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domingo, 3 de marzo de 2019

Comunicado de Redes Cristianas sobre la pederastia en la iglesia española. Enero de 2019

Ante los casos de abusos sexuales en la Iglesia y en la urgencia de reaccionar como creyentes a este gravísimo problema, queremos contribuir con nuestra reflexión a las decisiones que se puedan tomar próximamente por el Papa y los presidentes de las conferencias episcopales reunidos con él.
Que un sacerdote, o miembro de una congregación religiosa, abuse de un niño o un adolescente, utilizando la autoridad moral que ejerce sobre la persona víctima, es algo que rompe los esquemas de cualquiera. Si además se añade el encubrimiento practicado durante décadas por la jerarquía de la Iglesia, poniendo por delante a la institución sin reparar en el daño, con secuelas de por vida,  que se estaba haciendo a personas inocentes, nos encontramos con un escándalo de proporciones mayúsculas y una multiplicación del número de personas abusadas en un ambiente de mentira, hipocresía y silenciamiento.
En España se han ido conociendo casos de abusos en la Iglesia gracias al coraje de las personas víctimas para denunciar los delitos cometidos en la sociedad civil (que no son solamente pecados) , y a los medios de comunicación, que, al igual que en otros países, han ido por delante de la institución. Unos han tenido consecuencias en los tribunales y otros no pero lo que ha quedado patente en la mayoría de ellos es la resistencia mostrada por la jerarquía para hacer avanzar la investigación, apartar a las personas bajo sospecha, y demostrar un apoyo efectivo a las personas víctimas.
Esta resistencia por parte de la jerarquía  y de las personas con diferentes niveles de responsabilidad en los hechos conocidos creemos se explica por la decisión de un silencio institucionalizado que nos parece la más grave circunstancia que se ha producido, junto con los propios abusos y el abandono de las personas víctimas de los mismos.
Todo esto lleva a Redes Cristianas a las siguientes afirmaciones, peticiones y propuestas:
  1. La lucha contra la pederastia en la Iglesia española debe ser una prioridad en todas las diócesis, facilitando que se pueda denunciar, colaborando con la justicia civil y apoyando a las personas víctimas. Pedimos que se apliquen de manera inmediata los protocolos exigidos por el Vaticano y que se creen comisiones en las que haya mujeres y hombres laicos, personas víctimas de abusos y expertos en el tema para estudiar las denuncias, desarrollar pautas de actuación y hacer realidad la tolerancia cero. El silenciamiento y encubrimiento deben terminar.  Lo mismo pedimos para las congregaciones religiosas. Nos unimos a la exigencia de que el Vaticano lleve a la práctica las recomendaciones que le hizo el Comité de la Infancia de la ONU en febrero de 2014.
  2. Es urgente analizar las causas e ir a las raíces del problema. El obligado arrepentimiento debe llevar a actuar en consecuencia, sin miedo. Ante una crisis de semejantes proporciones, no valen las medidas cosméticas para salir del paso sino que hay que ir al fondo de la cuestión si se quiere evitar que los abusos se sigan produciendo. La pederastia es el síntoma de una enfermedad muy grave que hay que atajar.
  3. Coincidimos en parte con los que afirman que el celibato obligatorio no es en sí mismo la causa del problema, pero a la vez pensamos que el planteamiento de la sexualidad en la formación de los seminaristas, con frecuencia vivida ésta en la represión y el tabú, no favorece en nada, más bien al contrario, que los casos de pederastia se puedan descubrir y denunciar inmediatamente, y que se pueda ver en cada caso qué los ha motivado y actuar rápidamente.
  4. Si a lo anterior añadimos que la Iglesia Católica mantiene desde hace siglos un estamento clerical formado por varones célibes y diferenciado de los laicos, que ejerce el poder de manera autoritaria y mantiene un estatus de superioridad, con todas las excepciones que haya que reconocer, pensamos que los abusos y el encubrimiento también tienen que ver esencialmente con esa realidad y si no se abordan estas cuestiones en profundidad el problema no se solucionará. En ese sentido, el celibato obligatorio sí fomenta un aurea especial con el que se reviste el estamento clerical.
  5. Denunciamos la estigmatización de las personas homosexuales, acusadas injustamente de ser causantes de abusos sexuales a menores cuando los expertos insisten en que hay pederastas heterosexuales y homosexuales, y que la orientación sexual, por tanto, no es el problema.
  6. Redes Cristianas ha pedido siempre una iglesia de iguales y sin estamentos, de comunidades y de ministerios laicales, que no discrimine por el género ni por la orientación sexual y en la que el celibato sea una opción, nunca una imposición. Así creemos que debe ser la Iglesia que emana del Evangelio.  Ahora encontramos una nueva razón para pedir y exigir que se den pasos en esa dirección lo antes posible. La igualdad de la mujer en la Iglesia,  y por tanto, su presencia en todos los ámbitos ministeriales y  de responsabilidad, contribuiría también, a nuestro juicio, a erradicar las conductas delictivas de abusos sexuales en la Iglesia.
Hay que abrir ventanas y sacudir alfombras, nos unimos a las voces que llegan  de distintas partes del mundo pidiendo la revisión en profundidad del sacerdocio y de la vida consagrada. La Iglesia Católica, y en concreto la de España, tiene que rendir cuentas y ofrecer mucha más transparencia a las personas víctimas y a la sociedad en su conjunto.
Decir no al abuso es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo.” (Papa Francisco, agosto de 2018)
 Enero de 2019, www.redescristianas.net

viernes, 9 de noviembre de 2018

El Cristianismo como religión no nos interesa. Jesús Gil. CCP de Balsas (Zaragoza)


