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domingo, 26 de noviembre de 2023

Celebrando tanta Vida compartida con Pepe Castillo en CCP. 25/11/2023.

 

Presidiendo este mural, que Antonio Ruiz colocó en la pared de nuestro local de Comunidades Cristianas Populares de Granada, en la Atarazana, celebramos la suerte de haber compartido tanta Vida con Pepe Castillo.

Comenzamos la celebración teniendo presente a Pepe Castillo y a Pablo Fernández, que había fallecido esa mañana, compañero en CCP y en Derechos Humanos. Las mujeres asesinadas, por el 25N, y al pueblo palestino asesinado también. 

Pusimos una secuencia de las muchas charlas de Pepe en Youtube donde diferenciaba entre Religión, que surge de la necesidad y el Evangelio que surge de la generosidad...Podéis ver aquí la charla: Religión y Evangelio.

El evangelio de este domingo es la parábola del juicio final. Su mensaje es que lo que importa es el servicio a los demás y a los últimos para que el reinado de los valores de Jesús haga posible un mundo nuevo. Y este es el mensaje que nos dejó también Pepe Castillo: En la humanidad encontramos nuestra divinidad y viceversa.

Abrimos un espacio donde cada asistente fue expresando su experiencia con Pepe y lo que Pepe ha aportado a las Comunidades y a la humanidad.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Gracias Pope. Referente para las CCP de Andalucía.

pope godoy

 José Godoy López, conocido como Pope Godoy, es natural de Canena (Jaén). Licenciado en Filosofía en Madrid y en Teología por la Facultad de Granada, ejerció como sacerdote jesuita. Estudió Ciencias Orientales y fue alumno de Juan Mateos en el Pontificio Instituto Oriental de Roma (PIO). Fue el propio Mateos quien le mandó a Francia a estudiar Ciriaco y Armeno en el Instituto Católico de París y en la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona, donde coincidió con el Mayo francés del 68.

A su vuelta a España, participó como cura obrero en la trágica y sangrienta huelga de la construcción en Granada en el año 70. En la época de Franco sufrió diversas multas gubernativas y hasta llegó a conocer la cárcel de Carabanchel. Ayudó a crear el “Grupo de no Violencia” junto a Fermina Puerta con sus huelgas de hambre. Fundador de la asociación “Solidaridad Andaluza” junto a José María García-Mauriño, participó muy activamente en la campaña por la autonomía plena para Andalucía.

miércoles, 15 de febrero de 2023

Gracias a la Vida por la Vida de Enrique de Castro. Comunidades Cristianas de Base de Andalucía.

 

Enrique de Castro ha iniciado su viaje a la otra orilla del río de la vida a las 7 de esta mañana. Brindemos por su VIDA. Gracias a la Vida.        

Bertolt Brecht de haber conocido a Enrique de Castro le hubiese dedicado estas palabras: “Hay hombres que luchan un día, y son buenos; hay otros que luchan un año, y son mejores; hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos, pero hay los que luchan toda una vida… ésos son los imprescindibles”. 

Enrique de Castro, conocido como el cura de la parroquia de Entrevías, o por algunos titulares mediáticos como el cura rojo de Vallecas, fue uno de esos incansables luchadores por las personas más empobrecidas y excluidas de los últimos 50 años. Ordenado sacerdote en 1972 y destinado a Vallecas, cambió repentinamente su vida al darse de bruces con la realidad social en la que miles de personas tenían que vivir a diario situaciones de extrema pobreza, exclusión, explotación, carencias afectivas, rupturas por la droga y por la cárcel, desesperación, etc. 

domingo, 6 de febrero de 2022

Vías legales, vidas seguras, migrar es un derecho. Acción andante (Redgra) y Círculo de Silencio. (4/Febrero/2022)

 

Las Comunidades Cristianas Populares de Granada participamos en la Acción andante convocada por la Red Granadina por el Refugio y la Acogida (Redgra), el viernes 4 de Febrero, que partió de la Subdelegación del Gobierno en la Gran vía de Granada hasta la Fuente de las Batallas donde inició el Círculo de Silencio como grito de denuncia contra la impunidad de las muertes en Tarajal, Ceuta, hace ocho años.

VIAS LEGALES, VIDAS SEGURAS. MIGRAR ES UN DERECHO 

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Homenaje Vecinal a Encarna y Ángel. 24/09/2021

 
Convocados por la Asociación de pensionistas y jubiladas del Polígono de Cartuja y el Centro de Participación activa de Mayores, nos reunimos en la Plaza Agustín Laborde, para rendir homenaje a nuestros amigos Encarna y Ángel.

Comenzó el acto con la intervención del coro del Centro de Mayores cantando las canciones que le gustaban a Encarna, Soy de Andalucía....Los cuatro muleros. Continuó Loli, en representación del Club de Pensionistas, y así todos los colectivos que apoyaron el acto: Las Comunidades Cristianas Populares, Asociación Adultos Cartuja, La Asociación Andaluza de Barrios Ignorados. Por último se abrió el micrófono para la participación de las vecinas que quisieron expresar su sentir.

jueves, 12 de agosto de 2021

Aquel 10 de Agosto del 69...Enrique y Diamantino

ENRIQUE "EL CURA DE PEDRERA"

El diez de agosto de hace 50 años llego a nuestro pueblo "el cura nuevo " Enrique Priego Díaz. Desde la perspectiva que te da el tiempo, tengo que decir que desde ese día empezaron a cambiar muchas cosas en nuestro pueblo, y seguramente mucho de lo que hoy somos como sociedad, nuestra idiosincrasia y posiblemente parte de nuestra cultura tiene que ver con su llegada a nuestro pueblo, y de la llegada de otros como él a la comarca, aunque nosotros tuvimos también la suerte de compartir unos años a Juan Heredia.

Pronto íbamos a descubrir que este hombre era diferente, y que nada tenía que ver con los curas conocidos hasta ese momento.
Con el cura nuevo, con Enrique, muchos hijos y hijas de jornaleros tuvieron la oportunidad de aprender a leer y escribir en aquella improvisada escuela que hizo en su casa, a la que se podía asistir de noche después de dar la peoná.

miércoles, 23 de junio de 2021

Encuentro fin de curso en CCP-Granada. Combonianos 20/06/2021


Nos despedimos, de nuevo, de este curso, raro, de la pandemia.

