En memoria y recuerdo de Antonio Caballero, amigo, hermano y compañero de las Comunidades Cristianas Populares de Antequera. que murió a "esta vida" el pasado lunes 24 de Abril de 2017 y pasó a "vivir de otra manera". Nosotr@s, compas de CCP lo sentimos resucitado "en cada brazo que se alza para defender al pueblo del dominio explotador...", lo seguimos sintiendo vivo y camina con nosotr@s en nuestras luchas, compromisos y esperanzas por un mundo nuevo, más justo con los empobrecid@s y en paz. Gracias a la Vida por habernos dado la oportunidad de compartir con Antonio tantas utopías, encuentros, luchas y la belleza del camino....
Transcribo abajo la semblaza que Jose Antonio Rojo, su compañero de vida, me ha enviado, lleno de cariño y desde el corazón, con los colores de su bandera republicana y el himno a la Libertad de su querido Labordeta:
Nos ha pedido Domingo una semblanza
de Antonio escrita con el corazón.
Son
muchas cosas en muy pocos días las que estoy viviendo del lunes para acá para
poder hacerla. Tanto más cuando han supuesto un descubrimiento entre todos de
un Antonio que no conocíamos. Eso se condensó en el acto de despedida, que creo
que acertamos a hacerlo como él quería: una despedida espontánea de sus amigos,
que representaban todas las facetas de su vida. Facetas que supo aunar, como
creo que todos lo vamos haciendo.
Fue en el tanatorio, en una sala desnuda, sin
símbolos, fría. Pero que se nos hará inolvidable y entrañable porque la subimos
de temperatura con nuestros testimonios
llenos de calor, sinceridad, cariño. Cada uno expresó lo que vió en Antonio.
Lástima que a muchos la emoción no les permitió hablar como hubieran
deseado.
Voy a transcribir algunas de las cosas que allí se dijeron y me han dejado por escrito. Es una pena que no tenga otras que se dijeron, como la de nuestros compañeros de ruta de IU. Detrás de todos estaba como referente el anhelo, que era el de Jesús, de trabajar por un mundo mejor, de hermanos. Por eso no fue de ninguna manera, creo, forzado el expresar ese anhelo, como Benito lo sugirió, a la manera como Jesús lo hizo, con el Padrenuestro. Y después, cantando con entusiasmo, como Antonio lo hacía, el Canto de la Libertad, de otro compañero de ruta, Labordeta.
Voy a transcribir algunas de las cosas que allí se dijeron y me han dejado por escrito. Es una pena que no tenga otras que se dijeron, como la de nuestros compañeros de ruta de IU. Detrás de todos estaba como referente el anhelo, que era el de Jesús, de trabajar por un mundo mejor, de hermanos. Por eso no fue de ninguna manera, creo, forzado el expresar ese anhelo, como Benito lo sugirió, a la manera como Jesús lo hizo, con el Padrenuestro. Y después, cantando con entusiasmo, como Antonio lo hacía, el Canto de la Libertad, de otro compañero de ruta, Labordeta.
Primero,
creo que fue Charo la que leyó una carta con la que Antonio contestó a una que
ella le había escrito, a costa de la bandera republicana, y que parece que expresa la síntesis a la que había
llegado a su manera Antonio:
Amiga Charo:
Gracias por tu
sincera opinión sobre mi posición de la
bandera republicana en la Eucaristía. Estate tranquila, no me
disgusté; cuando se lucha contra corriente se esperan contradicciones; mi
revolución es pacifista, democrática, liberadora, solidaria con las pobres
víctimas, como la lucha de los jesuitas Nicaragüenses, “entre religión y
revolución no hay contradicción”.
No sabía de la desgraciada
muerte de tu querido abuelo, y me gustaría saber el año y las circunstancias
que fueron. Me atengo a la cita que haces del Evangelio, “el que esté libre de
pecado que tire la primera piedra”.
Las banderas nos identifican y animan a la revolución y no matan a nadie; la gente desalmada y loca son los que matan. Veo que eres republicana; pero el sistema republicano español no caerá del Cielo, hay que conquistarlo con manifestaciones públicas y con el pueblo.