 Hubo un tiempo, no muy lejano en nuestra historia, en que la religión lo impregnaba todo en la sociedad y por fuerza debía interesarte lo religioso. Era la época del nacional-catolicismo. Lo religioso era parte de la vida y un componente imprescindible socialmente. Los adornos (medallas ,escapularios, banderas), los templos (exuberancia de las catedrales), las personas sagradas, eran parte de la vida social. Asistíamos a grandes manifestaciones públicas de lo religioso (procesiones, congresos, encuentros). La cruz lo presidía todo y ante la cruz se realizaban los juramentos de las personas públicas. Muchos de estos vestigios todavía perduran hoy en las costumbres sociales y se resisten a desaparecer en una sociedad cada vez más secularizada.
Pues bien, esta situación está cambiando pese a quien le pese. Hoy la religión católica y sus componentes fundamentales no nos interesan a muchas personas. ¿Quiénes son las personas a las que no les interesa el cristianismo como religión? Son no solo las personas agnósticas y ateas, sino también las creyentes en Jesús de Nazaret, que buscamos los orígenes del cristianismo y que estamos abiertas a la modernidad, a la racionalidad científica moderna.
Porque Jesús de Nazaret no fundó una religión (el cristianismo), sino un movimiento de seguidores de su persona y de su mensaje, el Reino de Dios, basado principalmente en el mandamiento del amor, incluso a los enemigos. Por esta razón, entre otras, la religión está perdiendo influencia en las sociedades modernas incluso para un sector cada día más numeroso de cristianos.
Recordamos la reflexión del teólogo José María Castillo en uno de sus últimos escritos (La Iglesia desplazó el evangelio de Jesús a la religión de los sacerdotes) “Se suele decir (y es verdad) que la religión cristiana tiene su origen en Jesús de Nazaret. Como también se suele decir ( y también es verdad) que la Iglesia tuvo sus comienzos en la vida y las enseñanzas de Jesús. Pero tan cierto como lo que acabo de decir es que ni Jesús fundó (o instituyó) una religión, ni fundó (o instituyó) una Iglesia”
En este contexto decimos:
  • No nos interesa la imagen de Dios, Creador del universo de modo definitivo, Juez Supremo de todas las acciones de las personas, que premia con el cielo a los cumplidores de la ley divina, y que castiga con el infierno a los infractores de esa ley.
  • No nos interesa la figura divinizada de Jesús de Nazaret, convertido en Jesucristo, Salvador de la humanidad y Redentor de un pecado que se ha llamado original y que han heredado todas las personas, sin tener responsabilidad alguna por no haberlo cometido.
  • No nos interesa la nominación de María como Santísima Virgen y Madre de Dios; así como las innumerables advocaciones de la Virgen María, que na tienen que ver con María, mujer del pueblo y madre de Jesús.
  • No nos interesa la estructura piramidal de la institución de la Iglesia, que pretende tener poder e influencia en las sociedades, y que busca el prestigio y la defensa de la ortodoxia doctrinal a través de los dogmas proclamados por el magisterio eclesiástico-
  • No nos interesa la importancia de la ley divina y de los mandatos que impone como pecados contra Dios, contenidos en los mandamientos de Moisés y en los impuestos por la Iglesia.
  • No nos interesa la idea de la culpa y del pecado que se introduce en la conciencia de los seres humanos por el incumplimiento de los mandatos llamados divinos-
  • No nos interesa el miedo a la condenación eterna por la comisión de los pecados impuestos por la institución eclesiástica.
  • No nos interesa la sacralidad de las personas consagradas (sacerdotes) dedicadas al culto, ni de los templos como lugares sagrados, en los que las personas creyentes se comunican con Dios y en los que Dios se hace presente a los humanos.
  • No nos interesa que la jerarquía de la Iglesia promueva el silencio y ocultamiento de abusos sexuales a menores (pederastia) alegando el bien de la unidad y evitar el escándalo-
  • No nos interesa la concepción represiva de la sexualidad que promueve la religión, ni la condena del aborto a cualquier precio y en cualquier circunstancia.
  • No nos interesa la obligatoriedad del celibato en los curas, porque es represivo en muchos de los casos y conduce al desvío de la sexualidad hacia la pederastia en bastantes momentos.
  • No nos interesa una Iglesia al servicio de sí misma, preocupada por su poder y prestigio, y no por el servicio a la humanidad.
  • No nos interesa el antropocentrismo que promueve al varón como centro del universo y que coloca a la mujer al servicio del hombre.
  • No nos interesa la concepción del ser humano como dueño y dominador de la Naturaleza, y no como servidor y cuidador de la misma, olvidando sus derechos.
  • No nos interesan los dogmas, proclamados por el magisterio de la Iglesia, con la obligación de aceptarlos como verdades absolutas, sin tener en cuenta las circunstancias concretas del momento histórico en que se proclamaron.
Volvemos a afirmar que el cristianismo originario, promovido por Jesús de Nazaret, no es una religión. Jesús de Nazaret no fundó una religión, sino un movimiento de seguidores de su persona como profeta, y de su mensaje del Reino de Dios (consistente en la eliminación del hambre, del sufrimiento y en las relaciones humanas fraternas), con un único mandamiento, el del amor a todos los seres vivos y a los bienes de la Naturaleza. Este proyecto sí nos interesa y nos comprometemos a promoverlo en nuestras sociedades. Es lo que hoy llamamos el nuevo paradigma cristiano posreligional.
¿Y qué hacemos con las religiones? ¿Hay que eliminarlas del horizonte social a nivel mundial? Ni mucho menos. Las religiones tienen sentido como movimientos humanizantes de las diversas sociedades y de las distintas culturas; como instituciones que defienden y promueven la humanización, como entidades que tienen como finalidad el cumplimiento de los valores y derechos humanos, y los de la Naturaleza. Se trata de un proyecto laico y que tiene perfecta cabida en las sociedades secularizadas.
Jesús Gil García
Comunidad Cristiana Popular de Balsas.
Zaragoza. Agosto 2018

viernes, 28 de septiembre de 2018

Crónica de las Vacaciones Comunitarias de las CCP.. Haro (Logroño) 16-26 Agosto 2018.

Como en años anteriores, este año nos dimos cita, en la segunda quincena de agosto, 60 personas pertenecientes a las Comunidades Cristianas Populares en el Centro de Espiritualidad Ain Karim, que las Religiosas de la Compañía de María poseen en Haro (Logroño). De nuevo, todas y todos esperábamos con ganas reencontrarnos en estos días para poder vivir de nuevo las gratas experiencias de nuestras vacaciones.