El ENCUENTRO fué el Domingo 20 de Junio a las 10.30, en los Combonianos.

A las 10.30h. José Manuel nos dió la bienvenida. Nos saludamos con la mirada, el codo, el gesto de acogida y nos contamos como nos va la vida y hemos vivido este curso.

Loli nos facilitó la Meditación ante la naturaleza en el silencio teniendo  presentes a los que ya están de otra manera. Especialmente a Juan Laguna, Encarna y Ángel.

miércoles, 9 de junio de 2021

ENCARNACIÓN OLMEDO: Una vida acompañando las luchas contra la exclusión social y la pobreza en el Polígono de la Cartuja de Granada

 

Las Comunidades Cristianas Populares de Granada agradecemos tanta Vida compartida con nuestra amiga y compañera Encarna, con este artículo que en nuestro nombre escribe Pepe Gilabert.

Umbrío por la pena, como dijo el poeta Miguel Hernández, me repongo para escribir unas palabras de recuerdo y homenaje a nuestra amiga Encarnación Olmedo. Después de la partida de quien fue nuestra amiga muy querida, los ojos y las manos, que ya no podrán ver y tocar su presencia, se refugian en el recuerdo para poder soportar el dolor que araña la puerta de nuestro pecho. Encarna, la incombustible, la luchadora incansable, la amiga siempre de guardia, la constante defensora de los últimos entre los últimos de su barrio; Encarna, la que parecía un huracán, se nos ha ido apagando y nos ha dejado cargados con el dolor de su partida, pero reconfortados con la luz de su vida entregada con amor a los que más lo necesitaban.

Cuando Ángel, después de secularizarse, le pidió matrimonio a Encarna, ella le dijo que sí, pero con una condición: que tendrían que vivir siempre en el Barrio de la Cartuja. Ángel aceptó y ambos han cumplido su acuerdo y han vivido en ese barrio desde entonces hasta el último día de sus vidas. Podrían, como hicieron muchos, haberse mudado a otra zona, pero han preferido dedicar toda su vida a los vecinos y vecinas de uno de los barrios más deprimidos de Granada.

domingo, 9 de mayo de 2021

CCP, en recuerdo de nuestro amigo Ángel Aguado, por tanta vida compartida. Gracias a la VIDA. Con Dios amigo, con Dios hermano. 4/05/2021

 

DESPEDIDA DE NUESTRO COMPAÑERO Y AMIGO ÁNGEL AGUADO FAJARDO. Por José Gilabert Ramos, en nombre de CCP.

Otra vez las comunidades cristianas populares de Granada nos enfrentamos a una nueva pérdida. Se nos ha ido nuestro amigo y compañero Ángel Aguado, después de un largo tiempo luchando contra la enfermedad.

En su perfil de Facebook, Ángel se define a sí mismo con estas escuetas palabras: Soy un jubilado. Últimamente trabajé en la biblioteca de la Universidad de Granada, y antes de librero y de peón de la construcción....

Ángel Aguado perteneció a las comunidades desde sus inicios en Granada a principios de los años 70. Formó parte de la comunidad del Polígono, junto con su mujer, Encarna y con Pedro Gómez, Pilar Ocaña, Pepe Castillo, Margot…

Ángel fue una persona muy íntegra y coherente a lo largo de toda su vida. Nació en el seno de una familia humilde del pueblo de Pinos del Valle. Estudió en el Seminario Diocesano de Granada y se ordenó sacerdote. Su primer destino fue en La Alpujarra, atendiendo las parroquias de varios pueblos. Su juventud y sus ganas de servir pronto se dejaron notar entre sus feligreses. Además de sus labores pastorales, Ángel se integró en la vida de los alpujarreños ayudándoles siempre que era necesario en las labores de recolección de la almendra y otros cultivos.

viernes, 9 de abril de 2021

En la despedida de nuestro amigo Carmelo Pérez. +31/03/2021

De nuevo, otra vez, esta terrible pandemia se lleva a otra persona muy cercana y querida de las Comunidades Cristianas Populares de Granada. Nuestro amigo y compañero Carmelo Pérez falleció el pasado 31 de marzo, miércoles santo. Sigue viviendo, de otra manera en nuestro corazón.

Carmelo fue un pilar fundamental en la Comunidad de San Ildefonso desde la llegada al barrio de José Antonio Moreno como párroco. Su personalidad inquieta y dinámica se manifestó ya desde muy joven en un compromiso activo con las acciones sociales y educativas de la parroquia y de la asociación de vecinos....

Fue educador de los niñas y niños del barrio en el Movimiento Junior; participó en la creación del grupo de teatro La Cuesta, formado por jóvenes del barrio; fue coordinador de un grupo de teología popular formado por jóvenes y adultos de la parroquia. Cuando nacieron en Granada las primeras comunidades cristianas populares, Carmelo formó parte muy activa en la Comunidad de San Ildefonso....

Su implicación en el barrio, siempre desde una acción eminentemente educativa, se centró en el acompañamiento de las y los jóvenes y niños en la organización de las colonias de verano, excursiones culturales, convivencias y sobre todo en la labor continuada día tras día en las actividades culturales y recreativas de los salones y el patio de la parroquia. Posteriormente, ya como profesional de la psicología, acompañó y ayudó a muchas de esas chicas y chicos del barrio a solucionar problemas personales o familiares.

lunes, 8 de febrero de 2021

VIII Marcha por la Dignidad. Tarajal. Granada, 6/2/21

 

Sábado 6 de Febrero, se cumplen 7 años desde que fallecieran 14 migrantes tratando de llegar a nuestras costas por el Tarajal (Ceuta). En muchas ciudades de España y de otros países se han celebrado diferentes actividades. Entre ellas, Granada, donde la RedGra (Red Granadina por el Refugio y la Acogida), No Borders, Comunidades Cristianas Populares y otros colectivos, han organizado una manifestación entre Plaza Nueva y La Fuente de las Batallas. Además tanto al comienzo como al final han realizado sendas performances. Al finalizar se ha leído este manifiesto:...

jueves, 28 de enero de 2021

Otra celebración es posible y necesaria. Laica e inclusiva. En memoria de Juan Laguna. 16/1/2021

El sábado 16 de enero, preparamos y participamos en una celebración de despedida y recuerdo de nuestro amigo Juan Laguna, fallecido por Covid. Fue un acto público en la iglesia del Carmen de Granada.

