Las personas pertenecientes a las Comunidades Cristianas Populares (CCP) de Andalucía nos dirigimos al Sr. Arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, para mostrarle nuestro total desacuerdo ante sus palabras, publicadas por los medios de comunicación, “de que no puede oponerse a que los restos del dictador Francisco Franco sean enterrados en la cripta de la catedral de la Almudena, al tiempo que ha subrayado que la Iglesia “acoge a todas las personas”. Nuestro desacuerdo lo hacemos en base a los siguientes motivos:
1ª.- Francisco Franco fue el general golpista que derribó con un golpe militar al gobierno legítimo de la II República española y, durante cuarenta años, fue el dictador que causó millares de víctimas, que instauró en nuestra patria un régimen dictatorial fascista, contrario a toda dignidad humana y leyes internacionales. Por ello mismo, no puede ser honrado con una sepultura eclesiástica en una Iglesia católica, mayormente en la Basílica de la archidiócesis de Madrid, capital del estado español, a no ser que el Sr. Arzobispo quiera continuar con la unión anticristiana y antidemocrática de la Iglesia y el estado fascista, que estuvo vigente durante la dictadura.
2ª- Que su sepultura incumpliría manifiestamente el canon 1242 del Código de Derecho Canónico, que establece textualmente: ‘No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los Obispos diocesanos, incluso eméritos”.
3ª. Que el Sr. Arzobispo no puede ampararse en el subterfugio de que “la Iglesia acoge a todas las personas”, pues, aparte de su dudosa interpretación del 5º Mandamiento, no cumpliría con la Ley de Memoria histórica de nuestro país del 26/12/2007, en cuyo preámbulo se “asume…la condena del franquismo contenida en el Informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa firmado en París el 17 de marzo de 2006, en el que se denunciaron las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas en España entre los años 1939 y 1975”.
Por todo lo cual pedimos al Sr. Arzobispo no acceda a la inhumación de los restos del ex general golpista y dictador Francisco Franco en la catedral de la Almudena de Madrid..
Comunidades Cristianas Populares de Andalucía.
Sevilla 02 octubre de 2018
El Evangelio y las Víctimas no admiten complicidades. Redes Cristianas.
Ante la innecesaria polémica en torno a si se deben inhumar los restos de Franco en la Basílica de la Almudena y las -a nuestro juicio- desacertadas declaraciones del Cardenal Osoro, desde Redes Cristianas queremos hacer pública esa “Otra voz de Iglesia” que se opone a que los restos de un dictador sean enterrados en un templo, no solo por violar las propias leyes vaticanas interpretando torticeramente el Derecho Canónico, sino por el grave valor simbólico de enterrar a quien causó tanto dolor y violó los derechos humanos más elementales, en connivencia con gran parte de una Iglesia y un régimen nacionalcatólico.
Desde las muchas razones de sentido común que podríamos argumentar, bastaría rechazar este enterramiento –ya sea en un templo o en una cripta cristiana- para favorecer la reconciliación entre españoles y españolas así como para desvincular, de una vez por todas, a la Iglesia Católica del franquismo y del funesto nacionalcatolicismo anterior.
No vale decir –Sr Osoro- que la Iglesia “acoge a todas las personas”, porque un dictador como Franco no es un bautizado más, y la inhumación de sus restos en un templo católico generaría más división y escándalo que en el mismo lugar del que ahora se aprueba su exhumación. Sería más que probable que, al estar en el centro de Madrid y en una zona eminentemente turística, se convirtiera en un lugar de visita y homenaje que, además de fomentar el odio y la división en la ciudadanía, sería ilegal por ir contra el espíritu y la norma de la ley de Memoria Histórica.
Esta pretensión de la familia Franco no se justifica ni desde la ética ni desde la axiología más elemental, esa que habla de los valores cristianos y se enraíza en el amor como único mandamiento que heredamos de Jesús. Porque el Amor es justo lo contrario a la violencia, las desapariciones, las muertes violentas, las fosas comunes, o la guerra civil que son precisamente los “logros” de este dictador. Desde el evangelio tenemos derecho a preguntarnos si una forma de vida así, objetivamente mirada, puede ser considerada cristiana.
