de la justicia, la educación religiosa y sus líderes de entonces, “que no eran políticos de izquierdas sino santos”, le animaron a convertirse en sacerdote. Pero los dos años de latín, griego, sotanas y vacas en la universidad de Comillas le hicieron aborrecer el seminario, “una fábrica de hacer curas” y se volvió a Madrid.

En la Universidad Complutense se licenció en Teología y Filosofía. Conoció el marxismo-cristianismo; la protesta estudiantil unida a la protesta obrera. Aprendió la marginación, la pobreza y las injusticias en los barrios chabolistas de Madrid en los que daba clase, “y escuchaba a los chavales”, exclama. “Y desperté a cosas que no había vivido. Fíjate –recuerda- que cuando yo era un niño a mí no me asustaban con el coco. A mí me decían:Duérmete que vienen los maquis”. 

En 1972, llegado el aperturista Vicente Enrique y Tarancón al arzobispado de Madrid,Enrique de Castro se ordena sacerdote y pide destino en Vallecas. “Llego al final del franquismo. El barrio, en el que todavía quedan colonias del movimiento, es refugio para el sindicalismo clandestino. Los curas se dividen en tres opciones: la de los jesuitas que tiraban para el Partido Comunista; los seculares que estaban con la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y una tercera opción de izquierdas sin militancia, en la que me incluyo”.

La evangelización política

En ese contexto, en el año 1973, Enrique y su compañero Fernando Carracedorevolucionaron el Alto del Arenal, cerca de estadio del Rayo Vallecano, con sus misas participadas, abiertas a la gente. “Era la una de la tarde de un domingo; habíamos colocado los bancos de la iglesia en semicírculo y, en el mismo plano, el altar, que desde ese momento se convierte en mesa. Yo leí el Evangelio y después dije: Decid lo que os parezca. El silencio se masticaba. Fue un silencio sepulcral”. 

Pero la reserva tardó poco en romperse, como poco tardó en correrse la voz de lo que estaba ocurriendo en la parroquia de Castro: el cambio de casullas por vaqueros, la retirada de las velas de a duro y el cestillo, la supresión de las misas de niños “porque no había que engañarles” o su confesión “porque los niños no pecan”. “En ese momento –resume– el Evangelio dejó de ser doctrina y moral para convertirse en acción social. Para convertirse en lo que es: la buena noticia de hacer que la gente coma, tenga agua o una vivienda digna”. 

No lo fue tanto para las autoridades que infiltraron policías en las celebraciones, que no misas, de San Pablo. Enrique comenzó a recibir las visitas de la Brigada-Político Social en casa. En 1975, con la lectura de la homilía del obispo Alberto Iniesta contra los últimos fusilamientos del franquismo, el entonces ya conocido como cura rojo de Vallecas conoció la DGS y la prisión de Carabanchel.
Enrique de Castro, con el teólogo de la liberación brasileño Leonardo Boff.
“Fueron hasta once veces a buscarme. Me tuve que esconder en Arganda. Al final me entregué; me llevaron a la Dirección General de Seguridad, a ese sótano tan tétrico donde me desnudaron. Me cacheaban una y otra vez hasta la humillación. Y si eso me hicieron a mí, que era cura, que no harían a otros en la DGS. Después me llevaron al Hospital Penitenciario de Carabanchel. A los cuatro días salí con una carta escrita de puño y letra deTarancón”.

“Con la llegada de la Transición –cuenta Enrique– se terminó una época que yo llamo la de la traducción política del Evangelio, porque es allí donde descubrimos la lucha por las libertades, por la justicia social”. La siguiente es la de la defensa de esa generación de los años 80 exterminada por la heroína y la de la lucha del cura obrero contra la persecución, la tortura e, incluso, los asesinatos de los chavales de la droga.

Las madres contra la droga 
Las quejas de algunos fieles y la oposición de algún compañero de parroquia por cobijar a los yonquis del barrio le obligaron a mudarse a San Carlos Borromeo, la Iglesia Roja de Entrevías. Allí creó la Asamblea de Madres contra la droga. “Eran mujeres que no entendían lo que les estaba pasando a sus hijos, que se culpaban entre ellas o a los hijos de las otras, hasta que las reuní y les expliqué: Tenemos que estar juntos porque nos están metiendo un gol”.

Además de la labor social con los chicos, la tarea de Enrique y de San Carlos se centró en la denuncia permanente. “En el año 85, durante treinta días, estuvimos denunciando en los medios los puntos de venta de droga; pero, por encima de eso, la connivencia y la corrupción policial que llevamos hasta el Congreso de los Diputados ante la pasividad de la Justicia”. También la del ministro José Barrionuevo, que se negó a recibirlos.