Juan se definía a sí mismo ateo y cristiano. Todo es posible....

Quisimos hacer una celebración inclusiva y laica, donde todas las personas de cualquier procedencia, creencia o increencia pudiera expresar y compartir el cariño por Juan. Desde el dolor y también desde el agradecimiento por lo mucho compartido, crecido y disfrutado con él y los valores por un mundo nuevo. Sentir que vive con nosotras de otra manera. El templo estuvo al completo guardando las medidas de distancia y mascarilla. Numerosas personas de los diversos ámbitos en los que Juan compartió la vida, profesional y social....

domingo, 20 de diciembre de 2020

Las CCP de Granada, en recuerdo a nuestro amigo y compañero Juan Laguna. 20/12/2020

 Imagen tomada de Ideal de Granada.

La  Comunidad Cristiana Popular de San Ildefonso, en nombre de las CCP de Granada, (no pudimos ser más por motivos de la pandemia), nos hemos reunido en la mañana de hoy 20 de diciembre, con Marisa Acedo, miembro de nuestra comunidad y su familia,  compañera de Juan, para acompañarla, y sentir juntas y sobre todo AGRADECER juntas la presencia de Juan en nuestras vidas.

Hemos comenzado con un rato de Silencio introducido por Rafa, su hijo y un artículo de los muchos que se han escrito en la prensa sobre el perfil profesional y humano de Juan.

lunes, 17 de agosto de 2020

CCP en Recuerdo y Gratitud de Pedro Casaldáliga. +8/8/2020

Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía en Recuerdo y Gratitud de Pedro Casaldáliga, el obispo de los pobres y testimonio de Vida y cristiano para la humanidad. 
Han sido numerosas las muestras de condolencia, recuerdo, artículos en numerosos medios y personas de diverso signo. El Vaticano y el Papa Francisco no han dicho casi nada y nos extraña mucho. Nos hubiera gustado leer unas palabras cariñosas, amorosas, sobre el bueno de Pere.¿Qué habrá detrás de ese silencio?

jueves, 13 de febrero de 2020

25 años sin Diamantino. Osuna 9 de Febrero de 2020.



Conferencia pronunciada en Osuna (Sevilla) el 9 de febrero de 2020 con motivo del 25 aniversario de la muerte de Diamantino García
                        Buenos días a todas y todos.
Deseo expresaros mi agradecimiento por la invitación a esta efemérides en que celebramos el 25 aniversario de la muerte de Diamantino García, que queremos convertir en un reconocimiento a su compromiso ético-evangélico por la justicia en defensa de los derechos humanos de los  jornaleros y jornaleras del campo de Andalucía en sintonía con las luchas de las y los jornaleros de otras latitudes, muy especialmente con el MST de Brasil.  
            Es este un recuerdo o, por mejor decir, una memoria subversiva, en palabras de Walter Benjamin y de Johann Baptist Metz, de Diamantino, porque subversiva fue su vida, como lo sigue siendo la memoria de las trabajadoras y los trabajadores de Andalucía, a quienes dignificó, y del mundo entero sometidos todavía a situaciones indignas de explotación por mor del modelo económico capitalista y  del sistema de democracia liberal, sometida al asedio del mercado.
            El tema sobre el que me habéis pedido hablar es “Religiones y derechos humanos, pero yo me he permitido reformularlo interrogativamente: “Las religiones, ¿contra los derechos humanos?” Explico por qué. 

lunes, 10 de junio de 2019

La parroquia de San Ildefonso de Granada, Jose Antonio Moreno, las CCP...en el nacimiento del movimiento Gay en Granada.

Desde las Comunidades Cristianas Populares de Granada, agradecemos y nos parece muy interesante este trabajo que publica Ideal, desde la perspectiva histórica del nacimiento del movimiento homosexual en la ciudad de Granada. Así como el reconocimiento expreso a José Antonio Moreno Rodriguez cura párroco de la Parroquia de San Ildefonso en los años 70 y 80, y su labor liberadora en la Comunidad Cristiana Popular y parroquial, en el barrio de San Ildefonso y en la sociedad granadina promoviendo todos los colectivos sociales, políticos y culturales en favor de los más desfavorecidos y empobrecidos.

Publicación original en este enlacePinchar aquí.
De Ideal. 06.Junio. 2019.

«Aún hay gente en Granada que se gira para mirar a una pareja gay»


Imágenes que recuerdan la evolución del activismo LGTBIQ+ en Granada. En la imagen de la derecha Juan Pedro y Alberto con una camparta que señala los nuevos retos frente a la sacristía de San Ildefonso./ARCHIVO IDEAL / V.S.C.
Imágenes que recuerdan la evolución del activismo LGTBIQ+ en Granada. En la imagen de la derecha Juan Pedro y Alberto con una camparta que señala los nuevos retos frente a la sacristía de San Ildefonso. / ARCHIVO IDEAL / V.S.C.

