ENCUENTRO 16
OCTUBRE 2016. En ADIPA, Antequera.
Las Comunidades Cristianas Populares de la Zona de Antequera, Málaga y Sierra Sur de Sevilla, se reúnen en un Encuentro mensual, normalmente en Antequera. Todo el día es Eucaristía. Comienzan a las 10.30h preparando algún canto, presentaciones y avisos, dando paso a la Liturgia de la Palabra donde se lee algún texto alusivo al tema del encuentro y el evangelio. Hacia las 12.15h se reúnen por grupos contestando un par de preguntas que ayudan a la reflexión y hacia las 13.15h hacen la puesta en común: Nuestro Evangelio de hoy como expresión personal de nuestra fe. Acción de Gracias, Fracción del pan-comunión, colecta y a las 14h. Comida compartida. Por la tarde hacia las 15.15h. Canto, Evaluación del encuentro, Comunicaciones, informaciones, Exposición de nuestros deseos y preocupaciones al Padre, el Padre Nuestro y la Paz de Despedida.
El Encuentro de este mes de Octubre fue dedicado: Hacia una Ecología Integral: Reconvertirlo todo, para preparar el tema de la Semana de Teología Andaluza de noviembre. Estas fueron sus conclusiones:
INTRODUCCIÓN
(En esta nueva manera de ver la cosmovisión a
veces, como dice Arregi, “yo me pierdo, pero me alegro de perderme, me lleno de
asombro ante el enigma de esa configuración ”material” que es cada cuerpo”)
Creo que hablar
de ecología es a estas alturas vivir nuestras vidas conforme a la cosmovisión
que vamos vislumbrando y el lugar que en ella ocupamos. Ser conscientes de que
en nuestras manos está salvar la vida del Planeta y no lesionar los derechos de
nuestrxs hermanxs, por no decir, de nuestros nietxs. En definitiva es lo
urgente e ineludible porque en este tiempo no es posible vivir de espaldas a la
ciencia.
Una Cosmovisión total donde se da “la comunión de todos los seres. La Tierra es un gran
organismo viviente. El universo, con sus estrellas y galaxias, sus agujeros
negros y sus vacíos, es un cuerpo inmenso.” Y en donde apostamos y vislumbramos
lo que puede ser el Dios Madre-Padre para nosotrxs.
Nos aventuramos
por caminos en parte inexplorados, nos atrevemos a soñar. Una nueva visión
siempre es vista como amenaza para el status quo. El espíritu sopla donde
quiere.”
UN POCO DE TEORÍA
La humanidad está
experimentando un crecimiento en conciencia ecológica y el factor clave de este
crecimiento y en el que coinciden la mayor parte de los analistas es la
CIENCIA, la revolución científica que la humanidad ha realizado en los últimos
siglos y sobre todo en los últimos 50 años.
Este gran avance ha sido, más o menos, el
abandono de una visión estática, eterna del cosmos y la adopción de una visión
dinámica y evolutiva. En esto coinciden la mayoría de científicos y
analistas (Diarmuid O’Murchu, teólogo
irlandés. Rupert Sheldrake (nacido en 1942) es un escritor, bioquímico y biólogo británico)
Nos ayudan a
entender que somos una unidad con toda la biosfera, que descendemos de las
bacterias y de las células, que compartimos los mismos átomos y elementos, las
mismas moléculas de agua presentes en nuestro planeta tierra desde hace miles
de millones de años; que estamos tan arraigadxs en la naturaleza como los
árboles, por medio del aire, el agua, los alimentos, y las impresiones
sensoriales; que estamos en un “boca a boca” con la naturaleza: respiramos,
bebemos y comemos, y devolvemos gases, líquidos y sólidos, y también podemos responder
a la belleza, nos invitan a contemplar
el cosmos como una especie de sistema viviente, como algo que se parece
más a un organismo que a una máquina, la idea de un cosmos dotado de memoria y
de hábitos en evolución, debería parecer tan plausible, por lo menos, como las
leyes eternas, inamovibles.
En esta
contemplación del cosmos, las personas somos una especie EMERGENTE en este
planeta. Somos además unas recién llegadas. Si Dios nos ha creado lo ha hecho
haciéndonos evolucionar a partir de otras especies.
La idea de Dios
también la hemos ido cambiando de considerarlo como un legislador inmutable,
eterno, como piensan las personas más conservadoras de las distintas
tradiciones religiosas, al Dios de los místicos, el Dios que continuamente crea
y renueva, el Dios que es compasión, el que es liberador, está en contraste con
el Dios que dicta leyes rígidas, eternas.
La creación no
ocurre de una vez para siempre; antes bien, es la creatividad un proceso
continuo que se manifiesta como una serie de etapas o de pasos, muchas veces
irrepetibles.