Evoca con especial dolor el caso de Miguel: “Un policía que amparaba la venta de droga en un pub del pueblo de Vallecas salió a perseguir a un grupo de chavales con el coche. De copiloto llevaba a un gitano armado con un palo. Después de arrollar a uno de ellos, cuando el chico estaba en el suelo, salió y le pegó un tiro a bocajarro. Lo mató”.

Y es el único que recuerda en el que el juez ordenase reconstruir los hechos y se condenase al policía a ocho años de prisión. “Lo habitual –asegura– era lo contrario. No te puedo contar las noches que yo he pasado en comisaría, los partes médicos falsificados después de las torturas, que eran sistemáticas en todas las comisarías de España”. Y refiere unas cuantas como la de la mesa, que consistía en atar las piernas de los detenidos en una mesa con el cuerpo colgando hacia atrás. “Les metían la cabeza en agua, les quemaban con cigarrillos, les daban corrientes eléctricas en los testículos, les hacían de todo”.
Delante de Enrique, la madre de Miguel, asesinado a bocajarro por un policía.
La penúltima pelea: contra el arzobispado de Madrid 
Desaparecida aquella generación, de la que Enrique habla en sus libros Hay que colgarlos yDios es ateo, San Calos Borromeo se volcó en la inmigración y en buscar casas, no para dar acogida sino para compartir con chicos sin recursos como los que hoy conviven con él. La parroquia se convirtió en hervidero de movimientos sociales con las Semanas de Lucha Social, que arrancaron con una protesta en la Catedral de la Almudena, y los encierros con insumisos, okupas, etc…. en lugares emblemáticos como la Bolsa o la Mezquita de Córdoba.

Pero las cosas habían cambiado en la Iglesia con la llegada al Vaticano del “conservador e integrista Juan Pablo II. Se cargó la teología de la liberación, pactó con Reagan la eliminación de los focos de sublevación en Latinoamerica. Y en España, eso se tradujo en el relevo del nuncio y el cambio de la iglesia de base que ahora forman los kikos, los Legionarios de Cristo y el Opus Dei”.

En la Iglesia Roja se siguen comulgando rosquillas “porque comulgar con la hostia es un doble acto de fe, primero hay que creer que eso es pan”, recuerda las palabras del teólogo de la liberación Leonardo Boff. Pero la aparición de Enrique en TVE hablando de homosexualidad o aborto, defendiendo lo absurdo del celibato o la desaparición del Vaticano y la publicación de su último libro, La fe y la estafa, colman la paciencia del ultraconservador Rouco Varela, que en el año 2006 anuncia el cierre de San Carlos Borromeo.

Hoy Enrique está jubilado y ha dejado la parroquia, que la presión social consiguió salvar del arzobispado, en las manos de otro buen pastor: Javier Baeza. Él pasa los días cocinando para los chavales con los que comparte piso y amasando, con buenos chorros de realidad, una evangelización que entiende como la transmisión de buenas noticias. Entre ellas la de que “en España se ha dado un salto saludable”, asegura en referencia al 15M y a sus derivadas políticas. No obstante anima el cura activista de Vallecas: “Las parroquias tienen que ser centros abiertos para la militancia de la gente. Si alguien tiene hambre, hay que darle de comer, pero debe ser la gente la que tome las riendas de su propia historia”. 

martes, 7 de julio de 2015

LENGUAJE NUEVO, TEOLOGÍA NUEVA

UN LENGUAJE NUEVO PARA UNA TEOLOGÍA NUEVA
(Reflexiones de una Comunidad Cristiana de Zaragoza)
A partir de la lectura de "Otro Cristianismo es posible" de R. Lenaers. 

Leyendo el libro de R. Lenaers (Otro cristianismo es posible) nos hemos fijado en la siguiente reflexión: “No hemos recibido nuestra fe para guardarla para nosotros mismos, cuidadosamente envuelta y enterrada con seguridad en el campo del pasado, sino para poderla esparcir y sembrar. Hoy, nuestra fe quiere decir esto, para que la cultura de la modernidad se compenetre  de ella de tal manera que pueda ser una imagen promisoria del reino de Dios. Para ello, la buena nueva debe ser traducida al lenguaje de la modernidad. De lo contrario habría que temer que no vaya a poder seguir siendo buena nueva”  (p. 243).

Por otra parte, en el evangelio de Marcos nos encontramos con el texto que dice:
“En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no? Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto – lo nuevo de lo viejo- y le deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos” (Mc 2,18-22).