De la organización se ocuparon este año las Comunidades de Murcia, ayudadas en la infraestructura informática por Mª Paz de Albacete. Gracias a ellas hemos gozado de un marco geográfico excelente, en plena Rioja, lindando con Burgos y Álava, con sus viñedos, sus montes cercanos y los valles del rio Ebro, Oja y Tirón. Igualmente lo fue la ubicación de la Residencia de las religiosas de la Compañía de Maria, a las afueras de la ciudad, rodeada de una gran extensión de huerta, con abundantes árboles frutales y amplio jardín para pasear. Las habitaciones acogedoras (con algunas excepciones en la abuardillada 3ª planta) y las muy caseras y abundantes comidas, que merecieron el aplauso y una modesta gratificación al equipo de la cocina. A la Comunidad de las Religiosas se lo agradecimos con estas palabras finales: GRACIAS por acogernos con cariño, por escuchar nuestras demandas;
por las sonrisas y atentas palabras. GRACIAS por los espacios verdes, los árboles, las plantas. GRACIAS por la cercanía con la comunidad y por hacernos sentir como en casa. Y ellas nos contestaron así: “GRACIAS, también decimos, a las CCP por ser como sois; por vuestra presencia y veraneo en nuestra casa”.
Como todos los años nuestro tiempo lo hemos ocupado en la Oración de la mañana, el recogimiento y la Eucaristía, en Charlas, Comunicaciones, Tertulias y juegos del Dominó; en Cine, Excursiones, Senderismo y paseos, tiempos de lectura y silencio, en la Velada Literaria y la Fiesta...
Por la mañana nos desperezábamos con una sesión voluntaria de Chi Kung, dirigido por Josefina, y, tras el desayuno, la Oración preparada cada día por una de las Comunidades regionales asistentes. La Eucaristía, preparada por una comisión estrictamente femenina, destacó en este año por su sentido teológico y sugerente simbolismo de compartir con la persona de al lado el pan y el vino. El resto de la mañana transcurría en visitas a la ciudad, a las bodegas, en organizar sesiones de senderismo y paseos, especialmente a la próxima Fuente del Moro y en las Excursiones. Este año hicimos tres preparadas por los veteranos Ramón y Pepe, a los que se unieron Ino, Rita y Sonsoles. En la primera, de un dia completo, visitamos Sto Domingo de la Calzada (el Albergue de peregrinos y su importante catedral) y por la tarde Ezcaray. E n las otras dos, de solo mediodía, visitamos Sta Maria la Real de Najera y la ciudad medieval alavesa Laguardia, con su incomparable portada de la Iglesia de Sta María de los Reyes.

 

En el Claustro de Sta María la Real Portada gótica de Sta. María de los Reyes

Las tertulias de la noche la abrió la proyección del CDRom de las fotos del año pasado, realizado por Paco Labiós y la película “Mª Magdalena”, del director Garth Davis, protagonizada por Rooney Mara (Mª Magadalena) y Joaquim Phoenix (Jesús), le siguió Antonio con: “50 años de Medellín”; Luis Ángel con “Mi viaje a Venezuela”; Rosa con “Silencio y meditación”; José Mª con “Espiritualidad laica”; la comisión de mujeres con “Mujeres y feminismo”; Jesús Bonet nos ilustró sobre Los miedos que nos atenazan y Aurelio con: “Acción social en Talavera”. Todas muy interesantes y concurridas. - Muy concurridas estuvieron también La Velada Literaria, en la que Pepe nos recordó al gran poeta del Mester de clerecía: Gonzalo de Berceo y
la Fiesta, en la que Mª Salud y Pepe nos deleitaron con un satírico sainete gitano, como es buana prueba la foto.- Finalmente, tras Evaluación positiva de la Vacaciones y el compromiso de la Cdad de Talavera de organizar las vacaciones del próximo año, nos despedimos todas/todos con buenos achuchones y algunas lagrimitas....
Antonio Moreno de la Fuente
CCP de Sevilla

sábado, 27 de enero de 2018

CCP: Nuestra historia: Del Nacionalcatolicismo al Postcristianismo. Las Comunidades de base en España y la teología de la liberación. Santiago Villamayor Lloro. Voices 2017


Historia de nuestras Comunidades Cristianas Populares. ¿De dónde venimos y dónde estamos?

Este es un artículo que se encuentra dentro de un monográfico sobre la Teología de la Liberación en Europa, que puedes encontrar aquí: http://eatwot.net/VOICES/VOICES-2017-2.pdf

Del Nacionalcatolicismo al Postcristianismo. Las Comunidades de base en España y la teología de la liberación.  Santiago Villamayor Lloro. Voices 2017

 Resumen:
La Teología, mejor, la praxis de liberación latinoamericana, llegó a España a finales de los años 1960 y tuvo su momento más intenso en las décadas de los años 1970 y 1980. Coincidió con la lucha antifranquista y la transición a la democracia. Un proceso de liberación política, cultural y religiosa que abarca desde el nacionalcatolicismo hasta el humanismo laico de hoy día. Su fruto más destacado es el surgimiento de las comunidades de base animadas por el testimonio de los mártires y testigos de las comunidades latinoamericanas. En los años 1990 y sobre todo en el siglo XXI la posmodernidad y la globalización, la inflación hipertecnológica y la secularización modularon el impulso liberador de las comunidades hacia una solidaridad internacionalista

Introducción: 
La Teología de la Liberación es la consecuencia más honesta del Vaticano II, nacida en parte en las catacumbas romanas1 y marginada por la curia romana desde ese mismo momento. Todo el poder y el peso de la gran Basílica de San Pedro caerían a plomo en los años siguientes sobre ese subsuelo evangélico. Pero la iniciativa prendió con fuerza en la religiosidad popular latinoamericana animada por los “misioneros y misioneras” que habiendo ido a evangelizar fueron más bien evangelizados. La expresión más relevante de esta renovación fue la formación de un gran movimiento de doble militancia, cristiana y política, en forma de pequeñas comunidades. 

En las fronteras de la misma Iglesia, muchos catequistas, personas religiosas y sacerdotes se acercaron a los pobres, indígenas, chabolistas y campesinos que se ganaban el pan con dificultad, y que por sus protestas perdían la vida con facilidad. El martirologio latinoamericano muestra la radicalidad y la santidad con que se asumió el seguimiento de un Jesús de Nazaret, siempre nuevo, pobre y subversivo, profeta al servicio del pueblo.


En España el ejemplo latinoamericano cundió rápidamente sobre todo entre los cristianos esperanzados por el Concilio. Eran los sectores que se iban desgajando de la ortodoxia y el concubinato político con el Régimen franquista; una pequeña burguesía de religión sincera, trabajadores de la industria de religiosidad todavía muy rural, profesionales liberales, estudiantes contestatarios, y los restos de la izquierda que perdió la guerra y que no por eso habían renunciado a su cultura cristiana. Se originó entonces una dinámica de acercamiento a la “clase obrera”, de proletarización y de vecindad en los barrios. El misticismo revolucionario se abría paso inspirado en el Éxodo y los Profetas. 


En el presente artículo analizamos primero y en general las aportaciones de la Teología de la Liberación en nuestro país. Luego exponemos la trayectoria de las comunidades. Los epígrafes responden a los títulos de algunos libros que marcaron su evolución. Se corresponden aproximadamente con las décadas de los últimos casi 50 años, pero es difícil precisar porque no hay fronteras determinadas. Es un continuo quizás artificialmente pautado. Estos grandes momentos son: el descubrimiento del compromiso temporal bajo la influencia del Vaticano II (1), la creación de las comunidades de base como alternativa a la gran y poderosa Iglesia (2), la irrupción del Tercer Mundo, el Sur, en la mirada cristiana (3) y finalmente el momento actual de deconstrucción y reinvención del mensaje cristiano ya convertido en una supra ética universalista (4).2 


1. Influencias de la Teologia de la Liberación en España 
“Marx y La Biblia”3 
“No te harás imagen alguna de Dios, escucharás su clamor”.