Este viernes se celebra la Marcha del Orgullo para conmemorar el día oficial que es el próximo 28 de junio


Vanessa Sánchez

VANESSA SÁNCHEZGranada
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El 28 de junio de 1969 se produjo una redada en el club Stonewall Inn, en Nueva York. Unos días antes había muerto Judy Garland la actriz que encarnaba a Dorothi en 'El Mago de Oz' y que cantaba 'Over the rainbow' (Sobre el arcoíris) en esa película. «Soy amigo de Dorothi» era la contraseña que utilizaba una persona homosexual para contactar con otra. Desde el siguiente año la Marcha del Orgullo Gay se convirtió en una cita anual y en un fenómeno que se fue extendiendo por todo el mundo. No fue así en Granada. En España la ley consideraba a los homosexuales hombres 'peligrosos' y eran condenados a prisión. Muchas mujeres fueron ingresadas en hospitales psiquiátricos por ser lesbianas. Fue un 1 de mayo de 1979 cuando el recién fundado Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA) 'salió del armario' en Granada, según rememora Alberto Ruiz, uno de los primeros miembros de ese grupo activista en Granada. «Nos sentimos protegidos por los movimientos de izquierda, por eso salimos aquel día y no el 28 de junio». Esa primera pancarta que sujetaron en aquella manifestación rezaba «No a la dicriminación en el trabajo», rememora Alberto.
40 años después, el Día del Orgullo Gay, está dedicado a esos valientes que decidieron dar el paso en una sociedad que aún consideraba a estas personas como delincuentes o enfermos. Por todos los derechos logrados, por ese arrojo en aquella época, los colectivos LGTBIQ han decidido homenajear a los pioneros de su lucha con el eslogan: 'Mayores fuera del armario. Historia, lucha y memoria'.
Y pese a los años transcurridos y todos los logros conseguidos «aún hay gente que se da la vuelta al ver una pareja gay o lesbiana agarrada de la mano por la calle», dice Alberto sobre la situación en Granada. «Se dan codazos, hay cuchicheos y siento rabia,... Y piensas: ¿Todavía? ¿Con todo lo que ha pasado ya?», relata este granadino de 54 años.
«Es necesario no perder la perspectiva histórica, porque creo que estamos sufriendo un retroceso en en estos momentos; muchós jóvenes han nacido con unos derechos ya adquiridos, pero existe un retroceso, por eso es necesario recordar todo lo que se ha conseguido desde finales de los 70», asegura Lola Callejón responsable de la comisión de lesbianismo dentro de la Asamblea de Mujeres de Granada. Este colectivo fue el primer movimiento feminista en Granada surgido tras el fin de la dictadura.

Lola Callejón en los 80 y 90. Las dos primeras imágenes en manifestaciones feministas. / ARCHIVO IDEAL

El 'perfomancero' y el cura

Miguel Benlloch es una de las figuras más importantes en la visibilización del colectivo homosexual en Granada. Militante del movimiento comunista y anti-OTAN, el 'performancero' –como él se denominaba– fue uno de los principales impulsores del Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA). Miguel falleció el pasado mes de septiembre pero su nombre aparece en todos los testimonios recabados para este reportaje; ya sea por su militancia o por ser uno de los tres socios del primer Planta Baja.
Para que la creación del FLHA fuese posible debía haber una sede, un lugar de reunión, un sitio donde poder imprimir los folletos informativos que repartirían. Jose Antonio Moreno, párroco de la iglesia de San Ildefonso fue un figura primordial en el nacimiento activismo gay y lésbico en Granada.
Tras haber sido misionero en Cuba, huyó con el triunfo de la revolución. Parte a Miami y allí estudia sociología. Jose Antonio falleció en octubre de 2017 pero en el documental 'La Casa de las Sirenas' se recoge el testimonio del párroco que evoca aquella época: «Junto con Miguel Benlloch y otros dimos el paso de reunir a gente para hablar de nuestras preocupaciones. (...) Me dijeron que mi caso estaba en el Vaticano(...) A nivel político era de izquierda y al otro nivel maricón», relata el párroco desde la residencia de Armilla en la que falleció. Él había salido del armario, incluso cuenta en el mismo documental que se reunía con otros «curas homosexuales». Pese a ser un figura controvertida señala que no fue expulsado ni él se fue de la Iglesia. El motivo es que revitalizó esa barriada, creó comunidad y la sacristía de San Ildefonso se convirtió en la sede de la comunidad «cristiana popular y parroquial, la Asociación de Vecinos, el Junior, las colonias en Torrecuevas, la banda de música, el grupo de teatro «La Cuesta», las mayores y el carnaval, los grupos sociopolíticos acogidos –parados, feministas, gays, sindicalistas, cooperativistas–» tal y como señalan en la web de las Comunidades Cristianas Populares de Granada en la semblanza publicada por su fallecimiento.
Al FLHA se unieron personas que habían estado en la cárcel por ser homosexuales. «Pepe Gallardo fue uno de ellos, él también ha fallecido ya», comenta Alberto. De esos primeros años de libertad recuerda la apertura de los locales de ambiente, establecimientos a los que para entrar había «que tocar un timbre», explica . «Hubo una temporada en que la tomaron con 'El 41'; todos los sábados hacían una redada sobre la 1.30- 2.00 horas de la mañana. A veces la policía solo pedía la documentación, otras nos llevaban a comisaría», relata el granadino.

En la primera foto Juan Pedro con una foto en el club en el que trabajó Verlín en una fiesta de disfraces. En la siguiente imagen Juan Pedro con Alberto en la puerta de la sacristía de San Ildefonso donde se reunía el FLHA. En la última algunos folletos de fiestas de los clubs de ambiente de finales de los 80. / V.S.C. /IDEAL
Estudio 5 y Planta Baja, en su antigua ubicación en Obispo Hurtado fueron otros dos clubs de ambiente que se popularizaron en esa época. Cuando el último cambió de local, se abrió 'Verlín' en el que trabajó Juan Pedron García, de 52 años. Al igual que Alberto, no llegó a salir del armario con su familia ni amigos más cercanos. «En aquella época tampoco era muy normal decirle a a tu madre que eras gay; yo me vine a vivir a Granada en el 88 para estudiar y al llegar solo nunca me hizo falta salir del armario« . Este almeriense explica que en esos años «en Almería no había nada, mientras en Granada se movía muchísimo, aquí había bares, había personajes gays famosos, había de todo y creo que tenía que ver con el movimiento estudiantil universitario del momento.
En este escenario, las mujeres lesbianas que habían sido invisibilizadas durante el franquismo, encontraron su plataforma de proyecciónn para su lucha en la Asamblea de Mujeres de Granada, nacida con el movimiento feminista de otras ciudades del país. Esta es una peculiaridad que señala Lola Callejón que fue la impulsora de la Comisión de Lesbianismo de dicha asamblea. «Las mujeres nos organizamos porque sentíamos la misma opresión, la misma invisibilidad social», explica Lola. Este movimiento empezó por campañas por el divorcio, por la libertad sexual, ... A finales de los 70 habían aparecido algunas «nuevas sensibilidades que la izquierda tuvo que asumir: el ecologismo o el pacisfismo, por ejemplo», explica. A mediados de los 80 hubo un punto de inflexión y es cuando esa Comisión de Lesbianismo decide salir a la calle: fue un 8 de marzo.