El cosmos, como
hemos visto en estos autores no se parece a una máquina de exacto
funcionamiento, a un reloj sino que es un ente vivo, con su propio dinamismo de
libertad y creatividad. La tierra viviente de la que somos parte.
RESPONSABILIDAD
Esto despierta en
nosotrxs un sentido de la responsabilidad y de conexión con un todo mayor del
que formamos parte.
Es absurda, pero
muy sencilla, la lógica de un mundo donde manda el dinero. Y el holocausto
universal ofrecido a Mamón es terrible: hemos esquilmado las selvas y las
minas, agotado los enormes pozos de petróleo, envenenado el agua y el aire;
cada vez más gente se ha hecho más rica y cada vez más gente se ha vuelto más
pobre, con una consecuencia lógica: la diferencia entre los ricos y los pobres
es cada vez más grande.
El Estado
socialdemócrata del Bienestar fue un paso adelante, pero respondía a la misma
lógica. El bienestar de los países ricos se logró a costa de los países más
pobres, expoliados de sus materias primas y obligados a comprar los productos
elaborados con ellas al precio impuesto por los países explotadores. Y
añadieron una invención diabólica: cuanto más efímeros sean los productos antes
caducarán, y más deberá comprar la gente y más podrán producir las empresas e
invadir el mundo, y ganar y ganar.
Estamos actuando
de un modo temerario, deshaciendo el trabajo realizado por el tejido biótico a
lo largo de muchos cientos de millones de años en lo que, en la perspectiva
planetaria, es un mero instante. (332). La humanidad, puede, efectivamente,
destruirse a sí misma y destruir una gran cantidad de otras especies si no
despierta al hecho de que no somos más que una parte de un todo más grande, un
todo con el que tenemos que trabajar cooperativamente si de verdad queremos
prosperar en este planeta. (333)
Cuando
reverenciamos la Tierra por sí misma creamos la posibilidad de una cultura
profética. Hemos experimentado lo que ocurre cuando una cultura no es capaz de
entender la historia de la Tierra: queda interrumpida su relación con la gente
y con el planeta. En esta muerte cultural es donde ahora nos encontramos, ante
la ruina y la devastación planetarias. Este crucial momento de colapso cultural
despierta en LAS PERSONAS la oportunidad de entender y de nueva salud.
La humanidad debe
entender que nosotras y el planeta en el que vivimos, no somos un mero
accidente cósmico somos en gran medida hijas del proceso cósmico y de la
evolución de Gaia (El concepto de Madre Tierra o, con el
término de los antiguos griegos, Gaia* de una Tierra viviente, como la
tratan los pueblos indígenas). Podemos ahora decir, en un sentido que es
poética y astronómicamente preciso, que “el cosmos entero ha mimado a la Tierra
para que llegue a existir”.
Pero…
La humanidad está
actualmente atrapada en hábitos, prácticas y sistemas opresivos y destructivos,
la economía capitalista crece a costa de la destrucción de lo que precisamente
necesitamos para sobrevivir sírvanos como ejemplo lo ocurrido últimamente: En
2006 un grupo de indígenas lencas de Río Blanco acudieron a Berta Cáceres en
busca de ayuda tras haber sido testimonios de la llegada de maquinaria y
material de construcción en su área[13] . Cáceres investigó el proyecto e informó a la
comunidad que se trataba de una alianza comercial para construir cuatro
represas hidroeléctricas en el río Gualcarque. Los actores implicados eran la
compañía china
(la mayor compañía constructora de presas del mundo), la (CFI) del y la compañía
hondureña Desarrollos Energéticos S. A. (DESA) . La defensa de estos derechos
de las personas indígenas por esta líder activista en defensa del medio
ambiente, Berta Cáceres, le costó la vida, fue asesinada el 3 de marzo y a los
4 meses asesinaron a Lesbia Yanet.
Esta forma de
organizar la economía que sostiene que sólo tiene valor económico aquello que
puede medirse en términos económicos, ignorando que todo lo que, siendo
imprescindible para la vida, no se puede expresar con la vara de medir del
dinero. Por ej.: La polinización, el ciclo del agua, parir, o el cuidado de las
personas ancianas, todo esto desaparece de sus análisis económicos.
CONSTATAMOS:
(como dice Yayo Herrero)
El capitalismo se
ha mostrado incapaz de satisfacer las necesidades vitales de la mayor parte de
la población. En su metabolismo económico predomina el canibalismo: sectores
sociales privilegiados llevan un estilo de vida y de consumo (tarjetas Black)
que solo es posible explotando a la clase obrera e incautando una cantidad
ingente de trabajo que desarrollan las mujeres en el espacio invisible de los
hogares, y metabolizando aceleradamente bosques, ríos, suelos y minerales.