Las banderas nos identifican y animan a la revolución y no matan a nadie; la gente desalmada y loca son los que matan. Veo que eres republicana; pero el sistema republicano español no caerá del Cielo, hay que conquistarlo con manifestaciones públicas y con el pueblo.
La celebración de la Eucaristía se hace de muchas formas, sabes lo mucho que las CCP en pocos años hemos cambiado; y sospecho que Jesús cambiaría más por su talante liberador el Hombre Nuevo que mirando al futuro dijo “vosotros haréis cosas mayores”.
Charo, con esta frase de Jesús
y un beso mío, ¡ánimo!
El
testimonio de Enrique puede servirnos un poco para “encuadrarle”. Prefiero
dejarlo tal cual, aunque tenga alguna inexactitud que no lo devalúa:
Se nos ha ido de este
mundo Antonio.
Creo que eran el año 70
del siglo pasado cuando tuvimos noticias a través de la Hoja Parroquial de
Sevilla de que un grupo monjes de la Trapa la dejaban y se vinieron a vivir a
una finca del término de Antequera llamada Chinchilla. Ahora no
recuerdo con certeza pero creo que eran cinco. Querían vivir la vida espiritual
en medio del mundo, dependiendo de su trabajo manual, cercanos a la gente
jornalera. El sitio era una antigua escuela rural perteneciente al obispado de
Málaga.
La novedad de la ”vida monacal” en contacto con el mundo jornalero llamó mucho
la atención a la Iglesia postconciliar y fuimos muchos los que por
allí pasamos con la intención de conocer a aquellos trapenses que se hicieron
jornaleros. Dos estaban ordenados de sacerdotes y los otros dos hermanos. Uno
aparecía como más preparado intelectualmente y el otro como uno más de
entre los jornaleros .Antonio tenía la sabiduría popular. Hombre sencillo,
austero, alegre, servicial. Se vinculó al partido comunista y a comisiones,
aunque me pareció que nunca fue fanático ni de las ideas ni de los
planteamientos. Vivió los valores del Evangelio a tope. Jesús de Nazaret
fue siempre su referente.
El grupo disminuyó.
Durante muchos años ha vivido con el compañero del alma Jóse, en una pequeña casa aquí, en Antequera. Desde donde han ido atendiendo a muchos necesitados.
Ninguna reivindicación
por la causa del ser humano le era ajena. La provincia no era obstáculo, se
desplazaba a donde fuera con tal de estar presente en cualquier acto
reivindicativo, también en actos formativos. Se hizo miembro de los caminantes
de San Francisco. Gozaba bastante con la Naturaleza. En cuanto tenía ocasión
nos comunicaba lo que había gozado.
Desde hace algún iba
acompañado con la bandera republicana. Lástima que la sordera le impidiera
poder muchas veces enterarse de los acontecimientos y hacía difícil
el entendimiento.
No puedo decir que
descanse en paz porque no será posible hasta que muchas de sus reivindicaciones
no se consigan. Pero si quiero decirle que conocerle a él ha sido toda
una gozada.
De
muchos de los que no pudieron estar allí he recibido muchos mensajes: He aquí
sólo algunos:
Ayer murió un amigo, Antonio Caballero Paunero. Un
hombre sencillo que siempre asumió la lucha obrera como quien asume una
necesidad basica como comer o dormir. Sus planteamientos del mundo no eran enrevesados, no
tenía doblez y su abrazo siempre fue un abrazo cálido. Hoy se cumple el
aniversario de la revolución de los claveles algo que el siempre celebró. Hoy
más que nunca, Antonio subirá al cielo envuelto en aquella bandera republicana
con la que solía cubrirse en los encuentros, pero ahora ya escuchará
perfectamente las voces de Diamantino, Manolo Hernández, Ezequiel, Miguel y de
otros muchos mas sin necesidad de sonotone. (Loly)
Nos
ha dejado uno de los imprescindibles. De las mejores personas que he conocido
en mi vida. Cristiano comprometido con las personas, luchador incansable contra
todo tipo de discriminación, contra todo tipo de jerarquías. De ideas claras,
de corazón enorme y valiente como él sólo.¡¡Antonio, te echaremos mucho de
menos, compañero!! (Scota)
Canto a la Libertad. J.A. Labordeta.
