martes, 14 de mayo de 2019

"Nacen Claridades Todavía", de José Gilabert Ramos. 11 de Mayo de 2019 en CCP-Granada.

Nuestro insigne poeta de guardia, José Gilabert Ramos, presentando en CCP-Granada su última obra, "Nacen Claridades Todavía", el pasado 11 de Mayo. 
Gracias Pepe, por tanta Vida compartida. 

ATRAVESAR LA NOCHE.

Una serena añoranza de la luz
me acompaña en la noche.
Abandono a su suerte mis ojos
y busco entre tinieblas la certeza
de haber aprovechado el día.

Locas intuiciones me sorprenden
como olas que bañan mis heridas
y acarician con sus manos de agua
la triste levedad de mi esperanza.

Entregar al sueño los pesares,
como quien se desviste con premura
del peso de un vestido que no es suyo,
es el anhelo que sostiene esta partida
entre el cansancio de seguir viviendo
y el descanso de entregarse a las sombras.

Es una guerra superar el día,
enfrentar los achaques y el ruido,
los golpes que da el aire cuando baila,
la dureza de las piedras en la tarde
poniendo cuesta arriba las aceras.

Pero la noche puede ser un armisticio,
un exilio con árboles y sombras
donde dejarse caer sin más deseo
que esperar que la noche me atraviese.


DUELE EL AIRE

A veces hasta el aire duele
cuando la ciudad se refugia
en el trasiego de la gente
que camina sin ver lo que pasa.

A nadie parece importarle
lo que cada cual arrastra
y todos buscan su anestesia
en el olor de las cafeterías
como si hubiera que huir de algo,
-con la cara de nadie-
que se nos adhiere a la ropa
y nos impide el paso
en las aceras.

En la ciudad el aire
esparce su dolor con cuentagotas
y se detiene ebrio en las esquinas
donde la pena esconde
su envejecido rostro
de carbón y nicotina.

Nadie, nadie,
-no exagero-
nadie detiene su paso
y se para un instante
a contemplar las flores
que la miseria siembra
en nuestras calles.


UNA GRIETA
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Leonard Cohen.

Tan difusas las lindes del paisaje,
tan sutiles sus contornos
que cuesta distinguirlos en la niebla.

Incluso lo que pesa como el cielo
cuando se precipita sobre el campo
parece cuajado de sombras,
accidental y repentino,
como una amenaza impredecible.

Pero lo débil ganará la batalla
porque solo los mansos
heredaran la tierra.

Vencerá la materia cuarteada
cuando acepte la herida,
esa grieta en la conciencia
por donde entra la luz.

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