Magnífico eco mediático el que han tenido las jornadas sobre inmatriculaciones que bajo el lema A DESINMATRICULAR. ¡Es hora de devolver!
hemos organizado desde Redes Cristianas ayer día 24 de octubre y anteayer en el espacio Ronda de la Ronda de Segovia y entre la Almudena y el Palacio Arzobispal de Madrid.
Gracias por estas crónicas de Jesús Bastante en religión digital, de Juan G. Bedoya, en El País, por las de diario Público, laicismo.org y El Diario.es que aquí os enlazo.
Gracias al compañero Arístides que coordinó este trabajo con la prensa y gracias a quienes nos acompañaron, en vivo y por streaming que gracias al buen hacer de nuestro compañero Farid Yazdani Yazdani han quedado disponibles y grabados para verse en diferido.
Todo esto, tanto las tres interesantes mesas redondas, como del acto cívico (cuyos enlaces también acompaño al final) y su correspondiente manifiesto, que también reproducimos aquí, incluida la letra de esa buena canción que nos hizo Ad hoc, el grupo maño ADEBAN:
A) SEIS CRÓNICAS:
B) LOS ENLACES A YOUTUBE:
C) EL MANIFIESTO:
¡Desinmatriculemos YA!... Ahora toca devolver.
Manifiesto de Redes Cristianas sobre las Inmatriculaciones
“Como miembros de la Iglesia española, estamos avergonzados del fenómeno
de las inmatriculaciones eclesiásticas de bienes públicos. Estimamos que son un
verdadero atraco a los bienes comunes y al mismo Estado y exigimos una
urgente y eficaz intervención del Gobierno para defender y devolver al pueblo lo
que es de toda la ciudadanía”.
Así decíamos -hace justo ahora un año- en nuestros anterior Manifiesto salido del VII
Encuentro Estatal de Redes Cristianas. Y como entonces, en sintonía con los movimientos
laicistas y patrimonialistas, Europa laica o Recuperando, y mediante este acto cívico,
hacemos público nuestro ¡Basta ya! Ahora toca devolver.
Las inmatriculaciones eclesiásticas en España no sólo podemos considerar que atentan
contra el evangelio, contra la doctrina social de la Iglesia o contra los mandatos del Papa
Francisco; no sólo son una aberración porque sean inmorales, antiéticas y desmesuradas,
sino que además, son anticonstitucionales. Si queremos una inconstitucionalidad
sobrevenida -pero inconstitucionalidad al fin- por ser, tanto las hechas a partir de las
Constitución, como las anteriores (de las que el gobierno no quiere saber nada, para no
enfadar a la Iglesia) como unas inmatriculaciones sin título de propiedad.
Hasta ahora ya hemos hablado bastante de esta estafa -un escándalo sin precedentes- y lo
que toca en estos momentos es devolver lo robado, así como exigir púbicamente al Estado
Español y a la Santa Sede la derogación total de los Acuerdos Concordatarios firmados por ambos en 1989.
Desde aquí, hacemos un triple llamamiento: a la ciudadanía, al Gobierno de coalición -
supuestamente progresista- y a la propia Iglesia Católica (que amparada en unos acuerdos
concordatarios obsoletos y en unas leyes de inspiración dictatorial y franquista, ha
privatizado unos bienes de dominio público, gracias a la complicidad de unos autores que
han realizado este escandaloso fraude contra el pueblo del que vivían y al que decían servir: Gobiernos privatizadores e ideologizados, jerarquía católica, instituciones públicas
(Ayuntamientos y Registradores del Estado) y con el silencio o ausencia de la sociedad.
Por último y en este sentido, exigimos:
• Al Gobierno, que mediante la preceptiva aprobación del Congreso, una “Ley de
dominio público” que declare nulas todas las inmatriculaciones practicadas al amparo del art. 206 de la Ley Hipotecaria de 1946, así como las practicadas por inconstitucionalidad
sobrevenida, a partir de la aprobación de la constitución del 1978 y que -a su vez-
establezca con meridiana claridad los bienes religiosos que, con independencia de su uso,
son de dominio público.
Junto a la acción del Gobierno exigimos también a las instituciones públicas -
principalmente Ayuntamientos y CC.AA- así como al cuerpo de notarios, que tan prestos
se han mostrado para registrar la apropiación particular de bienes que son de la
colectividad, que asuman su responsabilidad en la defensa de los “bienes demaniales”
(aquellos activos que pertenecen a la administración pública) y de aquellos que no se
pueden enajenar.
• A la Iglesia Católica española, la única en toda la cristiandad occidental que, sin
contar con sus fieles, y apoyándose en una ley franquista de 1946 y otras abiertamente
inconstitucionales (Aznar 1998), como ciudadanía y desde la justicia, le exigimos devolver
los bienes de dominio público de los que se ha apropiado y, además, pagar, como hace
cualquier ciudadano responsable, los impuestos cívicos y sociales que se derivan de los
bienes que legítimamente posee. Y como cristianos y cristianas de base, le recordamos que
nunca se puede ser Iglesia sin contar con el pueblo y que antes que los bienes está el
Evangelio (“No se puede servir a Dios y al dinero”).
• Y a la sociedad española le recordamos, junto al filósofo del 15M francés -Stéphane
Hessel- ¡Indignaos! Salid de vuestra indiferencia. Si no tenemos interés por defender lo
que es común, que sea al menos el interés propio el que nos empuje, porque lo que está en
juego es también nuestro y alguien, de forma oscura y fraudulenta, se ha apropiado de lo
que no le pertenece. ¡Despertemos y exijamos a los poderes públicos que lo rescaten y nos
lo devuelvan! Ya conocemos el fraude y ahora es el momento del rescate.
(24 de octubre de 2022)
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