He coincidido muchas veces con el compañero Antonio en encuentros de CCP de Andalucía y en alguna que otra coordinadora. Era una persona sencilla, muy servicial, siempre comprometido en las causas justas. Un gran creyente.
ResponderEliminarCon el bueno de Antonio Caballero tenemos en mi comunidad de San José una anécdota muy simpática que cada vez que la recuerdo me río muchísimo. Cuando asistíamos a la coordinadora de Antequera de forma rotativa, una vez asistieron dos parejas. Uno de nuestros compañeros que asistía era abogado y le gusta comer muy bien. Cuando terminó la reunión Antonio los llevó a su casa a los 4 y les dijo que él tenía un par de huevos para comer y que podían compartirlo... Mi amigo, a la vuelta, nos contaba la escena y nos partíamos de risa... Decía: Ya ves, dos huevos para 5 personas que íbamos....Con lo bien que a mi amigo le gustaba comer...ja, ja.. Pero él estaba dispuesto a compartir lo poco que tenía con ellos.
Por lo que he visto en Antonio; y por lo que sé de su vida, lo mejor y lo más fuerte, que puedo decir de él, es que ha sido un hombre que tomó en serio el Evangelio. Y, más exactamente, lo decisivo en su vida fue el "seguimiento de Jesús". Por seguir a Jesús, se quedó solo en la vida, perdió todas las seguridades que da la religión, el estatus social, una economía sólida. Fue un hombre honesto, que vivió en la austeridad y sencillez de los trabajadores del mundo. Siempre fue bueno. Y fue bueno con todos. ¿Qué más se puede decir de un ser humano? Yo os aseguro que quiero parecerme a él. Sería el logro de mi vida.José M. Castillo
ResponderEliminarConocí a Antonio desde los primeros encuentros de CCP de la zona de Antequera a finales de los años 70. En Mollina se hablaba de "los curas de Chinchilla". Antonio es un ejemplo de coherencia, de entrega incondicional y confiada al seguimiento de Jesús. Hacen falta muchos como él en este mundo donde cada vez se vende más la seguridad y el éxito personal y que por ello se está convirtiendo en un mundo cada vez más inseguro y con más fracaso social. Que su ejemplo nos anime. Saludos. Carlos Moreno.
ResponderEliminarHoy estuve trabajando en Antequera en unas Jornadas sobre la Trata de Personas. Nada más llegar me encontré con un viejo amigo y compañero, José Antonio Rojo. Nos saludamos con efusividad e inmediatamente me preguntó si yo no había recibido un correo electrónico donde me avisaba que nuestro querido Antonio, había fallecido hacía dos semanas.
ResponderEliminarEl corazón me ha dado un vuelco literalmente porque ese e-mail no ha llegado nunca. Hemos seguido trabajando, pero cuando he llegado a casa he estado rememorando los momentos compartidos con ellos.
Con Antonio Caballero se nos ha ido una de las personas más buena, comprometida, coherente, sencilla, dispuesta, noble, discreta y con conciencia de clase que he conocido.
Me ha dolido mucho su partida. Mucho. Siento una pena muy grande y un nudo me oprime la garganta.
Sencillamente se nos van los mejores y sin duda, Antonio lo es. Un cristiano de base de los de verdad, no de los que con colgarse un crucifijo de madera al cuello creen que ya lo tienen todo hecho. Mi querido Antonio, con una trayectoria intachable y con una historia humana detrás digna de recogerse para que no se pierda en el limbo de la memoria. Una historia ligada a su compañero de vida, José Antonio Rojo.
Que la tierra te sea leve.
Si me preguntaran a mí sobre qué canción identificaría con el compañero Antonio Caballero, sin duda elegiría "Preguntitas sobre Dios", de Atahualpa Yupanqui. Ahora supongo que le podrá preguntar directamente. Que la tierra te sea leve doblemente, Antonio.