Los retos actuales

Lola Callejón Acién, de 58 años, explica que en esos años se consiguió un gran avance a nivel legislativo. «La ventaja de esto es que se normaliza a nivel social lo que estaba castigado antes, el inconveniente es que no recoge toda la diversidad del colectivo», expone esta almeriense como reto para el movimiento LGTBIQ+. No es el único, porque esta pionera del activismo en Granada cree que hay mucha puesta en escena a veces hueca , y el motivo es que «se ha mercantilizado y frivolizado el movimiento». Por eso urge a que no se pierda la perspectiva histórica.
Tras la desaparición práctica de la asociación Nos y de otras organizaciones, en 2017 nace la asamblea Granada Visible que coordina con varias asociaciones, el programa para esta semana conmemorativa del Día del Orgullo. Chema del Águila Gómez, su portavoz, explica que uno de los principales problemas con los que se encuentran los mayores del colectivo es la soledad. «Si es una dificultad para las heterosexuales, imagina para estas personas que no suelen tener familia», explica este joven. «Yo llevo en pareja 23 años, y meterme en una residencia ahora sería como meterme en el armario por no estar casados», explica Alberto. Por su parte, Chema señala que en estos momentos no existe una formación en LGTBIQ para el personal que trabaja en estos centros y que los «ancianos del colectivo tienen que volver al armario porque su sexualidad no es vista con normalidad aún». Dentro del colectivo, las personas transexuales de más edad son las que peor vejez están viviendo. «Al haber dedicado su vida en muchos casos a la prostitución no disponen de una pensión de jubilación», denuncia el portavoz de Granada Visible.
Chema señala también que uno de los retos pendientes es que en los centros públicos los menores no se sientan ni solos ni aislados y para ello «es muy importante la formación de los docentes y la creación de asambleas a las que los jóvenes puedan acudir».
Las agresiones y otros delitos de odio son los problemas más acuciantes del colectivo. En este sentido Lola apunta que es primordial no perder la memoria histórica. Alerta que «aunque los jóvenes han nacido con unos derechos ya dados existe un retroceso alarmante en las libertades y que no se pueden dar por sentado esos logros».

lunes, 28 de enero de 2019

De la Cruz al martillo. Documental sobre los "curas rojos" en Granada y Sevilla.

Varios miembros de las Comunidades Cristianas Populares de Granada asistimos al preestreno de este importante documental de recuperación de la memoria histórica, de tantas luchas, colectivos, proyectos, que los Cristian@s de base construímos en aquellos años, como también en estos. 
El documental se centra principalmente en los curas obreros de Granada y Sevilla, pero faltan muchos otros de diversas zonas de Andalucía y tantas personas, comunidades, parroquias, que también fueron agentes de trnasformación social y comunitaria en barrios, zonas rurales, espacios juveniles, sociopolíticos...y las mujeres. Enhorabuena a los que han elaborado tan magnífico y entrañable documento.

'De la cruz al martillo'. Ideal

El cura Diamantino García Acosta participó en la vendimia junto a jornaleros sevillanos del pueblo donde ejercía como sacerdote. (Vídeo: tráiler de la película). / IDEAL

Se unieron al pueblo y a los desfavorecidos durante el tardofranquismo y la transición, sufrieron la represión, la Iglesia les dio de lado, pero siguieron adelante. Un documental reivindica ahora su papel en Granada y Sevilla

DANIEL OLIVARES/CAROLINA PALMAGranada
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Cuando la misa acababa se quitaban la estola, el cíngulo y el alba, se ponían el mono de trabajo, salían de las iglesias y se mezclaban con el pueblo más desfavorecido para trabajar mano a mano con ellos. Cumplieron con aquello que el Evangelio cristiano demandaba: «El espíritu del Señor está sobre mí porque él me ungió para evangelizar a los pobres, me ha enviado a anunciar a los cautivos liberación y a los ciegos visión, a poner a los oprimidos en libertad, a proclamar el año de gracia del Señor» (Lucas 4,18-19). Renunciaron a su sueldo y se lanzaron a las calles para imitar la misión del profeta: llevar la buena noticia a los pobres y el anuncio gozoso de la libertad.
Les llamaron los curas obreros. Rompieron con la tradición del nacionalcatolicismo y, en plena dictadura de Franco, decidieron ir más allá de los dogmas de la Iglesia para ponerse del lado de los más necesitados. Represalias, cárcel y multas de hasta medio millón de pesetas –3.000 euros al cambio actual, una cantidad desorbitada para la época– fue el castigo para algunos de ellos. El documental 'De la cruz al martillo' rescata ahora, casi treinta años después, la memoria olvidada de unos sacerdotes que dieron el paso de trabajar por el pueblo, para el pueblo y junto a él.
Producido por Plano Katharsis, con la colaboración de Canal Sur, retrata el compromiso social adquirido en el tardofranquismo por esos curas obreros y algunas monjas, vinculados la gran mayoría a la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), que dejaron huella en los movimientos reivindicativos surgidos en los estertores de la dictadura y durante la transición, sobre todo en Andalucía. Granada y Sevilla centran la atención de este trabajo cuyo director de contenidos es el periodista Rafael Guerrero. «Era un documental necesario, imprescindible, una manera de hacer justicia con ellos. Había que reconocerlos antes de que dejaran de existir», cuenta Guerrero a IDEAL, donde trabajó en sus primeros años como periodista escribiendo numerosos reportajes sobre muchos de los actos protagonizados por los curas obreros y cuyo servicio de documentación ha colaborado en este trabajo recabando historias e imágenes de archivo.

