Al igual que los patos, los
flamencos, zorzales o renos, las personas desde siempre han emigrado. Buscan sobrevivir que es algo más que no morir.
Y, si es posible, tener trabajo que les permita comer, tener un techo, un
futuro, una dignidad.
Se calcula que hoy día más de 500
millones de persona son emigrantes en el mundo, es decir, que viven en un país
que no es el suyo. Emigrar es, pues, un fenómeno natural, que se inscribe en la más antigua tradición
humana de la salida de las personas de
su pueblo natal en busca de mejores condiciones alimentarias y climáticas. Sin
embargo en los tiempos que corren este fenómeno natural se entiende como un
problema y ante el posicionamiento de valorarlo o estigmatizarlo se ha optado
por lo segundo. Esta es la encrucijada de España y de Europa: ¿Va a mostrar
nuestro continente y nuestro país un liderazgo basado en su compromiso con los
valores de los derechos humanos y la solidaridad, o van a optar por excluir a
las personas refugiadas del acceso a una vida digna y segura, dando paso a las
agendas nacionalistas y populistas?
En esta disyuntiva los últimos y
cercanos acontecimientos nos empujan a pensar que se está optando en nuestro
país por la criminalización de las
personas inmigrantes y por una notoria
xenofobia institucional. Así
lo vemos y así lo denunciamos desde las CCP de Andalucía poniendo el énfasis en
cuatro acontecimientos de nuestro entorno que lo demuestran y que nos han afectado profundamente.
En primer lugar en el encierro de
medio millar jóvenes inmigrantes argelinos en un falso CIE, que en realidad era
el centro penitenciario de Archidona, que debía convertirse oficialmente en cárcel el 14 de marzo de
2017, según consta en el BOE, contraviniendo la legislación vigente que prohíbe
ubicar
a estas personas en una cárcel. La gota de agua que ha desbordado la
situación ha sido el suicidio del ciudadano argelino Bouderbala
Mohammed, de 36 años, cuando como otros internos esperaba su deportación.
Después de todo lo que hemos ido conociendo compartimos la voz unánime que pide
el esclarecimiento de este suicidio, la reparación a su familia y el cierre de
todos los CIES.
Otro acontecimiento con tufo
institucional xenófobo ha sido el abandono a su suerte de medio centenar de
inmigrantes en Granada. Efectivamente, a finales del 2017, se da la paradoja de
que el Ayuntamiento de Motril monta en un autobús a cincuenta y tantos
inmigrantes llegados en patera y los abandona
a su suerte en la estación de autobuses de Granada. Desubicados y confusos
fueron alojados por los misioneros combonianos y una comunidad de religiosas,
siendo falso que el Ayuntamiento les diera asilo como quiso dar a entender la
concejala de servicios sociales. En lugar de un plan municipal o central de
acogimiento las administraciones del PSOE y PP
aprovechan para dirimir sus responsabilidades.
Otro brote del racismo institucional
ha sido el caso de Pedrera donde una
discusión de tráfico de tres varones rumanos con un vecino de Pedrera
terminó con una pelea y varias
concentraciones contra los rumanos residentes, volcando varios de sus
vehículos. En la concentración ante el Ayuntamiento, sin permiso del Subdelegado,
estuvieron presentes algunos políticos significados del PSOE. Los sentimientos
xenófobos, que se pusieron de manifiesto, pusieron en el ojo del huracán al
cura y compañero Enrique Priego, que
desde siempre puso a disposición las dependencias parroquiales para la acogida
de las personas inmigrantes.
Por último la falta de pudor
institucional se ha hecho manifiesto en el enjuiciamiento de la cooperante Helena Maleno en Marruecos, a
instancias de la policía española, acusada de tráfico de personas, cuando en
realidad su único delito ha sido
socorrerlas y salvarlas de una muerte segura en el mar como manifiesta la
propia responsable de Salvamento Marítimo.
Recordando el viejo relato
bíblico no entendemos la opción
por Caín de las políticas institucionales nacionales y europeas en menoscabo
de Abel haciendo patente la encrucijada en que se encuentran: ¿Van a optar por
un compromiso con los valores de los derechos humanos y la solidaridad, o van a
optar por excluir a las personas refugiadas del acceso a una vida digna y
segura, dando paso a las agendas xenófobas y populistas?
Desde las
Comunidades Crtistianas Populares de Andalucía denunciamos la criminalización institucional de las
personas inmigrantes y la solidaridad con ellas. La Xenofobia y el racismo institucional y animamos a la ciudadanía a desobedecer estas leyes injustas y mostrar
la solidaridad, acogida y bienvenida con estas personas. Huir no es delito.
Vías seguras y legales.
Comunidades
Cristianas Populares de Andalucía
12 de Enero de 2018
Si tuviéramos memoria... les acogeríamos con los brazos abiertos.
ResponderEliminarMe sumo a nuestro Comunicado y lo he difundido por las redes. Cualquier acto de protesta es un grano de arena en la lucha por la dignidad de las personas migrantes y la propia. Y, es sobre todo, un gramo de esperanza de que esa lucha no será baldía. No solo lo que triunfa y es alabado por los medios de coumnicación debe ser escuchado, también debe ser oído el pequeño susurro de los que propestan por ser apartados de la sociedad.
ResponderEliminarMe parece un problema preocupante los signos de rechazo y de falta de valoración de la dignidad de las personas inmigrantes. Toda mi solidaridad
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