Este libro de José Porfirio Miranda no es el más importante de la TL pero sí uno de los más decisivos en las comunidades. Llamativamente situaba a la justicia interhumana como principio ético común al marxismo y al cristianismo. “La fe es creer que este mundo tiene remedio”. El análisis marxista de las alienaciones y la interpretación materialista de la historia comenzó a ser la mediación que la teología necesitaba para salir de las etéreas y desprestigiadas interpretaciones metafísicas. Se descubría así un “amor más universal y por tanto más divino” que el de la atención a las clases influyentes cuyo Dios se sienta a “la mesa del patrón”. La sociología marxista y la revolución de los cristianos se situaban así en el ojo del huracán eclesiástico y político. 


Con este acercamiento estructural a los pobres surge también un nuevo paradigma, una sincera clave de interpretar la realidad, muy sencilla y muy poderosa a la vez: que no es el pensamiento el que determina la manera de ser o vivir, sino que es la existencia real, la condición social, la que determina el modo de pensar y por tanto de actuar. Parafraseando nuestros refranes, el “dime con quién te codeas y te diré qué evangelio escribes”


Este paradigma, esta praxis de la TL, vino para quedarse definitivamente. Impregnó la experiencia cristiana de tal modo que hoy, a pesar de la profunda transformación de las sociedades, todavía persiste, aunque con nuevos modos de expresión: con menor radicalidad quizás, pero con mayor extensión4. Una gran parte del ideal democratizador que prima en tantos países e instituciones es un fruto diferido de la opción preferencial por los pobres que sitúa las políticas de redistribución, de cooperación y de ayuda a la dependencia en las agendas políticas. Hoy se es más solidario que hace años. El consensuado mantenimiento de los servicios públicos con nuestros impuestos es bastante más generoso que la imposición medieval de los diezmos por parte de la Iglesia.


Y decimos también que esta teología vino para reconciliar a la Iglesia con la izquierda, pues hasta los años 1960 la exclusiva del catolicismo la tenía la derecha. Vino para hacer de puente entre la sinceridad del catolicismo en algunas familias y los “héroes rojos”, perdedores de la guerra. Si bien el episcopado y la jerarquía en general, y muy a pesar del Papa Francisco, todavía se resiste a ello. 


También vino para construir el istmo de un humanismo liberador universalista. Un movimiento que asume y supera las religiones y las ideologías, el teísmo y el ateísmo, y que une a “griegos, judíos y gentiles” en una convocatoria plural e indefinida interpretada por las comunidades bajo las metáforas del Reino y del Padre. Es decir, animada por el cielo estrellado de la fraternidad universal, y movida por la memoria de la más bella “buena voluntad” en nuestro interior (Kant). 


2. Trayectoria de las comunidades de base en España 
“Creer es comprometerse” 
La ruptura con el nacionalcatolicismo, ca. años 1960 y 1970 

El nacionalcatolicismo fue el movimiento simbiótico construido entre el Régimen franquista ganador de la guerra civil y la Iglesia española defensora de los valores más tradicionales del catolicismo y legitimadora de dicha guerra civil, a la que calificó de Cruzada. De corte fascista, impuso una manera de vivir y de creer propias del “valle de lágrimas”, marcada por la resignación y el silencio ante las atrocidades posbélicas.


Una dictadura católica. Una “triple alianza”: del ejército golpista, el poder económico beneficiado por la guerra y la Iglesia anticomunista y tridentina. Franco seleccionaba el nombramiento de los obispos y entraba bajo palio en las Iglesias. La jerarquía a cambio se sentaba en las Cortes y permanecía erguida en los actos oficiales. 


El fiel católico va pasando del catolicismo burgués, centrado en el culto, en la salvación individual, en el moralismo, sobre todo sexual, y en el “otro mundo” –ganado por la reiteración mágica de los sacramentos–, a un cristianismo de solidaridad entre hermanos, que buscan juntos una liberación de sus condiciones de vida y su dignidad. Un tránsito vivenciado conjuntamente en el seno de una comunidad.


Por eso casi se puede decir que fue un milagro salir de esa cerrazón. Pero el milagro se dio. Y sobre todo en los años 1960 donde concurrieron circunstancias muy decisivas y variopintas que luego comentamos. Sobre todo, el descubrimiento de la pobreza extrema en los barrios periféricos a raíz de las misiones catequéticas. “Una chabola en Bilbao”, de José Luis Martín Vigil expresa muy bien la concienciación experimentada ante el desamparo y la injusticia de los suburbios. 


En este divorcio con el régimen tiene un lugar destacado el padre José María de Llanos, el monseñor Romero español podríamos llamarlo. Y con él los otros dos José Marías: José María González Ruiz, párroco de barrio y canónigo de la catedral de Málaga, que fue quizás el teólogo espa- ñol más influyente en el Vaticano II, y autor del libro que da título a este apartado. Y José María Díez Alegría, hermano de dos destacados generales del ejército ganador, y compañero de Llanos en el Pozo del Tío Raimundo. 


El Padre Llanos pasó de dirigir los ejercicios espirituales a Franco, a la barriada más pobre de Madrid, el citado Pozo del Tío Raimundo. Allí se enroló con los trabajadores y sus luchas e ingresó en el sindicato Comisiones Obreras, y posteriormente en el Partido Comunista. Fue un escándalo para el régimen y una locura de fe de gran impacto en el naciente cristianismo popular de las comunidades. Otro jesuita siguió pasos parecidos: “Paco el Cura”, Francisco García Salve, hijo de guardia civil asesinado por los anarquistas, peón de la construcción y después abogado laboralista. Llegó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista y de la dirección de Comisiones Obreras, y como tal, condenado en el famoso «proceso 1001» de 1973. Estas conversiones más llamativas no ocultan la extensa ola de renovación en el “laicado”, hasta entonces “clase de tropa”, y que ya empezaba a ser valorado por algunos teólogos como Yves Congar

