Granada ha vivido durante siglos a la sombra de la Alhambra fortaleza, ciudad palatina y monumento declarado Patrimonio de la Humanidad. La colina roja no sólo simboliza el refinamiento exquisito de la cultura andalusí, ha sido también, durante cientos de años, el mascarón de proa de la ciudad. A ella le debemos mucha de nuestra identidad, hermosura y desarrollo económico. A ella le debemos la imagen y la marca que ha situado a Granada entre los faros urbanos de la historia y entre los grandes destinos turísticos del mundo.
La Alhambra no se entiende sin Granada y Granada no se entiende sin la Alhambra.
En este sentido, es dificil comprender la desconsideración que exhibe la ciudad cada 2 de enero hacia aquellos habitantes de Granada que edificaron la Alhambra y vivieron en este
mismo lugar, antes de la conquista.
Desconsiderar a las granadinas y granadinos de entonces, supone desconsiderar a los de ahora. Queramos o no, el atrezzo y el ritual que rodea a la celebración de la Toma hiere a muchas personas de otras culturas que conviven en la actualidad junto a nosotras.
Proponemos, pues, algunos cambios que contribuyan a fomentar la convivencia y restar munición a la fiesta. Sí, restar munición, porque munición hay y la prueba evidente de ello son las consignas e insultos que se cruzan algunos grupos ese día y la presencia cada año, de un despliegue policial para evitar enfrentamientos en la Plaza del Carmen.
Muchos ciudadanos y muchas ciudadanas prefieren mantener la conmemoración de este día que fue declarado festivo por el cabildo del Ayuntamiento en la remota fecha del 17 de
junio de 1516. Merecen el mismo respeto que quienes piensan distinto respecto a la mejor
manera de rememorar la jornada. Se justifica la conmemoración porque señala la fecha del
nacimiento del Estado moderno pero también se identifica con el momento inicial de una época de intolerancia.
Para superar esta agria polémica, proponemos la reforma del protocolo, incluyendo la
lectura de un manifiesto por la convivencia el mismo 2 de enero desde el balcón del Ayuntamiento, con el fin de poner el acento en el homenaje a las distintas culturas que han contribuido a la prosperidad de Granada. Así daremos un primer paso adelante para que la celebración sea más acorde con los valores de una sociedad plural y democrática como la nuestra.
Es cierto que la celebración de la Toma es una tradición antigua y defendida por un
número considerable de granadinas y granadinos pero no es menos cierto que otras muchas no lo consideran así y que la mayor de las tradiciones consiste en que las tradiciones cambien y se adapten al espíritu de los tiempos. Proponemos, en consecuencia, abrir un debate sereno al respecto, hacer un esfuerzo de generosidad colectiva, poner el acento en la concordia y en la convivencia entre todas las gentes que habitaron y habitan esta tierra, sea cual sea su clase, identidad sexual, población o creencia. Y que el día sirva de homenaje a nuestra historia, a todo nuestro pasado, también al que significa la Alhambra, la marca de la ciudad, la que tanta fama, belleza y sustento nos ha dado durante siglos.
Amí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la
mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de Africa, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía (LEON EL AFRICANO).
Con este fragmento del León Africano queremos simbolizar lo anteriormente dicho y nuestro deseo de que nuestra fiesta no sea la toma por la conquista sino la fiesta por el respeto, el reconocimiento y la convivencia.
Carlos Cano premia a las vecinas y vecinos de la Zona Norte por su lucha contra los cortes de luz
Paco Vigueras
Periodista y coordinador de Granada Abierta
Carlos Cano sigue vivo a través de sus canciones, que nos sirven de inspiración para conceder el premio que lleva su nombre y con el que mantenemos viva su memoria. Un premio que cuenta con el apoyo de Alicia, Paloma y Amaranta, familia del cantautor granadino, y de muchos admiradores que no olvidan el compromiso ético de Carlos en defensa de las personas excluidas.
Por este motivo, Granada Abierta ha entregado este año el premio a las vecinas y vecinos de la Zona Norte por su lucha contra los cortes de luz. Queremos apoyar así la reivindicación de estos vecinos que se sienten discriminados por la compañía eléctrica Endesa y reclaman un derecho básico para vivir dignamente como es la luz, porque la Zona Norte también es Granada. Precisamente, Carlos Cano cantaba: "Algo pasa aquí, por el Sur, mucho sol y poca luz".
