BIENAVENTURANZAS DE LAS MUJERES NUEVAS
Bienaventuradas las mujeres creyentes y no creyentes que salen de la pasividad y dedican su vida a anunciar la justicia en medio del mundo. Con sus palabras y hechos están engendrando un mundo nuevo, una sociedad nueva y una iglesia nueva según el Evangelio.
Bienaventuradas las mujeres que luchan por su dignidad y denuncian el maltrato y la discriminación de la mujer, porque ellas están forjando un futuro mejor para las nuevas generaciones.
Bienaventuradas la mujeres que por la dignidad que confiere el bautismo, y según su carisma, dones y capacidades adquiridas, reivindican ser incorporadas a la Iglesia en todos los servicios y responsabilidades que la comunidad parroquial le reconociera, como debería serlo para todo servicio en la Iglesia.
Bienaventuradas las mujeres que defienden la libertad, las que trabajan por la justicia y las que arriesgan su vida por la igualdad bautismal en la Iglesia y en derechos y deberes en la sociedad, porque ellas abren caminos de dignidad universal en la sociedad, el mundo y la Iglesia.
Bienaventuradas las mujeres que a pesar de los obstáculos que la oficialidad de la Iglesia le pone para reconocerlas en igualdad bautismal y asumir las mismas responsabilidades que los varones, no se desmovilizan, al contrario su creatividad les hace ser audaces y perseverantes.
Bienaventuradas las mujeres que su fe en el Dios Padre-Madre las sostiene y anudan los lazos afectivos con mujeres de diferentes continentes, religiones y culturas , porque de todas es el Reino de los Cielos.
Bienaventuradas las mujeres cariñosas y tiernas, alegres, creativas y fuertes, mujeres servidoras de la sociedad, audaces, reivindicativas, aunque nadie se lo reconozca y no vean de inmediato los frutos esperados.
Alegraos porque vuestros nombres están escritos en el libro de la vida, y grabados a fuego en el corazón de Dios Padre y Madre junto al nombre de María, la mujer trabajadora de Nazaret.
(Anónimo con algunos añadidos y matices)
MANIFIESTO Revuelta de las mujeres en la Iglesia. 6 de Marzo 2022
En el marco de las jornadas feministas del 8 de marzo, las mujeres creyentes, de movimientos y comunidades, salimos a la calle el domingo día 6 para alzar nuestra voz y decir que queremos estar en la Iglesia, ¡con voz y voto!
VENIMOS DE LEJOS Venimos de una larga tradición feminista que ha luchado por la dignidad de las mujeres, que ha exigido la igualdad de derechos, poder votar, libertad sexual y reproductiva, y en el siglo XXI se reconoce diversa, se muestra con una fuerza joven y renovada, y este domingo 6 de marzo vuelve a la calle para alzar la voz y decir basta.
Venimos con la herencia de las mujeres valientes y libres de las primeras comunidades cristianas, y de todas las que después, a lo largo de la historia, se han negado a quedar recluidas en los roles secundarios e invisibles a que la tradición social, eclesial y teológica las quería someter.
Venimos de la Buena Noticia de un Jesús que transgrede las normas de una sociedad profundamente patriarcal. Venimos de una Iglesia que en sus inicios, hizo de la igualdad entre hombres y mujeres, una de las aportaciones más radicales del cristianismo a la historia de la humanidad. ¡Recuperémosla!
SOMOS MUCHAS las que en todo el mundo alzamos la voz. Somos mayoría en las tareas de voluntariado, en las celebraciones religiosas, como catequistas, en los consejos parroquiales, somos muchas en los movimientos, asociaciones, centros recreativos, en el mundo educativo de la infancia y juventud y en el del cuidado. Son incontables las congregaciones de religiosas que trabajan día a día por los derechos de los más vulnerables. Incontables las laicas que dedican su tiempo a la vida de la comunidad ¿Quién constituye una parte importante de la Iglesia en el siglo XXI? ¡Nosotras!
DECIMOS BASTA a ser invisibilizadas y silenciadas. - Decimos basta a ser tratadas con condescendencia como si fuéramos menores de edad. - Decimos basta a la discriminación por razón del sexo o del género. ¿Cuántas mujeres vemos representando la institución? ¿Cuántas pueden tomar parte en la toma de las decisiones? ¿Cuántas teólogas trabajan en las facultades de teología, cuántas acompañan espiritualmente, cuántas son formadoras de los seminarios? - Decimos basta a que se nos niegue el sacerdocio debido a nuestro cuerpo, un cuerpo que siempre está bajo sospecha. - Basta a una visión negativa de la sexualidad, que crea sufrimiento. - Basta a una imagen de un Dios exclusivamente masculino.
IMAGINAMOS Y CONSTRUIMOS UNA IGLESIA NUEVA - Una Iglesia que es comunidad de iguales, donde la mujer es reconocida como sujeto de pleno derecho, con voz y voto en todas partes, donde la mujer es valorada por los propios talentos, carismas y aportaciones a las comunidades. - Una Iglesia donde el liderazgo es compartido entre mujeres y hombres, laicos, laicas, personas consagradas y sacerdotes. Una iglesia paritaria, más plural y menos jerárquica. - Una Iglesia que acompaña sin juzgar toda la diversidad de las familias, de identidades y orientaciones sexuales. - Una Iglesia donde las mujeres ya somos, y nos reconocemos con autoridad y liderazgo. - Una Iglesia que ya hoy es Semilla de Futuro.
Venimos de lejos, somos muchas, y alzamos la voz para decir basta y exigir una Iglesia nueva que este 6 de marzo de 2022 da un nuevo paso adelante.
REVUELTA DE MUJERES EN LA IGLESIA ¡¡ HASTA QUE LA IGUALDAD SE HAGA COSTUMBRE!
Video por Antonio Lara
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