Una deuda pendiente

«Se ha escrito e investigado poco sobre el tema, porque este movimiento de curas obreros comprometidos socialmente era como un grano molesto dentro de la Iglesia. Era un tema pendiente. La propia institución no se ha dedicado a reivindicarlo, y al ser ellos creyentes, el movimiento de oposición era principalmente el Partido Comunista, normalmente ateo y laico. Por eso, quedaron en un limbo, en terreno de nadie, abandonados por la Iglesia y por sus compañeros de viaje en el movimiento social, los comunistas», detalla Guerrero.
«El movimiento era un grano para la Iglesia, que les abandonó y nunca les ha reivindicado»RAFAEL GUERRERO, DIRECTOR DE CONTENIDOS DEL DOCUMENTAL
El movimiento de los curas obreros empezó en Francia, en plena ocupación nazi. Curas y comunistas unieron fuerzas en una unidad que acabó siendo conocida como 'La Misión'. Esta filosofía de dejar la sotana y unirse al pueblo en sus ocupaciones, problemas y luchas diarias se trasladó a los seminarios españoles durante los años 40 y, más, tarde, ya en los 60, a las calles. Se extendió durante veinte años y sus momentos más duros llegaron en el tardofranquismo y durante la transición política española. Se calcula que en España hubo unos 800 sacerdotes vinculados de algún modo a estos movimientos sociales.
'De la cruz al martillo' recoge los testimonios de muchos de los que participaron en dos grandes focos andaluces surgidos en Granada y en Sevilla. Pese a que han pasado varias décadas, en el caso granadino, todos continúan con vida. Alguno cuenta ya con 90 años. Y todos ellos estarán mañana viernes, a las 19.00 horas, en el Centro Lorca, para la presentación en del documental en el que son los protagonistas. «Va a ser una imagen histórica y emotiva. Creo que nunca se han reunido todos juntos en un mismo sitio», avanza Guerrero, que ha contado para este trabajo con el apoyo de José Antonio Torres y Pablo Coca.
Sus nombres son Antonio Quitián, Ángel Aguado y los hermanos José y Manuel Ganivet y Elías Alcalde, que comparten testimonio con la exmonja Encarnación Olmedo y con otros religiosos de la provincia de Sevilla como Enrique Priego y Esteban Tabares, el teólogo José María Castillo, la historiadora Basilisa López, el expresidente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Alfonso Alcaide, o Francisco Casero, del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).
«Me di cuenta de que había que cambiar las cosas, la sociedad tal como estaba», cuenta en la cinta Antonio Quitián. «Yo no quería ser monja de rezar y cosas de esas, quería estar cerca de la gente humilde y que pasaba necesidades», señala Encarnación Olmedo, que 'colgó' años más tarde el hábito para casarse con Ángel Aguado, quien hizo lo propio con la sotana. Eran jóvenes y decidieron abrazar una vida humilde para lanzarse a los barrios marginales y mezclarse con las reivindicaciones obreras.

La huelga de 1970

El paradigma fue la huelga de la construcción de 1970. Una manifestación recorrió las calles de Granada y acabó en tragedia. La policía, enviada por las autoridades que pidieron disolver la protesta, respondió con disparos al lanzamiento de piedras por parte de un grupo de manifestantes en la actual avenida de la Constitución. Murieron tres obreros:Antonio Huertas Remigio, Cristóbal Ibáñez Encinas y Manuel Sánchez Mesa. Un monolito les recuerda hoy día en la capital granadina. «Aquello costó sangre. Ellos estaban detrás y la prensa del régimen les puso de culpables de lo ocurrido», recuerda Guerrero. En 1970, año de aquella trágica huelga, José Ganivet, con 26 años, era coadjutor –ayudante de cura– y trabajaba también como encofrador para ganarse el sueldo. Era una albañil más del barrio de Cartuja. Estuvo en la manifestación y después volvió a la parroquia. No supo lo ocurrido hasta horas más tarde, cuando el padre Quitián le contó entre lágrimas que tres obreros habían muerto por los disparos.
Un lustro más tarde el desempleo azota Granada. Una encuesta publicada en IDEAL aporta datos sobre el paro, la pobreza y la marginación que atenazan a la barriada de la Paz. Las cifras son espeluznantes. Una columna de Rafael Martínez Miranda denuncia la situación que están viviendo los habitantes de esta zona de la ciudad: «Ante la situación económica se nos pide solidaridad social pero si un sistema económico, para funcionar bien, tiene que basarse en que los que menos tienen se aprieten el cinturón con frecuencia para que los que están mejor situados continúen en su prosperidad, es un sistema económico que no es justo, que no es humano» (IDEAL, 9 de abril de 1975). El día 29 de abril parados cansados de ser despreciados por las autoridades y de hacer asambleas en la iglesia de la Paz, acompañados de líderes sindicales y sociales –unas 90 personas en total–, deciden presentar sus reclamaciones ante la Casa Sindical. Les reciben, pero la actitud pasiva de las autoridades sindicales les lleva a tomar otras medidas. Se trasladan a los alrededores del Palacio Arzobispal. 35 trabajadores se encierran en la Curia. Entre ellos estaban los religiosos Antonio Quitián, Ángel Aguado y Miguel Heredia. Quitián llama por teléfono a la prensa y advierte del encierro. El entonces arzobispo Emilio Benavent se solidariza con los encerrados y advierte a la policía de que no podrán entrar a desalojarlos.
La reacción policial es impedir que les lleguen alimentos. El 1 de mayo amanece con dos encierros más de apoyo, uno en la Catedral y otro en la iglesia de San Isidro. Los encerrados en esta última iglesia son los primeros en ser desalojados. En la Catedral empiezan a mostrar síntomas de desnutrición. Al noveno día la policía irrumpe en la Curia. Los 35 trabajadores son esposados y puestos a disposición judicial. Muchos son detenidos.
Los sacerdotes fueron enviados a Carabanchel, donde se encerraba habitualmente a los presos políticos. Tras tres meses de estancia en prisión, fueron recluidos en la institución religiosa de las mercedarias en Cájar.
Huerta de la Virgencica, barriada de casas provisionales ya desaparecida.
Huerta de la Virgencica, barriada de casas provisionales ya desaparecida. / IDEAL