Granada Abierta lleva 24 años premiando a colectivos solidarios que luchan por el diálogo intercultural, por la igualdad y por la justicia social, valores que Carlos nos transmitió en su cancionero reivindicativo y popular. Así lo hizo en su canción La hoguera, cuando decía: “Escucha el grito de los que yacen injustamente tirados en la calle como animales, madre”. Por eso, en una edición anterior, concedimos el premio a Stop Desahucios, que lleva años luchando por el derecho a una vivienda digna.
También nos cantó El Salustiano, en la que Carlos decía: “No creo que el sombrero les toque en la tómbola a esos gachos trajeados que no valen na, que lo roban y lo roban, con cuatro palabritas finas lo roban”. lo que nos indujo a entregar el premio a la Plataforma Pobreza Cero, por la labor que están haciendo en defensa de las víctimas de la crisis económica, provocada por especuladores y gobiernos corruptos.
Tampoco olvidamos su disco A duras penas, con una letra impactante como La Miseria: “Vengo de abajo, de un valle podrido de yerba, donde no existe el futuro, sólo la miseria”. Por este motivo, la Red Granadina de Refugio y Acogida recibió también el premio que lleva su nombre para reconocer su labor solidaria con los refugiados que huyen de la guerra.
El colectivo Amani fue otro de los premiados. Amani significa Paz en swahili, una de las lenguas más habladas del África subsahariana. Reconocíamos así el esfuerzo de este grupo de activistas que ha creado un espacio de acogida para inmigrantes. Amani nos recordó la canción de Carlos titulada Por el mar de los sueños, una letra solidaria con los inmigrantes de las pateras: “En la noche perdida por el mar de los sueños navega a la deriva esta canción”.
Carlos Cano ha creado escuela en una nueva generación de cantautores. Su canción Abril para Vivir da nombre a un festival internacional que dirige Juan Trova. Y jóvenes músicos siguen interpretando sus canciones más emblemáticas, como la Verdiblanca, que es el segundo himno de Andalucía, o la Murga de los currelantes, que es como la Internacional con acento andaluz.
José Saramago dijo en cierta ocasión: “Carlos Cano no quiso hacer otra cosa, en toda su vida, que cantar el ser que era. Esa es la razón por la que su presencia continuará viva en la memoria de Granada y Andalucía”.
Contra las políticas que matan a personas migrantes, refugiadas y criminalizan la solidaridad.
No somos extranjer@s en ningún lugar porque el mundo no tiene fronteras
La ciudadanía organizada nos volvemos a autoconvocar en Círculo de Silencio como grito de denuncia y acción no violenta universal, no partidista ni religiosa, que en diversas partes del mundo DENUNCIAMOS, las políticas que matan a personas migrantes, refugiadas convirtiendo el Mediterráneo en fosa común y criminalizan la Solidadridad. Cese el exterminio..
¿Qué son los Círculos de Silencio?Los Círculos de silencio desarrollan una acción no violenta en solidaridad con las personas migrantes y refugiadas y apelan a la consciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas. Es un movimiento ciudadano universal no partidista y no religioso.
Comenzaron en Toulouse a finales de 2007 y actualmente reúnen en Francia a más de 10.000 personas de distinta procedencia en más de 170 ciudades. También se extiende por otros países de Europa y África.
Estos círculos pretenden implantar una cultura pacífica a través de una acción accesible a todo el mundo, en una actitud de respeto frente al que sufre y con la intención de minar el apoyo de la sociedad a estas leyes injustas.
Aquí en España los Círculos de Silencio se reúnen en muchas poblaciones como son Valladolid, Burgos, Granada, Sevilla, Lugo, Madrid, Murcia, Cádiz, Almería, Alicante, Valencia … entre otras.
En Granada todas las personas que sentimos esta inquietud nos venimos convocando los primeros viernes de cada mes a las siete en los meses de Noviembre a Abril y a las ocho de Mayo a octubre, uniéndonos a este movimiento internacional.
¿Por qué nos concentramos?