No nos gusta una Iglesia que sigue apostando y en connivencia con una forma de hacer política que no solo no es entendida por muchísima gente, sino que se vincula a una ideología neoconservadora y a una ultraderecha antisocial que está muy lejos del evangelio y de la orientación más progresista del Papa Francisco. Para una sociedad, ya de por sí muy secularizada, esto sería una losa más que achacar a la Iglesia, que herirá la sensibilidad de la inmensa mayoría de la buena gente que existe en este país.
Si ante los avaros mercaderes que tomaron el Templo, la entrada de Jesús fue con látigo, hasta los pilares (y criptas) del Templo seguro que los derribaría, de cometerse esta felonía. Porque ni el Evangelio, ni las Víctimas admiten complicidades con el dictador. Paz y Bien.
Dado y firmado por la coordinadora de Redes Cristianas el 3 de Octubre de 2018
Otros enlaces a posicionamientos diversos:
El Evangelio y las Víctimas no admiten complicidades. Redes Cristianas.
Ante la innecesaria polémica en torno a si se deben inhumar los restos de Franco en la Basílica de la Almudena y las -a nuestro juicio- desacertadas declaraciones del Cardenal Osoro, desde Redes Cristianas queremos hacer pública esa “Otra voz de Iglesia” que se opone a que los restos de un dictador sean enterrados en un templo, no solo por violar las propias leyes vaticanas interpretando torticeramente el Derecho Canónico, sino por el grave valor simbólico de enterrar a quien causó tanto dolor y violó los derechos humanos más elementales, en connivencia con gran parte de una Iglesia y un régimen nacionalcatólico.
Desde las muchas razones de sentido común que podríamos argumentar, bastaría rechazar este enterramiento –ya sea en un templo o en una cripta cristiana- para favorecer la reconciliación entre españoles y españolas así como para desvincular, de una vez por todas, a la Iglesia Católica del franquismo y del funesto nacionalcatolicismo anterior.
No vale decir –Sr Osoro- que la Iglesia “acoge a todas las personas”, porque un dictador como Franco no es un bautizado más, y la inhumación de sus restos en un templo católico generaría más división y escándalo que en el mismo lugar del que ahora se aprueba su exhumación. Sería más que probable que, al estar en el centro de Madrid y en una zona eminentemente turística, se convirtiera en un lugar de visita y homenaje que, además de fomentar el odio y la división en la ciudadanía, sería ilegal por ir contra el espíritu y la norma de la ley de Memoria Histórica.
Esta pretensión de la familia Franco no se justifica ni desde la ética ni desde la axiología más elemental, esa que habla de los valores cristianos y se enraíza en el amor como único mandamiento que heredamos de Jesús. Porque el Amor es justo lo contrario a la violencia, las desapariciones, las muertes violentas, las fosas comunes, o la guerra civil que son precisamente los “logros” de este dictador. Desde el evangelio tenemos derecho a preguntarnos si una forma de vida así, objetivamente mirada, puede ser considerada cristiana.
No nos gusta una Iglesia que sigue apostando y en connivencia con una forma de hacer política que no solo no es entendida por muchísima gente, sino que se vincula a una ideología neoconservadora y a una ultraderecha antisocial que está muy lejos del evangelio y de la orientación más progresista del Papa Francisco. Para una sociedad, ya de por sí muy secularizada, esto sería una losa más que achacar a la Iglesia, que herirá la sensibilidad de la inmensa mayoría de la buena gente que existe en este país.
Si ante los avaros mercaderes que tomaron el Templo, la entrada de Jesús fue con látigo, hasta los pilares (y criptas) del Templo seguro que los derribaría, de cometerse esta felonía. Porque ni el Evangelio, ni las Víctimas admiten complicidades con el dictador. Paz y Bien.
Dado y firmado por la coordinadora de Redes Cristianas el 3 de Octubre de 2018
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