La celebración del Día de Europa (9 de Mayo) llega en un momento crítico para reforzar los valores de libertad, igualdad y solidaridad que están en la base del proyecto europeo originario. La guerra desatada por la agresión imperialista de Rusia al pueblo ucraniano sólo podrá ser frenada con el refuerzo de la diplomacia y la solidaridad entre todos los pueblos del territorio europeo. La amplitud y rapidez de la acogida a la enorme cantidad de ciudadanos y ciudadanas de Ucrania que han solicitado refugio a la Unión Europea huyendo de la violencia de la guerra, muestra que el proyecto europeo sigue vivo. La Unión Europea no puede reducirse a un gran Mercado de bienes y personas, sino desplegarse como un proyecto solidario entre pueblos hermanos abiertos al mundo entero.
Por este motivo, la valiosa respuesta europea a la crisis de personas refugiadas de Ucrania, con el rápido despliegue de todo tipo de ayudas jurídicas, administrativas, económicas, de vivienda, escolarización, etc, contrasta con la lentitud, arbitrariedad y escasez de medios de todo tipo que caracteriza a la acogida a los solicitantes de protección provenientes de otros conflictos bélicos. Mientras se acoge con alegría a las personas refugiadas de Ucrania, se mantiene recluidas a las procedentes de Afganistán, Etiopía, Palestina, Yemen, Mali o República Democrática del Congo en campos de concentración en Grecia.
La Ruta canaria, con personas que huyen de los conflictos bélicos en África Occidental, está sembrada de cadáveres de personas ahogadas en el mar y, las que sobreviven, son encerradas en campos en las Islas Canarias, en condiciones precarias.
Europa paga a Marruecos, Turquía y Libia para que hagan el trabajo sucio de impedir, con frecuencia violando gravemente los Derechos Humanos, que posibles solicitantes de asilo y migrantes en general alcances las costas europeas. El uso de la violencia y las devoluciones “en caliente” son una práctica habitual en España, Italia y Grecia. Las solicitudes de protección internacional de personas que huyen de los conflictos violentos que azotan numerosos países en América Central y del Sur, sufren dilaciones interminables y con frecuencia son rechazadas.
Pedimos que todas las medidas de acogida y protección aplicadas a los ucranianos se generalicen y apliquen a todos y todas por igual.
Pedimos además al Ayuntamiento de Granada, que en 2015 firmó y adoptó una “Moción para la Acogida de Refugiados en la Ciudad de Granada“ exprese a la Delegación del Gobierno su preocupación por esta discriminación y ponga en marcha los recursos de los que disponga para paliarla
Por la Red Granadina por el Refugio y la Acogida. En el día de Europa. Y Comunidades Cristianas Populares de Granada como colectivo miembro de la REDGRA.
9 de Mayo de 2022.
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