Otros factores menos “espirituales”, de naturaleza cultural o circunstancial, contribuyeron a crear el clima de apertura que permitió el cambio. El desarrollismo, el turismo y la televisión entraron también con el soplo del Espíritu y abrieron las puertas de la corporalidad y el apego a la tierra; el movimiento hippy alimentó el amor libre y a la naturaleza. Llega a España la obra de Wilhelm Reich que invita a la “revolución sexual”, y ayuda a desinhibir los miedos y acelera el inconformismo y la revolución política. La pequeña burguesía se pone la minifalda y los vaqueros, o los pantalones-campana como los Beatles. Es la “década prodigiosa”. En Europa se prepara el “Mayo del 68” y en EEUU estalla la contestación a la guerra del Vietnam. En Cuba triunfa Fidel y en España los seminarios entran en ebullición

Comienzan las primeras exclaustraciones hacia el compromiso social y los movimientos apostólicos. La HOAC y la JOC se acercan a las malas compañías de la subversión marxista. Los “curas obreros” se insertan con gran sacrificio en el trabajo manual asalariado. Equipos de religiosos y religiosas, forcejeando con sus superioras, dejan los colegios y residencias y se van a vivir a pisos compartiendo vecindad, mercado y calle como todo quisque. Se ceden los locales parroquiales a la lucha obrera, entonces clandestina, y sus ciclostiladoras imprimen más octavillas que hojas parroquiales. La “Palabra de Dios”, la buena semilla, ya no se deja con devota parsimonia en los bancos de la iglesia, sino que se lanza con rabia sobre las calles, de madrugada. Y en este contexto entra de lleno la Teología de la Liberación. Y se forjan las comunidades de base y otros grupos similares. 

Tanto en Latinoamérica como aquí fueron momentos de mística mesiánica. Jesús era un revolucionario como el Che, como Fidel, como incluso entonces Daniel Ortega. Y la comunidad cristiana algo como Solentiname. Y si se tenían reticencias ante el marxismo, se tomaba como ejemplo la no violencia de Gandhi o de Martin Luther King. EEUU era el Leviatán capitalista. El sueño revolucionario se crecía con el antiimperialismo y miraba con admiración la revolución de Mao. Creer era comprometerse, participar en las luchas obreras y vecinales, y celebrar la memoria subversiva de Jesús de Nazaret. Cantar con Atahualpa Yupanqui, que nadie escupiera sangre para que otros vivieran mejor. 

De las dos grandes corrientes de la teología de la liberación, la de los “curas villeros”, más centrada en la historia y la cultura del pueblo, representada sobre todo por Juan Carlos Scannone –compañero y profesor del también jesuita Jorge Mario Bergoglio, futuro arzobispo de Buenos Aires y actual papa–, no tuvo una presencia tan importante en España o al menos no la conocimos en las comunidades con tanta intensidad. La herencia marxista de nuestra contienda civil nos predispuso para entrar, aunque no sin reservas críticas, en la perspectiva de la “lucha de clases” y de la “hegemonía del proletariado”. 

En las facultades de teología, además del marxismo, se enseñaba el psicoanálisis y el evolucionismo de Teilhard de Chardin. Se leía a Camus, a Sartre, a Simone de Beauvoir. Con Robinson y su “Sincero para con Dios” nos acercamos a Bonhoeffer y Tillich. En las comunidades y sus grupos de formación se divulgan estos escritos y se lee directamente a los teólogos más pastorales. A Hélder Câmara, a Garaudy, a Girardi, a García Nieto y a Comín, que inician en España el movimiento de “Cristianos por el socialismo”. Proliferan los cuadernos de formación como la Teología Popular de José María Castillo, las revistas de la HOAC, “Noticias obreras” o “Exodo” y “Utopía”, ésta ultima de nuestras comunidades. Julio Lois, Tamayo, Casaldáliga, Ivone Gebara, González Faus, y los cuadernillos de “Cristianismo y Justicia”, por poner ejemplos, continuarían posteriormente esta pedagogía de la liberación. Los poemas de Cardenal o las canciones de Víctor Jara, Violeta Parra, Carlos Mejía Godoy y luego Silvio Rodríguez o Pablo Milanés, entre otros, nos transmitieron muchas veces más teología que muchos escritos académicos. 

“La alternativa cristiana” 
Las comunidades cristianas de base, ca. años 1970 y 1980 

Las comunidades cristianas de base tienen su apogeo en estas dos décadas. Ya hemos citado sus rasgos principales. El libro, de José María Castillo cuyo título encabeza este epígrafe representa muy bien lo que se buscaba. Una alternativa a la Iglesia tradicional. Un reinicio del cristianismo desde el pueblo, pero sin salirse de ella. Nos situábamos en una pertenencia crítica. Buscábamos ser “otra voz de Iglesia” y compensar la excesiva locuacidad derechona de la jerarquía, que casi siempre dejaba en mal lugar el evangelio. 

La evolución de nuestras comunidades discurre muy paralela con las de Latinoamérica, allí con mayor dureza y represión, aquí con mayor admiración por su valentía y continua persecución, por el vigor de sus teologías, arrancadas de esas experiencias y martirios. El asesinato de Monseñor Romero en 1980 fue uno de los hitos más importantes, por lo que significaba como ejemplo de conversión al evangelio de los pobres desde una alta esfera de la Institución. Su muerte dio lugar a los Comités Oscar Romero, que llevaron la teología de la liberación por todo el mundo. Algo similar ocurrió con el asesinato de los jesuitas y las dos personas que les ayudaban en El Salvador.

 “En 1969 tiene lugar un acontecimiento importante en el movimiento comunitario cristiano. Se celebra en Valencia la primera Asamblea peninsular de comunidades cristianas. Este hecho supone la consolidación de esta experiencia comunitaria en la Iglesia y en la sociedad españolas”.5 Y en 1973 surge el proyecto de “Iglesia Popular” que cristaliza en la elaboración de unas bases comunes que obtienen su ratificación en el primer Encuentro de Comunidades Cristianas Populares (CCP) del estado, en Madrid en 1976. No son las únicas comunidades de base, pero sí las más relevantes.

 Esta primera etapa de las CCP se caracteriza por la militancia y la beligerancia social y política. Por la crítica a la Iglesia Institución y, cómo no, por la clandestinidad, pues también las parroquias y los centros obreros cristianos son vigilados y denunciados. En 1974 se produce la revolución democrática de los claveles en Portugal y el efecto se contagia. El golpe de estado de Pinochet supone sin embargo un asomo de desilusión, como lo sería después la involución nicaragüense. 

