lunes, 1 de mayo de 2023

Por un estado verdaderamente laico, sin prebendas a ninguna confesión religiosa. (Coordinadora estatal CCP)


Multiconfesionalidad no equivale a Laicidad, ni tampoco a Estado No-Confesional.

“La Voz de CCP” denuncia el falso laicismo del PSOE, así como esa hipócrita e interesada unión política y religiosa.

La Coordinadora Estatal de las Comunidades Cristianas Populares (CCP), a través de este comunicado denuncian –indignadas- el nuevo ardid del PSOE que, en un mero afán electoralista, nos anuncia como avance lo que eufemísticamente llaman “laicismo inclusivo” demostrando que sigue siendo rehén de la Iglesia Católica y que nunca denunciará el Concordato, ni los acuerdos preconstitucionales con la SS.

La reciente medida del gobierno –que no de sus socios de investidura- de extender los privilegios fiscales de la iglesia católica a otras confesiones religiosas, nos parece una hipócrita e interesada unión del hecho político y el religioso (que nos retrotrae a los viejos estigmas nacional-católicos, a la vez que un insulto a la inteligencia.

La noticia -que no ha tenido demasiado eco en los medios del régimen que nos marcan interesadamente lo que es noticia y lo que no- supone que ortodoxos, budistas, mormones y testigos de Jehová, estarán exentos de pagar el IBI, el impuesto de sociedades, el IAE o las plusvalías, como así ya lo estaban evangélicos​, judíos, musulmanes y la misma iglesia católica.

Desde las CCP ratificamos nuestra sempiterna apuesta por la Laicidad del Estado y decimos que no se trata de que las otras religiones o credos, tengan los mismos privilegios fiscales que la ICAR y que no paguen sus impuestos, sino –antes al revés- que todos los credos paguen como el resto de la ciudadanía, para que tengamos unos servicios públicos de calidad para toda la gente.

Las comunidades Cristianas Populares lamentan que se intente engañar a la población inventando eso que han llamado “laicismo inclusivo” porque la excusa del “Estado multiconfesional” no significa de ninguna manera un “Estado Laico” y ni siquiera el Estado No-confesional.

Finalmente nos recuerdan el pasaje de los evangelios sinópticos cuando rezan: “Dad al cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22, 21) que nos habla de no mezclar estos dos planos: el del respeto a las leyes civiles del ámbito estatal y el de la obediencia al ámbito personal. El segundo puede ser discutible, pero el primero debería de ser inviolable.

Por todo ello exigimos la total separación del estado y las respectivas iglesias y confesiones religiosas, así como la total extinción de todos los acuerdos, concordatos y beneficios de cualquiera de ellas.

30 de abril de 2023

​Coordinadora Estatal de Comunidades Cristianas Populares. (CCP)​


Aportación de Santiago Villamayor: 

Hay que corregir algunos errores de redacción y ortografía, pocos.

En general me parece bien pero desde mi perspectiva de lo que debe ser la religión y el estado creo que el documento perpetúa unas maneras de entender el laicismo y la religión que deberían ir cambiando. Laicismo no significa ausencia de espiritualidad, mentalidad o apertura de significados.  Sino que no debe haber una institucionalización paralela de lo religioso de forma tan notoria y privilegiada. Lo anterior responde a una imagen dualista de la realidad ya superada.

El laicismo es compatible con la profunda religiosidad y además está religiosidad debe ser animada desde todas las instituciones de la misma manera que se anima el arte, la ciencia, la participación política etc. Como dimensiones esenciales del ser humano. Observo con cierta preocupación que la falta de significado y cultivo de las dimensiones más valiosas de la persona son causa de tantos suicidios, violencias y crisis. Aumenta la visión instrumental y mercantilista de la vida y corregir esas desviaciones es tarea de todos, de todas las instituciones y del estado y no de religiones particulares que desvirtúan la comprensión de la realidad.

Caminamos hacia una sociedad posreligional y postsecular en la que todas las creencias, humanismos, ideologías etc. deben converger para una mejor educación que no consista sólo en el aprender cosas sino en formar, educar el carácter y la civilidad. En ese sentido CCP podría ir adelantándose en esta dirección y que la voz de las comunidades no sea la tradicional voz crítica ocasional con motivo de cualquier desencuentro entre iglesia y estado sino más bien el ofrecimiento permanente de otra visión de lo que es la realidad, la sociedad, la religiosidad, el estado.

Por lo tanto no al estado multiconfesional, al laicismo puro y duro, no al estado interesado en la connivencia con la vieja religión ni a la religión en sus términos actuales y sí a políticas de significación de los valores y de las alturas del espíritu humano.

Así, a bote pronto


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