En estas concentraciones que hacemos en Granadal, en unión a los Círculos de Silencio del mundo, queremos denunciar la situación tan injusta que están pasando las personas inmigrantes y refugiadas. Unas personas que, después de haber sufrido la pobreza, el hambre o la guerra en sus países de origen y de haber viajado en condiciones de suma precariedad, además, al llegar a las fronteras, son tratados de una forma tan inhumana como no podíamos imaginarnos.
Denunciamos que se hable de “sin papeles” y no de personas, deshumanizándolas con el lenguaje. No son "menas", son niños y jóvenes que migran solos.
Denunciamos que la fuerza del gobierno se ponga en los muros de contención, en las cuchillas –llamadas por ellos “concertinas”- en las alambradas…y no en la atención urgente a unas personas que llegan bajo mínimos, con necesidades de todo tipo.
Denunciamos el uso de palabras como “avalancha” y “asalto” con las que pretenden asustarnos y además son mentira.
Denunciamos la frialdad con la que se tratan las noticias, que se centran en problemas de fronteras y no en el drama humano de quienes requieren una atención inmediata y evidencian la falta de una política de cooperación.
Denunciamos que se obvie por completo la situación de personas que tienen derecho al asilo político en su realidad de refugiadas.
Denunciamos la odisea a la que se ven sometidas todas estos hombres, mujeres, menores… cuando llegan a las fronteras; la hipocresía y el cinismo de decidir si ya han puesto los pies o no en territorio español; si las llamadas “devoluciones” se hacen “en caliente” o no; si los medios que se usan son disuasorios y proporcionados… En fin, todo ese laberinto legal que se produce mientras las personas está reclamando que nos volquemos con ellas porque vienen huyendo del horror.
Denunciamos que no se vaya a la raíz del problema, el gran recorte en cooperación internacional, el olvido del 0´7 y el mantenimiento de las deudas externas con países empobrecidos a los que, sin embargo se les vende armamentos impunemente.
Denunciamos todas las guerras, en las que tienen tanta responsabilidad los gobiernos occidentales
Denunciamos que los gobiernos y las grandes empresas obedezcan las perversas leyes del mercado y no promuevan el Comercio Justo.
Entendemos que la inmigración y las solicitudes de asilo son un tema complejo pero constatamos que no se aborda a fondo, que nos marean con informaciones manipuladas y que falta voluntad política para resolverlo.
Exigimos la implicación de todas las personas que en España y en Europa tienen responsabilidades de gobierno y posibilidad para que se cumpla la carta de los derechos humanos. Huir no es delito. Vías seguras y legales
Por nuestra parte, además de seguir luchando con esperanza desde nuestros grupos, asociaciones, familia, trabajo… nos seguiremos convocando en esta Plaza.
laSexta.com
El 2019 nos ha dejado más rescates agónicos, escenas dramáticas e imágenes ante las que es imposible no apartar la mirada. Hemos visto las misma estampa en España, Italia, Malta y, sobre, todo en Grecia: en total, 124.000 migrantes han recurrido al Mediterráneo para escapar del horror.
"¿No pueden ver nuestro sufrimiento? Estamos sufriendo, ¿es qué no ven nuestro dolor?", preguntaba, desesperada, una de ellas. Personas que han preferido jugarse la vida a seguir en sus países de origen. "Quiero ir a un lugar seguro, solo eso", explica un migrante.
Se han enfrentado, no solo a la voracidad del mar, sino también a la de la clase política. El exministro del Interior italiano, Matteo Salvini, hizo todo lo posible para cerrar sus fronteras e incumplir las leyes internacionales, echó un pulso a las ONG e inclusó las llevó a los tribunales.
Pero todo cambió con la salida del ultraderechista del Gobierno. "Ha dado un giro de 180 grados, hemos sido nosotros los que hemos denunciado al exministro del Interior italiano por secuestro, prevaricación y difamación", indica al respecto Oscar Camps, director de la ONG de salvamento marítimo Open Arms.
Pese a todos los esfuerzos, 1.200 personas han perdido la vida en el mar en el último año. Muertos que parecen no importar a nadie. "Más de mil muertes al año Naciones Unidas lo considera un conflicto bélico. Nadie dice nada y parece ser que se silencia y que ya no hay interés", denuncia Camps. Un drama que continúa año a año ante la inacción de la clase política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario más arriba, donde dice "Introduce tu comentario". Gracias.