A principios de los años 1980 se desatan dos debates en las comunidades, uno sobre la presencia o no en las instituciones políticas, recién alcanzadas por la izquierda, y que descabezaron las organizaciones populares. Parecía que el trabajar desde dentro de las instituciones era una traición a la movilización en la calle. Las comunidades se resintieron de la polémica y dado que, en general, se decantaron por las posiciones más idealistas, se produjeron algunos abandonos de la militancia más moderada. En lo relativo al otro debate, sobre nuestra adhesión o no a los comunicados de carácter político, hubo más unanimidad. Dado que se pertenecía a diferentes grupos políticos se prefirió no firmar nunca como comunidades cristianas, salvo los documentos genéricos de carácter humanitario. 

A finales de los 80 se inicia una época de trabajo menos llamativo y más eficaz por su escala institucional. Gobernar es otra cosa. En las comunidades se va extendiendo poco a poco un clima de desencanto y de desierto. Más cuando Juan Pablo II ha torcido ya el espíritu del Vaticano II y ha reprendido y humillado a la teología de la liberación en la persona de Ernesto Cardenal en su visita a Nicaragua. España entra en una época de prosperidad económica que va ampliando las clases medias y con ellas un talante más conformista. “Contra Franco vivíamos mejor”, se solía decir.

 “¿Y el sur?”
 La cooperación internacionalista, ca. años 1990 a 2005 

Este breve título de una humilde revista de la ONG “Acción Solidaria Aragonesa” representa una de tantas iniciativas de liberación de carácter internacionalista, y es significativo de la evolución de las praxis de liberación, del momento globalizador y de mestizaje que empieza a darse por la inmigración. El cristianismo de la liberación se despliega en nuevos movimientos sociales y en la pre-política mundialista. Las miradas se dirigen al SUR. Las acampadas por el 0,7 en 1994 pueden considerarse como un hito en la irrupción de esta nueva militancia. También en ese año empieza a andar “Mujeres y Teología” en los cauces del movimiento feminista.

Estos años 90 son por tanto de resistencia y de solidaridad reorientada. Se produce una nueva crisis cíclica del capitalismo y el paro afecta a las familias de las comunidades; el cuidado de los hijos preadolescentes y de los mayores empieza a sustraer tiempo de las causas populares. 

La caída del muro de Berlín y con ella el desprestigio de los países del socialismo real finiquita la revolución entendida al modo clásico y abre la puerta al pensamiento único y a la globalización. Fukuyama publica “El fin de la historia” para confirmar el triunfo del capitalismo. Pero paralelamente surgen también los movimientos antiglobalización, los foros sociales y el altermundismo: la Cumbre de Rio en 1992, las protestas de Seattle en 1999 y el primer FSM en Porto Alegre en 2001, organizado por ATTAC y el Partido de los Trabajadores de Brasil. 

Poco a poco también una nueva cultura se va imponiendo, la postmodernidad. La liberación compite con el gusto por la vida y las costumbres se liberan de la religión. Las relaciones son más efímeras y lejos queda esa cultura rural del vecino que es como de la familia. El individualismo, la soledad y el anonimato se expanden por las ciudades cada vez más cosmopolitas. Se consolidan los rasgos que posteriormente resumirá Bauman en “La sociedad líquida”. 

Las comunidades abordan estos momentos de contrariedad con múltiples iniciativas. Revisión de sus bases identitarias, grupos de formación y de oración, jornadas estatales de reflexión. Cada encuentro estatal se convierte en un motivo de esperanza y una voluntad de reanimación, aunque prima la nostalgia del profetismo de antaño. Sin embargo, la mirada se universaliza y el rescoldo se aviva con el auge de las ONGs. El pluralismo crece la inmigración, la preocupación por la identidad se diluye y se va creando una atmósfera de convergencia por la justicia. 

A lo largo de los últimos años del siglo XX algunos planteamientos teológicos adquieren especial importancia. Crece el interés por encontrar nuevos símbolos, agotados los clásicos sacramentos. La desafección ante la Iglesia es cada vez mayor y la función del sacerdote ha dejado ya hace tiempo de ser reconocida. Las comunidades se sienten mejor en una sociedad laica, más sinceras en las manifestaciones que en el culto. La celebración de la eucaristía se renueva completamente. Es algo de toda la comunidad: reflexión, oración y tentempié en recuerdo de la cena de despedida de Jesús. No son Pascuas judías ni cristianas, ni mucho menos sacrificios redentores, y las mujeres empiezan a presidir. Poco a poco se pierde el carácter sagrado, se valora más el talante común que nace en el compartir la acción social, y la preferencia por los pobres. No hay consagraciones ni liturgias. Son nuevos símbolos vinculados a la gratuidad y al amor desinteresado sobre todo de carácter cívico. Y ya muy recientemente las comunidades se centran en la ayuda a los inmigrantes y la acogida de los refugiados. 

Con las nuevas tecnologías informacionales, las redes sociales y los móviles, el activismo social crece en el mundo virtual y se proyecta sobre la realidad. Las nuevas tecnologías, las neurociencias y la robótica anuncian un mundo todavía más contradictorio con los viejos relatos bíblicos y emancipatorios. La TL, que había eclipsado los problemas metafísicos y existencialistas, vuelve a encontrarse con las cuestiones radicales de la finitud y la limitación, ahora pasadas por el tamiz de la vida real y colectiva: ¿Otro mundo es posible? ¿Cuánto nos durarán las conquistas populares? (“No hay revolución que 50 años dure”). ¿Qué o quién garantiza que el mundo tiene remedio? La opresión y la injusticia son vistas desde la óptica del tradicional problema del mal, y el paraíso comunista o comunitario entra en la incertidumbre del misterio y el enigma. El pluralismo religioso pone sobre el tapete la relatividad de las respuestas religiosas. La fe que busca entender se siente sola e insegura. Los cristianos, ya no tan de la base, son ahora compañeros de viaje de agnósticos activos y anateístas6. 
“Otro cristianismo es posible” 
La pos-religión y el humanismo universalista. Desde ca. años 2005 hasta hoy.

El cristianismo se ha renovado siempre. Y tantas veces como se ha degradado, generalmente por causa del poder, llámese riqueza, autoritarismo o egocentrismo, otras tantas veces han vuelto los profetas. Pero ahora la crisis y su mutación parecen más profundas. Afecta a aspectos muy sustanciales de su credo, incluso de lo que se creía que era el mensaje originario del Evangelio. 

Las coordenadas o paradigmas que rigen el mundo han cambiado profundamente. La globalización de la pobreza se manifiesta en una gran brecha de desigualdad entre el 1% del poder financiero y el 99% de desposeídos. El planeta entero entra en los límites del riesgo extremo. Y por otra parte la inteligencia artificial y la ingeniería genética, los bigdata, etc., parecen querer llevarnos al borde del “transhumanismo”, del ser inteligente artificial.

