sábado, 26 de febrero de 2022

No a la Guerra, 25/02/2022

 

Comunidades Cristianas Populares de Granada participamos en la Plaza Nueva, en este acto de repulsa a la guerra y sus negocios convocados por la Red Granadina por el Refugio y la Acogida. (Redgra)

NO A LA GUERRA

DE NUEVO UNA EXIGENCIA POLÍTICA, JUNTO A LA DESMILITARIZACIÓN DEL CONFLICTO DE UCRANIA Y LA RETIRADA DE LAS TROPAS RUSAS 

La irrupción del ejército ruso en Ucrania, desencadenando una guerra abierta, destapa todos los peligros que hasta ahora estaban larvados, conduciéndonos a un escenario imprevisible. La presencia de efectivos militares de España en la zona del conflicto hace más necesaria que nunca la exigencia de poner fin a este enfrentamiento armado, retirar las tropas desplegadas, desmilitarizar toda la zona y buscar soluciones basadas en el diálogo y la negociación. 

El complejo militar industrial del Estado español y el ardor guerrero de la ministra de Defensa nos ha arrastrado a un conflicto que tiene todas las perspectivas de salir mal. Es evidente la responsabilidad del autócrata Putin en la escalada bélica, pero no se pueden hurtar tampoco los intereses militaristas de la OTAN para seguir manteniendo una hegemonía mundial, continuar con el rearme y basar toda su estrategia en la distribución de zonas de influencia, como si estuviéramos en una nueva edición de la guerra fría. Una Alianza Atlántica que estaba en “muerte cerebral” (Macron dixit) recibe de Rusia argumentos para afianzar y aumentar su poderío: un desastre.

Desde nuestra perspectiva de un colectivo (la Redgra) que tiene su razón de ser en la acogida a los refugiados, somos conscientes porque así lo demuestra nuestra historia reciente que las guerras, entre otras muchas  consecuencia fatales,  son una fábrica de personas refugiadas que huyen de sus países para salvar sus vidas

Del mismo modo reconocemos que históricamente los conflictos armados los pagamos de un modo muy especial las mujeres, no sólo porque a través de la violencia sexual se nos utiliza como trofeo de guerra, que ya es un precio devastador, sino también porque las guerras nos acarrean situaciones de crisis económicas y ya sabemos por experiencia que las crisis del capitalismo, las resuelven con medidas deflacionistas, que producen pérdida de empleo, reducción de salarios, desmantelamiento del tejido social etc.. que repercuten negativamente en la clase trabajadora en general y en las mujeres en particular, llevándonos a un mayor empobrecimiento.

La desmilitarización es la solución. Los afanes expansionistas de los actores en el conflicto solo traen  tragedia, sufrimiento y muerte. La llamada seguridad internacional se basa en la defensa de los intereses, demasiadas veces inconfesables, de unos pocos: las élites, pisoteando la dignidad y los derechos de las personas,

Como recalca el Centro Delàs de Estudios para la Paz, “la transición ecológica pasa necesariamente por procesos de desarme y desmilitarización: reducción del gasto militar mundial, conversión de la industria armamentística en industria de energías renovables, y desmantelamiento del arsenal nuclear”. La paz global pasa por la desmilitarización y el desarme internacionales. Alimentar la industria de la “Defensa” y reforzar las alianzas militares forma parte de las soluciones equivocadas. Necesitamos que los gastos militares mundiales sean trasvasados a la financiación de políticas de seguridad para la paz.

Para lograr nuestro objetivo de un mundo en paz, rechazamos las respuestas militares a las crisis regionales y mundiales; éstas son parte del problema no parte de la solución. Nos negamos a vivir bajo el terror de las armas nucleares, y rechazamos la carrera de armamentos. Tenemos que reducir los gastos militares, dirigiendo estos recursos a satisfacer las necesidades humanas.