A partir de estas afirmaciones creemos que es necesario revisar el contenido de nuestra teología y espiritualidad, a fin de que el mensaje de Jesús de Nazaret, siempre nuevo, se viva y transmita en un lenguaje nuevo, correspondiente al momento histórico de modernidad en que nos encontramos. A tiempos nuevos (la modernidad), un mensaje nuevo (la Buena Nueva de Jesús de Nazaret), en un lenguaje nuevo (la nueva teología). Estas reflexiones son fruto de una experiencia de fe, amasada en nuestra Comunidad Cristiana Popular de Balsas-Zaragoza, a lo largo de nuestra trayectoria, en la cual nos hemos ido despojando de un modelo teísta  y heterónomo propio de otra época, y hemos ido reformulando nuestra fe en Jesús de Nazaret con un nuevo lenguaje teológico, más acorde con los signos de los tiempos actuales y con una espiritualidad laica.

Esta es también la sugerencia de la III Asamblea de REDES CRISTIANAS, celebrada en 2011 en Jerez de la Frontera, en el taller “Hacia una teología de la espiritualidad de las comunidades cristianas del siglo XXI”, preparado por las Comunidades de Murcia. En él se decía:

“Proponemos la plasmación de una nueva teología que enfrente los retos que la sociedad actual nos demanda que ha de ser: “más laical, menos masculina, menos occidental y más dialogante con las ciencias”. En esta línea  creemos tener una oportunidad de reformular, de reinterpretar, de recrear incluso toda la religiosidad en diálogo con la situación del hombre moderno. Muchos conceptos fundamentales han de ser reelaborados, y mucho lenguaje  ha de abrirse a un planteamiento más universal…. Por eso se hace necesario reescribir la teología, hay que recrear la espiritualidad, hay que reinventar la liturgia, hay que reencontrar la misión… porque las actuales formulaciones dependen de aquel viejo paradigma que ya no funciona. Hay pues una inmensa tarea por hacer. Se trataría de vivir en esperanza, confiando en el Espíritu que siempre empuja y todo lo renueva y nos anima a intensificar la vida”.

Para realizar este trabajo sugerimos una serie de temas que nos parece necesario revisar, a fin de adaptar su comprensión y enunciado a la modernidad. Solo así el mensaje cristiano será buena nueva en la actualidad.
A continuación presentamos la formulación negativa de cada tema y su posible enunciado positivo en la nueva teología:

-          La Sagrada Escritura: Los textos de la Sagrada Escritura no son palabras divinas, dictadas por Dios a los autores de los diversos escritos.
Son palabras humanas, manifestación de las experiencias sobre Dios  que han tenido diversas personas, pueblos y comunidades, con un lenguaje y estilo literario propios de su época. A través de estas palabras humanas se revela el Dios de Abraham, de los profetas y de Jesús de Nazaret, del A. y N. Testamentos.

-          Dios creador: Dios no ha creado el universo terminado, de una vez por todas. La evolución no es contraria a la acción creadora de Dios. No ha creado al ser humano para ser dueño y dominador. No ha creado el mundo sometido al ser humano, para que pueda utilizarlo a su antojo.
La divinidad está dentro del cosmos generando evolutivamente el misterio de la vida. Como dice J. Sh. Spong en su libro “Un cristianismo nuevo para un mundo nuevo” (p. 204) “Dios es el Fundamento del Ser, la fuente de la cual todos los seres fluyen”. Él es la energía creadora del Universo en expansión, el principio y el fin. Dios sigue actuando y la persona humana está llamada a colaborar activamente en la evolución de lo creado. Dios nos ha hecho cocreadores. Dios actúa en la acción de la criatura y ésta actúa apoyada por la acción divina. La naturaleza tiene sus derechos que deben ser respetados y promovidos.

-          El Dios de Jesús: Dios no es una persona, un ser todopoderoso y santísimo, que vive en su mundo propio llamado cielo. No es el premiador de buenos y castigador de malos. No es el creador del universo de un modo definitivo.
El Dios de Jesús es el fundamento del ser humano y del cosmos, el fundamento de la existencia, la fuente del amor y de la vida. Como Jesús nos enseñó podemos llamar a Dios Padre y Madre. Su esencia es al amor del que brota todo amor. Es la última interioridad y profundidad del ser humano y del universo.
 “Dios, para mí, es el Fundamento de la Existencia, visible en el ser de todas las cosas vivas;  es la fuente de amor que encuentro en la capacidad de amar presente en toda criatura: y es la fuente de la vida que llama a todos, en todas partes, para la plenitud de la vida”, dice el obispo anglicano J. S. Spong, en el libro citado anteriormente, (p.163).