La desigualdad ha
crecido de forma alarmante en las llamadas sociedades del bienestar: buena
parte de la población se va hundiendo en la precariedad y millones de personas
se encuentran en situación de exclusión: ya no cuentan ni son vistas. Un 1 % de
la población mundial retiene el 50 % de los recursos y de ese 99 %, una gran
mayoría, a pesar de que sufrimos las consecuencias de esa codicia, no
reaccionamos, estamos anestesiadas, nos parece increíble que estemos ante una
catástrofe causada por nosotras mismas,
embarcadas en un sistema de vida loco que arrastra al desastre a la
“Comunidad de Vida” de este planeta.
Existe un
importante paro estructural. Muchas personas empleadas son trabajadoras pobres.
El trabajo ya no garantiza derechos.
Progresivo desmantelamiento
de los servicios públicos: al poner los recursos al servicio de la regeneración
de las tasas de ganancia del capital todo aquello que se destinaba a los
sistemas de protección social pasa a desatenderse y son las familias quienes
pasan a hacerse cargo de resolver la precariedad vital (abuelxs que reciben a
sus hijxs y nietxs en casa…) porque solo les queda el colchón familiar para no
quedar excluidos y, una vez más son las mujeres las que, en mayor medida cargan
con las tareas.
Ante esta
situación nos quedan algunas,
CUESTIONES
INSOSLAYABLES:
1ª. Asumir el
inevitable DECRECIMIENTO. La humanidad ha de vivir con menos energía y
materiales. No es una opción. Por las buenas se hará de forma planificada,
democrática y justa. Por las malas si los que tienen el poder económico o
militar siguen sosteniendo su estilo de vida material llevarán a la expulsión y
precariedad de mucha gente y…
2ª. Reparto de la
riqueza y las obligaciones. Ya hemos visto que tenemos un planeta con recursos
limitados, que además estamos degradando. (ej,:
Honduras; peces que tienen mercurio o bolsas de plástico, el coltán…)
Habrá que desacralizar y cuestionar la legitimidad de la propiedad privada que
impide una vida decente para muchas personas.
3ª. Esta
transición no será sencilla ni podrá ser realizada sin conflicto: Los poderosos
y ricos se sentirán amenazados (artículo Vicenç Navarro: “La ocultada causa del
‘impasse’ político en España”) porque, obviamente, los privilegios de las
élites no se pueden mantener si se garantiza una vida decente a las mayorías
sociales y se asegura la sostenibilidad ecológica.
¿QUÉ HACEMOS?
Por tanto ¿tiramos la toalla como decíamos el
E. pasado? O podemos dirigirnos hacia
algo nuevo, aunque ello requerirá inevitablemente que abandonemos lo viejo. No
debemos abandonar la idea de que aún hay tiempo para apartarnos de la peligrosa
ruta en la que vamos. Sin duda sería difícil, como fue difícil el racionamiento
y la reconversión industrial que hubo que hacer en tiempos de guerra y… Pero
difícil no es lo mismo que. Imposible. Sería una claudicación cobarde rendirse
ante un reto que salvaría muchas vidas y evitaría tantos sufrimientos
simplemente porque es difícil y costoso y porque requiere sacrificios de
quienes tenemos tanto, que podemos sobrevivir con menos. En el caso de aquellos
que se están beneficiando desproporcionadamente del actual sistema, significará
sacrificar algo que consideran valioso. (347) pero NO existe en el mundo ningún
costo-beneficio capaz de justificar semejante COBARDÍA La Tierra es nuestro
hogar y somos parte de una entidad planetaria mayor que mantiene las
condiciones aptas para la vida.
Hemos de ser
conscientes de que la ecodependencia y
la interdependencia es condición necesaria para conseguir CAMBIAR. Necesitamos
rearmarnos culturalmente, avanzar en el IPA (indicador de progreso auténtico) y
en el FNB (felicidad nacional bruta) o en el “buen vivir” que aportan los
pueblos indígenas (Latinoamericanos). Se trata de hacer crecer un movimiento
global que frene a la dinámica extractivista (natural y social), que frene la
expulsión masiva de personas y que impulse y exija a los gobiernos que están en
este camino, y que saque de las instituciones a quienes siguen la lógica del
biocidio. Es ya cuestión de supervivencia. (Arregui)
Algún día ha de reventar este sistema,
verdadero antisistema, donde la especulación está sustituyendo a la producción,
los bancos a las fábricas, los bonos y las acciones a los víveres, donde los
Estados destinan el dinero de la gente a rescatar a los bancos que quiebran y
que una vez rescatados ahogarán a la gente con sus préstamos e intereses. Algún
día estallará este mundo al revés. Ya está estallando: ningún muro, valla ni
ejército podrá contener a las multitudes, continentes enteros desesperados por
la miseria y la guerra.
¿No habrá
arreglo? Solo a condición de que nos unamos todos y aprendamos a ser más
felices decreciendo.
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