COMENZAMOS EL ENCUENTRO CON LA REPRESENTACIÓN POR LOS NIÑ@S DE LA HISTORIA DE UBUNTU, EN LOS COMBONIANOS, DESDE LAS 10.30 A LAS SEIS DE LA TARDE:
Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron:
UBUNTU, ¿cómo uN@ de nosotro@s podría estar feliz si tod@s l@s demás están tristes?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotr@s somos."
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron:
UBUNTU, ¿cómo uN@ de nosotro@s podría estar feliz si tod@s l@s demás están tristes?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotr@s somos."
NOS REUNIMOS EN GRUPOS TRAS LA REFLEXIÓN Y ELEGIMOS LECTURAS: "Tod@s lo tenían todo en común..." "Mi Padre y yo somos UN@..."
Celebración de la comunidad (Adaptación de un salmo de Florentino Ulibarri)
Ensanchamos nuestros corazones con la alegría de sentirnos unidos en comunidad para celebrar lo que compartimos:
Celebramos los abrazos y besos que surgen cada vez que nos encontramos.
Celebramos el gozo de sentirnos miembros de un mismo cuerpo y de caminar unidos en un mismo sentir y con un solo corazón.
Celebramos la emoción de partir y repartir el pan y el vino en cada una de nuestras cenas tan singulares y entrañables.
Celebramos lo que en todos estos años hemos ido aprendiendo y comprendiendo, la luz que hemos compartido al poner en común nuestros sentimientos y experiencias personales
Celebramos los intentos por conjurar los miedos acumulados de todos los tiempos y los intentos por mejorar y ser más íntegros y coherentes.
Celebramos todos los borradores de nuestros proyectos no realizados, los balbuceos y suspiros más íntimos por ensanchar los márgenes de nuestro proyecto comunitario.
Celebramos la palabra que nos nace en las entrañas, la que nos brota de las profundidades de nuestra alma y la que brota de los manantiales de la vida y de la historia.
Celebramos el tiempo de la fiesta, de los poemas y las canciones, de la comida compartida y de los chistes y la conversación que se convierte en palabras sagradas, en las tertulias del café.
Celebramos la pequeñez de nuestra humilde historia, la sabiduría acumulada a lo largo de los años, las arrugas y huellas de nuestro rostro, los frutos de nuestra resistencia frente a los malos tiempos y la ilusión que compartimos de sentirnos todavía vivos.
Celebramos el calor de la ternura con la que nos miramos, el gozo de nuestros encuentros fraternos, la felicidad que nos aporta la alegría de nuestras niñas y niños y el caudal de amor que derrochamos en los abrazos y los besos con los que nos deseamos la paz.
Celebramos nuestras locas intuiciones, nuestras pocas e inseguras verdades,
mientras caminamos en esta tierra y esta historia empujando el carro de la
construcción del Reino.
Celebramos nuestra forma de ser libres y flexibles con las puertas siempre
abiertas; sin tener nunca la última palabra, ni la sabiduría suprema, ni la
verdad absoluta.
Celebramos al Amigo y Maestro en cuyo
nombre nos juntamos para compartir sus enseñanzas y su vida en este Ágape de
pan y vino, alentados por el Espíritu que nos anima a seguirle.
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