Escrito por Charo en el encuentro de CCP-Antequera del 21 de Mayo en recuerdo y mucho cariño de Antonio:
ResponderEliminarHoy, al celebrar nuestro primer Encuentro sin la presencia física de Antonio, porque su presencia de ese otro modo que no conocemos, pero que sentimos, estamos segurxs que nos acompaña y que hoy no necesita que le pasemos una copia de lo que hemos preparado, hoy nos oye perfectamente. Esto es lo que recordábamos, el mes anterior cuando celebrábamos la Pascua, lo que les debió pasar a lxs discípulxs cuando asesinaron a Jesús que hasta que no se pusieron a compartir sus vidas, sus inquietudes, a recordar lo que les había dicho Jesús y al compartir el pan, no comprendieron que había resucitado, eso es lo que nos ha pasado en la despedida que tuvimos de Antonio. En la coordinadora recordando esa despedida tan cariñosa, tan cálida y espontánea que le hicimos tantos amigxs de tan diversas procedencias, que, a corazón abierto, expusimos lo que él nos había transmitido decidimos seguir profundizando con quiénes íbamos caminando hacia esa NUEVA HUMANIDAD, si lo estábamos haciendo con personas de diversa procedencia o estábamos encerrados en un grupo pequeño, cerrado y, entonces, nos pareció que sería bueno repasar la cuarta vía que nos expone Masiá para reflexionar si seguimos caminando “HACIA UNA TIERRA QUE PONGA LIBERTAD y cómo y con quién caminamos” y, perdonad que vuelva a la despedida de Antonio porque allí vimos, palpamos que él siempre buscaba compañerxs personas con las que caminar que tuvieran un referente la “NUEVA HUMANIDAD” unas como creyentes en Jesús de Nazaret, así con nuestras comunidades, o lxs compañerxs de ruta de S. Francisco y otras que no tenían porqué ser creyentes, como lxs compañerxs de IU o nuestro querido Labordeta, pero que TODAS esas personas tenían el mismo referente “TRABAJAR POR UN MUNDO MEJOR” y todo este CAMINAR lo hizo él con un gran entusiasmo y con su bandera republicana.
Como os decía elegimos volver a reflexionar sobre cómo vamos caminando por esa carretera de montaña, con muchas curvas y precipicios, con rellanos o cuevas donde pasar la noche y apalancarse porque aquí estamos bien: “hagamos tres tiendas”, instalémonos, o si estamos en el grupo de las personas más timoratas sin saber dónde quedarnos queriendo compatibilizar a las del monte con las del atajo, a las que permanecen en la “tradición”, en lo recibido con aquellas que “parece” han avanzado o si hemos tomado la decisión de la CUARTA VÍA, el cuarto grupo, poco numeroso, las que decidieron seguir caminando, aunque se hiciera de noche, las que se cogieron de la mano, para no perderse, ni caer al precipicio y siguieron avanzando los días y noches siguientes; no estaban seguros de lo que se iban a encontrar a la vuelta de cada curva pero continuaron y en una de ellas, junto a un mirador, hallaron a un grupo que les precedía. Eran diferentes, venían de otros lugares, vestían de otro modo, comían y hablaban de otra manera. Se unieron a ellas y se formó una única comitiva de ambos grupos. Mientras seguían caminando, se contaban sus historias respectivas y se animaban mutuamente.
Les unía la meta, a la que nunca se acababa de llegar… pero no desfallecían porque, según iban caminando se animaban unas a otras.
Creo que esto es lo que nos ha venido ocurriendo desde que conocimos a aquellas personas que habían decidido seguir caminando, siendo fieles al MENSAJE DE JESÚS, (todas podemos poner aquí un montón de nombres) y que no dudaron en darnos la mano para que nos asiéramos a ella y, cuando conocimos a esas otras personas que también, sin haber escuchado el MENSAJE de JESÚS, pero dejándose llevar por la “limpieza de su corazón” iban adelante, hacia esa meta: ¿Nueva Humanidad?, ¿Reino de Dios? ¿Un mundo Mejor?, en fin a una Tierra que ponga LIBERTAD.
Nosotras y nosotros, en la despedida de Antonio también nos cogimos de la mano para pedir la llegada del Reino, de esa Nueva Humanidad en que el pan nuestro de mañana llegue YA HOY