-          Jesús de Nazaret: Jesús de Nazaret no es un taumaturgo, hacedor de milagros, ni la segunda persona de la Santísima Trinidad. No es Dios.
Jesús es el hijo de María y José, el Hijo de Dios en cuanto que es su imagen. Es la humanización de Dios, la manera humana como el Dios trascendente se vuelve visible y cercano. Es el Cristo Liberador de toda opresión y esclavitud.

-          El mensaje de Jesús: No es la promesa de la felicidad eterna en el cielo contemplando la esencia de Dios, para quienes cumplan fielmente sus mandamientos y las normas de la Iglesia.
Es la proclamación del Reino de Dios, una vida digna y justa para todos, a realizarlo en nuestra historia, como Buena Noticia sobre todo para los pobres y marginados. Una invitación a construir la fraternidad universal. Es un mensaje laico, procedente de una persona laica.

-          María: No es la Madre de Dios, la Santísima Virgen, que concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo, a la que se le da culto y se le venera idolátricamente.
Es mujer del pueblo y madre de Jesús de Nazaret, fiel seguidora de su hijo y de su mensaje.

-          La muerte de Jesús en la cruz: No es el sacrificio aceptado por Dios para expiar el pecado original de los primeros padres y transmitido a toda la humanidad para reconciliarla con Dios. No es un sacrificio ofrecido a Dios en pago por nuestros pecados. No es por ello una muerte redentora.
Es el resultado de la condena religiosa y política de las autoridades de su tiempo contra Jesús de Nazaret, como castigo a su persona y a su mensaje del Reino por él anunciado e inaugurado.

-          La resurrección de Jesús: No consiste en la reanimación del cadáver, en la resurrección corporal, reafirmada por la ausencia de su cuerpo en el sepulcro y las apariciones a sus discípulos.
Es la expresión de la experiencia profunda que tuvieron sus discípulos de que continuaba vivo entre ellos, que estaba presente en su vida y en la de la comunidad, que Jesús era el Viviente.

-          La Iglesia: No es una institución vertical y patriarcal, organizada jerárquicamente, compuesta por clérigos y laicos, en cuyo vértice está el obispo de Roma, que ostenta los tres poderes (legislativo, judicial y ejecutivo), diferenciada entre los que enseñan (clérigos) y los que aprenden (laicos).
La Iglesia, Pueblo de Dios, es una comunidad de comunidades, integrada por hombres y mujeres, iguales en dignidad, seguidores del movimiento iniciado por Jesús de Nazaret, estructurada en torno al eje comunidad-ministerios, y horizontal en su funcionamiento. La comunidad de personas convocadas para entrar en la vida, en el amor, en la plenitud, en Dios.

-          La espiritualidad cristiana: No es la evasión a lo sobrenatural, aquella práctica y modo de vida que nos aliena y aleja de lo tangible y material. No es el sector interior de la existencia. No es el ámbito de actividad relacionada más directamente con Dios a través de la oración y de las celebraciones.
La espiritualidad es el estilo o talante que tiene la persona creyente de vivir el evangelio movido por el Espíritu de Jesús de Nazaret. Una forma de vivir coherente con el evangelio, asumiendo el proyecto del Reino de Dios, como proyecto determinante de la vida. Es una espiritualidad laica, consistente en la consecución de una vida digna y justa para todos y todas. Una espiritualidad no dualista, capaz de armonizar  la mística cristiana con el pensamiento silencioso del budismo e hinduismo, forjada de procesos nuevos de humanización.

-          La celebración de la fe: No consiste en ritos desprovistos de sentido y en un lenguaje desconocido. No son actos individuales a través de los que la persona entra en contacto con lo divino. No son acontecimientos a los que se asiste pasivamente, sin participación alguna. No son ritos clericales y patriarcales en los que no tiene cabida la mujer.
Son actos sociales y comunitarios, son actos festivos en los que se conmemora algo importante en la vida. Son hechos participativos en los que el hombre y la mujer tienen igual cabida. Son acciones festivas y comunitarias, en las que lo masculino y femenino es igualmente importante.

-          Los sacramentos: No son ritos eficaces de la gracia divina, dependiendo únicamente del cumplimiento de las condiciones establecidas. No son actos mágicos. No son hechos aislados de una vida creyente. No son actos individuales al margen de la comunidad de fe. No se agotan en los siete oficiales en la institución eclesiástica.
Son expresión de experiencias profundas de vida, celebraciones de los momentos importantes de la vida y de sus diversas vicisitudes. Son momentos clave de celebración de una realidad de vida. Son celebraciones comunitarias. Son impulso hacia el compromiso transformador de la realidad. Son signos creativos, cuya eficacia depende de su veracidad. Es necesario buscar nuevos signos hoy.