En este panorama muchos se atreven a decir que estamos en una nueva época axial. En una fase convulsiva de metamorfosis que en el caso del cristianismo se traduce en una deconstrucción del gran relato de la Salvación y en un incipiente vuelo de la mariposa hacia la convergencia humanitaria. Las comunidades ya no respiramos al ritmo de los grandes acontecimientos salvíficos enunciados en la primera teología paulina. La Biblia es para nosotros una gran metáfora, no tiene razón, sino alma de liberación. La Creación, el Pecado, la Encarnación, la Redención o la Resurrección y la Vida Eterna… no son secuencias de una gran epopeya histórica. Son símbolos de las constantes existenciales de la condición humana y de la llamada a la fraternidad. 

Las obras de Lenaers, Spong, Knitter, Hick y otros, están siendo conocidas en las comunidades gracias a los servicios Koinonia, su biblioteca Relat y los sucesivos encuentros con José María Vigil en sus visitas a España. Es el último paso hoy por hoy de la influencia de la TL en las comunidades. Estas lecturas nos provocaron en un primer momento un desconcierto duro y doloroso, pero hemos remontado a un nuevo paradigma pos-religional y supra-religional que nos produce alivio y un nuevo animo en la liberación. Es la gran onda de la maximización del amor cívico que se expresa con toda su pureza cuando abraza a los más desfavorecidos.

Apéndice. La espeleología de la esperanza “…

Y llegaron tiempos oscuros en que todas nuestras conquistas fueron destruidas por las hordas de ciegos mercenarios al servicio del poder del dinero. Una vez más la esperanza tuvo que buscar refugio en la cueva más honda para evitar que la codicia la arrasara borrando su memoria; y hubo que guardar silencio, lejos de las cosas, de manera que el silencio nos devolviera la conciencia sencilla del amor y el sentido cabal de la palabra” (Fragmento de poema encontrado en las ruinas de Babilonia, junto a la puerta de Ishtar). 

Éste iba a ser el título para este artículo, “La Espeleología de la esperanza”, pero me pareció muy llamativo. No así aquí, como epígrafe de un apéndice. Uso este término, “espeleología”, muy intencionadamente porque la tarea que se nos pide es de indagación y creatividad. Porque la “teología” se debilita a la par que crecen la antropología y la sociología de las múltiples trascendencias humanas. Como tales apuntan a lo absoluto, sin llegar a tocarlo ni mancharlo. Y nos tenemos que acostumbrar a seguir en la caverna tratando de salir. Somos incomprensión y limitación, carne de relatividad que dice Dios, Libertad. Somos humanidad escindida por la injusticia a la espera de una integración fraternal. 

Uso este término también porque la esperanza no puede ser sino atractiva. ¿Cómo entusiasmarnos con lo que nos desborda si se anuncia desde un sufrimiento obligado o la impotencia de una “misión imposible”? 

Vamos a indagar pues por los recovecos de la compleja injusticia de este capitalismo tardío, financiero y destructor, a buscar soluciones económicas y de pacificación, vamos a mirar en las vetas de la contingencia para descubrir rendijas de libertad duradera. La espeleología es una bella labor de descubrimiento que requiere luz potente en el “casco”, intenso suspense y arriesgado trabajo.

La fe que nace entre los pobres se llama esperanza. El poderoso vive en la seguridad de los cielos luminosos, conoce a Dios, sabe quién es y lo llama por su nombre, porque está con él. El pobre siente su ausencia, anda a oscuras y lo espera y ama sin razones suficientes. La Praxis de la Liberación, ha abierto unas vetas en la caverna humana de profunda fe y compasión activa, cada día más anchas.

Notas:
1 El Pacto de las Catacumbas (1965) promovido por Hélder Câmara fue el primer compromiso sincero de la Iglesia al servicio estructural de los pobres, la semilla de la Teología de la liberación. 
2 Estas fases se exponen intuitivamente en el cronograma elaborado por Comunidades Cristianas Populares en Aragón. Véase: http://ccparagon.pangea.org/quienessomos/historiaccp.gif 
3 “Una de las mejores obras de los orígenes de la Teología de la Liberación. Porfirio Miranda no aparece, en primera instancia, en la mayoría de listas de padres fundadores de la Teología de la Liberación. En general, el primero que siempre se cita es Gustavo Gutiérrez, luego Hugo Assmann o Juan Luis Segundo, y también a Leonardo Boff”. Alberto Macko en Revista de Teología Crítica. Disponible en https://goo.gl/htfmZn  
 4 Santiago Villamayor, “Las Comunidades Cristianas Populares, sequía o desbordamiento”, en: https://goo.gl/VH2wGj Disponible también con otros documentos similares en el blog: http://redesreto10.blogspot.com.es/ 
 5 Jesús Gil García, tesis doctoral: La Teología de las Comunidades Cristianas Populares. Libros Certeza. Zaragoza 2007, pp. 24 y sigs. 
6 Término utilizado por Richard Kearney (Anatheism, Columbia University Press, 2009) para indicar un regreso a Dios después de Dios. Esa actitud de búsqueda de “algo más” que la revolución o la religión no dan y que la ciencia tampoco puede responder. La situación en que se encuentran tantas personas en el exilio de su antigua religión, en los umbrales de la mística oriental o en su desconcertado compromiso o apuesta moral sin justificaciones definitivas. Un giro hacia la secularidad sagrada de la liberación. 

martes, 5 de diciembre de 2017

Crónica del XIX Encuentro andaluz-estatal de CCP. Torrox 24-26 Nov 2017


BREVE CRONICA DEL XIX ENCUENTRO ANDALUZ-ESTATAL DE CCP CELEBRADO DESDE EL 24 AL 26 DE NOVIEMBRE DE 2017 EN EL MORCHE-TORROX COSTA-MÁLAGA.

VIERNES 24 DE NOVIEMBRE

Acogida, besos, achuchones y distribución de habitaciones: La alegría del reencuentro.
Desde primera hora de la tarde comenzaron a llegar las comunidades que venían de  distintos lugares del Estado Español. Con la alegría del encuentro volcada en los saludos y los abrazos nos fuimos acomodando cada cual en su hotel y su habitación.

Presentación del Encuentro:  La primera reunión en común.
Presentar el encuentro, explicando el proceso que nos llevó desde la propuesta del tema y el contenido hasta la realización del Encuentro. Animados por el Espíritu de Jesús caminamos hacia un cristianismo laico y humanista. Por eso el lema del Encuentro es “Una esperanza sin certezas. Un amor sin condiciones”.

