miércoles, 24 de junio de 2020

Fin de curso en CCP, paseando con mascarilla, por el río Genil. 21 de Junio de 2020

Acudimos a la cita en la Fuente de las Granadas, Ana, Loli, Jara, Carmen Vega, Tere Vázquez, Carmen Moreno, Ascen, Jose Manuel, Paco, Isa, Domingo, Antonio, Josep y Mateo.
Era la primera vez que nos veíamos las caras después de tres meses de confinamiento. Pero mantuvimos la cercanía, compromisos y la celebración gracias al wassap.

Todo el paseo fue celebración, gratitud, compartir, común unión, Eucaristía.

El domingo 21 de Junio nos atrevimos a despedirnos de este curso tan especial y lanzarnos a esta normalidad con el deseo de que verdaderamente sea nueva, hacia la vida, la alegría y el amor a todos los seres de la naturaleza y del universo. 

Recorrimos con curiosidad algunos rincones del Paseo del Salón y del Paseo de la Bomba y Loli nos fue explicando el origen de su nombre y algunas historias del siglo pasado. A la orilla del río Genil nos asentamos en un lugar fresco rodeado de árboles contemplando el fluir del agua. Jara y Josep nos regalaron una flor bicolor  hecha por ellos en recuerdo de la primavera pasada en casa.

Loli, siguió animando la meditación. En el silencio entramos en el principio de la creación cuando "la tierra era soledad y caos y las tinieblas cubrían el abismo pero el espíritu del Amor de Dios se cernía sobre las aguas. Y dijo Dios: haya luz..."

Hay horas de violencia y desorientación y dolor en la vida humana y nos conviene buscar entonces con nuestros ojos la belleza de la naturaleza. Mirando un árbol o una flor vemos el orden, el equilibrio, la armonía y es posible que todo eso se despierte en nuestro corazón y recuperemos el aroma de la Vida que está en nosotr@s. Si llegamos al presente, al silencio.... el ruido, el caos, el desorden... se irán diluyendo y entraremos en la Plenitud, el Misterio, del Amor de Dios.

Dimos gracias individualmente por este tiempo pasado.Una a una fuimos comunicando nuestra experiencia de encuentro con nuestro interior, de miedo, de enfermedad, de confianza, de soledad, de desconcierto, de la compañía y la fuerza que el grupo nos ha dado. También nuestro compromiso con las personas excluídas, empobrecidas, silenciadas. Fue una escucha silenciosa, respetuosa, tranquila.... ¡una delicia de comunión entre todas llena de silencios fecundos!


Continuamos un poco mas el camino ´luego nos sentamos al aire libre en la puerta de un bar pequeñito con la especialidad en croquetas de todo tipo. Y disfrutamos también de la bebida y el alimento, de la risa y el recuerdo de quienes no pudieron venir y de la gracia y la ternura de Mateo el nieto de Pío y Tere. 

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