La Virgencica

Su lucha por los derechos laborales estuvo unida en paralelo a su desdén por ayudar a los excluidos por la sociedad. La Huerta de la Virgencica, un barrio levantado en el polígono de la Cartuja a finales del franquismo –ya desaparecido, donde hoy se levanta Albayda–, fue uno de las zonas donde más intensamente se involucraron. Las viviendas se construyeron con un fin provisional y sus condiciones eran insalubres. «No habían saneamientos, escuelas ni transporte público en ese entonces, y los niños se morían por falta de cuidados sanitarios», relata Rafael Guerrero. Lucharon «por las viviendas o para que llegara el autobús al barrio», relata Encarnación Olmedo en la cinta.
El paralelismo con situaciones actuales es inevitable, aunque las circunstancias, las políticas, sobre todo, son realmente distintas. Guerrero, considera que lucharon por «derechos que hoy en día parecen absurdos, pero de los que en ese tiempo allí no se gozaban». Por eso han hecho este documental, «para que, sobre todo, las nuevas generaciones sepan por lo que ha pasado España y conozcan la historia de gente que ha hecho un ejercicio de sacrificio personal en favor de los más desfavorecidos».

El Centro Lorca, escenario de un cálido homenaje a los curas obreros de la Transición. Ideal


Foto de familia de los curas obreros y creadores del documental antes de la proyección./RAMÓN L. PÉREZ
Foto de familia de los curas obreros y creadores del documental antes de la proyección. / RAMÓN L. PÉREZ

La proyección de 'De la cruz al martillo' llenó el auditorio del Centro Lorca, que aplaudió el film y participó en el coloquio posterior

EDUARDO TÉBAR GRANADA.
Descendieron del púlpito para remangarse con los de abajo. Abandonaron el refugio íntimo del oratorio para participar en el calvario estridente de los excluidos. Asumieron que el amor está en la calle, en el pueblo. Eran los curas obreros. Y no fueron pocos: en torno a 800 sacerdotes pelearon por las libertades desde el tardofranquismo hasta los primeros años de la democracia. Tiempos de contracultura: estos clérigos renunciaron a su salario oficial para vivir y trabajar con los más necesitados, pero ni la Iglesia ni los laicos de izquierdas aplaudieron el gesto. Al contrario, el nacionalcatolicismo respondió con represalias, cárcel y multas.
Maldecidos en su momento, varios de los protagonistas de esta historia fueron recibidos como héroes ayer por la tarde, entre aplausos y lágrimas, en la presentación del documental 'De la cruz al martillo', en el Centro Federico García Lorca, al que siguió un coloquio preñado de confesiones. No en vano, Granada fue, junto con Sevilla, uno de los bastiones que retrata con crudeza y ternura la película producida por Plano Katharsis con la participación de Canal Sur. Episodios como la huelga de la construcción de 1970 o el encierro en la Curia granadina en 1975, así como la creación del Sindicato de Obreros del Campo, además de diversos amotinamientos y ocupaciones de fincas a finales de los setenta y comienzos de los ochenta fueron objeto este viernes de sangrante recuerdo en primera persona.
«No queríamos vivir de la religión», decían en las páginas de IDEAL en 2005 -como bien rememora el filme- Antonio Quitián González, José y Manuel Ganivet Zarcos y Ángel Aguado Fajardo, cuando publicaron el libro 'Curas obreros en Granada', un objeto de culto ya descatalogado y por el que se pagan cantidades considerables en el mercado de segunda mano. La cinta que ayer pudo descubrir el público granadino recoge reflexiones emotivas de religiosos como Antonio Quitián, Ángel Aguado, los hermanos José y Manuel Ganivet, Elías Alcalde, Enrique Priego y Esteban Tabares, con la exmonja Encarnación Olmedo o el teólogo José María Castillo, a la vez que se deslizan los argumentos de los exdirigentes del PTE Isidoro Moreno y Francisco Casero, el expresidente nacional de la HOAC, Alfonso Alcaide, y la historiadora Basilisa López.
La rama granadina, que es la que abarca la primera parte del relato, contemplaba el resultado de la obra audiovisual 'De la cruz al martillo' en primera fila. Y el recinto, lleno, incluso hasta en la parte de arriba. Entre la audiencia congregada en el Lorca, abundancia de familiares, familia de familiares, amigos, curiosos, versos sueltos, personas a las que, aunque fuera de refilón, algo les toca esta epopeya ahora reconocida. «Se está haciendo justicia poética con ellos», murmuraba un grupo en la puerta de la Romanilla. «Estos hombres pasaron verdaderas fatigas con mis tíos y mis abuelos», comentaba Luis, uno de los asistentes, a IDEAL. «Poco ha cambiado la Iglesia. ¡O quizá se están poniendo peor las cosas!», señalaba Luisa. «Ni pecadores católicos ni más papistas que el Papa. Los curas obreros eran personas normales, como todos nosotros. Lo que ocurre es que ellos tuvieron que ser valientes para ser normales», remataba Juan, parafraseando a Caballero Bonald.