Debemos cerrar todas las bases militares extranjeras. Nos oponemos a todas las estructuras militares utilizadas para intervenciones bélicas. Debemos democratizar y desmilitarizar las relaciones entre los pueblos y establecer nuevas formas de cooperación pacífica para construir un mundo más seguro y justo. 

No a la guerra

No a la agresión rusa

No a la OTAN

24 de febrero de 2022

Video de Antonio Lara.

CUATRO IDEAS PARA LA PAZ. 

1. LA CONDENA sin paliativos de la violenta y sanguinaria acción de guerra del Presidente Putin contra el pueblo de Ucrania es un imperativo moral incuestionable. Nadie, salvo que sea un esclavo voluntario o involuntario del sátrapa ruso, puede apoyar o justificar esta barbarie. 

 Pero de ese mismo imperativo moral de condena de la guerra en Ucrania se deduce la obligación de condenar todas las guerras, fuesen donde fuesen. Decir no a la guerra en Ucrania es inseparable de decir no a la guerra en Siria, Libia, Afganistán, Yemen, Etiopia, Mali, República Centroafricana, El Sáhara o Palestina. De lo contrario la sospecha de que, con condenas unilaterales y selectivas, se está instrumentalizando la Historia de los pueblos y su sufrimiento, crece y crece. 

2. El Presidente Putin es el primer y directo RESPONSABLE del sufrimiento desatado en el pueblo de Ucrania. Su afán imperial basado en una mirada autoritaria y egocéntrica del mundo a su alrededor es el motor de este desatino tan peligroso. Como tal criminal deberá ser juzgado moral y legalmente por la Historia. 

 Pero eso no evita señalar también que existen co-responsables que, por acción u omisión, han facilitado, con frecuencia de manera interesada, las cosas para que se haya producido este resultado tan desnortado. Los manejos geoestratégicos y económicos de la Unión Europea y los Estados Unidos, y de su brazo armado que es la OTAN, forman parte del entramado que ha producido el desastre en el que estamos. Putin es culpable, pero esto no hace inocentes a los demás actores interesados en el conflicto. 

 3. HAY QUE PARAR cuanto antes esta guerra. Y eso exige medidas de extrema FUERZA contra Putin y los oligarcas que lo apoyan. Medidas colectivas y coordinadas entre los gobiernos y las instituciones internacionales. Putin no se parará solo; habrá que pararlo. 

  Pero eso NO significa alimentar la dinámica belicista aumentando el número de armas en territorio ucraniano. Más armas generarán más guerra y más matanzas, no menos. Más armas acelerarán la espiral de violencia y barbarie, en vez de disminuirla. Acordémonos de las guerras de los Balcanes en los años 90!! Las vías diplomáticas y las medidas de presión directa hacia Putin y su gobierno en el frente económico, político, social, cultural y mediático son las armas que debe usar la Paz. Por eso pedimos a nuestro Gobierno que reconsidere la decisión de enviar armas a Ucrania. Es un error que nos puede salir muy caro a toda la humanidad, empezando por los propios ucranianos. Morirán más, no menos. Denle una oportunidad a la fuerza de la Paz! 

4. APOYAMOS sin paliativos la decisión de las autoridades europeas de abrir las fronteras para acoger a cuantos refugiados ucranianos lo necesiten. Esta acción retrotrae a la Unión Europea al proyecto originario de una Europa de los Pueblos, q es bien diferente de la Europa de los Mercados en que se ha convertido. Desde aquí anunciamos que todas las organizaciones de la RedGra apoyaremos en lo posible a cuantos refugiados ucranianos lleguen a nuestra ciudad. 

  Pero por este motivo reclamamos igual trato a cuantas personas llegan a las fronteras europeas provenientes de otros países. Los refugiados sirios, afganos, yemeníes, malienses, etíopes o palestinos no pueden ser menos que los ucranianos. Las mismas facilidades que se van a dar a los ucranianos, deben darse a todos los demás. Lo contrario será racismo, xenofobia y flagrante discriminación.

Concentración viernes 4 de Marzo 2022. No a la guerra y al envío de armas. Redgra.

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