-          La Eucaristía: No es la celebración del sacrificio de Jesús en la cruz para redimirnos del pecado. No es un rito  mágico, presidido por el clérigo ordenado, en el que se convierte el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre. No es un acto religioso al que se asiste pasivamente, sin participación alguna. “En la tradición católica los fieles participan del sacrificio de Jesús a través del sacramento, literalmente comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre. Canibalismo litúrgico ligeramente disfrazado y poco atrayente para la generación actual” (J. Sh. Spong, en el libro citado anteriormente, p.116)
Es la celebración comunitaria de una comida, en la que se comparte la vida, hacemos el memorial de la última cena de Jesús. Expresión  de la experiencia de la solidaridad y fraternidad en la igualdad, del pan que se parte y se reparte. Símbolo de la vida compartida. Celebración de la liberación de todos los seres humanos.

-          El papel de la mujer en la Iglesia: No es la persona encargada de servicios domésticos, supeditada a la autoridad de los varones-clérigos. No es la persona a la que se le prohíbe hablar y expresar su opinión en la Iglesia. No es la persona sexualmente peligrosa de la que hay que huir, por ser objeto de pecado.
Es una persona igual que el varón, miembro activo de la comunidad cristiana.  Con capacidad de opinar y ocupar puestos de responsabilidad en la Iglesia. Es el complemento del hombre a través de su feminidad, con cualidades específicas y diferenciadas del varón.

-          Diálogo interreligioso e intercultural: La religión católica no es la única religión verdadera, fuera de la cual no es posible la salvación. No es la religión que nos da a conocer a Jesucristo, único mediador entre la humanidad y Dios. No tiene como misión imponer sus dogmas e ideología a todas las culturas y civilizaciones. La cultura occidental europea no es la única cultura válida.
Todas las verdaderas religiones son verdaderas, ya que constituyen caminos humanos de acercamiento a Dios. Del mismo modo que existen diferentes culturas, todas ellas respetables, hay diferentes religiones a través de las que las culturas entran en contacto con lo transcendente. Existe pues un pluralismo religioso. Por ello es necesario entablar un diálogo fructífero y sincero entre todas las religiones, que nos ayude a descubrir la profunda espiritualidad que subyace al interior de las religiones. Existen además muchas culturas que tienen grandes valores y riqueza humana. Se impone igualmente un diálogo intercultural.

-          Ciencia y fe: No son dos realidades contrapuestas y contradictorias. La ciencia no tiene por qué supeditarse a la fe y  a sus dogmas. Los dogmas no son verdades irrefutables y válidas para siempre. No proceden de la revelación divina a la humanidad.
Son dos instancias humanas complementarias, que deben escucharse y enriquecerse mutuamente. La fe debe estar abierta al desarrollo científico y sus descubrimientos. Los dogmas son verdades relativas, enmarcadas en un contexto cultural determinado y en una época histórica concreta. Se impone un trabajo desmitificador en la revisión de los dogmas.

Esta elaboración teológica es una tarea que debemos hacer los grupos y comunidades cristianas. Hemos recibido el encargo de dar a conocer el mensaje de Jesús de Nazaret en el momento histórico que nos toca vivir, en una cultura determinada y a unas gentes que viven en la modernidad, y no en la Edad Media o épocas pasadas. De esta manera el mensaje cristiano será razonable, coherente y buena nueva en la actualidad.

Jesús Gil García y Txema Olleta

Zaragoza – Mayo 2012.

¿Pueden cristianismo y modernidad caminar juntos?. Leaners

Posted: 07 Jul 2015 12:11 AM PDT
Transcribimos de los Servicios Koinonía:
Está puesto en línea un nuevo artículo en la RELaT: de Roger LENAERS sj (cfr. wikipedia), ¿Pueden cristianismo y modernidad caminar juntos? Es la traducción de su artículo en inglés contenido en el número 37 de la revista HORIZONTE, ahora pues accesible en castellano. Recomendamos el artículo como un buen resumen –y bastante atrevido– de la visión de conjunto que este autor ha desarrollado en varios de sus libros, detallando aquí muy concretamente los dogmas y creencias del cristianismo que no pueden subsistir si llevamos hasta sus últimas consecuencias el paradigma de la modernidad. Lo recomendamos.
Artículo completo 

lunes, 6 de julio de 2015