Cuidada producción

'De la cruz al martillo' es una producción dirigida por José Antonio Torres, encargado también del guion, con la dirección de contenidos a cargo de Rafael Guerrero, director del programa 'La memoria' en Canal Sur Radio y RAI, y realizado por Pablo Coca con música de Pablo Páez. Una indagación estremecedora. Sobre todo cuando la memoria hace clic a través de fotos en blanco y negro, recortes de prensa en sepia e imágenes de exclusión social grabadas en Super 8.
El movimiento de los curas obreros surge en la Segunda Guerra Mundial, en 1944. Como tantos otros signos de avance, el fenómeno brota en Francia. Los sacerdotes de la posguerra estaban, literalmente, en las antípodas de todo aquello. Resultan claves las figuras de Tomás Malagón y Guillermo Rovirosa, fundadores de la Hermandad Obrera de Acción Católica, que imparten a los seminaristas la asignatura de justicia y acción social. Ellos importan a España ese humanismo ético y espiritual ligado al pensamiento desarrollado del país galo. La premisa: la vida y la dignidad de cualquier trabajador, y de todo ser humano, estaba por encima de lo demás. Creían, por ejemplo, creían en el destino universal de los bienes y en el justo reparto de los recursos, por encima del derecho a la propiedad.
«La intuición genial de los curas obreros», barrunta el teólogo y exjesuita José María Castillo, «consiste en caer en la cuenta de que no bastaba con ayudar a los necesitados, sino compartir la vida con ellos». El granadino Manuel Ganivet, muy participativo en la película, sostenía que quería ser cura, «pero trabajando, no cobrando de cura sino viviendo de mi sueldo». Lo mismo que Antonio Quitián, al que despedían allá donde echaba jornadas cuando la empresa descubría su condición de religioso. Ganivet aireó más de una picardía: «Los capítulos que nos decían que no se podían leer eran los que leíamos primero». Una actitud, en parte, influida por el contacto de libros franceses como 'Francia, país de misión' y 'Diario de una misión obrera'.
Tachados de subversivos, los curas obreros iban a lo suyo. O sea, a lo de todos los desheredados. «No necesitábamos virgencitas, rosarios ni procesiones, sino soluciones para una vecindad que pasaba hambre», recalcaron ayer en el Lorca. Su pensamiento invertía el nacionalcatolicismo rampante: «Los valores del cristianismo podían casar con la clase obrera». Ante la disyuntiva de consensuar una postura sobre la propiedad privada y los medios de producción, optaron por el «comunitarismo». Y no fue fácil: «Los obreros veían a los sacerdotes como agentes del nacionalcatolicismo y, por tanto, guardianes del régimen». La mejilla de Ganivet se humedeció al recuperar los pasajes de la huelga de 1970. Tampoco eran conscientes de su carácter revolucionario: «No había nada sobre lo que hacíamos. La teoría la trajo luego la corriente latinoamericana». En cierto modo, tras cuarenta años de dolor, ayer cicatrizaron muchas heridas en Granada.
De Granada Hoy:

‘De la cruz al martillo’ recupera del olvido la figura de los ‘curas rojos’

  • Un documental recuerda la labor de un grupo de religiosos en La Virgencica
  • Los curas obreros tuvieron una fuerte presencia en Granada entre los sesenta y ochenta


Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental.Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental.
Quitián, a la izquierda, en la presentación del documental. MIGUEL ÁNGEL MOLINA (EFE)


El documental De la cruz al martillo recupera del limbo del olvido a los curas obreros y jornaleros y su ejemplo de compromiso social, una corriente con fuerte presencia en Sevilla y Granada que en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta abandonó la sotana y el sueldo para estar con sus vecinos.
Querían ser parte de ese rebaño que sirve de metáfora en los evangelios católicos, pero prefirieron ser oveja y no pastor. Y además decidieron hacerlo en la España del siglo pasado, en unas décadas que exigían pelear por las libertades.

"NUNCA SE LES HA REIVINDICADO PORQUE NADARON CONTRACORRIENTE DENTRO DE LA IGLESIA", INDICA RAFAEL GUERRERO, DIRECTOR DE CONTENIDOS, GUION Y NARRACIÓN DEL DOCUMENTAL
Los curas obreros, los jornaleros, los "curas rojos" a los que parte de su jerarquía arrinconó, se convirtieron en aquellos años en un ejemplo de compromiso social, pero cayeron en un limbo de olvido del que ahora les saca un documental.
"Nunca se les ha reivindicado porque nadaron contracorriente dentro de la Iglesia, porque eran un grano molesto para la institución eclesial, una minoría", ha explicado aEfe Rafael Guerrero, director de contenidos, guion y narración del documental De la cruz al martillo.
Esta apuesta audiovisual participada por Canal Sur pretende sacar del olvido a un movimiento de curas, unos 800 en todo el país, que se despojó de las sotanas y de los sueldos para ir a la vendimia, trabajar los campos, encofrar, picar y edificar así una muestra de compromiso social.
"No estaban bien vistos por la organización; si no, habrían llegado a obispos, y tuvieron como compañeros de viaje a comunistas que tampoco los reivindicaron nunca porque los curas no militaban", ha resumido Guerrero.
El documental, que se presentará en concursos nacionales e internacionales para expiar las penas del olvido, acerca la labor que hicieron estos curas en la sierra sur de Sevilla y en el extinto barrio de La Virgencica de Granada que hoy es la zona Norte.
"Yo quería ser cura, no se me ocurría ser otra cosa, pero quería ser cura trabajando, no cobrando de cura", explica en el documental Esteban Tabares, empeñado en "vivir como vivía la gente".
El trabajo producido por Plano Katharsis toma como referencia a los curas jornaleros sevillanos liderados por Diamantino García junto a compañeros que "sufren, trabajan, lloran y ríen" con sus vecinos, y en un ámbito urbano a los curas obreros de Granada.
"Trabajaban en la Virgencica, el barrio más pobre de Granada, en el que no había clase social porque todos eran pobres y en el que los niños literalmente morían de hambre", recuerda Guerrero.
Aquellos curas granadinos liderados por Antonio Quitián, que ahora tiene 90 años, reivindicaron servicios públicos para su barrio, exigieron escuelas y consultorios y renunciaron a sus sueldos de sacerdotes para trabajar en la construcción.
Participaron en ocupaciones de fincas y en encierros, en la creación del Sindicato de Obreros del Campo y tuvieron un papel importante para impulsar CCOO, un sindicato entonces ilegal.
En junio de 1970, miles de trabajadores se atrevieron a movilizarse para exigir un convenio de la construcción, el más importante de España, en una jornada que en Granada se saldó con tres fallecidos por disparos de la policía para disolver una marcha en la que participaron curas como José Ganivet.
Cinco años después, un grupo de 35 trabajadores, entre ellos cinco curas de Granada, se encerró para denunciar "el altísimo índice de paro" y comenzar un pulso contra el franquismo.
"En ese grupo estaban los curas Antonio Quitián, que avisa a la prensa, Ángel Aguado y Pope Godoy, que pese al apoyo del arzobispo de entonces son detenidos cuando la policía entra a la curia y acaban en la cárcel de Carabanchel", ha recordado Guerrero.
Ya sin la cruz de otros tiempos, Quitián, Ángel Agudo, los hermanos Ganivet y otros curas obreros mantienen su compromiso social sin reivindicarse, algunos sin los hábitos que colgaron aburridos de una Iglesia que no les entendió y otros aferrados a su manera particular de oficiar misa.