EN LA DESPEDIDA DE NUESTRO AMIGO Y HERMANO JULIO RODRÍGUEZ
El jueves pasado, 2 de octubre, despedimos a Julio, nuestro querido amigo y compañero de Comunidades Cristianas Populares de Granada.
Julio Rodríguez Maldonado fue cura diocesano, pero también fue bailarín, escritor, amigo de los gitanos y de los vecinos del Barrio de Cartuja y, sobre todo, una persona íntegra y coherente que dedicó toda su vida a su vocación de servicio y de acompañamiento de los más necesitados.
La última vez que vi a Julio y a su compañero Paco fue hace un par de meses en las consultas de oncología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Después de los saludos y los abrazos, Paco me comunicó que Julio estaba ya muy mal. Se nos ha ido, un par de meses después, con ese estilo personal, silencioso, prudente y humilde que le caracterizaba.
Yo conocí a Julio en 1979 bailando en un espectáculo de cante y danza titulado “Vámonos palmonte”, que Julio había creado con su grupo de “Amigos de Andalucía”. El cante y el baile fue una de las pasiones de Julio que se fue convirtiendo en un puente que le acercó a las costumbres y las tradiciones del Pueblo Gitano.
Julio se ordenó sacerdote en Granada el 21 de diciembre de 1975. Su primer destino, recién ordenado, fue como párroco en la parroquia de San Martín de Deifontes, el 8 de enero de 1976. En Deifontes estuvo dos años. De allí pasó a La Parroquia de San Isidro de Granada, como vicario, siendo párroco Manuel Moreno Sanz. En San Isidro estuvo hasta 1980.
En está etapa comenzó la formación del grupo de jóvenes que dieron lugar al grupo “ Amigos de Andalucía “, destinado a estudiar y difundir la cultura andaluza a través del cante y la danza.
Desde 1983 hasta 1986 fue profesor en el colegio publico Alfaguara del Barrio de Cartuja. Ese mismo año el obispo lo envía como párroco a la parroquia de la Sagrada Familia del Barrio de Cartuja. Allí, Julio ejerció su ministerio sacerdotal durante 31 años, logrando una enorme identificación con las gentes del barrio, especialmente con el colectivo gitano y las familias más necesitadas.Los que conocimos la vida de su primitiva comunidad de vida compartida y el ambiente de la parroquia durante la etapa de Julio como párroco pudimos comprobar de primera mano su enorme carisma para acercarse y comunicarse con los vecinos y vecinas de un barrio que supo ver en la parroquia un lugar de encuentro y de comunicación y un párroco cercano que los entendía y se solidarizaba con sus problemas.
Y todo esto en un ambiente festivo y emotivo donde la fiesta, el cante y el baile fue el pegamento que mantuvo unida la comunidad parroquial de niños y niñas, el movimiento Junior, jóvenes y mayores. Payos y gitanos en una misma comunidad celebrando juntos y haciendo barrio con las asociaciones y colectivos vecinales.
A Julio se le conocía como el cura bailarín, pero también como el cura del polígono de Cartuja o el cura de los gitanos. No olvidemos que desde su llegada al Barrio de Cartuja, Julio fue nombrado director del Secretariado diocesano de Pastoral Gitana, el cual ha ejercido hasta el último de sus días.
Con una enorme vocación de servicio y entrega a sus vecinos, Julio colaboró activamente en los colectivos sociales que trabajan en la defensa de los derechos de los vecinos y vecinas del barrio. Formó parte de la Asociación Vecinal Nueva Cartuja, fue secretario de la Plataforma Zona Norte y Asociación de Barrios Ignorados y miembro de la Plataforma contra los cortes de luz.
La pertenencia de Paco y Julio a las Comunidades Cristianas Populares de Granada, nos han permitido tener una relación más estrecha, íntima y personal con ellos y a disfrutar de un Julio socarrón, siempre sonriente, cercano y afectivo.
En su funeral, el arzobispo, mirando al nutrido grupo de curas que concelebraban la misa, se despacho diciendo que ya no quedaban curas con el carisma de Julio y que cada vez le era más difícil encontrar curas como Julio para enviarlos a las parroquias de las periferias.
Gracias Julio y gracias también a Paco, eterno compañero, cuidador y semilla también de tantas causas para que otro mundo pueda ser posible.
Esta es, amigo y hermano Julio, una despedida temporal. Por fin te llegó la hora del descanso. Tu sigues ahora bailando en esa otra dimensión en la que te encuentras. Siempre permanecerá tu recuerdo en nuestros corazones.
José Gilabert Ramos Granada 5 de octubre de 202. En nombre de las Comunidades Cristianas Populares de Granada (CCP)
"Tenemos hoy una triste noticia, Julio, nuestro querido cura que tanto luchó por la zona norte de Granada, contra los cortes de luz, contra la injusticia social, y en defensa de los derechos humanos, falleció ayer tras un largo tiempo de enfermedad.
"Gracias Julio por tu vida ,tú entrega .Cuando te conocí me sorprendió tú manera de Evangelizar a través del baile. Me impresionó la representación de la Noche oscura de José...¡ que belleza!, que manera de llegar a muchos jóvenes ,mayores...Desde Badajoz vine a compartir mi experiencia de crear la asociación de Trabajadoras del Hogar. Querías que se iniciara en el Polígono y así fue...la Asociación empezó andar allí en nuestra Parroquia. Julio sigue intercediendo por nosotros y cuidando de tu querido barrio. Un día será un barrio No ignorado. (Laura Guillén) "
"Julio ha sido una pérdida grande para mucha gente, su entrega en el barrio, su solidaridad, su trabajo constante hasta el final, en beneficio del barrio y de muchas personas, incluso cuando ya estaba bastante enfermo, van a ser siempre un gran ejemplo a seguir por muchos y muchas de nosotros. Descansa en paz Julio y seguro que ése Padre bueno ya te ha esperado con los brazos abiertos." (Adelina Martín)

https://www.ideal.es/granada/fallece-historico-parroco-sagrada-familia-granada-director-
https://archidiocesisgranada.es/noticias/d-julio-rodriguez-maldonado-descanse-en-paz/
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