Espacio de reflexión: Un teatrillo leído, con apoyo de imágenes y audios sobre el nacimiento de Jesús en los textos del Evangelio de Mateo. Una propuesta de reflexión y comentarios sobre un lenguaje nuevo para una nueva teología desde la nueva arqueología bíblica.

Después de la cena realizamos la presentación de las  comunidades de las distintas provincias asistentes al Encuentro, con un teatrillo lúdico festivo. Haciendo gala cada una de su ingenio y creatividad se presentaron comunidades de A CORUÑA, ALBACETE, ALMERIA, ASTURIAS, BARCALONA, BIZCAIA, CÁDIZ, GRANADA, HUELVA, JAÉN, LA RIOJA, MADRID, MÁLAGA, MURCIA, NAVARRA, SALAMANCA, SEVILLA, VALENCIA, VALLADOLID Y ZARAGOZA.


SÁBADO 25 DE NOVIEMBRE

Después del desayuno comenzamos el día fuerte y central del Encuentro con unos minutos de oración y meditación para encontrar la calma.

Luego entramos delleno en materia con la PONENCIA DE MARÍA LÓPEZ VIGIL, que nos centró el tema a partir de su artículo “Bienaventurados los ateos porque ellos verán a Dios”. Interesantísima charla de María sobre su dilatada experiencia de búsqueda de nuevos lenguajes y nuevos vehículos para la transmisión del mensaje evangélico. Distinguir entre el Jesús histórico y el Cristo de Pablo es clave para leer el evangelio desde una perspectiva liberadora: "Los parabrisas". 
Nos habló de que  “otro Dios es posible” y de que es preciso ser radicalmente ateos respecto a muchas formas de presentar a Dios por parte de las religiones, incluida la cristiana, que, en nuestro caso, tiene poco que ver con el Dios de Jesús de Nazaret. Las consecuencias de haber adulterado la imagen de Dios han recorrido toda la historia de la Iglesia. El dios de los dogmas, de los absolutos, de las normas culpabilizadoras, del cielo y del infierno, del arriba y del abajo, de la alianza con el poder humano… no existe; las religiones fundadas en ese dios no tienen futuro; una espiritualidad más globalizadora y creativa, sin renunciar a los mensajes válidos del patrimonio religioso universal, es un verdadero camino de descubrimiento de sentido para la humanidad.

A media mañana nos repartimos en pequeños grupos (“LOS VELADORES”)como tomando un aperitivo y charlando sobre diferentes propuestas contenidas en varios textos cortos de diferentes autores. Las Comunidades de Zaragoza prepararon diversas formas de reflexión, en grupos reducidos y en gran grupo, sobre Los nuevos paradigmas que se plantean hoy en la sociedad marcados por los descubrimientos científicos y tecnológicos, las nuevas visiones sobre el cosmos y el ser humano, el pluralismo religioso, la necesidad de desarrollar una sociedad laica en la que quepan distintos modos de enfocar el sentido de la vida… Todo esto va gestando nuevos modos de creer y vivir. Muchos de los pilares dogmáticos del cristianismo corresponden a modos arcaicos de entender la religión y no dicen nada a la gente de hoy. El misterio de la realidad requiere posiciones abiertas, no absolutas; somos buscadores con “una esperanza sin certezas y un amor sin condiciones”.

Por la tarde y tras diferentes presentaciones ( Agenda latinoamericana, diversos libros y proyectos), María y otros ponentes dinamizadores en una mesa redonda coordinaron y ordenaron las preguntas y reflexiones sobre las muchas inquietudes y aportaciones personales de los asistentes.

Luego pasamos a la presentación de “OTROS RELATOS DE EVANGELIO” donde se expusieron testimonios y experiencias de ese mismo fondo del mensaje de Jesús que podemos descubrir hoy en diversos formatos. Así pudimos compartir una canción de rap, un vídeo de subasta de refugiados o la experiencia de Stop Desahucios, desempleo, mujeres, renta básica.

Después de la cena nos juntamos todas  a “CANTAR CANCIONES POR LA UTOPÍA Y LA ESPERANZA”. Todas con  una sola voz y animados por el prestigioso grupo de fama mundial “L@s Cantamañanas”, cantamos un ramillete de canciones, para gozar y experimentar que nuestra utopía cristiana laica y humanista puede expresarse por y desde la ética de los derechos humanos y la espiritualidad común a todos los seres humanos.  Nos lo pasamos de maravilla, repasando las canciones de nuestra historia, con la magia que produce el cantar junt@s. Concluímos la noche con una degustación de productos típicos de las diversas zonas.

DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE

Comenzamos la mañana con un espacio para la meditación y la contemplación, guiados por la lectura de un texto de José Arregui que nos fue introduciendo en la atención, la contemplación, la calma y el silencio.

Luego pasamos a LA CELEBRACIÓN, que con el sugerente título de “EL POEMA DE LA REALIDAD Y DE LA LIBERACIÓN” nos fue introduciendo en diferentes momentos de la historia del universo, de la vida y de la humanidad. Después de celebrar el enigma del universo, la sorpresa de la vida, la humanización y el drama de la historia, entramos en el horizonte insondable del amor y en la memoria apasionada de Jesús. Memoria que nos convoca y nos impulsa desde una espiritualidad que es reverencia y asombro ante el misterio de la vida y del mundo. Memoria apasionada de mensaje y el ejemplo de Jesús, horizonte inefable del amor simbolizados en el pan y el vino, pasas, dátiles... partido y repartido en la mesa común de la paz y abrazos agradecidos a la Vida..


Con la lectura del MANIFIESTO FINAL y el almuerzo se dio por terminado este Encuentro que ha sido intenso y emotivo, abierto a nuevas perspectivas y nuevos caminos al aire de los nuevos paradigmas y "parabrisas del mundo".

Gracias a tod@s pero especialmente a nuestros compas zaragozan@s por compartir su experiencia, proceso y trabajo de elaboracíón, con todo@s.

En este enlace tenéis todos los materiales de las diversas actividades elaborados por los compas de Zaragoza actividades: AQUÍ.

En este otro tenéis un magnífico reportaje fográfico realizado por el compa Josep María Maya, podéis bajar la que os guste: AQUÍ

En Fe Adulta la charla de María López Vigil del sábado 25: AQUÍ Bienaventurad@s los ate@s. Parte 1.: 

En Feadulta .María López Vigil: Otro Dios es posible" Parte 2: 


Y la intervención el domingo 26 contando su experiencia con Monseñor Romero cuando fué a visitar a Juan Pablo II para expresarle el drama que estaba viviendo el pueblo del Salvador:  AQUÍ


L@s Cantamañanas: Ausencia. Imanol.Lope de Vega

Kase O: Esto no para.